Las vidas de Sing Sing
6.6
1,573
Drama
Un pequeño grupo de presos encarcelados en el Centro Correccional Sing Sing, una de las prisiones de máxima seguridad más famosas del mundo, se propone montar su propia obra teatral como parte de un taller de teatro. A través de las artes escénicas, estos hombres consiguen ver el mundo como un lugar por el que luchar.
17 de abril de 2025
17 de abril de 2025
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Entre los muros de una de las cárceles más seguras del mundo hay personas que sienten, que sufren, que viven. Personas que cometieron un delito y por eso están pagando sus culpas en ese lugar, y es lo que corresponde y así debe ser. Pero dentro de ese purgatorio puede haber lugar para la redención, la rehabilitación o, al menos, lugar para socavar el dolor. Eso es lo que paso en la cárcel de Sing Sing con un programa de teatro en el que los reclusos del lugar podían elegir qué obra llevar a los escenarios y representarla.
El relato en el que se basa este film es una historia interesante y emotiva, pero en el mismo nunca logre sentir esa sensibilidad y las emociones que una historia así deberían generar, por el contrario, la película se me hizo aburrida en gran parte de su duración y siento que el director desperdicio muchas escenas de ensayos de la obra en lugar de ahondar más en las vidas de los reclusos. Apenas si logramos saber porque una persona culta y educada como Divine G (Domingo) está encarcelado allí.
El relato en el que se basa este film es una historia interesante y emotiva, pero en el mismo nunca logre sentir esa sensibilidad y las emociones que una historia así deberían generar, por el contrario, la película se me hizo aburrida en gran parte de su duración y siento que el director desperdicio muchas escenas de ensayos de la obra en lugar de ahondar más en las vidas de los reclusos. Apenas si logramos saber porque una persona culta y educada como Divine G (Domingo) está encarcelado allí.
12 de mayo de 2025
12 de mayo de 2025
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Las vidas de Sing Sing es un drama carcelario que se aparta de los convencionalismos del género para ofrecer una mirada introspectiva y humanista sobre la rehabilitación a través del arte. Dirigida por Greg Kwedar, la película se inspira en el programa real de rehabilitación mediante las artes en la prisión de máxima seguridad de Sing Sing, centrándose en un grupo de reclusos que encuentran en el teatro una vía para la redención y el autoconocimiento.
Colman Domingo interpreta a Divine G, un hombre encarcelado por un delito que no cometió, quien descubre un propósito en la vida al unirse a un grupo teatral dentro de la prisión. La actuación de Domingo es contenida y poderosa, transmitiendo la complejidad emocional de su personaje con sutileza. A su lado, Clarence Maclin, interpretándose a sí mismo, aporta autenticidad y profundidad al relato, reflejando su propia experiencia en el programa de teatro durante su encarcelamiento.
La dirección de Kwedar se caracteriza por una narrativa sobria y respetuosa, que permite que la historia hable por sí misma. La cinematografía de Pat Scola y la música de Bryce Dessner complementan la visión artística de la película, creando una atmósfera que oscila entre lo lírico y lo perturbador.
Las vidas de Sing Sing es una obra que desafía las convenciones del cine carcelario, ofreciendo una experiencia cinematográfica que invita a la reflexión sobre las posibilidades de redención y el papel del arte en la transformación personal.
Colman Domingo interpreta a Divine G, un hombre encarcelado por un delito que no cometió, quien descubre un propósito en la vida al unirse a un grupo teatral dentro de la prisión. La actuación de Domingo es contenida y poderosa, transmitiendo la complejidad emocional de su personaje con sutileza. A su lado, Clarence Maclin, interpretándose a sí mismo, aporta autenticidad y profundidad al relato, reflejando su propia experiencia en el programa de teatro durante su encarcelamiento.
La dirección de Kwedar se caracteriza por una narrativa sobria y respetuosa, que permite que la historia hable por sí misma. La cinematografía de Pat Scola y la música de Bryce Dessner complementan la visión artística de la película, creando una atmósfera que oscila entre lo lírico y lo perturbador.
Las vidas de Sing Sing es una obra que desafía las convenciones del cine carcelario, ofreciendo una experiencia cinematográfica que invita a la reflexión sobre las posibilidades de redención y el papel del arte en la transformación personal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La narrativa de Las vidas de Sing Sing se centra en la evolución de Divine G, quien, tras unirse al grupo teatral, se convierte en una figura central del mismo, destacando por su talento y compromiso. La llegada de Divine Eye, un recluso escéptico respecto al teatro, introduce tensiones y desafíos que reflejan las dificultades inherentes al proceso de rehabilitación.
A medida que avanza la historia, se exploran las relaciones entre los reclusos, sus luchas internas y la manera en que el arte les permite confrontar sus pasados y aspirar a un futuro diferente. La película culmina con la liberación de Divine Eye y, posteriormente, de Divine G, quienes, tras años de encarcelamiento, se reencuentran en libertad, simbolizando la posibilidad de redención y la fuerza de los lazos forjados en circunstancias adversas.
La inclusión de imágenes reales del programa de teatro en Sing Sing al final de la película refuerza la autenticidad del relato y subraya el impacto positivo de iniciativas similares en contextos penitenciarios.
A medida que avanza la historia, se exploran las relaciones entre los reclusos, sus luchas internas y la manera en que el arte les permite confrontar sus pasados y aspirar a un futuro diferente. La película culmina con la liberación de Divine Eye y, posteriormente, de Divine G, quienes, tras años de encarcelamiento, se reencuentran en libertad, simbolizando la posibilidad de redención y la fuerza de los lazos forjados en circunstancias adversas.
La inclusión de imágenes reales del programa de teatro en Sing Sing al final de la película refuerza la autenticidad del relato y subraya el impacto positivo de iniciativas similares en contextos penitenciarios.
1 de noviembre de 2024
1 de noviembre de 2024
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para clausurar la sección oficial, el equipo de programación de la Seminci, ha elegido una película que puede gustar al público, porque no es muy compleja y aborda un asunto que puede emocionar a algunos espectadores, en especial porque gran parte del reparto no son actores profesionales, sino presos que están o estuvieron en la cárcel de Sing Sing.
El tema central no es novedoso, ya que lo hemos visto más de una vez en el cine europeo de los últimos años, y un ejemplo claro es "César debe morir" de los hermanos Taviani.
No me terminó de convencer esta historia, que se desarrolla en el interior de esa prisión, que tiene un tono teatral, pese a que sí tiene algunas escenas potentes, que alterna con otra parte en donde es bastante monótona.
Su aspecto más destacado son las interpretaciones de los actores profesionales como de los presos, con un Colman Domingo que está excelente como uno de los presos, en un personaje que es el protagonista absoluto y que está presente en las mejores escenas dramáticas. Paul Raci es el otro actor profesional que tiene bastantes minutos en la película, aunque su personaje de educador del centro penitenciario es secundario en cuanto a minutos de aparición en pantalla pero fundamental en el desarrollo de la historia.
Junto a ellos, nos encontramos con Clarence 'Divine Eye' Maclin, que estuvo preso en Sing Sing y que fue el que escribió el artículo en el que se basa el guion de esta película, y que está magnífico en una actuación por la que podría lograr la nominación al Óscar, apoyado en parte por el mérito adicional que tiene hacerlo tan bien sin ser un profesional.
El otro aspecto destacado es su banda sonora, que es un complemento perfecto para hacer que el espectador se meta en las historias dramáticas planteadas en la película.
Una película bastante irregular, que puede gustar al público de mediana edad y a los más mayores, por que pueden empatizar con las inquietudes de los personajes.
LO MEJOR: las actuaciones de Colman Domingo y Clarence Maclin.
LO PEOR: es bastante monótona en la parte central.
El tema central no es novedoso, ya que lo hemos visto más de una vez en el cine europeo de los últimos años, y un ejemplo claro es "César debe morir" de los hermanos Taviani.
No me terminó de convencer esta historia, que se desarrolla en el interior de esa prisión, que tiene un tono teatral, pese a que sí tiene algunas escenas potentes, que alterna con otra parte en donde es bastante monótona.
Su aspecto más destacado son las interpretaciones de los actores profesionales como de los presos, con un Colman Domingo que está excelente como uno de los presos, en un personaje que es el protagonista absoluto y que está presente en las mejores escenas dramáticas. Paul Raci es el otro actor profesional que tiene bastantes minutos en la película, aunque su personaje de educador del centro penitenciario es secundario en cuanto a minutos de aparición en pantalla pero fundamental en el desarrollo de la historia.
Junto a ellos, nos encontramos con Clarence 'Divine Eye' Maclin, que estuvo preso en Sing Sing y que fue el que escribió el artículo en el que se basa el guion de esta película, y que está magnífico en una actuación por la que podría lograr la nominación al Óscar, apoyado en parte por el mérito adicional que tiene hacerlo tan bien sin ser un profesional.
El otro aspecto destacado es su banda sonora, que es un complemento perfecto para hacer que el espectador se meta en las historias dramáticas planteadas en la película.
Una película bastante irregular, que puede gustar al público de mediana edad y a los más mayores, por que pueden empatizar con las inquietudes de los personajes.
LO MEJOR: las actuaciones de Colman Domingo y Clarence Maclin.
LO PEOR: es bastante monótona en la parte central.
30 de noviembre de 2024
30 de noviembre de 2024
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un drama carcelario que se basa en experiencias de la vida real de presos que participan en un programa de rehabilitación que les permita a través del teatro tener nuevas expectativas de la vida cuando salgan del famoso centro penitenciario de Sing Sing situado en el estado de Nueva York.
Está protagonizada por Colman Domingo como Divine G. y en el reparto aparecen numerosos exmiembros de la RTA (El programa de rehabilitación) interpretándose a si mismos algo que le da un carácter semidocumental muy realista.
Dirige esta producción de A24 Greg Kwedar que en 206 dirigió «Transpecos» en prisiones abandonadas y sabe captar muy bien la desesperación y la esperanza de los reclusos de esta cárcel de máxima seguridad. También una decisión acertada es rodarla en 16 milímetros para darle todavía más autenticidad.
La dinámica de la cárcel y el intento de transformar a estos presos de alguna forma mediante la creatividad en grupo ha sido motivo de algunas películas de este tipo como»el triunfo» un film francés de hace 4 años.
Destaca por su sinceridad, pero no termina del todo de conectar emocionalmente con el espectador, no terminas empatizando con ellos, aunque como testimonio realista del mundo carcelario.
Clausuro la Seminci, Festival de cine de Valladolid y llegará a los cines el 10 de enero de 2025
Destino Arrakis.com
Está protagonizada por Colman Domingo como Divine G. y en el reparto aparecen numerosos exmiembros de la RTA (El programa de rehabilitación) interpretándose a si mismos algo que le da un carácter semidocumental muy realista.
Dirige esta producción de A24 Greg Kwedar que en 206 dirigió «Transpecos» en prisiones abandonadas y sabe captar muy bien la desesperación y la esperanza de los reclusos de esta cárcel de máxima seguridad. También una decisión acertada es rodarla en 16 milímetros para darle todavía más autenticidad.
La dinámica de la cárcel y el intento de transformar a estos presos de alguna forma mediante la creatividad en grupo ha sido motivo de algunas películas de este tipo como»el triunfo» un film francés de hace 4 años.
Destaca por su sinceridad, pero no termina del todo de conectar emocionalmente con el espectador, no terminas empatizando con ellos, aunque como testimonio realista del mundo carcelario.
Clausuro la Seminci, Festival de cine de Valladolid y llegará a los cines el 10 de enero de 2025
Destino Arrakis.com
2 de diciembre de 2024
2 de diciembre de 2024
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sing Sing.
El director Greg Kwedar nos trae una de las películas con más espíritu de humanidad de este año, que a su vez se basa en una obra de teatro que se encuentra bajo las mismas condiciones de entorno que esta y que, por lo tanto, se pueden palpar eficiente y detalladamente sus dotes teatrales en muchos de sus aspectos y convenientemente para con sus actores que encuentran un soporte casi natural sobre el que desenvolver sus interpretaciones, Sing Sing huele a libertad, a aire fresco, huele a empatía y levita aunque sea por un ratito para escapar de una realidad inalterable como la que viven sus figuras pero que, a la vez esa escapada de las penurias valen oro y hacen crecer y recapacitar al tiempo que no busca implementar falsa moralidad, pero si, invita a reflexionar desde otro punto de vista.
Un proyecto que atrapa enseguida bajo el coqueteo de su estructura, ya que nos encontramos en el medio de lo que podría ser todo el armado de una misma película o en este caso de una obra teatral, eso la hace desnudarse bastante más sobre sus posibilidades ya que se le pueden ver sus hilos que la manejan y por lo tanto le dan un tacto más noble a todo lo que allí se suscita, su primera hora es impecablemente lucida y magnética, cuando las cosas apuntan a sus últimos 40 minutos puede decirse que se siente una cierta fatiga al medianamente moverse bajo sus mismo estándares, de hecho siendo el cansancio de las limitaciones físicas al igual que las misma limitaciones que poseen las personas que retrata el desarrollo.
Sus interpretaciones al estar asentadas sobre una base natural de sus talentos, estas se vuelven convenientemente frescas, más humanas, cuestión tal que les brinda un margen para verse despojados casi de esos maquillajes, de esas capas cinematográficas, dejándolas más expuestas al experimento, al error y a la mejora constante, un factor importantísimo que demostrar su transparencia es el protagonismo que lleva Colman Domingo, quien se apuntará otro año con una actuación importante y destacada en su haber, siendo respaldado por el propio color de la trama y además por sus correctos secundarios a los cuales él alimenta para que se puedan desarrollar y también le devuelven potencial para que su protagónico pueda crecer.
Su banda sonora es bellísima, con notas realizadas por sonidos violines y de pianos constantes, curiosamente, es nostálgica, se sabe estar viviendo un momento que lo está desarrollando el relato y que por la melancolía de su sonido, es un momento que ya lo está extrañando, esa sensación y aura de saberse que está viviendo un instante único e irrepetible le da una capa de añoranza impecable, sus planos están rigurosamente adaptados a sofocación que se implementa desde su locación, un progreso que mayormente se irá viviendo dentro de los propios edificios y pocas veces veremos la luz del sol, claro que se permite cada tanto lanzar un plano simulando libertad, aunque solo sea una sensación para el espectador, sabiéndose de su libertad de óptica sobre aquello que se deja atrás en esas edificaciones.
Sing Sing se siente y se vive, se expresa y se conmueve para con nosotros y para consigo misma, teatralidad que permite desnudar el trabajo del ser actor, las equivocaciones, los aprendizajes y las estructuras que se forman alrededor de ellos, tiene sus limitaciones y las siente, pero no le son mayor estorbo a la hora de poder desenvolverse bien en sus márgenes y regalar una linda historia de crecimiento personal que suena a melancolía y se ve como presente y futuro ahí donde se respira libertad y permite una salida transitoria de la cruda realidad donde todo es más empático y más humano aunque sea por un rato.
Calificación: 6.7
El director Greg Kwedar nos trae una de las películas con más espíritu de humanidad de este año, que a su vez se basa en una obra de teatro que se encuentra bajo las mismas condiciones de entorno que esta y que, por lo tanto, se pueden palpar eficiente y detalladamente sus dotes teatrales en muchos de sus aspectos y convenientemente para con sus actores que encuentran un soporte casi natural sobre el que desenvolver sus interpretaciones, Sing Sing huele a libertad, a aire fresco, huele a empatía y levita aunque sea por un ratito para escapar de una realidad inalterable como la que viven sus figuras pero que, a la vez esa escapada de las penurias valen oro y hacen crecer y recapacitar al tiempo que no busca implementar falsa moralidad, pero si, invita a reflexionar desde otro punto de vista.
Un proyecto que atrapa enseguida bajo el coqueteo de su estructura, ya que nos encontramos en el medio de lo que podría ser todo el armado de una misma película o en este caso de una obra teatral, eso la hace desnudarse bastante más sobre sus posibilidades ya que se le pueden ver sus hilos que la manejan y por lo tanto le dan un tacto más noble a todo lo que allí se suscita, su primera hora es impecablemente lucida y magnética, cuando las cosas apuntan a sus últimos 40 minutos puede decirse que se siente una cierta fatiga al medianamente moverse bajo sus mismo estándares, de hecho siendo el cansancio de las limitaciones físicas al igual que las misma limitaciones que poseen las personas que retrata el desarrollo.
Sus interpretaciones al estar asentadas sobre una base natural de sus talentos, estas se vuelven convenientemente frescas, más humanas, cuestión tal que les brinda un margen para verse despojados casi de esos maquillajes, de esas capas cinematográficas, dejándolas más expuestas al experimento, al error y a la mejora constante, un factor importantísimo que demostrar su transparencia es el protagonismo que lleva Colman Domingo, quien se apuntará otro año con una actuación importante y destacada en su haber, siendo respaldado por el propio color de la trama y además por sus correctos secundarios a los cuales él alimenta para que se puedan desarrollar y también le devuelven potencial para que su protagónico pueda crecer.
Su banda sonora es bellísima, con notas realizadas por sonidos violines y de pianos constantes, curiosamente, es nostálgica, se sabe estar viviendo un momento que lo está desarrollando el relato y que por la melancolía de su sonido, es un momento que ya lo está extrañando, esa sensación y aura de saberse que está viviendo un instante único e irrepetible le da una capa de añoranza impecable, sus planos están rigurosamente adaptados a sofocación que se implementa desde su locación, un progreso que mayormente se irá viviendo dentro de los propios edificios y pocas veces veremos la luz del sol, claro que se permite cada tanto lanzar un plano simulando libertad, aunque solo sea una sensación para el espectador, sabiéndose de su libertad de óptica sobre aquello que se deja atrás en esas edificaciones.
Sing Sing se siente y se vive, se expresa y se conmueve para con nosotros y para consigo misma, teatralidad que permite desnudar el trabajo del ser actor, las equivocaciones, los aprendizajes y las estructuras que se forman alrededor de ellos, tiene sus limitaciones y las siente, pero no le son mayor estorbo a la hora de poder desenvolverse bien en sus márgenes y regalar una linda historia de crecimiento personal que suena a melancolía y se ve como presente y futuro ahí donde se respira libertad y permite una salida transitoria de la cruda realidad donde todo es más empático y más humano aunque sea por un rato.
Calificación: 6.7
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