Un corazón invencible
2007 

6.0
3,527
Drama
Esta historia se basa en el trágico relato de Mariane Pearl, la viuda del reportero del Wall Street Journal Danny Pearl, asesinado en el año 2002 tras ser secuestrado por los talibanes en Pakistán. Con la colaboración del ejército de la coalición internacional y de numerosas organizaciones, Mariane intentó encontrarlo por todos los medios, pero sus esfuerzos fueron vanos. (FILMAFFINITY)
20 de septiembre de 2007
20 de septiembre de 2007
13 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
En mi opinión, Michael Winterbottom es uno de los más claros relevos a esa generación de grandes directores que dominaban la escena en los años 60, y que hoy en su mayoría están muertos o son muy viejos. Pienso en las muertes más recientes: Bergman, Antonioni.
El cine de Winterbottom se agiganta en cada nuevo film que consigo ver de él.
Hoy he vibrado en la sala de cine, me he imbuido de atmósferas, he tenido noticia de ese abigarrado mundo del Medio Oriente que Winterbottom ya visitó en "In this world".
La cámara se mueve nerviosa en esa ciudad al compás del latido de esas calles.
Y, como figura de fondo que a veces pasa a primer plano, emerge la pesadilla de esta mujer.
Alucinación que toma forma y crece hasta conseguir detener la cámara, que se concentra horrorizada en el rostro de Angelina Jolie.
Oigo los gritos desgarrados de Angelina, oigo los terribles lamentos del sometido a tormento.
Agradezco a Winterbottom que me cuente esta historia y, sobre todo , cómo me la cuenta, cómo injerta la poesía en el semi documental.
Y esa libertad al filmar, esa falta de linealidad aparente que da ese aire tan onírico a sus films.
Y le agradezco su punto de vista, tan lejos de adoctrinamientos.
El cine de Winterbottom se agiganta en cada nuevo film que consigo ver de él.
Hoy he vibrado en la sala de cine, me he imbuido de atmósferas, he tenido noticia de ese abigarrado mundo del Medio Oriente que Winterbottom ya visitó en "In this world".
La cámara se mueve nerviosa en esa ciudad al compás del latido de esas calles.
Y, como figura de fondo que a veces pasa a primer plano, emerge la pesadilla de esta mujer.
Alucinación que toma forma y crece hasta conseguir detener la cámara, que se concentra horrorizada en el rostro de Angelina Jolie.
Oigo los gritos desgarrados de Angelina, oigo los terribles lamentos del sometido a tormento.
Agradezco a Winterbottom que me cuente esta historia y, sobre todo , cómo me la cuenta, cómo injerta la poesía en el semi documental.
Y esa libertad al filmar, esa falta de linealidad aparente que da ese aire tan onírico a sus films.
Y le agradezco su punto de vista, tan lejos de adoctrinamientos.
19 de septiembre de 2007
19 de septiembre de 2007
11 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me imagino la escena. Brangelina, en la calidez de su hogar, planificando el encumbramiento de la mujer de labios carnosos y carrera difusa. Brad Pitt, con el poder que otorgan las sagas ludópatas de su amigo Soderbergh planea la estrategia a seguir. Ya es hora de que su mujer abandone el lastre de Lara Croft y las portadas amarillistas para recuperar el camino de ‘Inocencia interrumpida’ y labrarse un hueco en la meca del cine. La Academia es fácil de convencer. Sólo hace falta una leve transformación física y una escena que encaje a la perfección en el vídeo previo al ‘and the oscar goes to’ para acercarse a la gloria dorada. Si además, viene regado con un mensaje de lo más progresista y discordante con el modus vivendi de todo el que pisa la alfombra roja, mucho mejor para las conciencias de todos (véase Julia Roberts con Erin Brockovich).
Que mejor que un plan B en forma de productora independiente y un colega todavía menos dependiente que Michael Winterbottom para diseñar un filme a medida del objetivo marcado. Brad Pitt decidió echar mano al bolsillo y a las neuronas. Llegó a la conclusión que, para seguir la estela humanitaria y solidaria que los caracteriza en los últimos años (lejos quedan los derroches de peluquería de Jennifer Aniston y todo aquél pijerío cegador), el filme debía ser igualmente comprometido. Y nada más comprometedor que el 11S y sus consecuencias para desmarcarse de una industria del espectáculo con una fuerte tendencia a la amnesia.
Si el objetivo de ‘Un corazón invencible’ fuera acercarnos a la realidad de un país islámico como Pakistan o transmitirnos el mensaje de entendimiento entre culturas que profesa la mujer en la que se basa la película, Mariane Pearl, entonces sí alabaría las buenas intenciones de Brangelina. Sin embargo, cuando toda la película está basada en las pesquisas previas al fatal desenlace, entre una maraña de nombres, contactos y pistas, con el único objeto de llegar a una escena, la del lucimiento artístico de una actriz, se desmorona por completo cualquier atisbo de altruismo. Esa escena, la escena, destruye cualquier otra intención artística del filme. Ni la estética documental, ni la fotografía, ni el apego fiel a la realidad merecen crédito cuando el filme se construye alrededor de una sola escena.
Pero, ¿cuál es esa famosa escena? –se preguntarán-. Es tan fácil imaginarlo, conociendo la historia que relata, como la interpretación que podríamos esperar. Sin restarle mérito, uno imagina la cantidad de tomas que debió necesitar Angelina Jolie para lograr ese momento clímax del filme tan duro y desgarrador, aunque a su vez tan calculado y frío. Ese momento que puede conducirla directamente a las primeras filas del Kodak Theatre el próximo febrero, pero que hace de ‘Un corazón invencible’ un filme con trampa.
Que mejor que un plan B en forma de productora independiente y un colega todavía menos dependiente que Michael Winterbottom para diseñar un filme a medida del objetivo marcado. Brad Pitt decidió echar mano al bolsillo y a las neuronas. Llegó a la conclusión que, para seguir la estela humanitaria y solidaria que los caracteriza en los últimos años (lejos quedan los derroches de peluquería de Jennifer Aniston y todo aquél pijerío cegador), el filme debía ser igualmente comprometido. Y nada más comprometedor que el 11S y sus consecuencias para desmarcarse de una industria del espectáculo con una fuerte tendencia a la amnesia.
Si el objetivo de ‘Un corazón invencible’ fuera acercarnos a la realidad de un país islámico como Pakistan o transmitirnos el mensaje de entendimiento entre culturas que profesa la mujer en la que se basa la película, Mariane Pearl, entonces sí alabaría las buenas intenciones de Brangelina. Sin embargo, cuando toda la película está basada en las pesquisas previas al fatal desenlace, entre una maraña de nombres, contactos y pistas, con el único objeto de llegar a una escena, la del lucimiento artístico de una actriz, se desmorona por completo cualquier atisbo de altruismo. Esa escena, la escena, destruye cualquier otra intención artística del filme. Ni la estética documental, ni la fotografía, ni el apego fiel a la realidad merecen crédito cuando el filme se construye alrededor de una sola escena.
Pero, ¿cuál es esa famosa escena? –se preguntarán-. Es tan fácil imaginarlo, conociendo la historia que relata, como la interpretación que podríamos esperar. Sin restarle mérito, uno imagina la cantidad de tomas que debió necesitar Angelina Jolie para lograr ese momento clímax del filme tan duro y desgarrador, aunque a su vez tan calculado y frío. Ese momento que puede conducirla directamente a las primeras filas del Kodak Theatre el próximo febrero, pero que hace de ‘Un corazón invencible’ un filme con trampa.
29 de diciembre de 2007
29 de diciembre de 2007
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de su “paseo” por Guantánamo, Winterbotton se adentra en un Pakistán caótico y peligroso. Puede que sea uno de los trabajos más impersonales del director inglés. O quizá, el hecho de estar rodado de forma que parece más un documental que una película, consiga alejarnos del carisma de Winterbotton.
Mientras que en”Camino a Guantánamo” Winterbotton manejaba la cámara y utilizaba una gran fotografía a la que nos había acostumbrado, aquí todo parece más neutro, como queriendo que los sucesos que acontecieron al periodista Danny Peral fueran un hecho más en los daños colaterales de cualquier guerra. Si Mariane Peral quiso imponer esa neutralidad y sinceridad en su libro, Winterbotton lo ha plasmado estupendamente. Pero a la hora de llevar el libro a la pantalla, me da la impresión que esta adaptación, necesitaba de un aporte extra de energía. Le falta a este trabajo, el sello que Winterbotton suele imponer, le falta imparcialidad, le falta mala leche. En definitiva, le falta nervio.
Esperaba la salida del DVD para evitar doblajes incordiosos, pero me he encontrado con la desagradable sorpresa que no me ha terminado de convencer Angelina Jolie en su papel de periodista francesa. La verdad es que siempre me he topado con franceses cuyo domino del inglés no era excelente, simplemente correcto. En una sola ocasión, he tropezado con una sonriente y maravillosa francesa cuyo dominio del inglés era soberbio, e incluso ella, aventurera políglota, dejaba ese hondo acento francés que huele más que sus quesos. Y todo esto viene por mi incomprensión ante un acento, suave y muy estudiado que no me puedo creer. Más que nada, porque mi experiencia me indica lo contrario. O igual, es que soy duro de oídos y no tengo ni puta idea.
Es en definitiva, una película correcta, que no ofrece mucho más de lo que esperas y que expone, sin caer en maniqueísmos, un hecho injustificable y siempre despreciable: matar.
Mientras que en”Camino a Guantánamo” Winterbotton manejaba la cámara y utilizaba una gran fotografía a la que nos había acostumbrado, aquí todo parece más neutro, como queriendo que los sucesos que acontecieron al periodista Danny Peral fueran un hecho más en los daños colaterales de cualquier guerra. Si Mariane Peral quiso imponer esa neutralidad y sinceridad en su libro, Winterbotton lo ha plasmado estupendamente. Pero a la hora de llevar el libro a la pantalla, me da la impresión que esta adaptación, necesitaba de un aporte extra de energía. Le falta a este trabajo, el sello que Winterbotton suele imponer, le falta imparcialidad, le falta mala leche. En definitiva, le falta nervio.
Esperaba la salida del DVD para evitar doblajes incordiosos, pero me he encontrado con la desagradable sorpresa que no me ha terminado de convencer Angelina Jolie en su papel de periodista francesa. La verdad es que siempre me he topado con franceses cuyo domino del inglés no era excelente, simplemente correcto. En una sola ocasión, he tropezado con una sonriente y maravillosa francesa cuyo dominio del inglés era soberbio, e incluso ella, aventurera políglota, dejaba ese hondo acento francés que huele más que sus quesos. Y todo esto viene por mi incomprensión ante un acento, suave y muy estudiado que no me puedo creer. Más que nada, porque mi experiencia me indica lo contrario. O igual, es que soy duro de oídos y no tengo ni puta idea.
Es en definitiva, una película correcta, que no ofrece mucho más de lo que esperas y que expone, sin caer en maniqueísmos, un hecho injustificable y siempre despreciable: matar.
5 de octubre de 2007
5 de octubre de 2007
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Le pasa una cosa a Michael Winterbottom: lleva tres o cuatro años autoinmolándose con sus aires de grandeza. Pretende hacernos creer que con ese refrito ficción-documental que ya usó en Código 46 está reiventando el cine. Ganará premios, con películas como In this world, erigiéndose en portavoz de la barbaridad de Irak (Guantánamo). Pero a mí no me la va a dar. Antes a éstos se les decía que eran unos progres.
Ah. Angelina, poquito poquito.
Ah. Angelina, poquito poquito.
13 de octubre de 2009
13 de octubre de 2009
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acercarse a las estrellas es cuestión de atracción: resplandecientes y con una gravedad magnética capaz de atraer a pesos pesados. ¡Problema! Uno puede quemarse, evaporarse o desaparecer. Puede que eso le haya pasado a Michael Winterbottom.
Desde una historia basada en hechos reales y relatada por su propia protagonista, Mariane Pearl, el director de “Wonderland”, pretende centrarse desde una perspectiva para nada orientada al telefilme o buscando el drama pero falta algo para que cuaje.
“Un corazón invencible” no brilla como debería y se le ven sus líneas gravitatorias en lo que perece un proyecto de encargo puro y duro: con director a la carta—después de “Camino a Guantánamo”, “In This World (En este mundo)” o “Bienvenido a Sarajevo (Welcome to Sarajevo)”. Las intenciones del filme son de cerrar una trilogía con las dos primeras.
Si bien es cierto que en “Camino a Guantánamo” Winterbottom plasmaba a través del falso documental y la dramatización una perspectiva completamente del terrorismo: tres personas inocentes sufren los abusos de un sistema y una justicia completamente ciega. Ahora una madre-coraje... aunque busca siempre ese instante preciso de veracidad en los rodajes llamada improvisación.
La crónica de búsqueda de Danny Peral asesinado por radicales en Pakistán reportero del Wall Street Journal,Claro, que ya que nos ponemos también se debería hacer una película de José Couso. Aunque claro, aquí no interesa. Obviamente el guión gira alrededor de temas convencionales del telefilme como el espíritu de superación de una mujer que embarazada decide escribir un libro sobre su marido para que el futuro hijo pudiera conocer a su padre. Cierto tratamiento documental… y la Jolie nominada al Globo de Oro. No se sabe si su pelo influyó.
El resultado general: uno de sus filmes más flojos.
Desde una historia basada en hechos reales y relatada por su propia protagonista, Mariane Pearl, el director de “Wonderland”, pretende centrarse desde una perspectiva para nada orientada al telefilme o buscando el drama pero falta algo para que cuaje.
“Un corazón invencible” no brilla como debería y se le ven sus líneas gravitatorias en lo que perece un proyecto de encargo puro y duro: con director a la carta—después de “Camino a Guantánamo”, “In This World (En este mundo)” o “Bienvenido a Sarajevo (Welcome to Sarajevo)”. Las intenciones del filme son de cerrar una trilogía con las dos primeras.
Si bien es cierto que en “Camino a Guantánamo” Winterbottom plasmaba a través del falso documental y la dramatización una perspectiva completamente del terrorismo: tres personas inocentes sufren los abusos de un sistema y una justicia completamente ciega. Ahora una madre-coraje... aunque busca siempre ese instante preciso de veracidad en los rodajes llamada improvisación.
La crónica de búsqueda de Danny Peral asesinado por radicales en Pakistán reportero del Wall Street Journal,Claro, que ya que nos ponemos también se debería hacer una película de José Couso. Aunque claro, aquí no interesa. Obviamente el guión gira alrededor de temas convencionales del telefilme como el espíritu de superación de una mujer que embarazada decide escribir un libro sobre su marido para que el futuro hijo pudiera conocer a su padre. Cierto tratamiento documental… y la Jolie nominada al Globo de Oro. No se sabe si su pelo influyó.
El resultado general: uno de sus filmes más flojos.
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