El sabor de la vida
2023 

6.4
2,056
Romance. Drama
Ambientada en el mundo de la gastronomía francesa en 1885. La relación entre Eugenie, cocinera de prestigio, y Dodin, el gastrónomo para el que trabaja desde hace 20 años. Cada vez más enamorados el uno del otro, su vínculo se convierte en un romance y da lugar a deliciosos platos que impresionan incluso a los chefs más ilustres del mundo. (FILMAFFINITY)
24 de mayo de 2024
24 de mayo de 2024
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
#45. La passion de Dodin Bouffant. 2023. Tran Anh Hung.
Comedia romántica entre un chef (El Napoleón de la Cocina) y la cocinera de un castillo. Se trata sobre el amor que nace entre ellos dos y la evolución de ese amor en toda la película.
Los protagonistas caen tan simpáticos que solo deseas que les vaya bien en su vida. Es muy lindo mirar como se apoyan mutuamente para salir adelante. La protagonista tiene algo de reserva sobre entregar su corazón y el chef es alguien que no se va a rendir para conquistar ese corazón.
La historia se ubica en el siglo XIX y se mira como utilizaban la cocina en esa época, sus estufas a base de leña y carbón, y que no existía gas natural, además como tenían que sacar agua del pozo y que esta gente tenían sus propios huertos donde cultivaban su vegetales.
La película me gustó. Esto es porque muestran platos deliciosos. Por mi parte soy un amante de las películas con comida y la forma de preparación tan exquisitamente presentada me hicieron querer darme un festín después de la función, los platos son preparados por uno de los mejores chefs del mundo como es Pierre Gagnaire (quien también realiza un pequeño cameo en la película). Además, para mi la comida es la mejor medicina y la película muestra muy bien esta parte, donde la comida trasciende más allá del mero acto de nutrir: es amor, es alivio, es medicina, es arte.
Recomiendo la película más que todo también por su bella fotografía donde todo es tan idílico como en ese momento que estas con tu pareja. Las personas enamoradas creo que podrán recordar o vivir esa parte en la película. Y las personas solteras recordarán esos momentos felices.
Bueno para hablar de mi experiencia personal, la película se estrenó en un cine pequeño acá en Colombia, a pesar de estar varias semanas la sala estaba llena, sobretodo de personas que pasan los 60 años. Creo que al final, todos salimos hambrientos de la función y a mucha gente les gustó los platos que presentaron.
Como curiosidad también leí que esta fue la película que se eligió para representar a Francia en los anteriores premios Oscar para mejor película internacional, dejando de lado a Anatomía de una Caída.
Y bueno, para finalizar esta película ya se instala entre mis películas favoritas culinarias y Dodin Bouffant se abre un espacio entre Ratatouille y El Oso (la serie de Disney).
Comedia romántica entre un chef (El Napoleón de la Cocina) y la cocinera de un castillo. Se trata sobre el amor que nace entre ellos dos y la evolución de ese amor en toda la película.
Los protagonistas caen tan simpáticos que solo deseas que les vaya bien en su vida. Es muy lindo mirar como se apoyan mutuamente para salir adelante. La protagonista tiene algo de reserva sobre entregar su corazón y el chef es alguien que no se va a rendir para conquistar ese corazón.
La historia se ubica en el siglo XIX y se mira como utilizaban la cocina en esa época, sus estufas a base de leña y carbón, y que no existía gas natural, además como tenían que sacar agua del pozo y que esta gente tenían sus propios huertos donde cultivaban su vegetales.
La película me gustó. Esto es porque muestran platos deliciosos. Por mi parte soy un amante de las películas con comida y la forma de preparación tan exquisitamente presentada me hicieron querer darme un festín después de la función, los platos son preparados por uno de los mejores chefs del mundo como es Pierre Gagnaire (quien también realiza un pequeño cameo en la película). Además, para mi la comida es la mejor medicina y la película muestra muy bien esta parte, donde la comida trasciende más allá del mero acto de nutrir: es amor, es alivio, es medicina, es arte.
Recomiendo la película más que todo también por su bella fotografía donde todo es tan idílico como en ese momento que estas con tu pareja. Las personas enamoradas creo que podrán recordar o vivir esa parte en la película. Y las personas solteras recordarán esos momentos felices.
Bueno para hablar de mi experiencia personal, la película se estrenó en un cine pequeño acá en Colombia, a pesar de estar varias semanas la sala estaba llena, sobretodo de personas que pasan los 60 años. Creo que al final, todos salimos hambrientos de la función y a mucha gente les gustó los platos que presentaron.
Como curiosidad también leí que esta fue la película que se eligió para representar a Francia en los anteriores premios Oscar para mejor película internacional, dejando de lado a Anatomía de una Caída.
Y bueno, para finalizar esta película ya se instala entre mis películas favoritas culinarias y Dodin Bouffant se abre un espacio entre Ratatouille y El Oso (la serie de Disney).
30 de mayo de 2024
30 de mayo de 2024
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una oda al placer gastronómico y una historia de amor cimentada en la admiración mutua. Binoche y Magimel, que fueron pareja, son pura química. La cocina requiere tiempo y cariño, y así rueda Tran Anh Hung. La fotografía es de una belleza arrebatadora; la cámara levita y cada plano casi puede olerse y paladearse. Encantadora, deliciosa y de un gusto exquisito. ¡Qué hambre!
@pildoras_de_cine
@pildoras_de_cine
21 de julio de 2024
21 de julio de 2024
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La passion de Dodin Bouffant.
Cuando todo es correcto y medido, se agradece, pero cuando algo no pasa de lo justo, careciendo de audacia evidentemente hay problemas, y eso justamente ocurre con "A fuego lento", hablando en términos culinarios todo a su punto justo, pero eso en una película muchas veces genera contrariedad, quita asombro y emocionalidad, no desea salirse de su molde y se asegura de continuar allí.
Su principal problema es que cuando ingresa a la cocina no sale de ahí, encuentra una zona de confort de la que no tiene intenciones a atreverse a explorar nuevos caminos que le den un golpe de timón, objetando un vinculo sobre aquello que solo transcurre sin pena ni gloria, como si estuviéramos simplemente en presencia de un auto halago hacia la historia culinaria de Francia y no más allá, que al decir sobre eso, son sabores y aromas que no se nos permite saborearlos ni olerlos, siendo hasta incapaz de ofrecernos esa sensación de introducirnos ante la atmósfera de su relato.
Como largometraje del género de romance (porque así es como está catalogado) lo siento pero me ha dejado con sabor a poco y nada, un "amor" de plástico del cual no hay composición, estructura ni razón de ser ni de que hacer con él, puntualizando que sobre lo mismo todos sus pasajes se tornan previsibles y poco interesantes, precisando que determinado giro a falta de unos 40 minutos que le hubiese dado una explosividad que hasta el momento no tuvo, tampoco logra elevar su nivel, logrando que el espectador planteé todo el tiempo como imaginable la ruta por la que se moverá el desarrollo.
Sobre la dupla Benoît Magimel - Juliette Binoche debo decir que hacen lo que puede actoralmente con sus personajes vagamente construidos desde sus concepciones, figuras tremendamente planas, de cartón y que de alguna manera les falta el respeto a semejante dúo como lo es Magimel y Binoche, desde entrada no podemos localizarlos ni con ellos ni con el contexto, no sabemos ante presencia de quienes estamos, si percibimos jerarquías pero realmente eso, es la nada misma.
Sus puntos altos, que vaya sorpresa, si los hay, se encuentra sus bestial y magnifico diseño de producción, todo lo que se ve brilla en medio de la oscuridad, sus locaciones, su escenografía, su diseño de época, todo luce reluciente entre lo rescatable, acompañado además de lo que ellos aporta, una muy linda fotografía de la mano de Jonathan Ricquebourg que aporta unos planos muy precisos y agradables para la vista.
Mi crítica de esta ocasión se titula "película que deja con hambre", y no justamente por un deseo externo sobre lo que se refiera su desenvolvimiento, sino porque efectivamente no cumple las expectativas cinematográficas y uno sale con el estomago vacío de ella, tal como se entró a su visionado, ahora bien, para definirla bajo sus mismos códigos, es desabrida e insípida, para el que no la haya visto está en su decisión hacerlo, solo mencionar que no se pierde nada si se la pasa por alto.
Calificación: 6.4
Cuando todo es correcto y medido, se agradece, pero cuando algo no pasa de lo justo, careciendo de audacia evidentemente hay problemas, y eso justamente ocurre con "A fuego lento", hablando en términos culinarios todo a su punto justo, pero eso en una película muchas veces genera contrariedad, quita asombro y emocionalidad, no desea salirse de su molde y se asegura de continuar allí.
Su principal problema es que cuando ingresa a la cocina no sale de ahí, encuentra una zona de confort de la que no tiene intenciones a atreverse a explorar nuevos caminos que le den un golpe de timón, objetando un vinculo sobre aquello que solo transcurre sin pena ni gloria, como si estuviéramos simplemente en presencia de un auto halago hacia la historia culinaria de Francia y no más allá, que al decir sobre eso, son sabores y aromas que no se nos permite saborearlos ni olerlos, siendo hasta incapaz de ofrecernos esa sensación de introducirnos ante la atmósfera de su relato.
Como largometraje del género de romance (porque así es como está catalogado) lo siento pero me ha dejado con sabor a poco y nada, un "amor" de plástico del cual no hay composición, estructura ni razón de ser ni de que hacer con él, puntualizando que sobre lo mismo todos sus pasajes se tornan previsibles y poco interesantes, precisando que determinado giro a falta de unos 40 minutos que le hubiese dado una explosividad que hasta el momento no tuvo, tampoco logra elevar su nivel, logrando que el espectador planteé todo el tiempo como imaginable la ruta por la que se moverá el desarrollo.
Sobre la dupla Benoît Magimel - Juliette Binoche debo decir que hacen lo que puede actoralmente con sus personajes vagamente construidos desde sus concepciones, figuras tremendamente planas, de cartón y que de alguna manera les falta el respeto a semejante dúo como lo es Magimel y Binoche, desde entrada no podemos localizarlos ni con ellos ni con el contexto, no sabemos ante presencia de quienes estamos, si percibimos jerarquías pero realmente eso, es la nada misma.
Sus puntos altos, que vaya sorpresa, si los hay, se encuentra sus bestial y magnifico diseño de producción, todo lo que se ve brilla en medio de la oscuridad, sus locaciones, su escenografía, su diseño de época, todo luce reluciente entre lo rescatable, acompañado además de lo que ellos aporta, una muy linda fotografía de la mano de Jonathan Ricquebourg que aporta unos planos muy precisos y agradables para la vista.
Mi crítica de esta ocasión se titula "película que deja con hambre", y no justamente por un deseo externo sobre lo que se refiera su desenvolvimiento, sino porque efectivamente no cumple las expectativas cinematográficas y uno sale con el estomago vacío de ella, tal como se entró a su visionado, ahora bien, para definirla bajo sus mismos códigos, es desabrida e insípida, para el que no la haya visto está en su decisión hacerlo, solo mencionar que no se pierde nada si se la pasa por alto.
Calificación: 6.4
8 de agosto de 2024
8 de agosto de 2024
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera media hora es excelente. Todos esos platos, su elaboración, sabores, ya que parece que los huelas, le dan ganas a uno, no de comer sino de ponerse a cocinar... con nefastos resultados. Luego, cuando todo gira al drama (Juliette Binoche sufridora no falla) y el cocinero se vuelve una especie de Jordi Cruz enajenado, deja de interesarme.
Destaco también su fotografía que me traslada al arte impresionista de Monet o Cezanne.
Destaco también su fotografía que me traslada al arte impresionista de Monet o Cezanne.
30 de enero de 2024
30 de enero de 2024
2 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entro en la sala animado por el precedente y el buen recuerdo de "El olor de la papaya verde" (1993) del propio director vietnamita Tran Anh Hung y para ver si Juliette Binoche sigue en estado de gracia. Finalmente ni uno ni otro me decepcionan.
La película —que comienza con un plano secuencia prodigioso— se adentra en la estética culinaria, priorizando el aspecto visual y los tiempos cinematográficos por encima de la trama argumental. Es una adaptación de la novela de 1920 "La Vie et la Pasión de Dodin-Bouffant" de Marcel Rouff, centrada en la relación entre el aristócrata Dodin y su cocinera Eugénie a finales del siglo XIX. Aunque la trama sugiere una relación afectiva y amorosa, ésta se nos presenta de forma sutil, permitiendo que todo se impregne de un regusto agridulce mientras saboreamos los días dulces del otoño.
"A fuego lento" despierta los sentidos en medio de una delicada danza culinaria para convertirse en un ejercicio preciosista que te contagia una agradable sensación de bienestar. Cocinar se deviene un proceso colaborativo, abstracto y lleno de color entre cazuelas y fogones para acabar en un auténtico ritual de banquete en torno a una mesa.
La trama se desarrolla con placidez, marcada por un susto de Eugénie que anticipa un arco dramático, pero que se desarrolla lentamente a lo largo de casi dos horas. La relación entre los protagonistas está condenada mientras se deja espacio para que las imágenes se impregnan de melancolía dentro de una ambigüedad bien calculada.
La obra, premiada en el festival de Cannes y seleccionada para representar a Francia en los Oscars —con polémica incluida al dejar fuera a la excepcional "Anatomía de una caída"—, es una mirada a las tareas dentro de la cocina como vínculo de amistad y amor , nos hace partícipes de un espacio sereno y siempre en marcha, contrastando con el frenesí actual. "A fuego lento" es una invitación a disfrutar de la gastronomía y del cine hecha con la destreza de un experto y con el espíritu juguetón de un entusiasta. (7,5)
La película —que comienza con un plano secuencia prodigioso— se adentra en la estética culinaria, priorizando el aspecto visual y los tiempos cinematográficos por encima de la trama argumental. Es una adaptación de la novela de 1920 "La Vie et la Pasión de Dodin-Bouffant" de Marcel Rouff, centrada en la relación entre el aristócrata Dodin y su cocinera Eugénie a finales del siglo XIX. Aunque la trama sugiere una relación afectiva y amorosa, ésta se nos presenta de forma sutil, permitiendo que todo se impregne de un regusto agridulce mientras saboreamos los días dulces del otoño.
"A fuego lento" despierta los sentidos en medio de una delicada danza culinaria para convertirse en un ejercicio preciosista que te contagia una agradable sensación de bienestar. Cocinar se deviene un proceso colaborativo, abstracto y lleno de color entre cazuelas y fogones para acabar en un auténtico ritual de banquete en torno a una mesa.
La trama se desarrolla con placidez, marcada por un susto de Eugénie que anticipa un arco dramático, pero que se desarrolla lentamente a lo largo de casi dos horas. La relación entre los protagonistas está condenada mientras se deja espacio para que las imágenes se impregnan de melancolía dentro de una ambigüedad bien calculada.
La obra, premiada en el festival de Cannes y seleccionada para representar a Francia en los Oscars —con polémica incluida al dejar fuera a la excepcional "Anatomía de una caída"—, es una mirada a las tareas dentro de la cocina como vínculo de amistad y amor , nos hace partícipes de un espacio sereno y siempre en marcha, contrastando con el frenesí actual. "A fuego lento" es una invitación a disfrutar de la gastronomía y del cine hecha con la destreza de un experto y con el espíritu juguetón de un entusiasta. (7,5)
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