Agua
7.4
4,103
Drama
La historia transcurre en 1938, en la India colonial, en pleno movimiento de emancipación liderado por Mahatma Gandhi. Se celebra una boda que bien podría ser un entierro: casan a Chuyia (Sarala), una niña de 8 años, con un moribundo que fallece esa misma noche. Se quema su cuerpo en la orilla de un río sagrado y Chuyia se prepara para el destino que han escogido para ella. Se le afeita la cabeza e ingresa en un ashram para viudas donde ... [+]
14 de diciembre de 2010
14 de diciembre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos ante la tercera entrega de la "trilogía de los elementos". Su directora en esta ocasión coge el agua como metáfora para contar una historia dura que por desgracia hoy en día todavía se vive en algunos países.
Los personajes protagonistas viven en una India que cuenta con un gran líder llamado Gandhi. La India es en esos momentos un país que está viviendo una auténtica revolución mental y sentimental. Pero frente a esa aptitud por el cambio, existen unas tradiciones muy arraigadas que no son fáciles de quitar.
La película narra la dura situación que vive una mujer cuando queda viuda. Ella tiene tres opciones: o morir junto a su marido, o volverse a casar con el hermano menor de éste o vivir una vida de reclusión y celibato.
Una niña de apenas 9 años es obligada a casarse con un anciano el cual fallece en la noche de bodas. Esta niña será internada dentro de una casa de viudas, las cuales viven de la mendicidad y con la única espera de la muerte ya que no tienen derecho a nada (solo se les ha concedido el derecho a seguir con vida).
Esta niña verá como sus sueños son demolidos en apenas unos votos y encerrada entre unos muros que es complicado contener la energía que marca a la juventud. Allí conocerá a diversas mujeres que intentan sobrevivir como pueden.
La directora retrata el sufrimiento interno y la sumisión de estas mujeres que viven ancladas en el pasado, mientras tras esos muros el mundo cambia y evoluciona.
Pero los sentimientos no se pueden contener, y el amor se abrirá paso entre el cemento, el adobe y el ladrillo; para llenar con un poco de esperanza a esos corazones obligados a morir en vida.
En fin, película que trata un tema bastante triste y que cuenta con una fotografía maravillosa y unas interpretaciones muy buenas. Muy interesante de ver, aunque cuente con algunos momentos un poco pesados.
Los personajes protagonistas viven en una India que cuenta con un gran líder llamado Gandhi. La India es en esos momentos un país que está viviendo una auténtica revolución mental y sentimental. Pero frente a esa aptitud por el cambio, existen unas tradiciones muy arraigadas que no son fáciles de quitar.
La película narra la dura situación que vive una mujer cuando queda viuda. Ella tiene tres opciones: o morir junto a su marido, o volverse a casar con el hermano menor de éste o vivir una vida de reclusión y celibato.
Una niña de apenas 9 años es obligada a casarse con un anciano el cual fallece en la noche de bodas. Esta niña será internada dentro de una casa de viudas, las cuales viven de la mendicidad y con la única espera de la muerte ya que no tienen derecho a nada (solo se les ha concedido el derecho a seguir con vida).
Esta niña verá como sus sueños son demolidos en apenas unos votos y encerrada entre unos muros que es complicado contener la energía que marca a la juventud. Allí conocerá a diversas mujeres que intentan sobrevivir como pueden.
La directora retrata el sufrimiento interno y la sumisión de estas mujeres que viven ancladas en el pasado, mientras tras esos muros el mundo cambia y evoluciona.
Pero los sentimientos no se pueden contener, y el amor se abrirá paso entre el cemento, el adobe y el ladrillo; para llenar con un poco de esperanza a esos corazones obligados a morir en vida.
En fin, película que trata un tema bastante triste y que cuenta con una fotografía maravillosa y unas interpretaciones muy buenas. Muy interesante de ver, aunque cuente con algunos momentos un poco pesados.
2 de marzo de 2011
2 de marzo de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película nos introduce lentamente en una realidad histórica, social y religiosa de la India. Quizás nos sonaran ciertas peculiaridades del pais pero intuyo que la mayoría no estaba al tanto del tema concreto que trata, la discriminación, la vejación, la interpretación interesada y la conveniencia. Desde ese punto de vista, el de la mujer y el estatus social, es cuando menos, didáctica, no es una obra para entretener y a veces no lo hace pero al final resulta en su conjunto interesante. Tiene calidad como ya han apuntado en otras críticas, tiene fondo pero quizás le falte , como vulgarmente se dice, chicha. Abstenerse fans de Van Damme.
8 de diciembre de 2011
8 de diciembre de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Simplemente es una pelíclua que hay que ver. No sabía de la pésima situación de las viudas en la India hasta que me hablaron de esta película y la ví. Refleja una situación terrible que viven las mujeres en la India tras enviudar. Son muertas en vida que no tienen derecho a nada, viven mendigando en el caso de las viejas y en le caso de las jóvenes se convierten en prostitutas. Lo peor es que en este país casan a niñas con 7 ó 8 años y si enviudan a esta edad quedan relegadas de la sociedad, son repudiadas por todos y no tienen oportunidad de una vida feliz, incluso antes eran quemadas con el cuerpo de su marido. Es increíble que a pesar de que ésta película está enmarcada en el año 1938, hoy en día éstas prácticas continúen.
17 de octubre de 2012
17 de octubre de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dura y triste realidad la que plantea esta película, aunque tratada de forma poética y con bellas imágenes, lo que la hace más digerible; creo que es un gran mérito de la directora saber transmitir el problema sin provocar el rechazo. Es inconcebible para nuestro entendimiento y nuestras costumbres que una sociedad admita como natural ese trato tan vejatorio a las mujeres. ¡Cuánto pueden pudrir las religiones la vida de los seres humanos! No digo que todo en ellas sea así, pero la cristiana, la musulmán y la hindú… vaya tela… cuánta tontería para someter y vejar al prójimo. ¡Qué vergüenza! Al menos, la nuestra ha perdido muchísimo poder y podemos vivir sin su opresión. ¿A qué malnacido se le ocurrirían estas tres opciones para las viudas: quemarse en la misma pila funeraria; casarse con el hermano pequeño de su marido (si la familia lo permite); o entrar en un Ashram (casa de viudas) para pasar el resto de su vida. ¿Y por qué el resto de la sociedad las adoptó como costumbre en vez de plantarle cara a ese o a esos fulanos?
En un momento dado una de las viudas hace una gran pregunta: ¿Y si nuestra conciencia discrepa de nuestra fe? El religioso no le contesta. ¿Cómo puede alguien optar por lo segundo? Y, encima, en nombre de Dios, prostituyendo su nombre. Los fundamentalistas religiosos se cabrearon muchísimo en su día con esta peli, de lo cual me alegro enormemente y hace que crezca mi gusto por ella y la admiración por su directora, ya que se enfrentó al fanatismo ciego de sus vecinos oscurantistas, que bloquearon la filmación durante dos años y obligaron a trasladarla a otra ciudad.
La historia en general es interesante, conmovedora, aunque en concreto la de amor es un poco simple y adolece de falta de desarrollo; no obstante es algo lógico teniendo en cuenta las circunstancias en que sucede. Tiene una bella fotografía y la música acompaña estupendamente a las imágenes, ubicándonos en la situación adecuada que está narrando. La escena final tiene mucha fuerza y aporta esperanza al drama.
En un momento dado una de las viudas hace una gran pregunta: ¿Y si nuestra conciencia discrepa de nuestra fe? El religioso no le contesta. ¿Cómo puede alguien optar por lo segundo? Y, encima, en nombre de Dios, prostituyendo su nombre. Los fundamentalistas religiosos se cabrearon muchísimo en su día con esta peli, de lo cual me alegro enormemente y hace que crezca mi gusto por ella y la admiración por su directora, ya que se enfrentó al fanatismo ciego de sus vecinos oscurantistas, que bloquearon la filmación durante dos años y obligaron a trasladarla a otra ciudad.
La historia en general es interesante, conmovedora, aunque en concreto la de amor es un poco simple y adolece de falta de desarrollo; no obstante es algo lógico teniendo en cuenta las circunstancias en que sucede. Tiene una bella fotografía y la música acompaña estupendamente a las imágenes, ubicándonos en la situación adecuada que está narrando. La escena final tiene mucha fuerza y aporta esperanza al drama.
14 de abril de 2015
14 de abril de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo este drama donde los mensajes son claros y directos, por una parte inicial el mensaje de denuncia y por otra parte al final el mensaje de la esperanza, de que sólo con conciencia y conocimiento es posible salir o visualizar las injusticias, con conciencia particular de cada persona o víctima (que se logra con información no con desinformación), más una conciencia institucional de organizaciones que tienen como objetivo ayudar o proteger con las leyes, si esto último no ocurre caemos en un ciclo oscuro donde nadie sabe nada convirtiéndose el ser humano en una presa de las manipulaciones y de las ambiciones de los más vivos como se plantea en este film.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
DENUNCIA Y ESPERANZA
Verdaderamente esta película es muy intensa y está llena de compromiso socio-cultural, lo cual intuyo, después de verla hace unos días, es el objetivo principal de la Directora porque nos presenta como un recorrido por todas las vicisitudes, agonías y sufrimientos muy injustos a los cuales están obligadas a soportar y vivir las viudas de la India, quienes según un texto sagrado de su religión tienen tres opciones: Ser incineradas al lado de sus esposos, casarse con el hermano menor de su esposo fallecido (si la aceptan los familiares) o ser abandonadas en tenebrosos asilos llamados “Ashram” donde son entregadas por sus propios familiares en unas condiciones de pobreza hasta que mueran.
Este recorrido por todo lo que viven estas viudas es presentado por la Directora Deepa Mehta, a través de la mirada inocente de una niña como para que no quede duda de que esto sucede y esta niña también es viuda desde los 7 años.
Por otra parte, este recorrido lo carga además con buena fotografía, buena música, con mucho color y sobre todo con poema. Todo esto me hace pensar que es para que pueda ser más llevadero ver hasta el final este drama y soportar la impotencia que produce ver las imágenes cargadas de sentimiento y sufrimiento, sabiendo que estamos en el siglo XXI donde hace muchísimo tiempo que se estableció la Declaración de los Derechos Humanos.
Con este argumento inicial, trabajo que califico como excelente por ser tan descriptivo sutilmente, ya a mitad de la película me doy cuenta de que se trata, básicamente, de una denuncia de estas injusticias, sin embargo se notan elementos o mensajes que van más allá, que son más profundos aún y que están latentes en toda la trama de principio a fin y que a mi modo de ver, tienen relación con las causas de estas situaciones, con los factores que pueden ayudar a soportarla y con la salida de la misma. En general tienen que ver, según mi opinión, con la grandeza y la bajeza del ser humano, porque estas injusticias no se circunscriben a un país, a la India, sino que pueden pasar en todo el mundo y a cada rato.
De este modo, en muchas escenas esta Directora nos presenta la capacidad que tiene el ser humano de convertir en una herramienta de control y dominio todo lo que se le atraviese en su camino para obtener un beneficio.
Verdaderamente esta película es muy intensa y está llena de compromiso socio-cultural, lo cual intuyo, después de verla hace unos días, es el objetivo principal de la Directora porque nos presenta como un recorrido por todas las vicisitudes, agonías y sufrimientos muy injustos a los cuales están obligadas a soportar y vivir las viudas de la India, quienes según un texto sagrado de su religión tienen tres opciones: Ser incineradas al lado de sus esposos, casarse con el hermano menor de su esposo fallecido (si la aceptan los familiares) o ser abandonadas en tenebrosos asilos llamados “Ashram” donde son entregadas por sus propios familiares en unas condiciones de pobreza hasta que mueran.
Este recorrido por todo lo que viven estas viudas es presentado por la Directora Deepa Mehta, a través de la mirada inocente de una niña como para que no quede duda de que esto sucede y esta niña también es viuda desde los 7 años.
Por otra parte, este recorrido lo carga además con buena fotografía, buena música, con mucho color y sobre todo con poema. Todo esto me hace pensar que es para que pueda ser más llevadero ver hasta el final este drama y soportar la impotencia que produce ver las imágenes cargadas de sentimiento y sufrimiento, sabiendo que estamos en el siglo XXI donde hace muchísimo tiempo que se estableció la Declaración de los Derechos Humanos.
Con este argumento inicial, trabajo que califico como excelente por ser tan descriptivo sutilmente, ya a mitad de la película me doy cuenta de que se trata, básicamente, de una denuncia de estas injusticias, sin embargo se notan elementos o mensajes que van más allá, que son más profundos aún y que están latentes en toda la trama de principio a fin y que a mi modo de ver, tienen relación con las causas de estas situaciones, con los factores que pueden ayudar a soportarla y con la salida de la misma. En general tienen que ver, según mi opinión, con la grandeza y la bajeza del ser humano, porque estas injusticias no se circunscriben a un país, a la India, sino que pueden pasar en todo el mundo y a cada rato.
De este modo, en muchas escenas esta Directora nos presenta la capacidad que tiene el ser humano de convertir en una herramienta de control y dominio todo lo que se le atraviese en su camino para obtener un beneficio.
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