Si la colonia hablara
2018 

6.3
4,456
21 de febrero de 2019
21 de febrero de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
BARRY JENKINS ya nos mostró su potencial con la galardonada MOONLIGHT. Esta vez continúa su línea de denuncia y crítica social de las duras condiciones de vida de la sociedad afroamericana. Para ello, realiza un guion a partir de la novela BEALE STREET COULD TALK (1974) de JAMES BALDWIN, reconocido activista en sus trabajos. Excelente dicha unión, ya que ambos comparten principios y son adalid de la misma lucha. Otra característica fundamental de su cine es la manera intimista de adentrarse y mostrarnos las duras historias que nos relata.
EL BLUES DE BEALE STREET es un relato de amor entre dos jóvenes afroamericanos y la complicada situación a la que se enfrentan en una triste sociedad racista. Un amor verdadero, encuadrado en dentro de unas familias humildes que intentan sobrevivir a pesar de todas las vicisitudes a las que se enfrentan. Una relación tras un cristal como barrera pero que siempre supera las numerosas trabas.
JENKINS opta por un ritmo pausado y descriptivo, en el que los diálogos son los que mandan y las miradas las que expresan. Una historia sutil y a la vez potente, con la oscuridad envolviendo las tristes secuencias, optando por saltos temporales del presente y de cómo se fraguó la relación de amor.
Otras grandes virtudes a destacar son una excelente banda sonora, con una música íntima, agradable, con una gran capacidad de expresar el sentimiento de lo visionado y unas buenas actuaciones. Los protagonistas, KIKI LAYNE como TISH y STEPHAN JAMES como FONNY, expresan su amor en cada una de sus secuencias, con miradas que lo dicen todo, sin necesidad de ningún tipo de histrionismo, todo lo contrario. A su lado unos buenos secundarios, en especial y a destacar a REGINA KING como la madre de TISH, en un papel de madre coraje digno de mención.
Como punto negativo apuntar, que pese a todo lo bueno descrito, al film le falta trasmitir más sentimiento y aunque describe la relación de forma magistral hay una falta de empatía hacia los protagonistas. Además algunas secuencias resultan tediosas por lo que el resultado global no es tan destacable como lo podría haber sido.
EL BLUES DE BEALE STREET es un relato de amor entre dos jóvenes afroamericanos y la complicada situación a la que se enfrentan en una triste sociedad racista. Un amor verdadero, encuadrado en dentro de unas familias humildes que intentan sobrevivir a pesar de todas las vicisitudes a las que se enfrentan. Una relación tras un cristal como barrera pero que siempre supera las numerosas trabas.
JENKINS opta por un ritmo pausado y descriptivo, en el que los diálogos son los que mandan y las miradas las que expresan. Una historia sutil y a la vez potente, con la oscuridad envolviendo las tristes secuencias, optando por saltos temporales del presente y de cómo se fraguó la relación de amor.
Otras grandes virtudes a destacar son una excelente banda sonora, con una música íntima, agradable, con una gran capacidad de expresar el sentimiento de lo visionado y unas buenas actuaciones. Los protagonistas, KIKI LAYNE como TISH y STEPHAN JAMES como FONNY, expresan su amor en cada una de sus secuencias, con miradas que lo dicen todo, sin necesidad de ningún tipo de histrionismo, todo lo contrario. A su lado unos buenos secundarios, en especial y a destacar a REGINA KING como la madre de TISH, en un papel de madre coraje digno de mención.
Como punto negativo apuntar, que pese a todo lo bueno descrito, al film le falta trasmitir más sentimiento y aunque describe la relación de forma magistral hay una falta de empatía hacia los protagonistas. Además algunas secuencias resultan tediosas por lo que el resultado global no es tan destacable como lo podría haber sido.
9 de febrero de 2019
9 de febrero de 2019
15 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si le quitas la masculinidad toxica, los diálogos sobreexpuestos y planos, el compadreo con la violencia de genero de casual, el slow motion intensito, unos personajes simples e irreales, una vision del racismo 0 ajustada a las luchas actuales (si, si vale que esta ambientada en otra época pero la estamos viendo en 2018) la normalización de las denuncias falsas por violacion y la sospecha a la victima, te queda un videoclip de puta madre. Lo único que le pido a la vida es no envejecer tan mal como lo ha hecho el director.
La verdad que estaria bien como trabajo de fin de master, pero chico es que después de moonlight ha pegado el bajonazo del siglo. Osea es antes de terminar la peli me esperaba un montón de gente entrando por la puerta y diciendo queee es broma, que es cine experimental, jugamos con las reacciones del espectador.
La verdad que el tema del racismo en la peli lo ha abordado tan superfluamente que ha tenido que poner un powerpoint con fotos para explicarnos lo que paso hace muchos años y no me cuela aunque irónicamente me parece una victoria para la comunidad puesto que una basura como esta se puede disfrutar en cualquier cine mainstream en cienes de países así que mira, ni tan mal le ha salido.
La verdad que estaria bien como trabajo de fin de master, pero chico es que después de moonlight ha pegado el bajonazo del siglo. Osea es antes de terminar la peli me esperaba un montón de gente entrando por la puerta y diciendo queee es broma, que es cine experimental, jugamos con las reacciones del espectador.
La verdad que el tema del racismo en la peli lo ha abordado tan superfluamente que ha tenido que poner un powerpoint con fotos para explicarnos lo que paso hace muchos años y no me cuela aunque irónicamente me parece una victoria para la comunidad puesto que una basura como esta se puede disfrutar en cualquier cine mainstream en cienes de países así que mira, ni tan mal le ha salido.
15 de febrero de 2019
15 de febrero de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Plena temporada de Óscars, y desembarcan en volquete las producciones nominadas y predominantes en la campaña. Tanto aquellas que han sido condecoradas con las distinciones más relevantes como aquellos que, por uno u otro motivo, han quedado relegadas en el camino. Rechazos justos en ocasiones y, mayoritariamente, injustos. Sospechaba que era el caso de esta película, nuevo trabajo de un realizador que tocó la gloria hace dos años en los mismos Óscar. Este es Barry Jenkins, y la película que ahora estrena en nuestras pantallas es El blues de Beale Street, que no ha logrado la repercusión de su anterior Moonlight. Pese al olvido de los académicos, la crítica se mostró entusiasmada. Harto interés guardaba también un servidor, que aún sin perder el sentido disfrutó de Moonlight, una película más que atractiva. La temática me volvía a disuadir como ocurrió con aquella, pero un estilo refinado y estético siempre me ayudará a compensar esos sinsabores. Así que, aunque con leve demora, se produjo la visita a la sala de cine. Y aún sin llegar a cotas de fascinación o seducción fílmica, sí que disfruté de una película notable. Una película pequeña pero seductora que refinaba aún más las virtudes de Moonlight, gustándome más que ella. Un viaje pausado y de digestión exigente, de argumento ajeno a sorpresas y de interés relativo, pero elevada por la excelencia de su narración cinematográfica y desempeño técnico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Harlem, años 1970. Los jóvenes negros de clase humilde Fonny y Trish están profundamente enamorados. Cuando ella acaba de realizar y confesar a su familia que esperan un hijo, la policía apresa a Fonny por una violación a una mujer latina que nunca llevó a cabo. Con la ayuda de su madre (Regina King) y de un aplicado abogado, Trish luchará por probar la inocencia de Fonny, lograr su libertad y compartir una vida digna en familia, sin miedo ni represión. Un romance dramático de consabida temática racial, cuidado en la ambientación de época y atención en las detalles. Una película fina, depurada y ajena a histrionismos o exhibiciones. Un ejercicio de absoluta sofisticación del estilo de Jenkins, el Wong Kar-Wai negro. Buen trabajo del guión, que acertadamente construye el relato con dos momentos temporales, el presente y la rememoración del cortejo, en paralelo, pasando de uno a otro con regularidad. Los actores, sin exhibirse, están seductores y llenos de credibilidad dramática. Hermosísima banda sonora e hipnótica fotografía, logrando la unión de ambas la resolución de escenas estupendas a nivel plástico y sensorial. Un viaje de atmósfera cargada pero compacta, un ejemplo más de que la tragedia desde el hieratismo reservado cargado de sentimiento llena mucho más que el dolor histriónico. Si se nos narra de esta manera tan elegante, servidor degustará de buen grado cualquier historia. Belleza con sordina, crónica para la mirada aprendida.
Para disfrutar plenamente de una película como esta es necesario disfrutar o saber sacar el jugo al estilo de la realización en sí misma. Hay cinéfilos que disfrutamos de algunas películas tan sólo por su aspecto formal, valorando en última instancia lo que nos están contando (es esta una cuestión subjetiva, pero sí bien los relatos son importantes no son estos lo primero que busco en una película, sino la manera que tenga esta de narrarlo). Pero una amplia mayoría de la ciudadanía encuentra en el argumento la única fuente de disfrute o interpretación de un texto fílmico. Lo único que sacan en claro del mismo, valoran o se llevan una vez acabada la proyección. Todos ellos se verán decepcionados con esta película, no por la construcción de su guión o el desarrollo de la trama, construida sin fallas y con muchos detalles de madurez narrativa. Sino por el escaso interés intrínseco de la historia, y por su nula capacidad de sorpresa. La evolución es callada, por lo que es plausible que muchos de los admiradores de Moonlight puedan acabar desencantados con el presente filme. Suculenta, pero aburrida.
Elegante, sutil e íntima, El blues de Beale Street podrá dejar indiferente al que se quede en su trama, pero es sin duda una de las películas más refinadas que podemos encontrar ahora en cartelera.
Para disfrutar plenamente de una película como esta es necesario disfrutar o saber sacar el jugo al estilo de la realización en sí misma. Hay cinéfilos que disfrutamos de algunas películas tan sólo por su aspecto formal, valorando en última instancia lo que nos están contando (es esta una cuestión subjetiva, pero sí bien los relatos son importantes no son estos lo primero que busco en una película, sino la manera que tenga esta de narrarlo). Pero una amplia mayoría de la ciudadanía encuentra en el argumento la única fuente de disfrute o interpretación de un texto fílmico. Lo único que sacan en claro del mismo, valoran o se llevan una vez acabada la proyección. Todos ellos se verán decepcionados con esta película, no por la construcción de su guión o el desarrollo de la trama, construida sin fallas y con muchos detalles de madurez narrativa. Sino por el escaso interés intrínseco de la historia, y por su nula capacidad de sorpresa. La evolución es callada, por lo que es plausible que muchos de los admiradores de Moonlight puedan acabar desencantados con el presente filme. Suculenta, pero aburrida.
Elegante, sutil e íntima, El blues de Beale Street podrá dejar indiferente al que se quede en su trama, pero es sin duda una de las películas más refinadas que podemos encontrar ahora en cartelera.
6 de marzo de 2019
6 de marzo de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo de este Jenkins no pilla ya por sorpresa. En Moonlight ya trataba con exquisita sensibilidad el tema de la homosexualidad y aquí da una muestra más de su delicadeza, con un soberbio pulso narrativo al servicio de un estupendo guión (la novela tiene una pinta tremenda). La conmovedora historia de esta pareja raya el melodrama almibarado, sin traspasar la delgada línea de la lágrima. Recuerda un tanto a las películas de Douglas Sirk, pero el preciosismo de las imágenes, el movimiento de cámara y una puesta en escena fastuosa, unidos a una preciosa banda sonora, crean una atmósfera hipnótica, muy personal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Los personajes parecen movidos por una inexorable fatalidad, por la impotencia de los que saben que nada tiene solución. All final sobrevuela una pregunta que nos hemos ido haciendo durante toda la película (y que nos seguimos haciendo después de la última escena): ¿es el amor capaz de sobreponerse a todo?
30 de abril de 2020
30 de abril de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película sobre una novela de Baldwin, que no he leído, pero que espero que sea menos melosa, blandita y estética te que esta película.
Larga para una historia no demasiado concluyente, con un guión deslavazado y escenas completamente inútiles, salvo por el regusto en la fotografía.
Los actores y actrices bien, pero se contagian de ese guión que va de un lado a otro sin verdadero nudo.
Salen personajes de los que nunca se nos vuelve a decir nada.
Muy larga además, para una trama con el reiterado motivo de lo malos que son los blancos con los negros. Que sí, que se habrán dado muchos casos, pero no se puede hacer de eso una categoría.
Larga para una historia no demasiado concluyente, con un guión deslavazado y escenas completamente inútiles, salvo por el regusto en la fotografía.
Los actores y actrices bien, pero se contagian de ese guión que va de un lado a otro sin verdadero nudo.
Salen personajes de los que nunca se nos vuelve a decir nada.
Muy larga además, para una trama con el reiterado motivo de lo malos que son los blancos con los negros. Que sí, que se habrán dado muchos casos, pero no se puede hacer de eso una categoría.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here