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Si la colonia hablara

Romance. Drama Basada en la novela de James Baldwin, "If Beale Street Could Talk". La película sigue a Tish, una mujer de Harlem embarazada y recién prometida, que lucha contrarreloj para demostrar la inocencia de su pareja. (FILMAFFINITY)
Críticas 41
Críticas ordenadas por utilidad
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8
6 de marzo de 2019 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de triunfar con Moonlight, su anterior película, de la que salvó su primer tramo, el protagonizado por Marshehala Ali; Barry Jenkins vuelve con este Blues de Beale Street, cuyo título original transmite todo el lirismo que la película tiene. Ese Si las calles de Beale hablasen tiene toda la poesía de la que la película va sobrada.

Narrada como una especie de puzzle, con continuas idas y venidas temporales, pero siempre teniendo presente la bella historia de amor de los dos protagonistas principales, aún cuando él sea encarcelado, falsamente acusado de violación.

Y la película es, un continuo, ir y venir al pasado y presente de esos personajes y de las gentes que los rodean, y de como las esperanzas se van perdiendo.
9
24 de marzo de 2019 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
James Baldwin fue un escritor y activista por los derechos civiles de los afroamericanos en su país durante la década de los 60. Su labor fue más discreta que la de Malcom X o la de Martin Luther King, por eso quizás es el más desconocido de los tres. "El blues de Beale Street" ("If Beale Street could talk") es la adaptación que el director Barry Jenkins ha realizado de la novela escrita en 1974 por James Baldwin. En ella se nos muestra una vez más, el racismo imperante el los Estados Unidos y el sistema casi tiránico que las personas con poder de raza blanca, ejercían sobre sus compatriotas de color.

Alonzo (Stephan James) y Tish (Kiki Layne) son dos jóvenes enamorados que viven en el Nueva York de los años 70. Cada día es una lucha por salir adelante, en una sociedad que ni siquiera ve con buenos ojos que una pareja joven de color alquile un mísero piso en los barrios más pobres de la ciudad. Un día todas sus esperanzas de futuro se vienen abajo cuando Alonzo es detenido por la violación de una mujer, hecho del que es totalmente inocente.

La película es todo un tratado de buen gusto cinematográfico. Cada escena, cada toma, es un disfrute para la vista y un goce para el espectador que sepa apreciarlo. Barry Jenkins vuelve a demostrar que es capaz de crear atmósferas muy intensas en sus películas, apoyándose en actores jóvenes que despliegan una verdad muy poco común en el cine Norteamericano.

Dentro de un reparto coral de gran nivel, destaca la debutante Kiki Layne la cual crea un personaje de pureza absoluta, alguien a quien es imposible no querer tener como amiga, hermana, prima o pareja. La joven actriz consigue transmitir toda la pureza y belleza del personaje con una facilidad insultante, de tal forma que eclipsa a todos aquellos compañeros de reparto que comparten plano con ella. La única que logra mantenerse a su altura durante todo el metraje es Regina King, en su papel de madre de la protagonista, la cual consigue mostrar la determinación y el sufrimiento que sólo una madre puede llegar a sentir.

Barry Jenkins en su doble faceta de director y guionista, nos traslada a ese Nueva York de los años 70 en el que, a pesar de todos los logros conseguidos la década anterior, el racismo sigue campando a sus anchas. Jenkins toma partido claramente por un lado de la eterna batalla, mostrando algunos estereotipos demasiado marcados de la sociedad blanca, gerente del poder y de la mayoría de los bienes necesarios. Esto lo compensa con sus personajes de color, los cuales no carecen de defectos (a excepción de la protagonista) aunque éstos no justifican la actitud de la sociedad hacia ellos, la cual les hace refugiarse en placebos como la religión, el alcohol o las drogas.

La película, plena de lirismo, belleza y dramatismo, está narrada con muchísima clase a través de una narración no lineal, pero que no abusa de los saltos temporales, los cuales son una buena forma de poner en situación al espectador lo antes posible y que no sea de la historia de lo que esté pendiente, si no de como está contada la misma.

Pero es la labor como director de Jenkins lo que más admiración me suscita al contemplar el film. Toda la puesta en escena, los suaves movimientos de cámara entre los personajes, su habilidad para insertar al espectador en la historia me lleva a pensar que lo de "Moonlight" (2016) no fue un golpe de fortuna, si no que estamos ante el desarrollo de un director con mayúsculas, que espero que nos siga dando alegrías muchos más años.

El romanticismo del film y su melancolía me recordó a una de mis películas preferidas. Nada menos que a "Deseando amar" ("In the mood for lovc" 2000, Wong Kar-Wai), ya que en ambas los amantes se ven castrados, ante el destino y ante una sociedad, que les impide desarrollar su amor libremente.

Si tengo que ponerle algún pero a este film, es el hecho de que algunos de los personajes secundarios están bastante infrautilizados y que podrían haber dado mucho juego a la película si se los hubiese desarrollado más. El director ha preferido centrarse en la pareja protagonista y es una opción tan buena como otra cualquiera. Sin duda estamos ante una de las películas americanas del año, pero que me temo que va a pasar bastante desapercibida para el gran público. Yo de ustedes no dejaría que me sucediera eso.

Gabriel Menéndez Piñera
https://historiasdelceluloide.elcomercio.es
8
16 de junio de 2019 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable película que nos presenta una historia de amor en mayúscula, refiriéndonos tanto a la bella historia de amor de dos jóvenes que se conocen desde toda la vida y refiriéndonos también a la bella historia de amor de una familia que se une en los momentos más difíciles. La magnífica fotografía, los primerísimos planos de los protagonista, la banda sonora y unos sensacionales actores secundarios logran impregnarnos de una bella historia. Lástima que nos falte un buen final que nos hubiera llevado a un climax superior catalogando a la película como sobresaliente. Con todo más que recomendable poder recrearnos en una historia de denuncia contra el racismo y de alegato a favor del "Amor".
7
29 de enero de 2019 Sé el primero en valorar esta crítica
Vemos un poema hecho verso. Cada estrofa se cimienta en un concepto demoledor que se arraiga a cada secuencia. Cada rima es delimitada por esa cadencia visual llevada a cabo por la unión de planos y movimiento de cámara expresamente temporizados. Ese ritmo que imprime la secuenciación añade el toque de calidad al que Barry Jenkins nos tiene acostumbrados. Además, cada diálogo, bello e intenso, no deja de diversificar las sensaciones y sentimientos de sus personajes. Su error es haber nacido en esa época y en esas calles... Calles que le imprimen un Sino a sus habitantes y que con pesadumbrosa cadencia aguantan sobre sus hombros.
Sus protagonistas mezclan en sus distintas fases el horror, la esperanza y la sabiduría del que sufre. Con mayor o menor equidistancia, sus personajes transmiten toda esa fuerza, ese tesón e intensidad a un espectador deturpado por sus obligaciones impuestas. No por llevar al extremo la vivencia deja el sufrimiento de lado.
Además vivimos impávidos a un recital de belleza fotográfica y calidad formal en sus escenografías. Lo que hacen que la musicalidad pase de la partitura a la imagen y vuelva a la banda sonora reforzada.
8
3 de febrero de 2019 Sé el primero en valorar esta crítica
En su ya tercer largometraje, el director de la ganadora del Oscar ‘Moonlight’, Barry Jenkins, adapta la novela de James Baldwin donde una historia de amor poderosa representa el estado de represión de toda una comunidad.

La historia se desarrolla en los años 70 y narra la historia de amor de Fonny (Stephan James) y Trish (KiKi Layne), quienes han sido amigos desde pequeños, amistad que en su juventud se convirtió en un irrefrenable amor, que pronto dejó su huella en un inesperado embarazo.

Pero la felicidad, más no el sentimiento que lo une, es interrumpido cuando Fonny es acusado de haber violado a una mujer, motivo por el que es encarcelado, en lo que parece ser una injusticia que moviliza a Trish y su familia para tratar de demostrar la inocencia de Fonny.

La película de Jenkins es un portento visual, cada encuadre está cuidado al detalle, la combinación de colores, la manera en como resalta los rostros de la pareja protagónica, dando forma a una película de belleza desbordante.

La narrativa de la película fragmenta la temporalidad de la historia, mostrando las consecuencias de un embarazo prematuro en las familias de los enamorados, el drama judicial de una injusticia y el amor a prueba de todo de una mujer embarazada y un hombre preso, donde sobresale la sensibilidad de Jenkins para narrar su historia.

Si bien el relato se ve amenazado ante la por momentos excesiva estilización de la imagen y su pretendida carga poética, esto no logra mermar una película que consigue equilibrar el drama, la historia romántica y el efectivo alegato social que lo integran.

https://tantocine.com/si-la-colonia-hablara-de-barry-jenkins/
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