Ricki & the Flash: Entre la fama y la familia

Que Meryl Streep tiene un registro actoral bastante amplío todos lo sabemos, lo que llama la atención, y que las entregas de premios han contribuido en buena parte, es que se ha creado un prejuicio generalizado que ha establecido a lo dramático por encima de la comedia.

Pero en ‘Ricki & the Flash’ Meryl Streep demuestra que una buena actriz lo es en cualquier género, y en la nueva película de Jonathan Demme ella consigue uno de sus mejores trabajos en años, lo cual es doblemente valioso ante la calidad constante de sus interpretaciones, y que representará todo un reto ante los académicos en al inminente temporada de premios.

Meryl es la Ricki del título, aunque su nombre de pila es Linda, una mujer que en su momento eligió seguir tras su sueño de convertirse en una estrella de rock por sobre su familia, y que ahora a sus más de 50 años es la atracción de un bar de pueblo junto a su banda, donde lo mismo tocan clásicos del rock que los éxitos actuales que les pide su nuevo público, y que además es claramente opositora a Barack Obama.

La aparente calma se rompe cuando recibe una llamada de su ex esposo, su hija fue abandonada por su marido e intentó suicidarse, Ricki viaja de inmediato para estar con ella y reencontrarse además con sus otros dos hijos, reencuentro que no será nada fácil sino que será todo un compendio de reclamaciones y resentemientos acumulados que Ricki deberá saber enfrentar.

Si bien el relato es algo convencional, se nota la mano de un director experimentado como Demme, recordado por filmes como ‘El silencio de los inocentes’ y que además ha realizado poderosos documentales sobre música como ‘Neil Young: Heart of Gold’, sabiendo equilibrar bien los momentos melodramáticos con comedia y una buena dosis de temas clásicos bien interpretados por una Meryl Streep convertida en toda una veteranana rockera y su banda de grandes músicos.

Liviana, amable algo predecible pero muy divertida y disfrutable, todo gracias a la presencia de una actriz como Meryl Streep, una generosa interprete todoterreno que con su presencia eleva más allá de la medianía cualquier proyecto.

http://tantocine.com/ricki-the-flash-entre-la-fama-y-la-familia-de-jonathan-demme/

Ricki es un telefilme de sobremesa sobre la típica alma perdida en conflicto con su familia y con los auténticos valores que encuentra la redención. Qué original, ¿no?
Pues eso es la película. Inofensiva, sencilla, honesta, no esconde lo que es y lo sirve con buen humor y emotividad fácil. Y ya. Y música, eso sí. Mucha música.
Por supuesto, la gran atracción es Meryl Streep, una de las mejores actrices de la Historia del cine (¿la mejor?), camaleónica, todoterreno, gran cantante y siempre un ejemplo de excelencia en todo lo que hace. Sin olvidar a su hija Mamie Gummer (fantástica) y a Kevin Kline (encantador), ella es el alma de la película, y sin ella seguramente la cosa no podría pasar del aprobado raspón.
Pero Meryl es Meryl. Eso es así.

Lo mejor: Meryl Streep y su inofensiva naturaleza.
Lo peor: En realidad nada. Es lo que es. No hay que pedir peras al olmo.

Nos encontramos ante el quinto largometraje de un guión escrito por Diablo Cody, pseudónimo de Brooke M. Busey. No soy muy fan de los dramas, para qué nos vamos a engañar, antes prefiero una comedia, y viendo el tráiler de esta nueva película dirigida por, el director de El Silencio de los Corderos y Philadelphia, Jonathan Demme, ya me tiraba para atrás. He hecho de tripas corazón y me he decidido a verla. El resultado ha sido bastante positivo, pero aún así me quedo con Juno y Jennifer´s Body que las encuentro mucho mejores. Aunque, puedo decir que supera a Young Adult en cuanto a gustos personales. La he visto en versión en español, pero la interpretación de Meryl Streep es magistral, sí, me parece que está enorme, merecedora de una nominación al Oscar, sobretodo por el apartado de las canciones, ya que creo que las que canta en su grupo las interpreta ella, incluyendo la que se puede escuchar durante los créditos finales. Una película que no es musical, pero que las canciones forman parte de la trama de principio a fin. Si no llega a ser por ellas, el drama se comería todo el metraje. Y es que, hay veces, que la notaba bastante dramática. Suerte que ponen un poco de humor entre secuencias, el cual ha ayudado a aligerar la carga emocional. Streep está genial, así es, al igual que su hija, tanto en el film como en la vida real, Mamie Gummer. Y en el apartado masculino tenemos a Kevin Kline y a Rick Springfield apoyando al personaje de la Ricki, cada uno a su manera.

Pese a tantos años de carrera profesional, a Streep le quedaba enfundarse el traje de rockera, mimetizado con el de madre a jornada completa -ya había probado suerte en el musical ¡Mamma Mia!-. Algo que ha hecho en la película Ricki, escrita por la también ganadora de un Oscar, Diablo Cody (Juno), y dirigida por el oscarizado Jonathan Demme (El silencio de los corderos, Philadelphia). Una terna de premiados por la Academia que cierra Kevin Kline (Un pez llamado Wanda, Grita libertad), aquí desgraciadamente sin pena ni gloria.

Con algunos momentos destacables, la película viaja entre la comedia ácida y el melodrama, desarrollando un guión que peca de ser previsible en las distintas subtramas que van surgiendo a partir del argumento principal. Ricki tiene varias cuentas pendientes con su exmarido, la nueva mujer de este y sus tres hijos, además de una vida propia con su compañero de banda -Rick Springfield-, una grata sorpresa dentro de tanto personaje estereotipado.

Esa mezcla de géneros parece una marca de la casa de la propia guionista, Diablo Cody. La creadora de Juno parece sentirse cómoda construyendo personajes con problemas, cotidianos en ocasiones, pero que particularmente en la película de Demme no llegan a convencer. Les falta credibilidad en muchas de sus apariciones y naufragan en el devenir de sus dramas personales, rematando de una forma predecible que recuerda a Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?.

Cadena de errores aparte, Cody regala escenas bastante buenas, como la comida familiar en el restaurante o la "peleas" dialécticas sobre el escenario entre Streep y Springfield. Eso sí, la selección de temas musicales es lo más brillante del filme, con la interpretación de canciones de artistas como Bruce Springsteen que dejan un buen sabor de boca en el oído.

Y así, estos ingredientes y el "aliciente" de ver a Meryl Streep y Mammie Gummer compartiendo planos son los pocos argumentos de Ricki, una película que puede catalogarse como "otra más" de la oscarizada actriz, que a buen seguro volverá a sacarle partido a su trabajo engatusando a gran parte del público y la crítica. A mi, desde luego, dejó de engañarme hace muchos años.

Más datos sobre estas y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/

Meryl, Kevin y la banda. Eso es lo mejor de la película.
Por lo menos la primera parte, en la que el guión parece desarrollarse en una comedia dramática.
Meryl Streep estupenda (como de costumbre).
Disfrutamos mucho la interacción de ella con el personaje de Kevin Kline.
La música de la película: buena.

Lo peor del filme: es que casi a la mitad, la comedia dramática parece como si se hubiera ido a ver un concierto de rock. Desembocando todo el argumento en una película musical (no muy buena) que ignora todo otro camino.
Tal parece que Diablo Cody se cansó a mitad de guión.

Conclusión: si la primera parte de comedia no era muy buena, la segunda parte (excepto la música) va derecho al desastre.
Cinco de diez.