El fantasma de Barbanegra

Cuando tenía la edad apropiada para disfrutarla, me la perdí. Pero luego he sido compensado con creces viéndola con mis hijos y oyéndolos reir a carcajadas.
Peter Ustinov, genial como casi siempre, secundado por Elsa Lanchester y los dos muy profesionales protagonistas. La trama, entretenida, y la media hora final, divertidísima. La competición de atletismo trucada o la pelea con pistolas imaginarias resultan inolvidables. Y atención a las caras de Suzanne Pleshette cuando sufre un ataque de avaricia al ver lo fácilmente que se hace dinero con la ruleta.

¡El Disney que todos queremos y extrañamos!
Con la actual agenda progre de las industrias, es muy difícil encontrar buenas películas. Es verdad, no voy a mentir, si ves mis valoraciones y reseñas tengo un gusto muy cuestionable. Pero creo que todos en el fondo extrañamos esa simpleza a la hora de contar historias.
No todo tiene que tener efectos especiales y diseños extravagantes, y esta película lo muestra. Tres o cuatro escenarios, algunos actores, un diseño hermoso de por medio y un guion sencillo y medianamente trabajado (Con tan poco podés hacer mucho y generar múltiples reacciones).´
No es una reseña larga por qué no hay mucho más que aportar, por algo le di el puntaje que tiene.

Simpática, ingeniosa, desenfadada, gamberra y ligera producción que combina la comedia y el deporte de una forma muy inteligente y peculiar, bajo la dirección de un acertado, Robert Stevenson, apoyándose en la fabulosa presencia e interpretación del inolvidable Peter Ustinov, apostando por un trabajo poco profundo y despreocupado al tomar el papel del fantasma de Barba negra.
Producto típico del cine de los 60 destinado a ofrecer un entretenimiento desenfadado con el que pasar un buen rato.
No cuenta con grandes efectos especiales y su apariencia chapucera y artesanal, ayudan a ofrecer buenos momentos de diversión. El humor de algunas secuencias puede resultar forzado, pero por lo menos no es de mal gusto.
Tiene y derrocha encanto, en una producción deliciosa que lleva el sello Disney en todo momento.

Esta maravillosa película está dirigida a un pública infantil, por lo que no hay que valorarla como si fuera de adultos.
Para los niños esta película puede ser muy divertida y buena para pasar en familia. En la película los protagonistas hacen trampas en los deportes y ese es un punto que no me gusta de la película, porque los niños pueden malentender los valores que enseña, que son que en la vida siempre hay que hacer algo bueno para recibir algo bueno, pero pueden pensar que hay que hacer trampas en los deportes y en lo juegos.

-Lo mejor de esta película en mi opinión es la actuación de los actores, sobre todo de Peter Ustinov, que desde que lo vi en la película de Quo Vadis, me encantó como actor, y en esta tampoco me ha decepcionado. También me gusta mucho la situación que les pasa a los dos protagonistas, porque la llevan de una manera y divertida y entretenida.
-Lo peor es que los niños pueden malentender los valores.
-El montaje está aceptable y los efectos especiales dejan algo más que desear, pero para la época están bien y a los niños les divierte igualmente.
-El guión de esta película a mi gusto es bastante bueno.

En fin, que es una película con algunos errores minúsculos pero muy divertida para ver en familia y pasar un rato agradable.
8/10

Tan cataplasma es el fantasma como el que me puso la peli para rememorar su infancia. Que oye, está muy bien, si tienes 10 años, pero pasados los 30 la cosa está fuera de lugar.

Se podría decir que esta peli, para ser de Disney, es un descoque. Hay besos de tornillo y el prota es un borracho ludópata que hace trampas, tanto en la ruleta como en el deporte. Se me antoja poco didáctico esto.

El guión tiende a confundir lo infantil con lo estúpido, pero cierto es que distrae, y seguramente a los chiquillos les guste. Pese a que el prota sea un fantasma, da mucho menos miedo que Mary Poppins, del mismo director, y también es más llevadera. Aquí, por lo pronto, nadie canta. (Sólo hay una tonada, pero a capella, y no molesta)

Pese a lo que pueda dar a entender, lo cierto es que el cataplasma del fantasma es muy majo, y a mi amigo el cataplasma le adoro.