Deseo, peligro
7.2
8,873
Thriller. Drama. Romance
Shanghai, 1942. La ciudad está ocupada por los japoneses. La señora Mak, una mujer rica y sofisticada, recuerda cómo empezó todo en 1938. Su verdadero nombre no es Mak, sino Wong Chia Chi. Poco antes de estallar la II Guerra Mundial (1939-1945), su padre huyó a Inglaterra y la dejó en China. Era estudiante universitaria y conoció a Kuang Yu Min, que acababa de fundar una compañía de teatro para fomentar el patriotismo. Wong Chia Chi se ... [+]
23 de abril de 2008
23 de abril de 2008
11 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
El taiwanés Ang Lee ha recurrido de nuevo al cine oriental para traernos 'Deseo, peligro'. La última de esta procedencia (Taiwán) fue 'Tigre y dragón' y la verdad es que no me disgustó para nada. Ojalá ésta, triunfadora el año pasado en Cannes y Venecia fuera la mitad de buena que la de artes marciales de 2000.
Pero el oscarizado, así como triunfador en festivales de cine, Ang Lee, después de humillar a Eric Bana y vendiéndonos la moto en 'Hulk', ha vuelto a las andadas: nos ha traído otro bodrio, otra cinta aburrida, otro "castigo" para el espectador.
Lo peor, su duración, esos 156 minutos eternos en los que vemos una trama que avanza lentísimamente. Intentaba en todo momento meterme de lleno en la peli, pero que se ha hacia muy difícil, noté una peli ajena, nada cercana con el espectador.
Hombre, la cinta tiene cosas buenas, las interpretaciones de la pareja protagonista (Tony Leung y Wei Tang), el vestuario y ambientación de la china de los cuarenta en plena guerra mundial, las escenas de sexo (lógico que censurasen partes del metraje en China y demás porque...) Hablando de eso mismo, de las escenitas (muy) subidas de tono, por no decir pornográficas… que gracias a la peli, ya no me tengo que leer el Kamasutra.
En fin... lenta, muy lenta, aburre hasta a las moscas. No la volvería a ver ni loco.
Pero el oscarizado, así como triunfador en festivales de cine, Ang Lee, después de humillar a Eric Bana y vendiéndonos la moto en 'Hulk', ha vuelto a las andadas: nos ha traído otro bodrio, otra cinta aburrida, otro "castigo" para el espectador.
Lo peor, su duración, esos 156 minutos eternos en los que vemos una trama que avanza lentísimamente. Intentaba en todo momento meterme de lleno en la peli, pero que se ha hacia muy difícil, noté una peli ajena, nada cercana con el espectador.
Hombre, la cinta tiene cosas buenas, las interpretaciones de la pareja protagonista (Tony Leung y Wei Tang), el vestuario y ambientación de la china de los cuarenta en plena guerra mundial, las escenas de sexo (lógico que censurasen partes del metraje en China y demás porque...) Hablando de eso mismo, de las escenitas (muy) subidas de tono, por no decir pornográficas… que gracias a la peli, ya no me tengo que leer el Kamasutra.
En fin... lenta, muy lenta, aburre hasta a las moscas. No la volvería a ver ni loco.
22 de diciembre de 2007
22 de diciembre de 2007
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Deseo, peligro" es impecable.
La ambientación histórica es excelente, hablo de un realismo cinematográfico logrado y literario. Quizás, sea exhaustivamente descriptiva, y en demasiadas ocasiones sobrepase lo teatral, con esos diálogos tan aburguesados y tan banales, los cuales pueden llegar a saturar al espectador.
La estructura de la historia utiliza una analepsia que no destaca por su originalidad.
Remarco las escenas sexuales, sublimes, crudas, cárnicas, a medio camino entre lo pornográfico y lo erótico, bebiendo mucho de “Brokeback Mountain”, o unas viñetas de Milo Manara.
La ambientación histórica es excelente, hablo de un realismo cinematográfico logrado y literario. Quizás, sea exhaustivamente descriptiva, y en demasiadas ocasiones sobrepase lo teatral, con esos diálogos tan aburguesados y tan banales, los cuales pueden llegar a saturar al espectador.
La estructura de la historia utiliza una analepsia que no destaca por su originalidad.
Remarco las escenas sexuales, sublimes, crudas, cárnicas, a medio camino entre lo pornográfico y lo erótico, bebiendo mucho de “Brokeback Mountain”, o unas viñetas de Milo Manara.
15 de diciembre de 2007
15 de diciembre de 2007
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ang Lee ha superado Tigre y Dragón y ha hecho la que creo que es su mejor película, en un registro totalmente distinto, eso sí.
Se trata de una película bastante perturbadora, no por las escenas de sexo explícito, sino por lo explícito de los sentimientos que envuelven a los protagonistas. Realmente el director hace partícipe al espectador de los deseos, conflictos y motivaciones de la protagonista, algo muy difícil de conseguir en este tipo de historias.
La recreación histórica es espectacular. Las interpretaciones, soberbias (sobretodo Tang Wei y Tony Leung). Y la música de Desplat me gustó mucho; además está perfectamente integrada en la película, empezando de modo muy discreto y progresando poco a poco a lo largo del metraje.
La única pega que se le puede poner al film es un primer acto un tanto largo (creo que de una hora aproximadamente); le falta un poco de concisión narrativa, pues ocurren pocas cosas y la historia avanza despacio.
A partir del primer punto de giro (una muerte muy truculenta!) la película es perfecta. Ang Lee demuestra en todo momento una gran elegancia como narrador y un altísimo nivel con la puesta en escena.
Lust, Caution podría ser una clara candidata al Oscar; veremos qué pasa con la censura americana.
Se trata de una película bastante perturbadora, no por las escenas de sexo explícito, sino por lo explícito de los sentimientos que envuelven a los protagonistas. Realmente el director hace partícipe al espectador de los deseos, conflictos y motivaciones de la protagonista, algo muy difícil de conseguir en este tipo de historias.
La recreación histórica es espectacular. Las interpretaciones, soberbias (sobretodo Tang Wei y Tony Leung). Y la música de Desplat me gustó mucho; además está perfectamente integrada en la película, empezando de modo muy discreto y progresando poco a poco a lo largo del metraje.
La única pega que se le puede poner al film es un primer acto un tanto largo (creo que de una hora aproximadamente); le falta un poco de concisión narrativa, pues ocurren pocas cosas y la historia avanza despacio.
A partir del primer punto de giro (una muerte muy truculenta!) la película es perfecta. Ang Lee demuestra en todo momento una gran elegancia como narrador y un altísimo nivel con la puesta en escena.
Lust, Caution podría ser una clara candidata al Oscar; veremos qué pasa con la censura americana.
24 de diciembre de 2007
24 de diciembre de 2007
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como ocurría en su anterior film, el recordado "Brokeback Mountain", Ang Lee pone en pantalla una historia harto conocida. Aún sin las referencias explícitas a films de 1941, como "Suspicion" de Hitchcock o "Penny Serenade" de George Stevens, la película del taiwanés Ang Lee, ambientada en la Shanghai de 1942 ocupada por los japoneses, desprende el aroma del cine clásico de Hollywood.
Como en esa historia de amor entre vaqueros, decíamos, no importa tanto el "qué" como el "cómo" se cuenta el relato. Por lo tanto, el metraje de 4.306 metros va ligado a cierto clima emocional que acompaña el curso de la película; no tendría sentido a mi modo de ver pedir un recorte en su duración. Creo que la historia queda sujeta a ese clima emocional, a esa contención reflejada en los primeros planos de los rostros de sus dos protagonistas (Tony Leung y el "alter ego" de Ang Lee la actriz Tang Wei).
Si el espectador es capaz de sumergirse, es posible que pueda reparar en esos detalles harto significativos (el carmín de labios en la taza de té, los cigarrillos que se fuman, el juego del majhong, la lluvia, el anillo...) que convierten "Se, jie" en una experiencia sensorial reconfortante. Una película de bella factura que reafirma Ang Lee como un realizador especializado en trasladar al cine relatos escritos por mujeres (Jane Austen, Annie Proulx o, ahora, Eileen Chang).
Como en esa historia de amor entre vaqueros, decíamos, no importa tanto el "qué" como el "cómo" se cuenta el relato. Por lo tanto, el metraje de 4.306 metros va ligado a cierto clima emocional que acompaña el curso de la película; no tendría sentido a mi modo de ver pedir un recorte en su duración. Creo que la historia queda sujeta a ese clima emocional, a esa contención reflejada en los primeros planos de los rostros de sus dos protagonistas (Tony Leung y el "alter ego" de Ang Lee la actriz Tang Wei).
Si el espectador es capaz de sumergirse, es posible que pueda reparar en esos detalles harto significativos (el carmín de labios en la taza de té, los cigarrillos que se fuman, el juego del majhong, la lluvia, el anillo...) que convierten "Se, jie" en una experiencia sensorial reconfortante. Una película de bella factura que reafirma Ang Lee como un realizador especializado en trasladar al cine relatos escritos por mujeres (Jane Austen, Annie Proulx o, ahora, Eileen Chang).
8 de enero de 2008
8 de enero de 2008
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha maravillado la capacidad de Ang Lee de dotar este film de diferentes niveles de lectura que pueden pasar desapercibidos y que sin embargo están expuestos a plena luz, con absoluta claridad.
"Deseo, peligro" funciona medianamente bien como melodrama y como "thriller". Hay consenso en que se trata de una película de corte clásico. Supongo que la ambientación contribuye a eso, así como la sinopsis del argumento.
Vista la película como una historia de "amour fou" resultará insatisfactoria, porque pesará demasiado el "thriller" (y hasta sobraría el primer tercio del film) y habría un inexplicable desequlibrio entre los dos protagonistas.
Y vista como un "thriller" de espias se deben hacer insoportables, por innecesarios, al menos 50 minutos de metraje que no aportan nada significativo a la trama.
Y sin embargo hay otra historia. Una historia muy dolorosa. Y oculta. Oculta, tapada, sórdida y encubierta por propios y extraños desde hace cientos de años. Una historia que a pesar de que hoy día sale con frecuencia en los medios de comunicación continúa sin ser admitida por la vergüenza que da. Ang Lee intenta mostrarnoslo como en uno de esos juegos de óptica de punto ciego: sólo la podemos atisbar cuando no la miramos directamente.
La historia de una mujer maltratada, de la violencia contra las mujeres, de la violencia de género, de la cosificación de la mujer.
Esa es la historia que vertebra todo el film, desde el primer hasta el último fotograma, que se va enhebrando con detalles triviales e irrelevantes para la trama, pero imprescindibles para que eche a volar por encima de todo lo demás la historia de Wong Chia Chi y de millones de mujeres. La biografía de una típica mujer víctima de todo tipo de abusos.
Todo está ahí. Los arquetipos y situaciones comunes a tantas historias: abandonos familiares, penurias, individuos aprovechados o que miran a otro lado, violaciones que pretenden pasar por sexo consentido (a la fuerza), más obediencia a los diferentes hombres del entorno, más violaciones, más coacciones y la trampa mortal de los sentimientos y la compasión con el típico maltratador, mezquino, cruel, miserable y desdichado maltratador.
Y todo con la connivencia del resto de la sociedad. Y hasta del espectador, que, casi siempre, cree estar viendo una rara y apasionada historia de amor…
Gracias, Ang Lee, por ponernos delante del espejo.
"Deseo, peligro" funciona medianamente bien como melodrama y como "thriller". Hay consenso en que se trata de una película de corte clásico. Supongo que la ambientación contribuye a eso, así como la sinopsis del argumento.
Vista la película como una historia de "amour fou" resultará insatisfactoria, porque pesará demasiado el "thriller" (y hasta sobraría el primer tercio del film) y habría un inexplicable desequlibrio entre los dos protagonistas.
Y vista como un "thriller" de espias se deben hacer insoportables, por innecesarios, al menos 50 minutos de metraje que no aportan nada significativo a la trama.
Y sin embargo hay otra historia. Una historia muy dolorosa. Y oculta. Oculta, tapada, sórdida y encubierta por propios y extraños desde hace cientos de años. Una historia que a pesar de que hoy día sale con frecuencia en los medios de comunicación continúa sin ser admitida por la vergüenza que da. Ang Lee intenta mostrarnoslo como en uno de esos juegos de óptica de punto ciego: sólo la podemos atisbar cuando no la miramos directamente.
La historia de una mujer maltratada, de la violencia contra las mujeres, de la violencia de género, de la cosificación de la mujer.
Esa es la historia que vertebra todo el film, desde el primer hasta el último fotograma, que se va enhebrando con detalles triviales e irrelevantes para la trama, pero imprescindibles para que eche a volar por encima de todo lo demás la historia de Wong Chia Chi y de millones de mujeres. La biografía de una típica mujer víctima de todo tipo de abusos.
Todo está ahí. Los arquetipos y situaciones comunes a tantas historias: abandonos familiares, penurias, individuos aprovechados o que miran a otro lado, violaciones que pretenden pasar por sexo consentido (a la fuerza), más obediencia a los diferentes hombres del entorno, más violaciones, más coacciones y la trampa mortal de los sentimientos y la compasión con el típico maltratador, mezquino, cruel, miserable y desdichado maltratador.
Y todo con la connivencia del resto de la sociedad. Y hasta del espectador, que, casi siempre, cree estar viendo una rara y apasionada historia de amor…
Gracias, Ang Lee, por ponernos delante del espejo.
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