La isla siniestra
2010 

7.6
128,526
Thriller. Intriga
En el verano de 1954, los agentes judiciales Teddy Daniels (DiCaprio) y Chuck Aule (Ruffalo) son destinados a una remota isla del puerto de Boston para investigar la desaparición de una peligrosa asesina (Mortimer) que estaba recluida en el hospital psiquiátrico Ashecliffe, un centro penitenciario para criminales perturbados dirigido por el siniestro doctor John Cawley (Kingsley). Pronto descubrirán que el centro guarda muchos secretos ... [+]
6 de marzo de 2010
6 de marzo de 2010
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad, me apetecía verla pero no por estar seguro de que me fuera a gustar, más bien por saber si Scorsese seguía siendo ese gran director de cine. Y mi sorpresa ha sido grata, lo sigue siendo, y mucho.
DiCaprio ese chico jovencito que volvía locas a todas las niñas de los 90 ya no existe, en su lugar tenemos a Leonardo, un actor menos guapo, más maduro pero que hace honor a su profesión actuando de una forma sobresaliente, y ganándose el respeto entre todos los que amamos el cine. Y esto no lo digo solo por esta película, lo digo también por otras muchas como diamantes de sangre, infiltrados o red de mentiras.
Y ahora hablando del film, podemos decir que me ha parecido una película atrapante, original, narrada de una forma bestial, con una fotografía mas que buena y ciertos planos sobrecogedores, una película que como en todo buen thriller, nada es lo que parece y el publico necesita una respuesta.
La película trata un tema delicado pero a la vez muy recurrido en el cine, los manicomios, la locura y los locos, pero habla de ellos con respeto.
Scorsese vuelve a hacer cine de verdad, una buena película con una buena historia contada aun mejor, un montaje excepcional y la mano del Scorsese de taxi driver y de Goodfellas se nota pasar por esta película.
DiCaprio ese chico jovencito que volvía locas a todas las niñas de los 90 ya no existe, en su lugar tenemos a Leonardo, un actor menos guapo, más maduro pero que hace honor a su profesión actuando de una forma sobresaliente, y ganándose el respeto entre todos los que amamos el cine. Y esto no lo digo solo por esta película, lo digo también por otras muchas como diamantes de sangre, infiltrados o red de mentiras.
Y ahora hablando del film, podemos decir que me ha parecido una película atrapante, original, narrada de una forma bestial, con una fotografía mas que buena y ciertos planos sobrecogedores, una película que como en todo buen thriller, nada es lo que parece y el publico necesita una respuesta.
La película trata un tema delicado pero a la vez muy recurrido en el cine, los manicomios, la locura y los locos, pero habla de ellos con respeto.
Scorsese vuelve a hacer cine de verdad, una buena película con una buena historia contada aun mejor, un montaje excepcional y la mano del Scorsese de taxi driver y de Goodfellas se nota pasar por esta película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tras finalizar el film, el público se pregunta (al menos en mi caso) ¿quien es el loco? y lo más importante ¿que es lo que le hace loco a una persona?
Sin duda la mejor escena de todo el film para mi gusto ha sido uno de los sueños que tiene el protagonista con su mujer en la que la casa está llena de cenizas flotando y el la abraza mientras sangra y se convierte en cenizas. Por la música, por la fotografía y por lo espectacular que es toda la escena en su conjunto. ¡Bravo Scorsese!
Sin duda la mejor escena de todo el film para mi gusto ha sido uno de los sueños que tiene el protagonista con su mujer en la que la casa está llena de cenizas flotando y el la abraza mientras sangra y se convierte en cenizas. Por la música, por la fotografía y por lo espectacular que es toda la escena en su conjunto. ¡Bravo Scorsese!
21 de febrero de 2010
21 de febrero de 2010
118 de 218 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas veces he esperado una película con tantas ganas… y pocas veces me he llevado un chasco tan grande: el tándem Scorsese-DiCaprio nos ha ofrecido maravillas como “Infiltrados” o “El Aviador”, aunque también es cierto que “Gangs of New York” fue de lo peor en décadas (pero es cierto que tengo mis dudas sobre si la culpa la tuvo realmente Scorsese o los productores que mutilaron el montaje final…). El caso es que tenemos todos los ingredientes para que la ecuación perfecta del séptimo arte funcione: una novela interesante de un escritor de prestigio (Dennis Lehane, autor de “Mystic River”), un director que siempre ha aportado una visión personal a sus historias, un plantel de secundarios espectacular (desde Ben Kingsley a Max Von Sydow, casi ná…) y para remate de los tomates, una de las grandes superestrellas de Hollywood, un maduro Leonardo DiCaprio, en el cénit de su trayectoria interpretativa. Entonces, un momento… ¿Qué ha pasado? ¿Por qué no funciona el invento? Pues vamos por partes, que diría Jack el destripador: por un lado, tenemos una historia realmente apasionante en la que un agente judicial es enviado a una isla donde está un misterioso sanatorio psiquiátrico de donde se ha escapado aún más misteriosamente una paciente de la manera más misteriosa (vamos, misterio a punta pala); todo esto está narrado con cierta desidia, cierto desdén. No hay electricidad en cada descubrimiento de la investigación y todo transcurre de una manera demasiado lenta, demasiado pausada, y lo que es peor, sin utilizar ni uno de los recursos clásicos del lenguaje cinematográfico del género. Personalmente, las innovaciones en cine me parecen excelentes, y si se rompen las reglas y el invento funciona, pues mejor que mejor. Pero cuando las reglas no se usan, y la cosa se torna plomiza y pesada… mejor volvemos a lo clásico que sí que funciona (y si no, recuerda el Scorsese de “El Cabo del Miedo”, con la arquitectura perfecta de un thriller, psicópata incluido. Por otro lado, tenemos a un protagonista realmente atormentado, con atroces recuerdos de su etapa como militar que liberó el campo de concentración de Dachau, en la Segunda Guerra Mundial, afanado por descubrir la verdad, incluso por encima de sí mismo. La esforzadísima interpretación de DiCaprio es digna de elogio, pero se diluye en un personaje realmente confuso desde el arranque del film. Un momento, pero no confuso ante sí mismo, que eso significaría atormentado, luchando por su propia identidad…sino confuso ante el espectador, incoherente desde el minuto uno. De esta manera, es muy difícil emprender un viaje con él y sentir empatía, por ende, prácticamente imposible. (SIGUE EN SPOILER)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Con estos dos elementos, terminamos de desvincularnos de la historia, y las dos horas y media de duración aún subrayan más la desidia que empieza a embargarnos en la butaca después de haber comenzado con un prólogo más que prometedor –con excelente banda sonora y excelente factura visual- que rápidamente se deshincha. Y es una verdadera pena, porque la historia es realmente interesante e inteligente. Aún todavía más si vemos que toda la historia está narrada prácticamente en clave de puro cine negro, y desde un punto de vista muy particular. Pero no es suficiente para conectar, no es suficiente para sentir esa maestría que Scorsese demostrara en muchas de sus películas, porque el relato parece lanzado más por un principiante que titubea a la hora de contar lo que pasa, que por un mito del cine que ha escrito varias de las páginas más memorables de la historia del cine. Me resulta todavía más paradójico que Mr. Martin, que tiene en la industria más tiros dados que Millán Astray, recurra a una guionista relativamente novata en Hollywood –recordemos, su fama vino por escribir la adaptación de “Guardianes de la noche” para Timur Bekmambetov y posteriormente los fiascos de “Alexander” para Oliver Stone y la (innecesaria e inútil) adaptación norteamericana de “El Guía del desfiladero” para Marcus Nispel, así como varios capítulos para la (fracasada) serie de televisión reciente “Bionic Woman” –por cierto, otra adaptación de una serie de los sesenta…-. El resultado final es un producto errático, con destellos de interés, pero mal terminado, mal orquestado, y lo que es peor, que no funciona. Porque no da miedo. Y debería dártelo, porque la historia podría hacerlo. Vaya chasco…
19 de febrero de 2010
19 de febrero de 2010
50 de 82 usuarios han encontrado esta crítica útil
Shutter Island es un perfecto ejemplo de que Scorsese no es garantía de una gran película, aunque lo que sabe hacer muy bien es imprimir su personalidad y que desde el primer minuto ya sepas que es un película suya. Eso a lo que muchos directores aspiran pero no logran en toda su carrera.
Pero si hablamos de aportar, se diría que está preconcebida para otras causas. Es sorprendente que del mismo autor salgan dos adaptaciones tan diferentes como Mystic River y Shutter Island. Minipunto para Eastwood.
La película empieza con una fuerza contenida, ambientada en los 50, con dos agentes judiciales investigando un caso de desaparición de una mujer en una institución mental. La presentación de la isla está muy bien realizada y se convierte en un personaje más, y la relación entre los personajes es fría. El montaje es puro Scorsese con intención de poner nervioso al espectador. Se suceden cortes bruscos y sueños extraños. Para colmo cae una tormenta que cala los huesos del espectador hasta el final. Teddy Daniels se da cuenta de que algo no va bien, desconfía del doctor que da vida Ben Kingsley y se teje la trama para descubrir la verdad…pero todo es tan inconexo, tan extraño y tan innecesario que el publico deja de atender a lo que le están contando y pasa a la fase de “quiero saber cómo acaba”, aunque nos lo olemos desde el minuto 40.
Llama la atención el reparto con Dicaprio a la cabeza y Max von Sydow a la cola. Tres personajes sacados de Zodiac, esa obra cumbre de David Fincher… Mark Ruffalo, un actor que por fin tiene la presencia que se merece, Elias Koteas y John Carrol Lynch. Y Ben Kingsley del que se saca muy poco partido al tener un guión monocorde y atado. Por no hablar de Max von Sydow, totalmente desaprovechado, que a Scorsese no parece importar pues tiene dispuestas sus marionetas para jugar con ellas cuando quiera.
La fotografía es atípica, contrastada, que con la intensa lluvia refuerza la incomodidad mientras la banda sonora no hace sino intentar enfatizar una tensión inexistente
A vueltas con los nazis, como la representación del mal en la tierra, se juega con la idea de que todo es posible y que hay intereses extraños y ocultos detrás de todo…una idea manida y recurrente cuando se trata de experimentación mental. Tal vez sea éste el elemento más infantil de toda la película. Una película que no aporta nada a la filmografía de su director. Un derroche de recursos innecesarios para un guión tan estático y tan frío.
Pero si hablamos de aportar, se diría que está preconcebida para otras causas. Es sorprendente que del mismo autor salgan dos adaptaciones tan diferentes como Mystic River y Shutter Island. Minipunto para Eastwood.
La película empieza con una fuerza contenida, ambientada en los 50, con dos agentes judiciales investigando un caso de desaparición de una mujer en una institución mental. La presentación de la isla está muy bien realizada y se convierte en un personaje más, y la relación entre los personajes es fría. El montaje es puro Scorsese con intención de poner nervioso al espectador. Se suceden cortes bruscos y sueños extraños. Para colmo cae una tormenta que cala los huesos del espectador hasta el final. Teddy Daniels se da cuenta de que algo no va bien, desconfía del doctor que da vida Ben Kingsley y se teje la trama para descubrir la verdad…pero todo es tan inconexo, tan extraño y tan innecesario que el publico deja de atender a lo que le están contando y pasa a la fase de “quiero saber cómo acaba”, aunque nos lo olemos desde el minuto 40.
Llama la atención el reparto con Dicaprio a la cabeza y Max von Sydow a la cola. Tres personajes sacados de Zodiac, esa obra cumbre de David Fincher… Mark Ruffalo, un actor que por fin tiene la presencia que se merece, Elias Koteas y John Carrol Lynch. Y Ben Kingsley del que se saca muy poco partido al tener un guión monocorde y atado. Por no hablar de Max von Sydow, totalmente desaprovechado, que a Scorsese no parece importar pues tiene dispuestas sus marionetas para jugar con ellas cuando quiera.
La fotografía es atípica, contrastada, que con la intensa lluvia refuerza la incomodidad mientras la banda sonora no hace sino intentar enfatizar una tensión inexistente
A vueltas con los nazis, como la representación del mal en la tierra, se juega con la idea de que todo es posible y que hay intereses extraños y ocultos detrás de todo…una idea manida y recurrente cuando se trata de experimentación mental. Tal vez sea éste el elemento más infantil de toda la película. Una película que no aporta nada a la filmografía de su director. Un derroche de recursos innecesarios para un guión tan estático y tan frío.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La confusión es la firma de Shutter Island. Una buena idea mal contada, a la sombra de tramas parecidas como “memento” o “una mente maravillosa”. El final, con DiCaprio enfermo y paranoico, es totalmente predecible y la sensación que deja desaparece a la media hora de abandonar la sala de cine.
Suerte la próxima vez, Martin.
Suerte la próxima vez, Martin.
19 de febrero de 2010
19 de febrero de 2010
28 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo lo que haga el maestro será visto con agrado por estos ojos. Dicho esto, debo decir que Shutter Island me ha convencido con creces. Desde que Marty eligió hacer de Dicaprio su nuevo de Niro, éste actor ha ido demostrando su madurez poco a poco como los buenos vinos. Se acabó el ser una cara bonita de la industria. Ya lo dejó patente en otras producciones, desde Diario de un rebelde hasta la más reciente Revolutionary Road (en esta está excelente) y aquí vuelve a demostrarlo una vez más.
Scorsese nos introduce poco a poco en la vorágine de un guión que es una verdadera montaña rusa, y que una vez terminada la película hará que vuelvas a ella una y otra vez para hilvanar cada suceso hasta que todo el puzzle cuadre. La tensión es para el maestro una asignatura aprobada con anterioridad y aquí vuelve a dar muestras de ello. Ben Kingsley está impecable como siempre, y las apariciones de Earle Haley (un excelente actor, poco a poco se va abriendo camino) y Elias Koteas, aunque breves, están llemas de calidad.
El ambiente de los 50 está plasmado con el toque maestro del maestro, valga la redundancia, y hay escenas impecablemente rodadas (los sueños de DiCaprio plasmados con estupendos y potentes matices).
Toda la trama se va desgranando hasta que en el final comprendemos todo lo contado con anterioridad. Los giros son continuos pero nunca extravagantes y nunca estaremos seguros de decantarnos por una teoría definitiva. Hasta el final, como he dicho antes, revelador y aplastante. La creciente tensión y los misterios que envuelven al psiquiátrico de la isla nos mantendrán alerta mientras tratamos de comprender, al igual que los protagonistas, qué está pasando realmente en este lugar. Quien miente, qué ocultan, que pretenden los habitantes de este complejo donde nada parece realmente lo que es.
Marty vuelve por la puerta grande porque nunca entró ni salió por otra. Y es que llevar toda una vida detrás de las cámaras tiene que notarse en algo. La experiencia siempre fue un grado. Gracias Marty, por entregarnos otra pieza de cine con el inconfundible sabor del, ahora sí, gran cine. Sublime.
Scorsese nos introduce poco a poco en la vorágine de un guión que es una verdadera montaña rusa, y que una vez terminada la película hará que vuelvas a ella una y otra vez para hilvanar cada suceso hasta que todo el puzzle cuadre. La tensión es para el maestro una asignatura aprobada con anterioridad y aquí vuelve a dar muestras de ello. Ben Kingsley está impecable como siempre, y las apariciones de Earle Haley (un excelente actor, poco a poco se va abriendo camino) y Elias Koteas, aunque breves, están llemas de calidad.
El ambiente de los 50 está plasmado con el toque maestro del maestro, valga la redundancia, y hay escenas impecablemente rodadas (los sueños de DiCaprio plasmados con estupendos y potentes matices).
Toda la trama se va desgranando hasta que en el final comprendemos todo lo contado con anterioridad. Los giros son continuos pero nunca extravagantes y nunca estaremos seguros de decantarnos por una teoría definitiva. Hasta el final, como he dicho antes, revelador y aplastante. La creciente tensión y los misterios que envuelven al psiquiátrico de la isla nos mantendrán alerta mientras tratamos de comprender, al igual que los protagonistas, qué está pasando realmente en este lugar. Quien miente, qué ocultan, que pretenden los habitantes de este complejo donde nada parece realmente lo que es.
Marty vuelve por la puerta grande porque nunca entró ni salió por otra. Y es que llevar toda una vida detrás de las cámaras tiene que notarse en algo. La experiencia siempre fue un grado. Gracias Marty, por entregarnos otra pieza de cine con el inconfundible sabor del, ahora sí, gran cine. Sublime.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena final en la que se nos relata lo que ocurrió realmente con la familia del protagonista es desgarradora. Y los sueños del protagonista, a modo de recuerdo, inconfundiblemente desprenden el sabor de las manos de un maestro del cine. Nunca dejes de rodar, Martin.
27 de febrero de 2010
27 de febrero de 2010
90 de 164 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estoy cansado, cansado de chasco tras chasco, si esta película la hubiera hecho otro director, y la hubiera protagonizado un actor desconocido, estoy seguro que su nota no pasaba del 6.
Cansado del odioso marketing, cansado de los giros sin sentidos (mas vulgares que "¿en que dirección gira la bailarina?" de la dichosa publicidad de filmaffinity). Cansado de escenas sin sentido y trampas inútiles para llegar a conclusiones imposibles, todo para dejarnos con la impresión de que nuestro intelecto no es el suficiente para entender esta "gran" película.
En general no me disgusta el cine de Scorsese, pero creo que no soy imbécil, y no me gustan que me lo repitan varias veces con esta cinta.
Venga, votar que no a la crítica, pastas-gordas, venga, adelante, me importa un comino, total, estoy demasiado cansado.
Cansado del odioso marketing, cansado de los giros sin sentidos (mas vulgares que "¿en que dirección gira la bailarina?" de la dichosa publicidad de filmaffinity). Cansado de escenas sin sentido y trampas inútiles para llegar a conclusiones imposibles, todo para dejarnos con la impresión de que nuestro intelecto no es el suficiente para entender esta "gran" película.
En general no me disgusta el cine de Scorsese, pero creo que no soy imbécil, y no me gustan que me lo repitan varias veces con esta cinta.
Venga, votar que no a la crítica, pastas-gordas, venga, adelante, me importa un comino, total, estoy demasiado cansado.
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