Haz click aquí para copiar la URL

Ricki & the Flash: Entre la fama y la familia

Drama. Comedia Ricki es una guitarrista que lo abandonó todo para alcanzar su sueño de convertirse en una estrella de rock. Su ex marido Pete le pide que viaje hasta Chicago para visitar a Julie, la hija de ambos, pues se está divorciando y necesita apoyo. (FILMAFFINITY)
1 2 3 4 5 6 8 >>
Críticas 40
Críticas ordenadas por utilidad
14 de septiembre de 2015
27 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
La dirige el de "El silencio de los corderos" (1991), la escribe la de "Juno" (2007) y la protagoniza la actriz en activo con más Oscars. Las variables de la fórmula del éxito, si no fuera porque el cine no es matemáticas y la acumulación de talento no asegura una obra de calidad. Ante todo, "Ricki" (2015) es blanda. Y lo es porque en todo momento busca una mezcla de empatía adoradora hacia la protagonista y de tendencia hacia la tenebrosa gruta del terrón de azúcar. La realización agrava la cojera de un guión destinado a exprimir el ácido de unas relaciones familiares caóticas, pero que prefiere empalagar con segundas oportunidades y buenas intenciones. Meryl Streep está fantástica, pero se parte la cara por sacar adelante un proyecto que encajaría mejor en la parrilla de Disney Channel.

Ésta, y otras críticas, en http://blogquenuncaestuvoalli.blogspot.com.es/
Yago Paris
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
29 de agosto de 2015
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Vamos al cine corriendo que sale la gran Meryl Streep!
Toda la semana esperando este momento para ver a una grande, una vez más, en la gran pantalla; y además poniéndose en la piel de una rockera. Es Meryl por dios, no puede hacerlo mal. Y en efecto, ella no es el problema, el problema es el personaje al que interpreta, una completa desconocida. No sabemos quién es exactamente Ricki y porqué está ahí, únicamente "conocemos" a una madre que dejó todo por un sueño que ni siquiera consiguen transmitirnos, haciéndose por lo tanto muy difícil empatizar con el personaje, ver lo que ella ve. Después está el guión: vacío, insulso, falto de humor. También está Mamie Gummer, actriz que da vida a la hija de Ricki, cuyo personaje quizás nos llame la atención de entrada, ya sea porque enseguida descubrimos que es hija de Meryl Streep, o porque irrumpe en escena con carácter y dejando ver a un personaje que puede resultar interesante de verdad. Pero una vez más no nos dan la oportunidad de conocerla en profundidad; una pena. Había reparto, había argumento pero faltaba un guión, buenas ideas y sobraban las canciones de relleno.
Laura Bickle
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10 de septiembre de 2015
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ricki es un papel perfecto para demostrar que una actriz de cierta edad es merecedora de buenos personajes. Es cierto que no es una señora cualquiera, es Meryl Streep, pero sigue siendo una señora de 66 años. Si, esos son los años que tiene, y por más que pese a Hollywood, las mujeres de esa edad y de mucha menos, siguen siendo buenas actrices y siguen mereciendo papeles relevantes más allá de hacer de abuela. Y por si fuera poco ella ni se ha llenado la cara de botox, ni piensa hacerlo. Por suerte hay cineastas dispuestos a pasar por encima de esa misoginia obsoleta y absurda, y crear buenos personajes para mujeres mayores. Y este es el caso de Ricki.

Ricki es una rockera, divorciada y con tres hijos a los que apenas ha visto desde su niñez, ya que se fue a Los Ángeles para cumplir su sueño de ser cantante. No ha alcanzado la fama, pero toca siempre con su banda The Flash en el mismo local y trabaja como cajera para sacarse un dinerillo extra. Cuando recibe una llamada de su exmarido y le cuenta que su hija ha sido abandonada por su marido y que tiene que ir a casa a ayudarle, ella va, aunque de mala gana. Sin embargo, esta visita desequilibra su mundo, ajeno a la maternidad, y le hace desear ciertas cosas que ya creía superadas.

Aunque algo desigual, la película no es ni mucho menos una "desvergüenza", como he leído por ahí. Al contrario, me parece que hace una interesante reflexión sobre la maternidad y el remordimiento por haber dado prioridad a su carrera artística. No es casual que el guión lo haya escrito una mujer, Diablo Cody, guionista de "Juno". Aunque debo decir que tengo cierta sensación de haberme perdido algo en el doblaje, y no solo porque le han cambiado la voz a Meryl.

Por otra parte, Kevin Kline está creíble en su papel, aunque Mamie Gummer, la hija de Meryl tanto en la realidad como en la pantalla, está francamente muy bien. Desde luego ninguno de ellos está a la altura de ELLA. Sí, con mayúsculas, porque esta mujer puede hacer lo que quiera que lo va a bordar. Como dice Cameron en Modern Family: Meryl Streep podría hacer de Batman y ser la elección adecuada. Esos números musicales que se marca no tienen desperdicio. Podría grabar un disco o dos, y hacer una gira si quisiera. Yo desde luego pagaría por verlo.
Woman On Fire
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de agosto de 2015
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
No, Meryl Streep y Kevin Kline, aunque la caracterización del segundo está muy conseguida y la primera mantiene un buen juego de piernas (y si no mirad la escena de la "cana").

La modernidad se está quedando rancia, aunque Diablo Cody no se ha dado cuenta todavía (motivo que explicaría que se crea una gamberra en sus ideas). Como Alaska o su pegamoide, el que ha sacado provecho de su incapacidad para expresarse verbalmente con un poco de orden. O como Estados Unidos y sus banderitas, los guiños a la población de cada Estado y sus ganas de agradar a golpe de supuesta frescura.

Obviando por un momento lo previsible del guion, la anticipación por parte del espectador de cada golpe en los diálogos, la sensación de producto inacabado, la condición de meras comparsas del resto de actores, el excesivo buenrollismo intencionado que aporta el travieso personaje protagonista, obviando que todas las tramas y rencores que aparecen se resuelvan de forma tan burda, o incluso el hecho de que se trate de un producto ñoño, trasnochado y con olor a alcanfor creado para vanagloria de la Streep y sus mil caras. Obviando todo esto, supongamos por un momento que la película fuese española e incluso que la dirigiese Daniel Sánchez Arévalo, un director apreciado dentro de la cinematografía nacional, pero que tampoco puede escapar de esta etiqueta genérica patria hasta al copiar a una extranjera. Suponiendo tal cosa, pero dejando este producto tal y como está, sólo como ejercicio mental, valoremos esta cinta sobre una mujer con tres hijos a los que no ve desde hace años porque prefirió seguir su sueño y el otro no le quedaba tan cerca, el de la familia.

En esta vida hay que elegir, siempre, eso lo sabe hasta el niño de Las vidas posibles de Mr. Nobody. No importa que seas mujer u hombre, más bien depende de cómo colabore en ese equilibrio la otra parte, si es que existen inyecciones de veneno transmitidas producto de su amargura o pócimas producto del amor y la comprensión. Luego, en cualquier caso, vendrá el mal rollo y las cosas que echar en cara, al menos en la realidad, no siempre en las películas. Contaba Ingmar Bergman –y así lo reflejó también en Saraband, con su alter ego Erland Josephson- que en un momento dado se acercó a su hijo –uno de tantos que tuvo- y le dijo: «Sé que he sido un mal padre», a lo que su hijo respondió: «¿Un mal padre? ¡Ni siquiera fuiste un padre». Supongo que es una cuestión de tolerancia, de los hijos, y en Ricki, a pesar de la rabia y el orgullo, prima el amor y el perdón, el perdón que da la música rock, pero el perdón al fin y al cabo. No se valora suficiente la capacidad de perdonar de los hijos.

Eso sí, si a mí mi padre o mi madre me dijeran que sólo han vivido para mí en toda su vida sentiría una gran carga por lo que les he supuesto. Es un difícil equilibrio que aquí está tratado simplemente para entretener con cuatro risas del público y diez de Meryl Streep, la sonrisa Profident. Aunque se agradece que no haya "malos", por una vez.

Meryl Streep, su personaje, da un discurso sobre el papel de la mujer en la familia con pretensiones feministas y le acaba quedando un mensaje opuesto cuando el gran golpe final consiste en obtener lo que quiere gracias al dinero de un hombre. Esto es como si Patricia Arquette diera un discurso criticando la irrelevancia de la mujer en el cine, sobre todo llegada ésta a la madurez, así como la desigualdad entre hombres y mujeres, y que Meryl Streep, aplaudiendo desde la platea, estuviese firmando para participar en todas las obras buenas de cara a ampliar su vitrina de premios y no dejara nada bueno a las demás. Pero no es así, claro, porque últimamente le ha dado con especial fuerza por los musicales y hay muchos más géneros para elegir.

En su afán por demostrar algo que ya todo el mundo le ha otorgado y se ha ganado (su calidad como actriz), y quizás influenciada por el carácter mortadelístico de Johnny Depp (tras haber coincidido juntos en Into the Woods), ha decidido replantearse su carrera como una necesidad por que veamos todo lo que es capaz de hacer y así contentar además a sus seguidores, ávidos de hablar sobre ella en las redes sociales y sobre cada una de sus maravillosas actuaciones y películas, nunca malas.

Ah, como ese camarero en la barra del bar, en Ricki, enamorado de su admirada diva, cándido y de una gran inteligencia emocional provista de todo lo necesario para comprenderla, apoyarla y presenciar todas y cada una de sus actuaciones con una sonrisa. Así es su público, el de Meryl Streep. Enamorado de la moda juvenil.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Fendor
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de diciembre de 2015
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El error de Ricki es que la historia es básica y no arriesga nada, Diablo Cody escribe un guión muy sencillo pero al parecer disfruta hacerlo y es por eso que la película se siente fresca.
Meryl es de las mejores actrices de la época y aquí lo vuelve a demostrar al entregar una actuación relajada, donde no se exige nada pero demuestra que a su edad todavía tiene mucho para regalarnos, el horror de la película empieza cuando Mamie Gummer (hija en la vida real de Meryl) sale por primera vez a cuadro, con mucha energía, gritando y poniendo cara de loca, nunca aceptes actuar con tu mamá cuando sabes que ella es Dios y tu eres una simple cucaracha en el planeta.

El soundtrack lo mejor.
Ezra Movies
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 6 8 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow