Empieza bien, se estanca en el medio y termina de derrumbarse hacia el final. Una película que falla en ser demasiado pretenciosa y que solo nos intenta vender un suspenso muy barato.

Muy manoseado el tema de los flashbacks y de los saltos temporales: cuando se utiliza este recurso no siempre le ´´aporta´´ algo al filme, y este es el caso. Eso de remontarse al pasado para justificar el presente... en esta cinta logra hacer más confusa la trama, pero una confusión barata que no funciona más que a modo de relleno.

Y ese es el gran problema de Ang Lee: estirar una historia ´´inspirada en hechos reales´´ a unos interminables 157 minutos de metraje. Creo que la historia que quería contar- para no spoilear- se podría haber contado con mucho menos y con más intensidad. Una decepción. Esperaba unos 7/10 pts.

Otra vez con el tema de los infiltrados. Ya lo contó no hace mucho Verhoeven con mayor fortuna. Aquí el problema deviene triple:

1.Duración excesiva. Muy larga. Con una primera mitad prescindible y algo tonta (¿un grupo de estudiantes planea matar a un alto cargo?) :(

2.El sexo. Si quieres contar una película usando el elemento sexo, mejor que sea como complemento, no como base.

3.No hay historia. O mejor, hay muy poca historia.

PD. Rodrigo tampoco se luce tanto con las cámaras.

Mejor "Una historia china de fantasmas".

Bodrio total, que mezcla géneros de manera insatisfactoria. Parece solo perseguir una puesta en escena erótica, al borde de lo pornográfico. Por otro lado, contiene un mensaje psicológico de lo más anticuado, machista, irreal sin perspectiva de género alguna. Las víctimas no se enamoran de sus victimarios como sugiere el film. Si te gusta el morbo sexual, y tenes una mente retorcida esta es tu película. Inentendible su alta puntuación.

No sé si el montaje definitivo de la película será el que se pudo ver en la clausura de la Seminci 2007, pero, verdaderamente, Ang Lee no ha acertado en esta ocasión con esta historia de espionaje ambientada en la ocupación japonesa de Shangai previa a la II Guerra Mundial. Y es que la película dura más de dos horas y media, y no hace falta ser muy sabio para darse cuenta de que lo que se cuenta no da para tanto. Las interpretaciones son correctas, la banda sonora excelente y la puesta en escena (como siempre en Ang Lee) tiene algo especial que la hace diferente, pero el guión es incapaz de mantener la atención del espectador durante tanto tiempo, terminado por hacer el film tedioso, aburrido y hasta detestable.
Una lástima que, no obstante, no nos debe hacer perder la fe en este director, que tanto ha aportado al cine contemporáneo. Olvidemos este "Deseo, peligro" y esperemos próximos trabajos.