El hoyo
2019 

6.4
41,811
Thriller. Ciencia ficción
El futuro, en una distopía. Dos personas por nivel. Un número desconocido de niveles. Una plataforma con comida para todos ellos. ¿Eres de los que piensan demasiado cuando están arriba? ¿O de los que no tienen agallas cuando están abajo? Si lo descubres demasiado tarde, no saldrás vivo del hoyo.
28 de agosto de 2020
28 de agosto de 2020
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
El hoyo es esa clase de películas en las cuales el concepto de la misma resulta interesante, trepidante, te atrapa y te sumerge. Una película que se desenvuelve de una muy buena forma. Un buen guion, buena dirección. Unas actuaciones decentes... pero luego llega el final, y toda esa construcción mental se te derrumba. Y es que, como muchas otras personas, tras acabar la película me quedé con una cara un poco pánfila. Intentando descifrar algo, intentar entender o asimilar que había sucedido. Ese pensamiento de: ¿Y ya está?
Algo normal, piensas que la película te va a sorprender con un buen final, pero la sensación amarga y de desconcierto que se te queda no es para menos.
El caso es que, EN REALIDAD SÍ QUE TIENE UN BUEN FINAL, y NO, NO ME REFIERO A INTERPRETARLO DE UNA FORMA ESPECÍFICA, COMO SI SE TRATASE DE UNA REFLEXIÓN. ME REFIERO A QUE SE SABE COMO TERMINA TODO.
"AQUÍ TE CUENTO EL VERDADERO FINAL DE, EL HOYO"
Algo normal, piensas que la película te va a sorprender con un buen final, pero la sensación amarga y de desconcierto que se te queda no es para menos.
El caso es que, EN REALIDAD SÍ QUE TIENE UN BUEN FINAL, y NO, NO ME REFIERO A INTERPRETARLO DE UNA FORMA ESPECÍFICA, COMO SI SE TRATASE DE UNA REFLEXIÓN. ME REFIERO A QUE SE SABE COMO TERMINA TODO.
"AQUÍ TE CUENTO EL VERDADERO FINAL DE, EL HOYO"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cuando acabé de ver la película, me puse a indagar en Internet acerca de las interpretaciones del final. Mientras que los principales artículos interpretaban el final con CITAS DEL QUIJOTE u otras reflexiones, como LAS CLASES SOCIALES y demás, en estas mismas páginas donde alguien lo interpretaba, había una sección de comentarios donde la gente daba rienda suelta a su interpretación.
Total, que leyendo varias interpretaciones, a favor del artículo, otras con otros puntos de vista reflexivos, teorizando sobre la niña y la panacota, de cómo puede estar la niña tan limpia y sobrevivir (pensando algunos que es la madre la que le trae la comida a diario), otros teorizando de que la niña en realidad no existe, etcétera, llegué a un comentario en el que exponía UN HECHO QUE TODOS PASAMOS DESAPERCIBIDO EN LA PELÍCULA:
LA ESCENA, A MITAD DE LA PELÍCULA DONDE SALE EL JEFE DE COCINA REGAÑANDO A TODOS LOS COCINEROS PORQUE HAY UN PELO EN... ¡UNA PANACOTA!
Esa es la clave... Al contrario de lo que podamos pensar, ESA PANACOTA, ESA ESCENA, NO ESTÁ AHÍ POR NADA. ESTÁ POR ALGO. Y AQUÍ VIENE LA RAZÓN.
Esa panacota es la del final. Os cuento. La niña no existe. La niña representa la panacota. En una de las escenas finales, la niña se come la panacota. En realidad no hay ninguna niña, esta representa la panacota. ¿Porqué se la come? ¿Qué representa esto? Realmente no tengo un significado claro. Se puede interpretar de diversas formas. El caso es que el protagonista, logra llevar a la niña (que es la panacota) hasta el final del hoyo. Acto seguido, el protagonista muere, (su compañero había muerto en la habitación de la niña). Representa que el protagonista muere porque se encuentra con el hombre mayor (el del OBVIO) y se va con él. Mientras tanto la niña, (que en realidad es la panacota) se queda en la plataforma y sube hasta la planta de la cocina.
Ahí acaba la película, preguntándonos que ocurrirá. Como he mencionado antes, a mitad de la película, se nos desvela el final. Una estrategia del director que, si no le das importancia (que es lo normal) a esa escena, tu valoración de la película es diferente a que sí tomas la escena como el final. Porque, más que ser una muestra de la perfección y la tediosa manipulación de el producto que requiere La Administración, es el desvelo de lo que acaba ocurriendo.
Por lo tanto, tomando esta escena, que sale en mitad de la película como el final, (lo que ocurre después que presuntamente no se nos explica. Vemos que la panacota llega sana y salva en la plataforma, los cocineros y todavía más el jefe, están desconcertados, viendo que la panacota no ha sido comida por nadie. Lo que sucede es que tras echarle un vistazo descubre que hay un pelo en ésta. El jefe de cocina se enfada con los cocineros, interpretando que la gente no se la ha comido porque tenía un pelo. (Con total seguridad el pelo no es de los cocineros sino de el protagonista o de otra persona) El hecho del pelo, hace pensar que ni los cocineros ni el jefe de cocina son conscientes de la verdadera situación en el hoyo. O que, sí lo son, pero no son capaces de aceptar, una realidad así, quieren autoconvencerse de que esa no es la verdad. O tal vez solo lo sabe el jefe. No lo sabemos.
El caso es que finalmente, el mensaje de la panacota no llega. Le buscan una explicación en vez de preguntarse lo que sucede de otra forma. Así que, el esfuerzo de los protagonistas es en vano.
Esto lo podemos interpretar como un mensaje de la ESTUPIDEZ HUMANA, como otros que se dan como DISTINCIÓN DE CLASES SOCIALES, EGOÍSMO REPCTO AL PRÓGIMO u OTRAS REFLEXIONES COMO LAS DEL QUIJOTE QUE PUEDEN DESCONCERTAR UN POCO.
Conclusión: creo que "El hoyo" es una buena película que lastimosamente no ha tenido mucho éxito a pesar de poseer un guion y dirección acertados. (La gama de colores es también acertada) Pienso debería de haberse llevado más repercusión y más nominaciones a premios. Ganó el Goya a mejores efectos pero podría haber competido en otros ámbitos.
Total, que leyendo varias interpretaciones, a favor del artículo, otras con otros puntos de vista reflexivos, teorizando sobre la niña y la panacota, de cómo puede estar la niña tan limpia y sobrevivir (pensando algunos que es la madre la que le trae la comida a diario), otros teorizando de que la niña en realidad no existe, etcétera, llegué a un comentario en el que exponía UN HECHO QUE TODOS PASAMOS DESAPERCIBIDO EN LA PELÍCULA:
LA ESCENA, A MITAD DE LA PELÍCULA DONDE SALE EL JEFE DE COCINA REGAÑANDO A TODOS LOS COCINEROS PORQUE HAY UN PELO EN... ¡UNA PANACOTA!
Esa es la clave... Al contrario de lo que podamos pensar, ESA PANACOTA, ESA ESCENA, NO ESTÁ AHÍ POR NADA. ESTÁ POR ALGO. Y AQUÍ VIENE LA RAZÓN.
Esa panacota es la del final. Os cuento. La niña no existe. La niña representa la panacota. En una de las escenas finales, la niña se come la panacota. En realidad no hay ninguna niña, esta representa la panacota. ¿Porqué se la come? ¿Qué representa esto? Realmente no tengo un significado claro. Se puede interpretar de diversas formas. El caso es que el protagonista, logra llevar a la niña (que es la panacota) hasta el final del hoyo. Acto seguido, el protagonista muere, (su compañero había muerto en la habitación de la niña). Representa que el protagonista muere porque se encuentra con el hombre mayor (el del OBVIO) y se va con él. Mientras tanto la niña, (que en realidad es la panacota) se queda en la plataforma y sube hasta la planta de la cocina.
Ahí acaba la película, preguntándonos que ocurrirá. Como he mencionado antes, a mitad de la película, se nos desvela el final. Una estrategia del director que, si no le das importancia (que es lo normal) a esa escena, tu valoración de la película es diferente a que sí tomas la escena como el final. Porque, más que ser una muestra de la perfección y la tediosa manipulación de el producto que requiere La Administración, es el desvelo de lo que acaba ocurriendo.
Por lo tanto, tomando esta escena, que sale en mitad de la película como el final, (lo que ocurre después que presuntamente no se nos explica. Vemos que la panacota llega sana y salva en la plataforma, los cocineros y todavía más el jefe, están desconcertados, viendo que la panacota no ha sido comida por nadie. Lo que sucede es que tras echarle un vistazo descubre que hay un pelo en ésta. El jefe de cocina se enfada con los cocineros, interpretando que la gente no se la ha comido porque tenía un pelo. (Con total seguridad el pelo no es de los cocineros sino de el protagonista o de otra persona) El hecho del pelo, hace pensar que ni los cocineros ni el jefe de cocina son conscientes de la verdadera situación en el hoyo. O que, sí lo son, pero no son capaces de aceptar, una realidad así, quieren autoconvencerse de que esa no es la verdad. O tal vez solo lo sabe el jefe. No lo sabemos.
El caso es que finalmente, el mensaje de la panacota no llega. Le buscan una explicación en vez de preguntarse lo que sucede de otra forma. Así que, el esfuerzo de los protagonistas es en vano.
Esto lo podemos interpretar como un mensaje de la ESTUPIDEZ HUMANA, como otros que se dan como DISTINCIÓN DE CLASES SOCIALES, EGOÍSMO REPCTO AL PRÓGIMO u OTRAS REFLEXIONES COMO LAS DEL QUIJOTE QUE PUEDEN DESCONCERTAR UN POCO.
Conclusión: creo que "El hoyo" es una buena película que lastimosamente no ha tenido mucho éxito a pesar de poseer un guion y dirección acertados. (La gama de colores es también acertada) Pienso debería de haberse llevado más repercusión y más nominaciones a premios. Ganó el Goya a mejores efectos pero podría haber competido en otros ámbitos.
27 de marzo de 2020
27 de marzo de 2020
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante película con un planteamiento muy ingenioso que envuelve todo el relato, un desarrollo irregular ahogado por sus propias vísceras y un desenlace vertiginoso y polémico. Primera aproximación española al subgénero “slasher” con todo su abanico de virtudes y defectos, humor negro, escenas grotescas, pero con un construcción simple, hilarante y precipitada de la historia.
Sin más preámbulos voy a desgranar mi significado de la película en el espacio que se dispone en el spoiler:
Sin más preámbulos voy a desgranar mi significado de la película en el espacio que se dispone en el spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El hoyo es evidentemente una metáfora del ascensor social. En el hoyo no se hallan solo delincuentes, sino que también personas que necesitan favores de la Administración como es el caso del título homologado que requiere el protagonista para trabajar.
El hoyo, por tanto, es transversal con personas mayores de dieciséis años de diferentes etnias, rasgos y objetivos. Es una representación gráfica, material y sencilla de cómo se compone la sociedad mediante clases sociales.
El planteamiento es ingenioso porqué utiliza el pan (en jerga bíblica la comida) para representar el sistema de solidaridad que se establecen entre los diferentes estamentos de este ascensor. Además, añade una variable a la crítica y es la incertidumbre del cambio, es decir, los residentes cada mes despiertan en un piso diferente. Este hecho se puede interpretar como una crítica al capitalismo salvaje y su azar mitológico del perder y del ganar sin red que garantice una subsistencia mínima al ser. El protagonista se despierta en los niveles bajos y tiene que luchar por sobrevivir practicando el canibalismo porqué es su única forma de supervivencia.
Hasta aquí la película es muy interesante, aunque a mi personalmente me divierte más que no provoca, río con los comentarios chuscos de los protagonistas (obviamente en la primera relación entre Iván y Zorion) pero entonces llega el desconcierto general:
- Antonia San Juan. Es la segunda compañera que aparece en el relato como símbolo de la fe incondicional al sistema y que se acaba suicidando al cabo de pocos minutos por la decepción hacia la utilidad de este y porqué pierde la esperanza con la solidaridad humana. Este personaje no se desarrolla bien psicológicamente, no es creíble que el suicidio sea tan repentino y aparece como otra broma macabra y poco seria.
- El tercer recluso, Emilio Buale. Aguerrido y valiente aparece como el compañero ideal para urdir el fantástico plan que nos tiene preparado el protagonista. Un personaje que pasa en pocos segundos de querer subir al piso de arriba con su cuerda a matar incondicionalmente por creerse la propuesta de redistribución del protagonista, tópico ingenuo.
- La mujer misteriosa que viene con la comida. Se tiene que nombrar porqué forma parte del final de la parábola.
- El gran plan. No es otro que bajar espontáneamente de forma desinteresada por solidaridad con el resto de reclusos para forzar que racionalicen sus raciones o hagan ayuno en pro de la supervivencia comuna. Aquí hay una crítica a la imposición de la solidaridad por la fuerza, qué básicamente apunta a los sistemas redistributivos utópicos, al entender que son contra natura.
- La caída a los infiernos. Mientras bajan por el ascensor obligando a racionalizar la comida se dan cuenta (gracias a un tío mulato en silla de ruedas -DEUS EX MACHINA-) que con su idea lo único que conseguirán los protagonistas es mantener el statu quo del engranaje del hoyo y que por tanto esencialmente no cambiarán nada. Además es muy costoso imponer la solidaridad a hostias. Por tanto, si quieren cambiar tienen que traer un mensaje a la gente de arriba que pone la mesa, este mensaje es inicialmente una panacota. La panacota significa “nos hemos cansado de comernos vuestras migajas”, un símbolo de sublevación. Este símbolo se substituye porque corre el rumor que hay una niña desnutrida en el último nivel. Es un anzuelo para demostrar que si hay alguien tan loco como para bajar al fondo, el sacrificio que haga servirá como símbolo de la solidaridad humana y encenderá la mecha de la revolución, con la niña como estandarte, ascendiendo literalmente por todas las clases sociales subyugadas.
Pero finalmente no triunfa porqué da entender que alguien antes ya había hecho este mismo acto de solidaridad (véase mujer misteriosa) y el protagonista enloquece y muere en el hoyo. Final de la parábola. El sistema no puede cambiar.
Una película interesante, pero con pretensiones por encima de sus posibilidades. Obvio.
El hoyo, por tanto, es transversal con personas mayores de dieciséis años de diferentes etnias, rasgos y objetivos. Es una representación gráfica, material y sencilla de cómo se compone la sociedad mediante clases sociales.
El planteamiento es ingenioso porqué utiliza el pan (en jerga bíblica la comida) para representar el sistema de solidaridad que se establecen entre los diferentes estamentos de este ascensor. Además, añade una variable a la crítica y es la incertidumbre del cambio, es decir, los residentes cada mes despiertan en un piso diferente. Este hecho se puede interpretar como una crítica al capitalismo salvaje y su azar mitológico del perder y del ganar sin red que garantice una subsistencia mínima al ser. El protagonista se despierta en los niveles bajos y tiene que luchar por sobrevivir practicando el canibalismo porqué es su única forma de supervivencia.
Hasta aquí la película es muy interesante, aunque a mi personalmente me divierte más que no provoca, río con los comentarios chuscos de los protagonistas (obviamente en la primera relación entre Iván y Zorion) pero entonces llega el desconcierto general:
- Antonia San Juan. Es la segunda compañera que aparece en el relato como símbolo de la fe incondicional al sistema y que se acaba suicidando al cabo de pocos minutos por la decepción hacia la utilidad de este y porqué pierde la esperanza con la solidaridad humana. Este personaje no se desarrolla bien psicológicamente, no es creíble que el suicidio sea tan repentino y aparece como otra broma macabra y poco seria.
- El tercer recluso, Emilio Buale. Aguerrido y valiente aparece como el compañero ideal para urdir el fantástico plan que nos tiene preparado el protagonista. Un personaje que pasa en pocos segundos de querer subir al piso de arriba con su cuerda a matar incondicionalmente por creerse la propuesta de redistribución del protagonista, tópico ingenuo.
- La mujer misteriosa que viene con la comida. Se tiene que nombrar porqué forma parte del final de la parábola.
- El gran plan. No es otro que bajar espontáneamente de forma desinteresada por solidaridad con el resto de reclusos para forzar que racionalicen sus raciones o hagan ayuno en pro de la supervivencia comuna. Aquí hay una crítica a la imposición de la solidaridad por la fuerza, qué básicamente apunta a los sistemas redistributivos utópicos, al entender que son contra natura.
- La caída a los infiernos. Mientras bajan por el ascensor obligando a racionalizar la comida se dan cuenta (gracias a un tío mulato en silla de ruedas -DEUS EX MACHINA-) que con su idea lo único que conseguirán los protagonistas es mantener el statu quo del engranaje del hoyo y que por tanto esencialmente no cambiarán nada. Además es muy costoso imponer la solidaridad a hostias. Por tanto, si quieren cambiar tienen que traer un mensaje a la gente de arriba que pone la mesa, este mensaje es inicialmente una panacota. La panacota significa “nos hemos cansado de comernos vuestras migajas”, un símbolo de sublevación. Este símbolo se substituye porque corre el rumor que hay una niña desnutrida en el último nivel. Es un anzuelo para demostrar que si hay alguien tan loco como para bajar al fondo, el sacrificio que haga servirá como símbolo de la solidaridad humana y encenderá la mecha de la revolución, con la niña como estandarte, ascendiendo literalmente por todas las clases sociales subyugadas.
Pero finalmente no triunfa porqué da entender que alguien antes ya había hecho este mismo acto de solidaridad (véase mujer misteriosa) y el protagonista enloquece y muere en el hoyo. Final de la parábola. El sistema no puede cambiar.
Una película interesante, pero con pretensiones por encima de sus posibilidades. Obvio.
29 de noviembre de 2019
29 de noviembre de 2019
105 de 200 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacía tiempo que no veía una película que me dejara tan jodido de la cabeza.
Lo primero el director y el presupuesto. El pavo es novel, esta es su segunda película, marxista confeso, colega del coreano de Snowpiercer/Parásito (otro marxista coreano) y dice él mismo que lo importante en la película es el planteamiento ideológico que intenta dar y que lo que busca es enfrentar al espectador con su propia solidaridad y visión del mundo de clases que habita. Presupuesto muy reducido, cuatro duros más invertidos en actores y equipo de rodaje que en otra cosa. Chapó por él con esto, sobre todo en estos tiempos.
La película es alegórica, filosófica, quijotesca, muy crítica, lo justo de gore e inmersiva, tremendamente inmersiva. En cada personaje verás representadas cosas diferentes según seas tú, sobre todo posturas filosóficas, voluntades e ideologías. Moral y reflexión ética por todos lados, con posibles interpretaciones religiosas de fondo en algunos puntos. He echado en falta un par de cosas (en spoiler) pero me la suda, peliculón, y creo que se merece todos los elogios que se está llevando internacionalmente, sobre todo desde que arrasó en Sitges hace nada.
Yo en referencias, más allá de The Cube y Snowpiercer, que están y de hecho los directores son colegas, veo del Ángel exterminador de Buñuel y Delicatessen de Jeaunet.
Id a verla al cine en cuanto podáis.
Lo primero el director y el presupuesto. El pavo es novel, esta es su segunda película, marxista confeso, colega del coreano de Snowpiercer/Parásito (otro marxista coreano) y dice él mismo que lo importante en la película es el planteamiento ideológico que intenta dar y que lo que busca es enfrentar al espectador con su propia solidaridad y visión del mundo de clases que habita. Presupuesto muy reducido, cuatro duros más invertidos en actores y equipo de rodaje que en otra cosa. Chapó por él con esto, sobre todo en estos tiempos.
La película es alegórica, filosófica, quijotesca, muy crítica, lo justo de gore e inmersiva, tremendamente inmersiva. En cada personaje verás representadas cosas diferentes según seas tú, sobre todo posturas filosóficas, voluntades e ideologías. Moral y reflexión ética por todos lados, con posibles interpretaciones religiosas de fondo en algunos puntos. He echado en falta un par de cosas (en spoiler) pero me la suda, peliculón, y creo que se merece todos los elogios que se está llevando internacionalmente, sobre todo desde que arrasó en Sitges hace nada.
Yo en referencias, más allá de The Cube y Snowpiercer, que están y de hecho los directores son colegas, veo del Ángel exterminador de Buñuel y Delicatessen de Jeaunet.
Id a verla al cine en cuanto podáis.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En cuanto vi el final me quedé en plan: Venga, ¿ya?, pero luego charloteando sobre ello me mola muchísimo que quede abierto porque oculta y da fuerza al misterio que quiere mostrar. No sabremos nunca nada, porque lo importante es la reflexión que quiere generar. Le va genial el final abierto, me gustó mucho más que el de Snowpiercer que me quede como vengaaaa xd. Sí eché en falta algún tipo desesperado y violento bajando de un nivel a otro para comérselo directamente (algo que haría yo probablemente, y que entre tantos muertos en los niveles inferiores puede haber pasado) y la posibilidad de revuelta grupal contra el propio sistema de autogestión, como hacen al final pero cuatro o cinco queriendo subir y reventarlo todo. Cada uno se hace su paja mental luego tras quedarse Quijote en la cueva de Montesinos y subir al nivel 0 lo que no podía existir en el Hoyo, que es el niño.
Los personajes secundarios han sido para mi de lo mejor, lo bien que cuenta todo lo que quiere sin tratarnos como a tontos. Muchos además son máquinas de la supervivencia. El negro Sancho, todo revolucionario violento pero con principios inquebrantables que supone el apoyo que necesita el Quijote para romper el sistema por un día, para repartir con violencia, porque "lo importante es el mensaje", que trasciende a sus vidas. El negro "hombre sabio" que a saber cómo pollas ha sobrevivido ahí. Luego la Antonia con cáncer que trata de generar "solidaridad espontánea" por las buenas sin violencia pero con tesón, fallando siempre hasta que se cuelga en el nivel 202 para darle comida al compañero. Ese personaje al que le responde el Quijote con esa frase: los cambios nunca se producen de manera espontánea, y ella suelta: quizás por eso está usted aquí. El viejo del principio un superviviente nato, que llevaba 1 año ahí siendo tan débil. El niño con síndrome de down que tiene clarísimo que cuando se piren le abrirá las tripas al viejo y se comerá lo que le han dado. La mujer que baja todo el rato al nivel 333 donde ha ocultado a su hijo, que nació ahí y donde ella lleva sobreviviendo años. Es que son la polla y te plantean muchos dilemas.
Los personajes secundarios han sido para mi de lo mejor, lo bien que cuenta todo lo que quiere sin tratarnos como a tontos. Muchos además son máquinas de la supervivencia. El negro Sancho, todo revolucionario violento pero con principios inquebrantables que supone el apoyo que necesita el Quijote para romper el sistema por un día, para repartir con violencia, porque "lo importante es el mensaje", que trasciende a sus vidas. El negro "hombre sabio" que a saber cómo pollas ha sobrevivido ahí. Luego la Antonia con cáncer que trata de generar "solidaridad espontánea" por las buenas sin violencia pero con tesón, fallando siempre hasta que se cuelga en el nivel 202 para darle comida al compañero. Ese personaje al que le responde el Quijote con esa frase: los cambios nunca se producen de manera espontánea, y ella suelta: quizás por eso está usted aquí. El viejo del principio un superviviente nato, que llevaba 1 año ahí siendo tan débil. El niño con síndrome de down que tiene clarísimo que cuando se piren le abrirá las tripas al viejo y se comerá lo que le han dado. La mujer que baja todo el rato al nivel 333 donde ha ocultado a su hijo, que nació ahí y donde ella lleva sobreviviendo años. Es que son la polla y te plantean muchos dilemas.
4 de abril de 2020
4 de abril de 2020
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
“The first ten-page unit of dramatic action is the most important part of the screenplay” – Syd Field
Sinopsis: Goreng (Ivan Massagué) se despierta en una extraña plataforma junto a un desconocido. Ésta, dividida en diferentes niveles ocupados por dos personas cada uno, sólo ofrecerá comida a los implicados, descendiendo desde arriba hasta lo más hondo, ¿conseguirá sobrevivir el protagonista?
Si hay una película patria que actualmente está causando sensación entre el público, esa es El hoyo, la ópera prima de Galder Gaztelu-Urrutia. Desde una perspectiva crítica al sistema capitalista, esta distopía futurista (subgénero tan poco habitual en nuestro cine) nos mostrará hasta dónde es capaz de llegar el ser humano cuando sobrevivir es la única alternativa. Un concepto con un mensaje claro que la llevó a triunfar en la pasada edición del Festival de Sitges.
El hoyo da el pistoletazo de salida con un escueto prólogo conducido mediante una introducción musical. Ésta nos traslada a una cocina profesional en la que una figura en posición de superioridad se encarga de dar el visto bueno a los platos elaborados por los empleados. De este modo, se nos ofrece una pequeña pincelada de esa crítica que hemos comentado anteriormente, la existencia de un orden jerárquico.
Otro detalle a destacar de este apetitoso arranque es el interés del director por mostrarnos los diferentes elementos que han quedado atrás para crear esos platos deliciosos. Es decir, esas piezas de animales muertos que han servido o van a servir para el gran festín. Una decisión que causa cierto morbo en el espectador y, además, tiene otro objetivo justificado; el de exponernos que, para conseguir nuestros logros, hay que dejar cadáveres por el camino. ¿Es esto una regla obligatoria?
“Hay tres clases de personas: las de arriba, las de abajo y las que caen”.
Tras este breve prólogo, una voz en off plasmada en un fundido en negro ya nos adelanta en qué bloques podemos categorizar a los personajes presentes en esta alegoría. Sin saber aún cómo se organizan estas etiquetas, somos testigos del “nacimiento” de nuestro protagonista. Es decir, su incursión en El hoyo.
Éste despierta junto a un sujeto desconocido, Trimagasi (Zorion Eguileor), un anciano de carácter poco simpático que servirá para resolver las primeras incógnitas que revolotean tanto en la cabeza del personaje de Ivan Massagué como en el espectador. Entre todas las preguntas lanzadas, la que más interés despierta es aquella que resuelve el objetivo de ambos en la celda: comer.
Respecto a esto último, los dos hombres, ubicados en el nivel 48, se encuentran en una posición casi privilegiada, pues afortunadamente son cercanos a las primeras divisiones. Es decir, una vez que la plataforma con el festín preparado por los de fuera descienda, aún tendrán oportunidad de comer, no como los individuos que se encuentran en lo más hondo.
Una imagen insólita que, sin duda, se incrusta en las retinas de los espectadores es aquella en la que se produce la degustación de las sobras, donde el más anciano disfruta con gozo de ellas. En dicho momento, el protagonista advierte no tener apetito, a lo que su compañero responde: “ya lo tendrás”. Efectivamente, el primero está destinado a sufrir el mismo recorrido que Trimagasi.
Por otro lado, también es importante destacar el momento en el que las sobras vuelven a descender. En primer lugar, por mostrarnos más matices sobre la personalidad del anciano, cuya actitud deleznable le hace romper una botella de vidrio contra la plataforma, perjudicando a los de abajo (a pesar de encontrarse en una posición inferior a otros muchos niveles). En segundo, por indicarnos otra de las reglas del juego: la comida ha de ser ingerida o devuelta. De no ser así, la temperatura de la celda puede aumentar o disminuir hasta un resultado mortal.
Por lo tanto, esta primera parte sirve en rasgos generales para ubicarnos en un entorno (juego), identificarnos con un protagonista al que acompañamos en su aprendizaje y, sobre todo, posicionarnos contrariamente a su compañero, quien actúa de posible reflejo futuro. Mediante el diálogo, vamos descubriendo paso a paso los engranajes de este mecanismo ¿perfecto?
El extracto a criticar finaliza con un flashback, en el que se nos expone que el protagonista ha entrado voluntariamente en El hoyo. Otro detalle a resaltar es la posibilidad de acceder con un objeto. En este caso, Goreng escoge una novela, y no una cualquiera, sino Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes. Recordemos que el icónico hidalgo español sufre una evolución a lo largo del relato, recobrando la cordura a medida que avanzamos en la lectura. ¿Está relacionado con la situación del personaje? ¿Es El hoyo una situación real o simulada?
Aunque son muchas las preguntas a las que debemos dar respuesta, lo que sí tenemos claro con este arranque es la imposibilidad de no sentirse fascinado por la novedad que supone la cinta, especialmente en un cine patrio donde el género fantástico y de ciencia ficción siempre ha quedado denostado.
Al igual que coetáneos como Nacho Vigalondo o Carlos Vermut, Gaztelu-Urrutia utiliza elementos del género sacando el máximo rendimiento a la imaginación y la economía narrativa, focalizando en los diálogos y sirviéndose de escasos espacios reducidos. Éstos son muy bien tratados gracias a la acertada fotografía de Jon D. Domínguez, coloreada de tonos fríos y basada en planos cercanos que omiten información y ayudan a crear esa sensación de claustrofobia.
Sin embargo, a pesar de su originalidad, el film sigue los patrones marcados de otras obras afines en temática y puesta en escena, como es el caso de Cube (1997), la hermana mayor de la presente, o Saw (2004). Empero, se trata de una apuesta muy arriesgada que, indudablemente, despierta el interés de todo curioso. ¡Muy a tener en cuenta!
Sinopsis: Goreng (Ivan Massagué) se despierta en una extraña plataforma junto a un desconocido. Ésta, dividida en diferentes niveles ocupados por dos personas cada uno, sólo ofrecerá comida a los implicados, descendiendo desde arriba hasta lo más hondo, ¿conseguirá sobrevivir el protagonista?
Si hay una película patria que actualmente está causando sensación entre el público, esa es El hoyo, la ópera prima de Galder Gaztelu-Urrutia. Desde una perspectiva crítica al sistema capitalista, esta distopía futurista (subgénero tan poco habitual en nuestro cine) nos mostrará hasta dónde es capaz de llegar el ser humano cuando sobrevivir es la única alternativa. Un concepto con un mensaje claro que la llevó a triunfar en la pasada edición del Festival de Sitges.
El hoyo da el pistoletazo de salida con un escueto prólogo conducido mediante una introducción musical. Ésta nos traslada a una cocina profesional en la que una figura en posición de superioridad se encarga de dar el visto bueno a los platos elaborados por los empleados. De este modo, se nos ofrece una pequeña pincelada de esa crítica que hemos comentado anteriormente, la existencia de un orden jerárquico.
Otro detalle a destacar de este apetitoso arranque es el interés del director por mostrarnos los diferentes elementos que han quedado atrás para crear esos platos deliciosos. Es decir, esas piezas de animales muertos que han servido o van a servir para el gran festín. Una decisión que causa cierto morbo en el espectador y, además, tiene otro objetivo justificado; el de exponernos que, para conseguir nuestros logros, hay que dejar cadáveres por el camino. ¿Es esto una regla obligatoria?
“Hay tres clases de personas: las de arriba, las de abajo y las que caen”.
Tras este breve prólogo, una voz en off plasmada en un fundido en negro ya nos adelanta en qué bloques podemos categorizar a los personajes presentes en esta alegoría. Sin saber aún cómo se organizan estas etiquetas, somos testigos del “nacimiento” de nuestro protagonista. Es decir, su incursión en El hoyo.
Éste despierta junto a un sujeto desconocido, Trimagasi (Zorion Eguileor), un anciano de carácter poco simpático que servirá para resolver las primeras incógnitas que revolotean tanto en la cabeza del personaje de Ivan Massagué como en el espectador. Entre todas las preguntas lanzadas, la que más interés despierta es aquella que resuelve el objetivo de ambos en la celda: comer.
Respecto a esto último, los dos hombres, ubicados en el nivel 48, se encuentran en una posición casi privilegiada, pues afortunadamente son cercanos a las primeras divisiones. Es decir, una vez que la plataforma con el festín preparado por los de fuera descienda, aún tendrán oportunidad de comer, no como los individuos que se encuentran en lo más hondo.
Una imagen insólita que, sin duda, se incrusta en las retinas de los espectadores es aquella en la que se produce la degustación de las sobras, donde el más anciano disfruta con gozo de ellas. En dicho momento, el protagonista advierte no tener apetito, a lo que su compañero responde: “ya lo tendrás”. Efectivamente, el primero está destinado a sufrir el mismo recorrido que Trimagasi.
Por otro lado, también es importante destacar el momento en el que las sobras vuelven a descender. En primer lugar, por mostrarnos más matices sobre la personalidad del anciano, cuya actitud deleznable le hace romper una botella de vidrio contra la plataforma, perjudicando a los de abajo (a pesar de encontrarse en una posición inferior a otros muchos niveles). En segundo, por indicarnos otra de las reglas del juego: la comida ha de ser ingerida o devuelta. De no ser así, la temperatura de la celda puede aumentar o disminuir hasta un resultado mortal.
Por lo tanto, esta primera parte sirve en rasgos generales para ubicarnos en un entorno (juego), identificarnos con un protagonista al que acompañamos en su aprendizaje y, sobre todo, posicionarnos contrariamente a su compañero, quien actúa de posible reflejo futuro. Mediante el diálogo, vamos descubriendo paso a paso los engranajes de este mecanismo ¿perfecto?
El extracto a criticar finaliza con un flashback, en el que se nos expone que el protagonista ha entrado voluntariamente en El hoyo. Otro detalle a resaltar es la posibilidad de acceder con un objeto. En este caso, Goreng escoge una novela, y no una cualquiera, sino Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes. Recordemos que el icónico hidalgo español sufre una evolución a lo largo del relato, recobrando la cordura a medida que avanzamos en la lectura. ¿Está relacionado con la situación del personaje? ¿Es El hoyo una situación real o simulada?
Aunque son muchas las preguntas a las que debemos dar respuesta, lo que sí tenemos claro con este arranque es la imposibilidad de no sentirse fascinado por la novedad que supone la cinta, especialmente en un cine patrio donde el género fantástico y de ciencia ficción siempre ha quedado denostado.
Al igual que coetáneos como Nacho Vigalondo o Carlos Vermut, Gaztelu-Urrutia utiliza elementos del género sacando el máximo rendimiento a la imaginación y la economía narrativa, focalizando en los diálogos y sirviéndose de escasos espacios reducidos. Éstos son muy bien tratados gracias a la acertada fotografía de Jon D. Domínguez, coloreada de tonos fríos y basada en planos cercanos que omiten información y ayudan a crear esa sensación de claustrofobia.
Sin embargo, a pesar de su originalidad, el film sigue los patrones marcados de otras obras afines en temática y puesta en escena, como es el caso de Cube (1997), la hermana mayor de la presente, o Saw (2004). Empero, se trata de una apuesta muy arriesgada que, indudablemente, despierta el interés de todo curioso. ¡Muy a tener en cuenta!
31 de marzo de 2020
31 de marzo de 2020
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El Hoyo" es clara desde el minuto 0, aunque al principio se sienta en la necesidad de explicar demasiado: La historia transcurre en una "prisión vertical" o Centro Vertical de Autogestión si queremos hablar con propiedad, donde hay distintos pisos con 2 personas cada una, que cuentan con un hoyo en el centro por el que una vez al día llega comida desde una plataforma. El tema es que disponen de cierta cantidad de tiempo para alimentarse y solo con lo que no alcanzaron a comer los de plataformas más arriba. A medida que transcurre la película se explican ciertas reglas y uno rápidamente empieza a teorizar sobre como es la convivencia en ese encierro.
La película va de menor a mayor, arrancando con cierta inseguridad por lo que quiere contar, a veces rozando y subrayando lo "obvio" (nunca mejor utilizada esta palabra), pero que de alguna manera uno puede jugar con la idea de que al hacer el comentario social general, uno pueda entender que viene con esta idea de mucha gente que da por supuestas muchas de las cosas que ahí dentro suceden y simplemente acatan las ordenes que reciben desde un principio. Al menos a mi, por momentos me pareció excesivo, si es que se buscó darle ese sentido.
En tiempos de encierro, desigualdad social (que siempre la hubo pero ahora parece estar en la agenda pública más presente que nunca), indiferencia y hasta repugnancia/resentimiento con el otro, "El Hoyo" viene a poner un contexto donde estas cuestiones se lleven un poquito más al extremo. Porque claro, que muy lejos no estamos de varios comportamientos que aquí se suceden.
A su vez, juega mucho con los detalles y bajo la idea del objeto con el que eligen entrar las personas ahí (algunas a modo de castigo, otras, las que menos, de manera voluntaria como nuestro protagonista), nos simplifica y al mismo tiempo nos dispara información acerca de la persona detrás de esa elección. Goreng, el protagonista, se lleva un libro y destaca no solo por eso, sino porque hasta entonces nadie más decidió llevar una cosa de ese estilo. El resto, entre ellos su primer compañero de celda, eligen herramientas, como un cuchillo, más vinculadas a su protección y por ende, preparadas para cualquier tipo de acto violento. Porque creo que ante el mínimo conflicto, me imagino que los caminos a los que te puede llevar tener un libro o tener un cuchillo, son muy diferentes. La acción violenta contra el pensamiento "racional", por poner una palabra. Porque la película no se queda solo en que el protagonista se llevo un libro y pareciera hablar de una persona más "pensante", sino que la película dialoga muchísimo con el contenido del mismo: Don Quijote de la Mancha. Y es en él donde está textual la alegoría que atraviesa toda esta película.
Uno puede pensar que la solidaridad es lo dictamina el viaje de Goreng, incluso cuando los personajes con los que se cruza parecen dejarlo bien en claro, pero no. Entiendo que "El Hoyo" nos pone frente al panorama actual y ante nuestra elección dentro del lugar que ocupamos la mayoría en esta sociedad: no poseemos las riquezas de los que dictan las reglas del juego (porque ni siquiera los que están más arriba son agraciados, solo les llega el plato más lleno), sino que frente a esta desigualdad nos queda el camino de aceptar esa realidad, como muchos en ese lugar y abandonar cualquier tipo de consideración con el otro bajo el lema "Que se cague, yo quiero pasarla bien", incluso cuando uno estuvo o pueda estar en esa situación en algún momento. El otro camino es intentar hacer un aporte para que quizás, algún día esto cambie... porque los cambios no son espontáneos, los niños son el mensaje pero también son ese futuro en el que se podrían llegar a ver los frutos de lo que hoy hagamos y que el verdadero cambio está en uno. Después, si eso genera un contagio y ayuda a cambiar a otros, ya es argumento para otra película.
Dejo para el final (y para la zona de spoilers), el final.
La película va de menor a mayor, arrancando con cierta inseguridad por lo que quiere contar, a veces rozando y subrayando lo "obvio" (nunca mejor utilizada esta palabra), pero que de alguna manera uno puede jugar con la idea de que al hacer el comentario social general, uno pueda entender que viene con esta idea de mucha gente que da por supuestas muchas de las cosas que ahí dentro suceden y simplemente acatan las ordenes que reciben desde un principio. Al menos a mi, por momentos me pareció excesivo, si es que se buscó darle ese sentido.
En tiempos de encierro, desigualdad social (que siempre la hubo pero ahora parece estar en la agenda pública más presente que nunca), indiferencia y hasta repugnancia/resentimiento con el otro, "El Hoyo" viene a poner un contexto donde estas cuestiones se lleven un poquito más al extremo. Porque claro, que muy lejos no estamos de varios comportamientos que aquí se suceden.
A su vez, juega mucho con los detalles y bajo la idea del objeto con el que eligen entrar las personas ahí (algunas a modo de castigo, otras, las que menos, de manera voluntaria como nuestro protagonista), nos simplifica y al mismo tiempo nos dispara información acerca de la persona detrás de esa elección. Goreng, el protagonista, se lleva un libro y destaca no solo por eso, sino porque hasta entonces nadie más decidió llevar una cosa de ese estilo. El resto, entre ellos su primer compañero de celda, eligen herramientas, como un cuchillo, más vinculadas a su protección y por ende, preparadas para cualquier tipo de acto violento. Porque creo que ante el mínimo conflicto, me imagino que los caminos a los que te puede llevar tener un libro o tener un cuchillo, son muy diferentes. La acción violenta contra el pensamiento "racional", por poner una palabra. Porque la película no se queda solo en que el protagonista se llevo un libro y pareciera hablar de una persona más "pensante", sino que la película dialoga muchísimo con el contenido del mismo: Don Quijote de la Mancha. Y es en él donde está textual la alegoría que atraviesa toda esta película.
Uno puede pensar que la solidaridad es lo dictamina el viaje de Goreng, incluso cuando los personajes con los que se cruza parecen dejarlo bien en claro, pero no. Entiendo que "El Hoyo" nos pone frente al panorama actual y ante nuestra elección dentro del lugar que ocupamos la mayoría en esta sociedad: no poseemos las riquezas de los que dictan las reglas del juego (porque ni siquiera los que están más arriba son agraciados, solo les llega el plato más lleno), sino que frente a esta desigualdad nos queda el camino de aceptar esa realidad, como muchos en ese lugar y abandonar cualquier tipo de consideración con el otro bajo el lema "Que se cague, yo quiero pasarla bien", incluso cuando uno estuvo o pueda estar en esa situación en algún momento. El otro camino es intentar hacer un aporte para que quizás, algún día esto cambie... porque los cambios no son espontáneos, los niños son el mensaje pero también son ese futuro en el que se podrían llegar a ver los frutos de lo que hoy hagamos y que el verdadero cambio está en uno. Después, si eso genera un contagio y ayuda a cambiar a otros, ya es argumento para otra película.
Dejo para el final (y para la zona de spoilers), el final.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Para mi, este se vuelve muy ambiguo, al punto de que ser cuestionables alguno aspectos de su verosimilitud. Si existiese ¿Cómo hizo para sobrevivir en el peor de los pisos? Si nadie sabe de su existencia hubiese saltado al toque. Supongamos que lo supieran y venden la moto de que ellos no aceptan menores de 16, lo cual fundamentaría la falsa moral de las instituciones y de los que dictaminan las reglas.
Ahora bien, debería moverse al igual que los demás, lo cual en algún momento la tuvo que haber llevado a otros pisos y con compañero. Si es la excepción, ¿Para que sería? ¿Acaso ese mensaje que ellos quieren enviar denunciando está puesto intencionalmente ahí? Cómo si los mismos movimientos anti-establishment existiesen gracias a que los que están arriba de todo, lo permiten o los infundan. Porque es fácil dar lugar a eso para que la gente descanse en la idea de que "alguien está peleando por nosotros" y no realice un levantamiento en serio...siempre me lo he preguntado, tanto en lo que es cine como en otros aspectos que se usan como mecanismos de denuncia. En fin, volviendo que no me quiero ir del tema. Si estuviese viva, ¿No la hubiese encontrado la "madre" ya? ¿En que pisos se detenía ella antes de volver a bajar cada día? ¿Cómo puede ser que tuvo la suerte de ella siempre quedar arriba de Goreng para que este se la cruce al menos 1 vez al mes y poder desarrollar esa subtrama?. Si me pongo en esa línea, el final muestra los hilos flojos de la peli. Si me abro un poco y le doy ciertas licencias para tratar de entender el verdadero mensaje (aunque disiento con la idea de que solo es importante el mensaje. Creo que el medio es igual o más. El ejemplo está en la película misma: su final confunde más de lo que aclara), es que confían en la inocencia y la no contaminada esencia de la niña (la convierten en símbolo como dijo el tipo "sabio", lo cual ahí me parece que abandonan por completo el realismo del film), algo que ellos ya no pueden poseer porque se traicionaron a si mismos, gracias a ese espacio (¿contexto sociopolitico?), lo cual su única manera de aunque sea tener la esperanza de un futuro mejor es pasandole la pelota a los que aún no han entrado de lleno en este sistema podrido. Quizás ver que tienen niños ahí dentro genere algún cambio, quizás no. Yo me inclino que lo más probable es lo segundo, que si sigue habiendo personas que creen estos "hoyos" y otras que los acepten, al punto de que su filosofía gire al torno de "comer o ser comido" y que la bronca y la apatía se la expulsen entre ellos, en vez de a los que realmente los están poniendo en esa situación tan adversa, la cosa va a ir a peor...siempre.
Los cambios no son espontáneos y creo que el medio es el mensaje también...y me parece que si esas preguntas que tiré más arriba tienen vagas respuestas, significa que Goreng murió sin saber que su mensaje no va a tener el efecto que creía. Hasta me animo a decir que quizás el postre hubiese tenido más impacto, porque hubiese ido directo al ego del jefe, quién se molestó por ese pelo que tuvo que sacar...imaginate enterarse después que lo negaron más de 600 personas. Su sistema hubiese dejado de ser perfecto como el quería y creía que era. Porque en términos de humanidad (siendo la niña el mensaje) nos dimos cuenta que quizás es una característica que perdieron hace rato.
Ahora bien, debería moverse al igual que los demás, lo cual en algún momento la tuvo que haber llevado a otros pisos y con compañero. Si es la excepción, ¿Para que sería? ¿Acaso ese mensaje que ellos quieren enviar denunciando está puesto intencionalmente ahí? Cómo si los mismos movimientos anti-establishment existiesen gracias a que los que están arriba de todo, lo permiten o los infundan. Porque es fácil dar lugar a eso para que la gente descanse en la idea de que "alguien está peleando por nosotros" y no realice un levantamiento en serio...siempre me lo he preguntado, tanto en lo que es cine como en otros aspectos que se usan como mecanismos de denuncia. En fin, volviendo que no me quiero ir del tema. Si estuviese viva, ¿No la hubiese encontrado la "madre" ya? ¿En que pisos se detenía ella antes de volver a bajar cada día? ¿Cómo puede ser que tuvo la suerte de ella siempre quedar arriba de Goreng para que este se la cruce al menos 1 vez al mes y poder desarrollar esa subtrama?. Si me pongo en esa línea, el final muestra los hilos flojos de la peli. Si me abro un poco y le doy ciertas licencias para tratar de entender el verdadero mensaje (aunque disiento con la idea de que solo es importante el mensaje. Creo que el medio es igual o más. El ejemplo está en la película misma: su final confunde más de lo que aclara), es que confían en la inocencia y la no contaminada esencia de la niña (la convierten en símbolo como dijo el tipo "sabio", lo cual ahí me parece que abandonan por completo el realismo del film), algo que ellos ya no pueden poseer porque se traicionaron a si mismos, gracias a ese espacio (¿contexto sociopolitico?), lo cual su única manera de aunque sea tener la esperanza de un futuro mejor es pasandole la pelota a los que aún no han entrado de lleno en este sistema podrido. Quizás ver que tienen niños ahí dentro genere algún cambio, quizás no. Yo me inclino que lo más probable es lo segundo, que si sigue habiendo personas que creen estos "hoyos" y otras que los acepten, al punto de que su filosofía gire al torno de "comer o ser comido" y que la bronca y la apatía se la expulsen entre ellos, en vez de a los que realmente los están poniendo en esa situación tan adversa, la cosa va a ir a peor...siempre.
Los cambios no son espontáneos y creo que el medio es el mensaje también...y me parece que si esas preguntas que tiré más arriba tienen vagas respuestas, significa que Goreng murió sin saber que su mensaje no va a tener el efecto que creía. Hasta me animo a decir que quizás el postre hubiese tenido más impacto, porque hubiese ido directo al ego del jefe, quién se molestó por ese pelo que tuvo que sacar...imaginate enterarse después que lo negaron más de 600 personas. Su sistema hubiese dejado de ser perfecto como el quería y creía que era. Porque en términos de humanidad (siendo la niña el mensaje) nos dimos cuenta que quizás es una característica que perdieron hace rato.
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