Blancanieves
7.0
21,655
Drama
Versión libre, de carácter gótico, del popular cuento de los hermanos Grimm, que ha sido ambientada en España durante los años 20. Blancanieves es Carmen, una bella joven con una infancia atormentada por su terrible madrastra Encarna. Huyendo de su pasado, Carmen emprenderá un apasionante viaje acompañada por sus nuevos amigos: una troupe de Enanos Toreros. (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2013
17 de febrero de 2013
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Blancanieves” es una de esas rara avis que engrandecen el nombre del cine se mire por donde se mire. Puede gustar más o menos, puedes estar de acuerdo con sus intenciones o no pero ello no impide que sea una película de una calidad insuperable, independientemente de todos los “peros” que queramos ponerle. Cualquier minuto del metraje de “Blancanieves” es de una calidad insuperable, desde los actores a esa poderosa fotografía, una dirección poética, y –sobre todo- la memorable banda sonora del maestro Alfonso de Vilallonga. El 2012 fue un año de películas de Blancanieves, desde la caótica “Mirror Mirror” a la excesiva “Blancanieves y la leyenda del cazador”, también recordaremos el 2012 como el año en que esa película muda que es “The Artist” se llevó todos los premios que se le pusieron por delante. Pero resulta que no solo la “Blancanieves” de Pedro Bergés es superior a las dos películas norteamericanas sobre el mismo tema sino que además logra el milagro de superar a esa joya que era “The Artist” con el añadido de hacerlo en un terreno mucho más difícil. No sé si “Blancanieves” es la mejor película que podremos ver en años o quizás suceda que hemos sobrevalorado el esfuerzo de un director en ofrecernos una curiosidad envuelta en un delicado y maravilloso paquete. Sea como fuere uno acaba de ver “Blancanieves” y se da cuenta de que todos los prejuicios ante una película como esta se desmontan para caer en la cuenta que hemos asistido a un espectáculo cinematográfico en mayúsculas. Esto es cine, puro cine, pura poesía. No hay más que decir.
6 de noviembre de 2014
6 de noviembre de 2014
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de Blancanieves, como las otras recopilaciones de los hermanos Grimm, han tenido muchas versiones, ésta es otra de ellas. Se diferencia de la original, entre otras muchas cosas, en que la frágil y dulce protagonista, siguiendo el legado de su padre, se convierte en una torturadora y matadora de toros para el deleite de la afición. Afortunadamente solo se muestra una corrida, pero se supone, dados sus triunfos en muchas plazas, que es una experta aunque con ejemplares de baja casta o bravura, como las vacas.
La historia que Pablo Berger nos cuenta, es una lucha entre un cuento muy conocido y una telenovela, también.
En los comienzos del cine, éste era en blanco y negro y además sin sonido, no porque los realizadores de los filmes eligieran esta técnica, sino porque físicamente no había de otra, no existían los medios para hacer una película que acercara mas al espectador a la realidad. Manejar el color y el sonido en el cine moderno requiere de invertir recursos técnicos y económicos, ya que por sí mismos son todo un mundo de expresión artística y tecnológica, requieren de un gran esfuerzo para enriquecer la historia que se quiere mostrar. Pero a ciertos directores les es muy exitoso hacer sus películas como se hacían en los años veinte, pero con la tecnología de hoy. Se invierte poco ya que no se requiere un vestuario, escenografía o puesta en escena muy cuidada, ya que los detalles se nivelan por el color monocromático y cualquier cosa se ve muy "artística". A demás no es necesario poner mucho detalle en los diálogos, ya que no existen y esto evita repetir escenas e inclusive tener que, por parte de los actores, aprenderse un guión al pie de la letra y decirlo de forma convincente. Mientras unos recurren a los últimos avances en imagen y sonido buscando realismo, otros apagan ciertas funciones de las cámaras, reducen el formato, anulan el sonido y ganan premios. Hay público para todo.
La historia que Pablo Berger nos cuenta, es una lucha entre un cuento muy conocido y una telenovela, también.
En los comienzos del cine, éste era en blanco y negro y además sin sonido, no porque los realizadores de los filmes eligieran esta técnica, sino porque físicamente no había de otra, no existían los medios para hacer una película que acercara mas al espectador a la realidad. Manejar el color y el sonido en el cine moderno requiere de invertir recursos técnicos y económicos, ya que por sí mismos son todo un mundo de expresión artística y tecnológica, requieren de un gran esfuerzo para enriquecer la historia que se quiere mostrar. Pero a ciertos directores les es muy exitoso hacer sus películas como se hacían en los años veinte, pero con la tecnología de hoy. Se invierte poco ya que no se requiere un vestuario, escenografía o puesta en escena muy cuidada, ya que los detalles se nivelan por el color monocromático y cualquier cosa se ve muy "artística". A demás no es necesario poner mucho detalle en los diálogos, ya que no existen y esto evita repetir escenas e inclusive tener que, por parte de los actores, aprenderse un guión al pie de la letra y decirlo de forma convincente. Mientras unos recurren a los últimos avances en imagen y sonido buscando realismo, otros apagan ciertas funciones de las cámaras, reducen el formato, anulan el sonido y ganan premios. Hay público para todo.
10 de diciembre de 2012
10 de diciembre de 2012
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un excelente homenaje al cine en blanco y negro de los años 30. Un fantástico retrato social de la época. Sencillamente preciosa, Blancanieves sorprende, divierte y emociona a partes iguales. La banda sonora, genial. Las interpretaciones de Maribel Verdú y Macarena García, soberbias (sin olvidarnos de Gimenez Cacho, Ángela Molina, etc). Todo redondo, rozando la perfección. Me gustó el trailer y me gustó mucho la película.
29 de enero de 2013
29 de enero de 2013
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenia gana de ver “Blancanieves” aunque tan solo fuera por las 18 nominaciones a los Goya de este año y una vez vista es innegable su calidad artística sobre todo en la fotografía, vestuario y ambientación. Algo que también me llama la atención es que siendo una película muda tiene 3 canciones cantadas que chocan un poco pero me pregunto algo, ¿se hubiera hecho esta película si “The Artist” no hubiera ganado el oscar el año pasado? Yo creo sinceramente que no. El valor de hacer una producción así en blanco y negro a 4:3 y muda es su originalidad y su valentía para hacer algo radicalmente diferente a lo existe en la actualidad por lo que ese valor añadido se pierde en producciones futuras claramente similares aun así es una película bien hecha con una historia con mucha fuerza y muy épica y con una Maribel Verdú tremenda. Es una película difícil de recomendar por lo que si te gusto “The Artist” esta te gustara seguramente porque en definitiva es más de lo mismo y si esta no te gusto nada ni lo intentes con esta versión española.
31 de enero de 2013
31 de enero de 2013
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pablo Berger, nueve años después de su celebrada Torremolinos 73, se tira a la piscina con una película muda, en blanco y negro y de sabor rabiosamente español...
Porque si algo demuestra su Blancanieves es la eterna capacidad de reinvención que tienen los clásicos, y muy especialmente los cuentos, ahora más de moda que nunca. En esta ocasión, Berger convierte la historia de la chica, la madrastra y la manzana en una fábula de ambientación andaluza, con el mundo del toreo y los patios floreados como telón de fondo. Y la apuesta le sale francamente bien, pues el resultado es una película original, audaz, llena de entusiasmo, de magia, brillante a ratos y que deja con un sabor de boca maravilloso, casi tanto como el cuento de toda la vida.
Sin embargo, en ocasiones Berger se gusta demasiado a sí mismo, o se enamora en exceso de lo que ocurre en su película. Hay escenas claramente alargadas aposta sólo para escuchar la música, y presenta demasiados bailes y momentos flamencos, que ralentizan el ritmo en algunas ocasiones (sobre todo en el episodio que detalla la infancia de Carmen, el más flojo de la cinta a pesar de la maravillosa presencia de un maravilloso Daniel Giménez Cacho, que lo dice todo con la mirada, y la niña Sofía Oria). Podría haber durado diez o quince minutos menos y no habría pasado nada.
Pero el conjunto final resulta memorable, gracias a multitud de secuencias grandiosas, bien por la intensidad (el intento de asesinato de Blancanieves, el epílogo) o por la realización elegante de Berger (ver el prólogo, o la corrida final, con ese plano en picado bellísimo de la protagonista siendo llevada en brazos), y por supuesto gracias al trabajo de unos actores que lo bordan. Ángela Molina pocas veces ha estado mejor y más encantadora, Inma Cuesta resulta memorable en su breve intervención, Pere Ponce aporta mucho sentido del humor. Maribel Verdú, deliciosamente pérfida, se lo pasa en grande en la piel de la villana, y Macarena Gómez se doctora con un final de película apoteósico, en el que enamora al respetable con esos ojos y esa capacidad para emocionar.
En definitiva, una muy buena película, que no es perfecta, pero ofrece suficientes elementos como para ser apreciada y disfrutada.
Lo mejor: Los actores y la realización de Pablo Berger.
Lo peor: Le sobran minutos, bailes y relleno en su primera parte.
Porque si algo demuestra su Blancanieves es la eterna capacidad de reinvención que tienen los clásicos, y muy especialmente los cuentos, ahora más de moda que nunca. En esta ocasión, Berger convierte la historia de la chica, la madrastra y la manzana en una fábula de ambientación andaluza, con el mundo del toreo y los patios floreados como telón de fondo. Y la apuesta le sale francamente bien, pues el resultado es una película original, audaz, llena de entusiasmo, de magia, brillante a ratos y que deja con un sabor de boca maravilloso, casi tanto como el cuento de toda la vida.
Sin embargo, en ocasiones Berger se gusta demasiado a sí mismo, o se enamora en exceso de lo que ocurre en su película. Hay escenas claramente alargadas aposta sólo para escuchar la música, y presenta demasiados bailes y momentos flamencos, que ralentizan el ritmo en algunas ocasiones (sobre todo en el episodio que detalla la infancia de Carmen, el más flojo de la cinta a pesar de la maravillosa presencia de un maravilloso Daniel Giménez Cacho, que lo dice todo con la mirada, y la niña Sofía Oria). Podría haber durado diez o quince minutos menos y no habría pasado nada.
Pero el conjunto final resulta memorable, gracias a multitud de secuencias grandiosas, bien por la intensidad (el intento de asesinato de Blancanieves, el epílogo) o por la realización elegante de Berger (ver el prólogo, o la corrida final, con ese plano en picado bellísimo de la protagonista siendo llevada en brazos), y por supuesto gracias al trabajo de unos actores que lo bordan. Ángela Molina pocas veces ha estado mejor y más encantadora, Inma Cuesta resulta memorable en su breve intervención, Pere Ponce aporta mucho sentido del humor. Maribel Verdú, deliciosamente pérfida, se lo pasa en grande en la piel de la villana, y Macarena Gómez se doctora con un final de película apoteósico, en el que enamora al respetable con esos ojos y esa capacidad para emocionar.
En definitiva, una muy buena película, que no es perfecta, pero ofrece suficientes elementos como para ser apreciada y disfrutada.
Lo mejor: Los actores y la realización de Pablo Berger.
Lo peor: Le sobran minutos, bailes y relleno en su primera parte.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here