Ricki & the Flash: Entre la fama y la familia

Meryl Streep nos deslumbra otra vez con una fantástica interpretación. Es una actriz que sabe hacer todos los registros. Te sabe hacer un papel muy dramático como en Sophie’s Choice (1978), se sabe poner en la piel de Margaret Tatcher en The iron lady (2011), como en la de una madre sinvergüenza en August (2013), o también ponerse un peto, cantar y hacer tonterías en ¡Mamma mia! (2005). Es una actriz polivalente y así lo demuestra en su último trabajo: Ricki, dónde interpreta a Ricki, una vieja rockera. En una misma película es capaz de cantar y a la vez saber sufrir por su hija y su familia. Un papel difícil, pero que Meryl Streep le resulta fácil hacer, tiene ya práctica. Y vaya práctica. Estamos delante de una de las mejores actrices de la historia, por no decir la mejor.

Ricki es una película idónea para Meryl Streep para que se luzca, pero si quitamos a esa fabulosa actriz de la escena, el film no tiene mucho. Algunas pizcas de humor y sobretodo las canciones rockeras de la época de los setenta y ochenta. Sin esto la película no sería nada.
El director, Jonathan Demme, esta lejos de llegar a su nivel de los noventa con películas como The silence of the lambs (1991) o Philadelphia (1993). Hace una película muy convencional, con una historia muy clásica y que no hace sorprenderte nunca.
Tiene un guión muy predecible y a veces aburrido. Con diálogos absurdos y innecesarios, si que alguno de estos diálogos tienen un poco de humor y te hacen reír, pero resulta todo un poco forzado. Además, muchas veces les falta dramatismo, sobretodo en las escenas más serias de la película.
Por lo que hace a las interpretaciones y dejando de lado a Meryl Streep, se tiene que decir que son unos papeles muy normales y secundarios. A penas podemos descubrir el interior de los personajes, solo el de la protagonista. Si tuviese que destacar alguno diría el de Mamie Gummer, el de la hija de la protagonista. En realidad es del personaje que podemos saber más cosas, ya que su madre viaja a propósito para animarla después de una dura separación. Gummer hace un papel notable, es la hija de Streep, tanto en la realidad como en la ficción. A ver si en los años podemos ver que ha heredado los genes de su madre en cuanto en la interpretación. Aunque de Meryl solo hay una.

En conclusión, Ricki es una película más del montón que lo único que tiene es una maravillosa interpretación de Meryl Streep y que te hace hacer un viaje con las canciones de los ochenta. Por lo demás no pasará a la historia. Poco argumento, historia muy clásica y con personajes que les falta personalidad.

Hay películas tan rutinarias, que da hasta pereza escribir sobre ellas. Algo que ya ocurría con “Young Adult”, la anterior película de Diablo Cody, guionista también de la recordada “Juno”.
Si las comparas, se puede decir que ambas prácticamente siguen el mismo esquema: mujer marginada socialmente, que vuelve a su pueblo natal para atar cabos y cerrar viejas heridas.
En esta ocasión la protagonista, una madre rockera independiente, tiene que regresar a la casa de su ex marido, para consolar a su hija que se acaba de separar. Durante la visita afloraran sentimientos que creía perdidos, recuperando el amor hacía sus hijos. Nada nuevo bajo el sol.
A Meryl Streep, acostumbrada a los excesos, le viene ni que pintado el papel protagonista. Aunque probablemente no pase a la historia como una de sus mejores interpretaciones. Ni mucho menos.
Todo sigue la senda de la corrección y la normalidad. Hay una sensación de déjà vu, a algo ya visto. Incluso me atrevería a decir, que si quitas a los actores y pones a otros, tendría todo un aspecto a telefilm de sobremesa.
No dudo que el mensaje expuesto sea interesante. La idea de recuperar el amor hacía tus hijos, aunque ellos no sientan lo mismo por ti, es triste, pero a la vez una gran lección de vida. Y más cuando una ha tomado la tangente, convirtiéndose en algo completamente alejado de lo que esperamos de una madre.
Jonathan Demme, el que fuera director de “El silencio de los corderos” y “Philadelphia”, firma la realización de esta película. Pero sinceramente, si cualquier otro se hubiera sentado en la silla, no hubiera pasado absolutamente nada.

Comedia dramática, o viceversa, en la que una talludita roquera de medio pelo se reencuentra con la familia, a la que nunca ha hecho mucho caso, dando lugar a situaciones y diálogos en su mayoría previsibles y ausentes de originalidad. En el centro de este espectáculo tenemos a una Meryl Streep cuyos marchosos números musicales nos brindan los mejores momentos de una película que aceptaría protagonizar como mera excusa para desmelenarse y presumir de dotes vocales. Por suerte no se hace pesada y tiene algunas escenas aprovechables que no disimulan la multitud de carencias narrativas que la hacen desafinar.

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¿Meryl Streep interpretando a una rockera? Muchos serán los que se habrán llevado las manos a la cabeza, pensando que ya era lo que le faltaba a la mejor actriz viva. La cuestión es que un servidor no acababa de asimilarlo obcecándome en que encontraría en ‘Ricki’ la mamarrachada de turno de la temporada estival. Craso error al pensar eso y grata sorpresa la recibida.

'Ricki' está dirigida por un Jonathan Demme del que ya nos queda muy lejos films como ‘El silencio de los corderos’ o ‘Philadelphia’. Ahora, Demme decide no hacer gala de la solemnidad que impregna la gran mayoría de su filmografía para dejarse empapar por la comedia ácida surgida de la mente de Diablo Cody. La guionista, una de las más infravaloradas del momento, y a la cual no le importa meterse con demócratas y republicanos, ni hacer chistes sobre la senectud en la mujer. Cody vuelve a hacer gala de su buen gusto a la hora de presentar a la mujer sin ninguno de los clichés que el cine ha otorgado al mal denominado sexo débil. Una vez más, una protagonista de una historia de Cody se salta las normas, se escapa del canon marcado y es políticamente incorrecta. ¿Y qué tiene eso de irreverente? Nada, pero por desgracia, todavía existe una parte de la sociedad que considera a la mujer como el ángel de la guarda del hogar que no es, y es más que bueno que féminas talentosas de la talla de Diablo Cody se preocupen por mostrar al mundo que la mujer real está más cerca de sus personajes ficticios que de aquellos otros harto estereotipados que deben cumplir las normas establecidas.

'Ricki' acaba siendo una de las películas más cercanas y divertidas del año, un canto a la familia y a la pasión, tanto a la más carnal como a la que se siente por aquello que adoramos, por lo que nos hace únicos. Y Ricki Randazzo, gracias al inmensurable talento de Meryl Streep, se convierte en una abanderada de la libertad que, sin importarle el qué dirán, juega con la máxima del “vive y deja vivir”. Una gozada.

-Lo mejor: Meryl Streep. El apartado musical. La desternillante escena de la primera reunión familiar en el restaurante.

-Lo peor: Algún que otro secundario desaprovechado.

-Más en: www.cineycine.com

Meryl Streep vuelve a desplegar talento y complicidad (sin ser esta "Ricki" su mejor papel) en un film hecho a su servicio; una tragicomedia sobre una rockera divorciada, chabacana y sin blanca que verá su vida volteada cuando vuelva a reconectar temporalmente con sus 3 hijos, su ex-marido y toda la familia y amigos finolis que les rodean. El choque de mentalidades es inevitable mientras Ricki inicia un vínculo especial con su hija pequeña (una sorprendente Mammie Gummer en la mejor aportación de toda su corta carrera) que atraviesa una crisis emocional en su vida. Así pues; relaciones personales reconducidas ya vistas en el cine, tragicomedia cómplice (situaciones de mezcla entre lo familiarmente trágico y cómico), y música y espectáculo de pedigrí y carácter de los más disfrutable ("Ricki" ofrece una selección de grandes temas interpretados con oficio que harán las delicias no solo del fan del rock sino de todo amante de la buena música) es lo que nos encontramos en "Ricki".

Es más que evidente que tragicomedias sobre familias disfuncionales o descompuestas que atraviesan un viaje existencial ya las ha habido en el cine... y las ha habido mejores (me vienen a la mente "Pequeña Miss Sunshine", "Juno", "El lado bueno de las cosas"....) pero "Ricki" no es ni la peor ni una mala película.

Porque su guión (con algún defecto en el desarrollo de sus personajes) es armónico y palpitante. Su trama no divaga, y presenta momentos maduros y naturales ya sean de vivacidad o de sutileza (más en spoilers), pero en ningún momento cae en el drama exagerado o en el melodrama culebronesco sino que se carga de equilibrio y de honestidad, y eso es de agradecer y disfrutar. Y es cierto que el film pasa durante varios momentos por situaciones tópicas y trilladas del género, sí, pero sabe situar estas escenas en la narración con pulso y puntería sin que molesten... y resultando más un acierto que un error. Diablo Cody despliega habilidad en su guión rítmico, próximo y atractivo. Un guión al cual el único pero que se le puede poner es el no haber puesto más empeño en aumentar hondura y matices en sus personajes, y en no ofrecer momentos más extremos. Pero su complicidad, reflexión y diversidad es más que suficiente para que "Ricki" nos adentre en su viaje con gusto y complaciencia.

Por lo tanto se puede decir que "Ricki" no es original pero sí muy disfrutable. Algunos críticos expertos se han zafado con ella por su falta de originalidad y de riesgo intenso, por ser un film a caballo entre la comedia y el drama que pasa por temas ya tratados. Pero "Ricki" describe estos sobados temas (no por ello menos realistas y francos) con estilo y pulso, lo cual no es tan fácil de lograr. "Ricki" es drama con comedia cosanguínea y conocida, con emoción verdadera que hace partícipe, con momentos sazonados, con ciertas dosis de chispa en sus situaciones, e incluso vibrante en ciertos minutos.

Así que no voy a denostar a "Ricki" más de lo que se merece. Pues, cuando una película te hace sentir sus emociones con empatía e inquietud, por muy convencionales (que no superficiales) que esas emociones sean, ya merece un deleite en el espectador.

Jonathan Demme (recordado director de "El silencio de los corderos" y de la olvidada (y muy inferior a esta "Ricki") "La boda de Rachel") ofrece una realización usual y no destacada pero lo suficientemente apropiada, cumplidora y diestra. La fotografía de "Ricki" no destaca a pesar del buen hacer del vestuario, maquillaje y atrezzo que hacen lucirse a sus protagonistas con encanto. El soberbio sonido también está entre lo más destacado.

El reparto y su buen hacer también son un punto a favor para que el film se aupe todo lo que debiera. Streep está en es su línea habitual: Notable. Haga lo que haga la actriz norteamericana siempre da la talla con un inigualable empaque, empuje, naturalidad, empatía y pericia... y esta vez no es una excepción. Ya está demostrado que el cine musical no es su fuerte, pues a la actriz le falta esa garra y poder delante de las cámaras en sus actuaciones musicales (no tiene la pujanza, naturalidad y vigor de otras intérpretes musicales como Julie Andrews o las oscarizadas por papeles musicales Minelli, Jennifer o Zeta-Jones), pero tiene un chorro de voz sorprendente y vuelve a demostrarlo con asombro (ya lo hizo en "Mamma Mia!" y en "Into the Woods"), quitando algún ademán a lo playback en esas actuaciones, Streep está magnífica en su interpretación de Ricki con humor y drama sutil y talentoso. Sin Streep la cinta no sería ni la mitad de buena. El resto de secundarios también son un éxito. Destaca con nombre propio Gummer como esa hija deprimida y a vuelta de todo, su interpretación regala al personaje más interesante, vivo y perspicaz (Gummer, hija en la vida real de Streep, siempre me pareció una intérprete mediocre. Pero ha con esta actuación ha cambiado mi parecer, en puntos está incluso a la altura de su madre y eso es mucho decir. Y ambas despliegan una grandiosa química como era natural)... lástima que el guión no ahonde mucho más en este personaje. Kevin Kline también da la talla con naturalidad, presencia y química con Streep... pero lo mismo que con el resto de secundarios: el guión pudo darnos mucho más de él que meros esbozos. Lo mismo sucede con Stan, Springfield o Rae.

En fin, "Ricki" es una tragicomedia indentificativa, interesante, entretenida, elocuente y comprensiva sobre conflictos familiares que hacen partícipe, y con interpretaciones y música complaciente. No aguanta más de un visionado, pero en su primera impresión atrapa e incluso da pie a ciertas reflexiones sobre la condena que se puede o no realizar a un familiar por su real imperfección, o por el simple hecho de haber escogido otro estilo de vida, de las consecuencias de esas de esas elecciones, etc. Todo lo que tiene de manida, "Ricki" también de natural, honesta, vehemente y expresiva. De buen arranque, desarrollo y conclusión. Recomendable.

Lo mejor: ...