El verdugo
1963 

8.2
42,692
Comedia
José Luis, el empleado de una funeraria, proyecta emigrar a Alemania para convertirse en un buen mecánico. Su novia es hija de Amadeo, un verdugo profesional. Cuando éste los sorprende en la intimidad, los obliga a casarse. Ante la acuciante falta de medios económicos de los recién casados, Amadeo, que está a punto de jubilarse, trata de persuadir a José Luis para que solicite la plaza que él va a dejar vacante, lo que le daría derecho ... [+]
29 de noviembre de 2020
29 de noviembre de 2020
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Dirigida por Luis García Berlanga y con guion de Rafael Azcona "El verdugo" es una de las grandes películas del cine español. Una película que nos traslada a los años sesenta en plena dictadura franquista y que nos cuenta como José Luis (Nino Manfredi), un empleado de una funeraria desea casarse con Carmen (Emma Penella), hija del verdugo Amadeo (José Isbert), a punto de jubilarse, a pesar de sus reticencias José Luis se verá obligado a sustituir a su suegro en el cargo una vez jubilado, hecho que le acarreará un montón de dilemas morales.
A partir de un brillante guion y unos esplendidos diálogos Berlanga configura un divertido y crítico retrato de la época poniendo en tela de juicio la pena de muerte, tema principal de la película y mostrarnos además los numerosos problemas de la España de los sesenta como la carencia de vivienda, la excesiva burocratización, la diferencia de clases o el emergente turismo. En cuanto al reparto destaca por encima de todos José Isbert con su papel de verdugo, un actor de los mejores que ha dado el cine español muy bien acompañado en esta película por Nino Manfredi y Emma Penella y unos secundarios de lujo como José Luis López Vázquez o Julia Caba entre otros.
En resumen, obra maestra del humor negro que junto a "Placido", "Bienvenido Mr. Marshall", "La escopeta nacional" o "La vaquilla" demuestra que L.G Berlanga fue el mejor retratando la España del siglo XX. Una película imprescindible.
A partir de un brillante guion y unos esplendidos diálogos Berlanga configura un divertido y crítico retrato de la época poniendo en tela de juicio la pena de muerte, tema principal de la película y mostrarnos además los numerosos problemas de la España de los sesenta como la carencia de vivienda, la excesiva burocratización, la diferencia de clases o el emergente turismo. En cuanto al reparto destaca por encima de todos José Isbert con su papel de verdugo, un actor de los mejores que ha dado el cine español muy bien acompañado en esta película por Nino Manfredi y Emma Penella y unos secundarios de lujo como José Luis López Vázquez o Julia Caba entre otros.
En resumen, obra maestra del humor negro que junto a "Placido", "Bienvenido Mr. Marshall", "La escopeta nacional" o "La vaquilla" demuestra que L.G Berlanga fue el mejor retratando la España del siglo XX. Una película imprescindible.
6 de diciembre de 2020
6 de diciembre de 2020
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Película con un guión muy dramático, que permite tratarlo con el humor irónico típico de Berlanga. Los diálogos están muy cuidados y el guión es austero y bien armado. La fotografía es de gran calidad y los exteriores (Mallorca, Madrid mucho menos) muy bien elegidos. En general, es una película muy equilibrada, limpiamente ejecutada y redonda.
El costumbrismo español es muy exacto, subrayando aspectos sórdidos, miserables y cutres, pero hay un optimismo sonriente por debajo, simbolizado en la radiante Emma Penella (esposa del nuevo verdugo) y su bebé, las turistas ligonas, los jóvenes bailando el twist, etc.
La crítica a la pena de muerte no es directa. Los personajes, guardias, enterradores, porteros, directores de cárcel, próceres con capacidad de recomendar, el verdugo (el viejo), etc., son simples piezas de un engranaje burocrático que existe y ninguno le planta cara. Salvo el protagonista, verdugo joven, que en realidad lo que tiene es miedo y repugnancia a matar, pero por otro lado tiene obligaciones familiares, como comprar el piso, o nido donde tiene que vivir su bebé. Retrata la España de los 1950-60, un sistema consolidado que nadie cuestiona y en el que cada cual se buscaba la vida como podía.
El costumbrismo español es muy exacto, subrayando aspectos sórdidos, miserables y cutres, pero hay un optimismo sonriente por debajo, simbolizado en la radiante Emma Penella (esposa del nuevo verdugo) y su bebé, las turistas ligonas, los jóvenes bailando el twist, etc.
La crítica a la pena de muerte no es directa. Los personajes, guardias, enterradores, porteros, directores de cárcel, próceres con capacidad de recomendar, el verdugo (el viejo), etc., son simples piezas de un engranaje burocrático que existe y ninguno le planta cara. Salvo el protagonista, verdugo joven, que en realidad lo que tiene es miedo y repugnancia a matar, pero por otro lado tiene obligaciones familiares, como comprar el piso, o nido donde tiene que vivir su bebé. Retrata la España de los 1950-60, un sistema consolidado que nadie cuestiona y en el que cada cual se buscaba la vida como podía.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
He apreciado alguna influencia de Tatí, en los planos coreográficos alejados como en: Guardia civil en barca en las Cuevas del Drach de Mallorca, los dos grupos de guardias forcejeando con condenado y verdugo en el patio de la cárcel (incluyendo el ruido de pasos). Aunque quizás sea una influencia mutua (Playtime es posterior a El verdugo).
Hay algún pequeño fallo de guion, como cuando al principio el protagonista va a devolver el maletín al viejo verdugo; primero va a alcanzarle en el metro pero luego acaba en su casa (¿sabía su dirección cuando no quería ni oír hablar del siniestro verdugo?) y dejando a la espera a todo el cortejo fúnebre detrás del furgón de muertos. También, un poco forzado, pero gracioso, lo de la guardia civil con megáfono en las Cuevas del Drach. Igualmente, la escena en el piso a medio construir donde parece que podían decidir la distribución de las habitaciones, no tiene sentido en un piso de protección oficial que te toca con distribución rígida y estandarizada; es una escena simpática pero un poco forzada.
Hay algún pequeño fallo de guion, como cuando al principio el protagonista va a devolver el maletín al viejo verdugo; primero va a alcanzarle en el metro pero luego acaba en su casa (¿sabía su dirección cuando no quería ni oír hablar del siniestro verdugo?) y dejando a la espera a todo el cortejo fúnebre detrás del furgón de muertos. También, un poco forzado, pero gracioso, lo de la guardia civil con megáfono en las Cuevas del Drach. Igualmente, la escena en el piso a medio construir donde parece que podían decidir la distribución de las habitaciones, no tiene sentido en un piso de protección oficial que te toca con distribución rígida y estandarizada; es una escena simpática pero un poco forzada.
17 de marzo de 2021
17 de marzo de 2021
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Esta película nos sitúa en la España franquista, José Luis(Nino Manfredi) trabajador de una funeraria, en uno de sus servicios conoce al verdugo Amadeo (Pepe Isbert),al principio se muestra muy reacio a mantener ningún tipo de relación con el, hasta que conoce a la hija de Amadeo, Carmen(Enma Penella) ,de la que se siente fuertemente atraído.
Carmen y José Luis comparten el desprecio que reciben de la sociedad y su dificultad para encontrar pareja por el trabajo que desempeñan. Ambos comienzan una relación que acabara en boda, cuando Amadeo les descubra encamados, justo el mismo día en que le conceden un piso de protección oficial por su trabajo como funcionario del régimen.
Las dificultades comienzan para José Luis cuando se ve obligado a hacer el relevo en el trabajo de su suegro ,que debe jubilarse, para que no les retiren el piso de protección oficial. Ahora la única esperanza del nuevo verdugo es no tener que llevar a cabo su trabajo, aprovechando que en ese momento en España se concedían cada vez mas indultos y se ejecutaba a menos gente.
El director valenciano muestra un film basado en la historia real de la ultima mujer sentenciada con la pena capital en España, la envenenadora de Valencia. Un abogado amigo de Berlanga fue testigo de la muerte de esta mujer, y le explico como al verdugo le tuvieron que emborrachar y llevar a rastras hasta el cadalso. Esta historia impresiono al director que decidió convertirla en película.
Berlanga con esta maravilla de relato hace una clara critica a la pena de muerte, que en España se aplico hasta la muerte del dictador en 1975. Además el director valenciano nos muestra ingeniosamente desde la perspectiva del ejecutor, una sociedad con tremendas desigualdades, que se ve obligada a aceptar trabajos como este para poder sobrevivir aunque recibieran el desprecio de la gente. Esto se resume en la maravillosa conversación de los dos protagonistas.
"Yo creo que la gente debe morir en su cama" dice José Luis, a lo que un practico Amador responde "Naturalmente, pero si existe la pena alguien debe aplicarla".
Aun resulta increíble que una película tan critica con el régimen militar pasara la censura, y es que en la película se pueden ver criticas incluso a la iglesia.
Respecto a los actores no pueden estar mejor, Pepe Isbert brillante como siempre, consigue hacer de un personaje a priori detestable como el verdugo, alguien entrañable y es que este actor tiene algo especial que sobrepasa la pantalla. También hace un papel muy bueno el italiano Nino Manfredi como José Luis y la irreconocible para alguien de mi generación Enma Penella como Carmen.
En mi opinión es una película que desde el humor mas acido trata un tema tan delicado como la pena de muerte y la sociedad franquista. Una película obligatoria para cualquier amante del cine y de la historia , con unos actores que no te dejaran que apartes la mirada de la pantalla.
Destacaría la escena en la que el nuevo verdugo se dirige junto al ajusticiado al garrote vil. Al verdugo lo llevan a rastras mientras el ajusticiado va recto y por su propio pie. Esta comparativa deja al verdugo como una victima mas, al mismo nivel que el propio reo. Ambos son damnificados del mismo sistema, peones en una partida que no les beneficia.
Carmen y José Luis comparten el desprecio que reciben de la sociedad y su dificultad para encontrar pareja por el trabajo que desempeñan. Ambos comienzan una relación que acabara en boda, cuando Amadeo les descubra encamados, justo el mismo día en que le conceden un piso de protección oficial por su trabajo como funcionario del régimen.
Las dificultades comienzan para José Luis cuando se ve obligado a hacer el relevo en el trabajo de su suegro ,que debe jubilarse, para que no les retiren el piso de protección oficial. Ahora la única esperanza del nuevo verdugo es no tener que llevar a cabo su trabajo, aprovechando que en ese momento en España se concedían cada vez mas indultos y se ejecutaba a menos gente.
El director valenciano muestra un film basado en la historia real de la ultima mujer sentenciada con la pena capital en España, la envenenadora de Valencia. Un abogado amigo de Berlanga fue testigo de la muerte de esta mujer, y le explico como al verdugo le tuvieron que emborrachar y llevar a rastras hasta el cadalso. Esta historia impresiono al director que decidió convertirla en película.
Berlanga con esta maravilla de relato hace una clara critica a la pena de muerte, que en España se aplico hasta la muerte del dictador en 1975. Además el director valenciano nos muestra ingeniosamente desde la perspectiva del ejecutor, una sociedad con tremendas desigualdades, que se ve obligada a aceptar trabajos como este para poder sobrevivir aunque recibieran el desprecio de la gente. Esto se resume en la maravillosa conversación de los dos protagonistas.
"Yo creo que la gente debe morir en su cama" dice José Luis, a lo que un practico Amador responde "Naturalmente, pero si existe la pena alguien debe aplicarla".
Aun resulta increíble que una película tan critica con el régimen militar pasara la censura, y es que en la película se pueden ver criticas incluso a la iglesia.
Respecto a los actores no pueden estar mejor, Pepe Isbert brillante como siempre, consigue hacer de un personaje a priori detestable como el verdugo, alguien entrañable y es que este actor tiene algo especial que sobrepasa la pantalla. También hace un papel muy bueno el italiano Nino Manfredi como José Luis y la irreconocible para alguien de mi generación Enma Penella como Carmen.
En mi opinión es una película que desde el humor mas acido trata un tema tan delicado como la pena de muerte y la sociedad franquista. Una película obligatoria para cualquier amante del cine y de la historia , con unos actores que no te dejaran que apartes la mirada de la pantalla.
Destacaría la escena en la que el nuevo verdugo se dirige junto al ajusticiado al garrote vil. Al verdugo lo llevan a rastras mientras el ajusticiado va recto y por su propio pie. Esta comparativa deja al verdugo como una victima mas, al mismo nivel que el propio reo. Ambos son damnificados del mismo sistema, peones en una partida que no les beneficia.
4 de octubre de 2021
4 de octubre de 2021
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Su intercambio de diálogos muestra una realidad compleja, contextualizando la etapa franquista de España y sirviendo de cuadro de costumbres en personajes callejeros, rutinarios en los espacios populares y genéricos en los que mostrar el argumento. Es un retrato formidable de la construcción de una familia desde el momento en el que los amantes se conocen, adjuntándose en este proceso la forma tan documental y verídica de contarlo; Berlanga deja en el cine español el recuerdo de una época pasada y puramente de su tiempo.
Lo más característico es la doble perspectiva que se establece sobre el malsonante oficio; un choque entre cómo se concibe el garrote vil en generaciones anteriores a la del personaje y la dura elección entre heredar la "tradición" o rechazar tal oficio por la moralidad que domina protagónicamente la cinta. Además, Berlanga muestra con exquisitez fotográfica el distanciamiento entre víctima y verdugo y expone con una forma increíble la lejanía con el espectador, al que también parecerá aterradora la sola sensación que subyace el tener a disposición la vida de otra persona.
La finalidad es sobre todo demostrar un apartado técnico de calidad y la viva imagen de una realidad costumbrista, arcaica, puramente ebria de verguenza, aun siendo testigo de que se trata de una película de muchos años atrás, su fundamentación reside en el diálogo metaliterario, llevando a cabo una tesis arrolladora sobre la capacidad que se puede llegar para tener que vivir con el remordimiento por el ápice de comodidad del que gozará una familia para solventarse económicamente.
Lo más característico es la doble perspectiva que se establece sobre el malsonante oficio; un choque entre cómo se concibe el garrote vil en generaciones anteriores a la del personaje y la dura elección entre heredar la "tradición" o rechazar tal oficio por la moralidad que domina protagónicamente la cinta. Además, Berlanga muestra con exquisitez fotográfica el distanciamiento entre víctima y verdugo y expone con una forma increíble la lejanía con el espectador, al que también parecerá aterradora la sola sensación que subyace el tener a disposición la vida de otra persona.
La finalidad es sobre todo demostrar un apartado técnico de calidad y la viva imagen de una realidad costumbrista, arcaica, puramente ebria de verguenza, aun siendo testigo de que se trata de una película de muchos años atrás, su fundamentación reside en el diálogo metaliterario, llevando a cabo una tesis arrolladora sobre la capacidad que se puede llegar para tener que vivir con el remordimiento por el ápice de comodidad del que gozará una familia para solventarse económicamente.
26 de noviembre de 2021
26 de noviembre de 2021
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Berlanga logra combinar de manera audaz la comedia con los momentos dramáticos que exige la propia historia. Una historia que, caracterizada por la inverosimilitud que la dota de más comicidad, construye un relato dramático que lleva a la reflexión y ayuda a empatizar con los protagonistas.
Uno de los rasgos más típicos del cine berlanguiano, como es el uso de los planos largos, resalta de una manera especial a lo largo de este filme. Cada vez que se hace uso de uno de ellos vemos como la interpretación de los actores se potencia más aún, logra de una manera sencilla que lo que vemos en pantalla parezca más real, logra que la “verdad” florezca.
Implícitamente, la película claramente plantea la ética de la pena de muerte, algo que ahora vemos como parte del pasado, pero que en aquel momento era una realidad. El hecho de utilizar el contexto de la época como tema principal de la historia es otro rasgo típico del cine berlanguiano, puesto que es un director que siempre intenta dejar la huella de la sociedad de aquel momento en sus películas.
Sin desvelar el final de la trama, es necesario destacarlo, no solo por la carga dramática, sino también por su belleza. Tal vez sea lo mejor de la película pese a salirse del registro humorístico.
Si el espectador solo busca pasar el rato disfrutando de una gran comedia puede que Berlanga tenga otros títulos en los que el humor destaque más. Pero si lo que busca es una comedia que intente convertirse en algo más que una retahíla de chistes y chascarrillos, “El verdugo” es una muy buena elección.
Uno de los rasgos más típicos del cine berlanguiano, como es el uso de los planos largos, resalta de una manera especial a lo largo de este filme. Cada vez que se hace uso de uno de ellos vemos como la interpretación de los actores se potencia más aún, logra de una manera sencilla que lo que vemos en pantalla parezca más real, logra que la “verdad” florezca.
Implícitamente, la película claramente plantea la ética de la pena de muerte, algo que ahora vemos como parte del pasado, pero que en aquel momento era una realidad. El hecho de utilizar el contexto de la época como tema principal de la historia es otro rasgo típico del cine berlanguiano, puesto que es un director que siempre intenta dejar la huella de la sociedad de aquel momento en sus películas.
Sin desvelar el final de la trama, es necesario destacarlo, no solo por la carga dramática, sino también por su belleza. Tal vez sea lo mejor de la película pese a salirse del registro humorístico.
Si el espectador solo busca pasar el rato disfrutando de una gran comedia puede que Berlanga tenga otros títulos en los que el humor destaque más. Pero si lo que busca es una comedia que intente convertirse en algo más que una retahíla de chistes y chascarrillos, “El verdugo” es una muy buena elección.
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