Dunkerque
7.0
57,816
Bélico. Drama
Año 1940, en plena 2ª Guerra Mundial. En las playas de Dunkerque, cientos de miles de soldados de las tropas británicas y francesas se encuentran rodeados por el avance del ejército alemán, que ha invadido Francia. Atrapados en la playa, con el mar cortándoles el paso, las tropas se enfrentan a una situación angustiosa que empeora a medida que el enemigo se acerca. (FILMAFFINITY)
29 de julio de 2018
29 de julio de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dunkerque es un evento fundamental de la Segunda Guerra Mundial, tal vez comparable por su repercusión en el desarrollo de la guerra que tuvieron Stalingrado, El Alhamein, Pearl Harbour o Normandía. Lo curioso de este caso es que la "victoria" británica o aliada no fue otra cosa que una retirada o huida del campo de batalla con un costo en vidas humanas importante pero comparativamente bajo. Esa derrota militar ante la Alemania nazi, sin embargo, por el rescate de más de 300 mil soldados, fue un impulso moral a la alicaida Inglaterra. No han sido demasiadas las películas que se han centrado sobre este hecho que tuvo el condimento del heroismo de civiles ingleses que en embarcaciones mercantes de muy diferente tamaño y capacidades cruzaron el Canal de La Mancha para rescatar soldados varados en las playas francesas y asediados por el bombardeo alemán. Como se ve, un hecho histórico con muchísimas aristas para explotar en un film si se cuenta con un guión acorde y una solvencia fílmica para llevar a imágenes las mil y una historias posibles en ese marco. Pero la llamativamente elogiada película dirigida por Nolan adolece de un guión pobrísimo y una factura que si tecnicamente es buena no logra llevar adelante un relato fílmico de interés, ni siquiera visual. Un comienzo de cinco o diez minutos que prometen algo de cierto valor se va desdibujando a medida que transcurre el film en una serie anodina de escenas bastante mal compaginadas por cierto donde veremos una y otra vez a pilotos de guerra persiguiendo aviones y disparando para que aparezca el humito blanco en la nave que caerá al mar o soldados que suben a barcos para abandonar las playas y son hundidos con las consecuentes escenas bajo el agua. A medida que pasa el tiempo la película parece más una de las de catástrofes que bélicas. Clichés hollywoodenses por doquier, con el muchacho que es salvado justo en el momento último (desde Griffith que tenemos que ver lo mismo en Hollywood) y hasta situaciones tan inverosímiles como aviones que vuelan sin combustible por kilómetros y kilómetros. Superficial, aburrida y sin nada para contar.
20 de septiembre de 2018
20 de septiembre de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un gran despliegue técnico, mil florituras en la dirección, un reparto sólido, una música acongojante... ¿Y todo ello para qué?
Pues para presentarnos una narración fría, vacía, falta de alma y con personajes con los que no terminamos de empatizar en ningún momento, por lo que la película hace aguas a la hora de transmitirnos la tensión que pretende crear.
Además esa floritura made in Nolan en cuanto al juego con las diferentes líneas temporales se presenta como una mero artificio para intentar dar más profundidad e interés a un guion bastante plano. Pero termina siendo un recurso artificioso y bastante absurdo, que al final juega en contra del resultado final.
Así que si eres fan del director, puede ser que Dunkirk te guste. Pero a mí me ha dejado muy frío, me aburrió tremendamente y me parece un tropiezo serio en la carrera del director.
Puede ser que se lleve unos cuantos Oscar, entre ellos el de mejor dirección... Pero para mí es una película para ver, olvidar, y de la que ya nadie hablará dentro de unos años.
Mi nota: **
Pues para presentarnos una narración fría, vacía, falta de alma y con personajes con los que no terminamos de empatizar en ningún momento, por lo que la película hace aguas a la hora de transmitirnos la tensión que pretende crear.
Además esa floritura made in Nolan en cuanto al juego con las diferentes líneas temporales se presenta como una mero artificio para intentar dar más profundidad e interés a un guion bastante plano. Pero termina siendo un recurso artificioso y bastante absurdo, que al final juega en contra del resultado final.
Así que si eres fan del director, puede ser que Dunkirk te guste. Pero a mí me ha dejado muy frío, me aburrió tremendamente y me parece un tropiezo serio en la carrera del director.
Puede ser que se lleve unos cuantos Oscar, entre ellos el de mejor dirección... Pero para mí es una película para ver, olvidar, y de la que ya nadie hablará dentro de unos años.
Mi nota: **
10 de marzo de 2021
10 de marzo de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No quise ver ésta película por las malas críticas que llegué a ver tanto por escrito como por modo escucha. Y la verdad que no sé porqué hice caso a las críticas malas y no a las buenas. Escuchar que es aburrida, que no te cuenta nada, poco guión y etc... Pues hizo echarme para atrás y no verla. Hasta que llegó un día que miré su precio para comprarla y estaba bastante barata y dije ¿por qué no? Pues me la compré, avise a un amigo, aquel que me dijo que no me iba a gustar, la he visto y no puedo decir tampoco que es la mejor de Nolan pero me mantuvo con los ojos abiertos, atento completamente y con una considerable tensión. Esa música de Zimmer no es normal, sabe elegir el momento exacto para que te quedes paralizado tras lo que se viene. No hace falta guión ni si quiera porque hay cosas más importantes que están pasando como para estar hablando uno de la vida del otro, van al grano y se acabó. Buenos entrelazamientos de historia que hay entre tierra, mar y aire.. Es fascinante junto a esa tensión. Puedo entender que no te guste la película por x razones pero no me digas que aquí Nolan lo hace mal o lo que sea porque si te gusta éste director mínimo le das aunque sea un aprobado pelado. En resumen, toda película que veo de éste gran director cada vez me gusta más. En mi top 5 de directores
11 de agosto de 2017
11 de agosto de 2017
12 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Christopher Nolan nunca ha escondido la carga ideológica y sentimental que quería transmitir en Dunkerque. El abuelo del director fue uno de los soldados británicos que murieron en aquellas playas y su película es una forma de honrar la valentía de los que se sacrificaron por la patria.
Pero Dunkerque no es un monumento conmemorativo, es cine en su sentido más amplio: poderío visual, vaivenes temporales y ficción, mucha ficción. A pesar de eso, Nolan no ha sorteado los muchos peligros que tiene representar la historia reciente sobre la gran pantalla. Sobre todo con un episodio que aún escama la memoria de naciones enteras como es la Segunda Guerra Mundial.
En un test de fiabilidad, la película aprobaría con nota. El problema es que no se ha pillado los dedos con lo que cuenta, sino con lo que obvia y olvida. Basado en hechos reales es un subtítulo peliagudo que se toma con devoción, y hay quienes critican a Nolan por no ofrecer lo que promete. Los franceses, los primeros. No encajaron del todo bien que el director eliminase de un plumazo a los 40.000 soldados galos para defender la retirada de las tropas de Churchill.
Al menos ellos aparecen brevemente al comienzo de la película. Menos suerte han corrido las mujeres y los soldados de otras razas que también se encontraban en la costa francesa y no han recibido ni un minuto de metraje. Especialmente sangrante es, según algunos historiadores, el olvido del Ejército Indio Británico. Las consecuencias de que no aparezca ni un solo extra de piel oscura en la cinta las explicó muy claras la india Sunny Singh en The Guardian.
"¿Qué habría cambiado si los hombres valientes que lucharon en Dunkerque llevasen turbante en vez de casco? ¿O si algunos de los soldados rezasen el Namaz antes de levantarse y enfrentarse al enemigo una última vez?", se pregunta la escritora. Dos millones y medio de personas fueron reclutadas en el sur de Asia para combatir en la Segunda Guerra Mundial por el Imperio británico, y su ayuda fue crucial en el devenir de la victoria del Reino Unido.
Tampoco aparecen en Dunkerque los hombres de Marruecos, Argelia y Túnez que lucharon con el Ejército francés, pero ese olvido es consciente. En cambio, Nolan quería centrarse en el heroísmo de las fuerzas británicas y este no se entiende sin la colaboración de los extranjeros. Aunque no lo veamos en la gran pantalla, también había cuatro compañías del Real Cuerpo de Servicio del Ejército de la India en esas playas.
Una sección de la infantería camino de luchar en Birmania durante 1944
Una sección de la infantería durante 1944
Quizá no sea una falta evidente para los que no hemos crecido con los libros de historia británica, pero es una práctica demasiado común en Occidente. Erradicar la contribución de los países del Imperio en el cine y la cultura, importa. Primero, porque refuerza una idea errónea de la patria y, segundo, porque maquilla el hecho de que muchos jóvenes de Asia y África se unían a la guerra por coacción. Es más, para los descendientes de indios que viven hoy en Reino Unido, significa aliarse con el sentimiento de anti-inmigración que está azotando a Europa en la actualidad.
"En una Gran Bretaña profundamente dividida y temerosa, las elecciones de Nolan triunfan como fantasía del Brexit, pero fracasan al contar la verdadera historia de la Operación Dinamo, de la guerra y de Gran Bretaña", afirma Singh. ¿Cómo llegaron a combatir tantos millones indios junto a la potencia británica? ¿Y de qué forma marcaron la diferencia entre la victoria y la derrota?
La desmemoria británica
Reino Unido tiene muy presente su pasado bélico, en especial el de su papel en la Segunda Guerra Mundial. Ya sea vendiendo souvenirs con el eslogan Keep Calm and Carry On, exponiendo sus aviones Spitfire o llenando de amapolas rojas la Torre de Londres - en el caso de la Gran Guerra-, los británicos practican el arte de la conmemoración. Todavía perdura un sentimiento de orgullo por ser la isla que se mantuvo firme durante dos guerras mundiales.
Sin embargo, Reino Unido también ha demostrado tener memoria selectiva a la hora de recordar su propia historia. La tendencia cambió hace algunos años, en los que se empezó a asumir que no estuvieron solos y que la ayuda de las colonias fue algo más que un complemento. Cinco millones de hombres procedentes de la India, el Sudeste Asiático, África y el Caribe se unieron a los servicios militares. "Reino Unido no luchó en la Segunda Guerra Mundial, lo hizo el Imperio británico", reza el libro de Yasmin Khan La guerra del Raj.
Esta historiadora de Oxford y de raíces indias se especializó y persiguió la aportación del Ejército del Raj en la guerra contra el nazismo. "Generaciones de escolares británicos, incluida yo, estudiamos lecciones de historia sobre la Segunda Guerra Mundial y nunca escuchamos hablar de la conexión con Asia", escribe en The New York Times.
sigue en spoiler...
.
Pero Dunkerque no es un monumento conmemorativo, es cine en su sentido más amplio: poderío visual, vaivenes temporales y ficción, mucha ficción. A pesar de eso, Nolan no ha sorteado los muchos peligros que tiene representar la historia reciente sobre la gran pantalla. Sobre todo con un episodio que aún escama la memoria de naciones enteras como es la Segunda Guerra Mundial.
En un test de fiabilidad, la película aprobaría con nota. El problema es que no se ha pillado los dedos con lo que cuenta, sino con lo que obvia y olvida. Basado en hechos reales es un subtítulo peliagudo que se toma con devoción, y hay quienes critican a Nolan por no ofrecer lo que promete. Los franceses, los primeros. No encajaron del todo bien que el director eliminase de un plumazo a los 40.000 soldados galos para defender la retirada de las tropas de Churchill.
Al menos ellos aparecen brevemente al comienzo de la película. Menos suerte han corrido las mujeres y los soldados de otras razas que también se encontraban en la costa francesa y no han recibido ni un minuto de metraje. Especialmente sangrante es, según algunos historiadores, el olvido del Ejército Indio Británico. Las consecuencias de que no aparezca ni un solo extra de piel oscura en la cinta las explicó muy claras la india Sunny Singh en The Guardian.
"¿Qué habría cambiado si los hombres valientes que lucharon en Dunkerque llevasen turbante en vez de casco? ¿O si algunos de los soldados rezasen el Namaz antes de levantarse y enfrentarse al enemigo una última vez?", se pregunta la escritora. Dos millones y medio de personas fueron reclutadas en el sur de Asia para combatir en la Segunda Guerra Mundial por el Imperio británico, y su ayuda fue crucial en el devenir de la victoria del Reino Unido.
Tampoco aparecen en Dunkerque los hombres de Marruecos, Argelia y Túnez que lucharon con el Ejército francés, pero ese olvido es consciente. En cambio, Nolan quería centrarse en el heroísmo de las fuerzas británicas y este no se entiende sin la colaboración de los extranjeros. Aunque no lo veamos en la gran pantalla, también había cuatro compañías del Real Cuerpo de Servicio del Ejército de la India en esas playas.
Una sección de la infantería camino de luchar en Birmania durante 1944
Una sección de la infantería durante 1944
Quizá no sea una falta evidente para los que no hemos crecido con los libros de historia británica, pero es una práctica demasiado común en Occidente. Erradicar la contribución de los países del Imperio en el cine y la cultura, importa. Primero, porque refuerza una idea errónea de la patria y, segundo, porque maquilla el hecho de que muchos jóvenes de Asia y África se unían a la guerra por coacción. Es más, para los descendientes de indios que viven hoy en Reino Unido, significa aliarse con el sentimiento de anti-inmigración que está azotando a Europa en la actualidad.
"En una Gran Bretaña profundamente dividida y temerosa, las elecciones de Nolan triunfan como fantasía del Brexit, pero fracasan al contar la verdadera historia de la Operación Dinamo, de la guerra y de Gran Bretaña", afirma Singh. ¿Cómo llegaron a combatir tantos millones indios junto a la potencia británica? ¿Y de qué forma marcaron la diferencia entre la victoria y la derrota?
La desmemoria británica
Reino Unido tiene muy presente su pasado bélico, en especial el de su papel en la Segunda Guerra Mundial. Ya sea vendiendo souvenirs con el eslogan Keep Calm and Carry On, exponiendo sus aviones Spitfire o llenando de amapolas rojas la Torre de Londres - en el caso de la Gran Guerra-, los británicos practican el arte de la conmemoración. Todavía perdura un sentimiento de orgullo por ser la isla que se mantuvo firme durante dos guerras mundiales.
Sin embargo, Reino Unido también ha demostrado tener memoria selectiva a la hora de recordar su propia historia. La tendencia cambió hace algunos años, en los que se empezó a asumir que no estuvieron solos y que la ayuda de las colonias fue algo más que un complemento. Cinco millones de hombres procedentes de la India, el Sudeste Asiático, África y el Caribe se unieron a los servicios militares. "Reino Unido no luchó en la Segunda Guerra Mundial, lo hizo el Imperio británico", reza el libro de Yasmin Khan La guerra del Raj.
Esta historiadora de Oxford y de raíces indias se especializó y persiguió la aportación del Ejército del Raj en la guerra contra el nazismo. "Generaciones de escolares británicos, incluida yo, estudiamos lecciones de historia sobre la Segunda Guerra Mundial y nunca escuchamos hablar de la conexión con Asia", escribe en The New York Times.
sigue en spoiler...
.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cinco millones de hombres procedentes de la India, el Sudeste Asiático, África y el Caribe se unieron a los servicios militares. "Reino Unido no luchó en la Segunda Guerra Mundial, lo hizo el Imperio británico".
El gran interés de Reino Unido al borrar esta parte es eliminar así la dimensión imperial de la guerra. Esto no solo desencadenó bajas entre los soldados asiáticos, sino también hambrunas en la India, de las que Churchill era muy consciente, y una fuerte represión a las iniciativas nacionalistas de este país. De hecho, muchos se inscribieron como voluntarios solo para tener algo que llevarse a la boca. En contra, los hombres indios que lucharon por el Imperio resultaron ser unos soldados hábiles y disciplinados.
Los que fueron enviados a las playas de Dunkerque eran en su mayoría musulmanes de áreas de la India británica que más tarde se convertiría en Pakistán. Según India Times, el Raj contribuyó con 1.800 soldados que navegaron desde Bombay hasta Marsella y llevaron consigo más de 2.000 mulas debido a la escasez de medios de transporte en el frente francés. Gracias a ellos, las tropas varadas en la orilla del Canal de la Mancha recibieron municiones y provisiones.
Un elefante hindú carga suministros en aviones C-46 durante la Segunda Guerra Mundial
Un elefante carga suministros en aviones C-46 durante la Segunda Guerra Mundial
Christopher Nolan otorga gran importancia a los civiles que acudieron a salvar a los soldados cuando los grandes buques no podían acceder a la playa. Sin embargo, a partir de 1938, uno de cada cuatro barcos mercantes británicos estaban tripulados por los lascars - marineros procedentes de la India-, que por tanto jugaron un papel importante en la evacuación.
Tres de las cuatro compañías indias que se encontraban en Dunkerque lograron salir en la Operación Dinamo, pero hubo muchos hombres que fueron tomados como rehenes por los alemanes. Casi todos murieron en los campos de concentración nazis para prisioneros de guerra. Según Khan, este olvido "refuerza la idea de que Reino Unido estaba solo. Es una herramienta política en manos de quienes separan la historia británica de la historia europea y quieren reforzar los mitos que sustentan Brexit".
Más allá de las implicaciones políticas y la intención de pasar la brocha gorda por las peores prácticas del Imperio británico, la omisión de Nolan perpetúa una mala costumbre. Conscientemente o no, el director ha seguido las huellas de otros tantos que decidieron blanquear la historia. Y la ficción, si bien no sustituye a los libros ni a los documentales, accede con más facilidad a la opinión pública.
Dunkerque no tenía la obligación de honrar la memoria de todos los que lucharon en la Segunda Guerra Mundial. Era solo una decisión más. Y Nolan podría haber decidido marcar la diferencia en una cultura tendente a la memoria selectiva
tomado de un articulo de eldiario.es. autora: Mónica Zas Marcos
El gran interés de Reino Unido al borrar esta parte es eliminar así la dimensión imperial de la guerra. Esto no solo desencadenó bajas entre los soldados asiáticos, sino también hambrunas en la India, de las que Churchill era muy consciente, y una fuerte represión a las iniciativas nacionalistas de este país. De hecho, muchos se inscribieron como voluntarios solo para tener algo que llevarse a la boca. En contra, los hombres indios que lucharon por el Imperio resultaron ser unos soldados hábiles y disciplinados.
Los que fueron enviados a las playas de Dunkerque eran en su mayoría musulmanes de áreas de la India británica que más tarde se convertiría en Pakistán. Según India Times, el Raj contribuyó con 1.800 soldados que navegaron desde Bombay hasta Marsella y llevaron consigo más de 2.000 mulas debido a la escasez de medios de transporte en el frente francés. Gracias a ellos, las tropas varadas en la orilla del Canal de la Mancha recibieron municiones y provisiones.
Un elefante hindú carga suministros en aviones C-46 durante la Segunda Guerra Mundial
Un elefante carga suministros en aviones C-46 durante la Segunda Guerra Mundial
Christopher Nolan otorga gran importancia a los civiles que acudieron a salvar a los soldados cuando los grandes buques no podían acceder a la playa. Sin embargo, a partir de 1938, uno de cada cuatro barcos mercantes británicos estaban tripulados por los lascars - marineros procedentes de la India-, que por tanto jugaron un papel importante en la evacuación.
Tres de las cuatro compañías indias que se encontraban en Dunkerque lograron salir en la Operación Dinamo, pero hubo muchos hombres que fueron tomados como rehenes por los alemanes. Casi todos murieron en los campos de concentración nazis para prisioneros de guerra. Según Khan, este olvido "refuerza la idea de que Reino Unido estaba solo. Es una herramienta política en manos de quienes separan la historia británica de la historia europea y quieren reforzar los mitos que sustentan Brexit".
Más allá de las implicaciones políticas y la intención de pasar la brocha gorda por las peores prácticas del Imperio británico, la omisión de Nolan perpetúa una mala costumbre. Conscientemente o no, el director ha seguido las huellas de otros tantos que decidieron blanquear la historia. Y la ficción, si bien no sustituye a los libros ni a los documentales, accede con más facilidad a la opinión pública.
Dunkerque no tenía la obligación de honrar la memoria de todos los que lucharon en la Segunda Guerra Mundial. Era solo una decisión más. Y Nolan podría haber decidido marcar la diferencia en una cultura tendente a la memoria selectiva
tomado de un articulo de eldiario.es. autora: Mónica Zas Marcos
22 de julio de 2017
22 de julio de 2017
11 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ay Nolan, Nolan, Nolan,con lo que gustas...Es incuestionable que has dado al cine originalidad y calidad en los años que nos bombardean con secuelas y películas "deja-vu", pero creo que has tocado un género para el cual te falta humanidad. La película es una innegable inmersión en una fotografía brutal, dirección artística y sonido que pocas películas podrán mejorar, pero no tiene alma, no tiene corazón. En un metraje de dos horas no se ve una pizca de sangre, ni un alemán, y ninguna escena te desgarra como lo haría un acontecimiento tan trágico como una guerra. Es la primera película bélica que veo en la que me da igual que muera gente. Los personajes carecen de profundidad y son tan escuetos y comedidos que no empatizan con el espectador. Que pena de actorazos como Tom, Kenneth o Cillian, totalmente desaprovechados y contenidos en sus interpretaciones. Y que decir de la banda sonora del gran Hans Zimmer...solo se dedica a marcar tensión ficticia en una película que carece de escenas sobrecogedoras o llenas de tensión, aparte te recuerda a unos zumbidos que has escuchado ya en otras películas. Os la recomiendo y es digna de verla en el cine por las escenas aéreas, sonido,fotografía y manera de filmar, pero no esperes ni que te marque ni que la nombres entre las mejores películas de su género. Salvar al soldado Ryan o Black Hawk Derribado por poneros un ejemplo, la deja en pañales. 6/10
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here