Fellini es uno de los grandes directores de la historia del cine italiano y, por ende, del mundial. También es simbólico de una época concreta y de un particular modo de hacer películas; ahora bien, su grandeza no impide que -siempre desde mi punto de vista, por supuesto- , algunos de sus largometrajes adolezcan de plomizos y pretenciosos. Con esto quiero decir que prefiero el Fellini de "La Strada" al de "La Dolce Vita" y por supuesto antes que esta última me quedo con "Amarcord (Mis recuerdos)".
El título la define muy bien pues la película es una sucesión de evocaciones del propio Fellini (ambientadas en un pueblo ficticio que emula al suyo, Rímini, en los años 30) , de las cuales es difícil dilucidar cuáles son ficticias y cuáles no, o si son todas verídicas, o todas inventadas. La estructura es aparentemente inexistente e inconexa, y para mí es uno de los más geniales caos que he podido ver en mi vida, pues la atmósfera, entre idílica y onírica, por otra parte es bastante creíble y uno se siente desde los primeros minutos "como en casa".

La película es a ratos costumbrista, a ratos irreverente, a ratos surrealista, a ratos satírica, a ratos desternillante, a ratos dramática, pero está toda impregnada de esa sensación de recuerdo de un tiempo y una edad que ocurrieron y pasaron hace mucho, y el espectador puede sentirse identificado muchas veces, pues recrea las momentos en el colegio, la adolescencia, las escenas familiares, las fiestas populares, el vecindario variopinto y peculiar, etc.
Fellini demuestra la maestría en la dirección de la que hace gala en la mayoría de sus películas y además está ayudado por una banda sonora irresistible del gran Nino Rota, cuya melodía se queda grabada en la mente y en el corazón.

En definitiva, un bello largometraje para abstraerse y pasar un rato agradable entre risas, evocaciones y pequeños dramas, para , pese a que se trate de otro país (aunque el italiano sea de carácter e idiosincrasia similar al español) y de los recuerdos de Fellini, no olvidar ni lo que fuimos (ni fueron nuestros antepasados) ni la esencia del pueblo llano, el cual, pese a las inclemencias políticas, del tiempo, de la edad , del trabajo o del dinero, hace lo posible por reír, disfrutar y tirar "palante".

Y por último, pese a lo exagerado y desquiciado de algunos personajes (como el inolvidable padre de familia Aurelio, su hermano y su padre), el pueblo de "Amarcord" es un lugar en el que uno querría vivir para siempre.

Simplemente maravillosa película. Nostálgica pero alegre de un tiempo, un lugar y sobre todo una gente que ya quedaron atrás. 'Mis recuerdos' de una niñez a la que volver con alegría. Los personajes y las escenas son memorables, como la del abuelo en la niebla o la del loco 'Quiero una mujer...'. Destaca también la antológica música del maestro Nino Rota, con ese tema vivo, alegre, ideal...
Necesaro fascinante, espléndido recuerdo..

La ensoñación en la que te mete Federico con "Amarcord" es sólo propia de genios, sólo alguien con el virtuosismo necesario es capaz de ofrecer este viaje a un mundo entrañable, cómico, mágico y todos los adjetivos que tantos usuarios en su mayoría han apuntado ya. Fue su mundo y así nos lo enseña, mediante un ciclo que empieza en la primavera, la estación que ve renacer a la naturaleza, y acabará al cabo de un año. Puede que "Amarcord" sea vista únicamente como la yuxtaposición de capítulos, muchos inconexos, una escena detrás de la otra con mayor o menor acierto. Yo lo que opino es que lo que Fellini hizo en esta película es inmejorable y no sabría decir los motivos. Una familia italiana, un mozalbete que la va liando, personajes variopintos uno tras otro, todos con su encanto, todos armonizados con una de las bandas sonoras originales más preciosas...

Yo no sé decir por qué, pero Fellini con "Amarcord" me ha metido de lleno en su universo y me ha encantado descubrirlo, puede que caricaturesco, puede que lo de Mussolini esté fuera de lugar, pero realmente es difícil hacerlo tan bien. Una estupenda manera de pasar el tiempo, una excelente muestra de buen cine.

Es la segunda película que veo de Fellini y por supuesto lo estoy descubriendo así que mi crítica quizás no sea tan formativa como la de otras personas que ya he leído que cada año ven esta película y conocen Fellini y su estilo.
La primera película que vi de Fellini fue Roma y he de decir que me gustó pero me pareció “demasiado”, demasiadas cosas a la vez.
Amarcord lo tiene todo, un fiel reflejo del carácter italiano, escenas inolvidables bajo una música también inolvidable.
Cuando la estaba viendo parecía que ya la había visto pues tiene escenas tan famosas que de una manera u otra uno ya la ha visto anteriormente.
En un pequeño pueblo y con sus gentes nos hacemos a la idea de cómo son, desde la ninfómana hasta el abogado o la “guapa” del pueblo, un abanico completo para podernos mostrar la realidad social y política del momento.
Amarcord es una selección de escenas del pueblo donde nos sirve de retrato de este y sus gentes como claro reflejo del espíritu italiano, el cual para mí es “demasiado” es por esa la razón por la que necesito el cine de Fellini en pequeñas dosis.
Fellini consigue en esta película unas escenas con tal colorido y acompañadas de tal música que nos abre a unas emociones tales como la boda final o el baile de los chicos en frente del palacio en medio de la niebla, momentos emocionantes e históricos dentro del cine.
Plagada de momentos cómicos hacen a parte de esto una película divertidísima donde uno a veces no para de reírse.
Qué más puedo comentar de este clásico que la gente no conozca así que me voy a limitar a seguir viendo Fellini para seguir descubriéndolo.

Si hay un Fellini que me ha deslumbrado con títulos tan gloriosos como La Dolce Vita, Los Inútiles, Giulietta de los Espíritus, Casanova, La Strada, Las Noches de Cabiria -los que más recuerdo-, debo reconocer que en otras ocasiones -como en el caso de Amarcord- me ha resultado simplemente decepcionante. Todo en este film me pareció insufrible, falto de contenido y sobre todo de esa maravilla visual tan característica de sus mejores trabajos. Amarcord llega incluso a causar desagrado, porque no pasa de mostrar sin ninguna gracia una galería de situaciones y personajes vulgares y más bien chabacanos.

Con todo, es uno de mis directores favoritos, aunque no siempre sea un Midas que convierte en oro lo que toca. En casos como éste el producto logrado es el más genuino y puro plomo.