Viridiana
8.1
29,703
Drama
Don Jaime (Fernando Rey), un viejo hidalgo español, vive retirado y solitario en su hacienda desde la muerte de su esposa, ocurrida el mismo día de la boda. Un día recibe la visita de su sobrina Viridiana (Silvia Pinal), novicia en un convento, que tiene un gran parecido con su mujer. Basada libremente en la novela "Halma", de Benito Pérez Galdós. (FILMAFFINITY)
21 de enero de 2018
21 de enero de 2018
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Hace diez años accedí a “Viridiana” por primera vez. Mi vírgen ignorancia provocó que no la disfrutara. Recuerdo aburrimiento y lagunas en la memoria sobre lo acontecido en aquel lugar. No entendía nada de lo que veía. Lo vinculé a “Sodoma y Gomorra”, a un exceso de provocación contra la censura del momento. Pero hoy todo ha sido diferente…
Sin duda que, el paso de los años, viajar, leer, estudiar, aprender otras culturas, saber más historia, ver más películas, escuchar a los que saben… hace que se desarrolle el entendimiento de una manera diferente.
Destaco a los actores que hacen de vagabundos. La foto en la casa es un cuadro que representa a la Última Cena de Da Vinci. La belleza de Silvia Pinal es envolvente. Uno llega a entender la locura del tío y el magnetismo en el que se ve envuelto Paco Rabal, su primo.
Las clases sociales son estamentos que copan la sociedad y que no es tan cándido solucionar. No podemos ser todos ser iguales, porque eso vulnera los principios de la libertad. En cualquier momento de la vida, las personas tienen aspiraciones de diferente ámbito, que en los menos ambiciosos suelen ser constantes, en otros son como el Guadiana y en algunos se ve influenciada por su entorno. Lo cierto es que mucha gente usa a gente pobre para paliar sus pecados y quedarse en paz consigo mismo. Usar no es lícito y, a veces, ocurren esas cosas. Que te salpican y acaban por morderte las manos. El camino corto y rápido nunca es el correcto.
Hay que usar la empatía. Si una persona está en cualquier posición, es debido a su pasado, y lo primero que hay que preguntarse es qué quieren, de dónde vienen, qué forma tienen de solucionar su vida, sin imponer esa “disciplina” que Viridiana lanza. Sacar a alguien de su hábitat ya es de por sí traumático. Hay palacios muy fríos, así como callejones cálidos.
Me ha gustado esta segunda visión, y no quiero olvidar la crítica que hice hace una década, la cual adjunto.
Sin duda que, el paso de los años, viajar, leer, estudiar, aprender otras culturas, saber más historia, ver más películas, escuchar a los que saben… hace que se desarrolle el entendimiento de una manera diferente.
Destaco a los actores que hacen de vagabundos. La foto en la casa es un cuadro que representa a la Última Cena de Da Vinci. La belleza de Silvia Pinal es envolvente. Uno llega a entender la locura del tío y el magnetismo en el que se ve envuelto Paco Rabal, su primo.
Las clases sociales son estamentos que copan la sociedad y que no es tan cándido solucionar. No podemos ser todos ser iguales, porque eso vulnera los principios de la libertad. En cualquier momento de la vida, las personas tienen aspiraciones de diferente ámbito, que en los menos ambiciosos suelen ser constantes, en otros son como el Guadiana y en algunos se ve influenciada por su entorno. Lo cierto es que mucha gente usa a gente pobre para paliar sus pecados y quedarse en paz consigo mismo. Usar no es lícito y, a veces, ocurren esas cosas. Que te salpican y acaban por morderte las manos. El camino corto y rápido nunca es el correcto.
Hay que usar la empatía. Si una persona está en cualquier posición, es debido a su pasado, y lo primero que hay que preguntarse es qué quieren, de dónde vienen, qué forma tienen de solucionar su vida, sin imponer esa “disciplina” que Viridiana lanza. Sacar a alguien de su hábitat ya es de por sí traumático. Hay palacios muy fríos, así como callejones cálidos.
Me ha gustado esta segunda visión, y no quiero olvidar la crítica que hice hace una década, la cual adjunto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
29 de diciembre de 2007
Ahora es muy fácil criticar lo incriticable, pero entonces... he ahí el mérito de Don Luis. Hasta ver esta película, solo me sonaba el nombre de Viridiana por la canción de Sabina. Ahora ya entiendo mejor esa canción, homenaje de Sabina al maestro Buñuel.
Coincido en que hay que verla un par de veces para advertir tanta información en tan pocos minutos. Me encanta el papel de Paco Rabal, un actor muy bueno. Y es de esas películas que, a pesar de la época en que se filmó, no han perdido ni un gramo de riqueza. Todo lo contrario, han ganado con el tiempo.
Muchas moralejas se pueden sacar de esta peli, pero una de ellas es muy importante... "NUNCA SIENTAS PENA POR NADIE".
Ahora es muy fácil criticar lo incriticable, pero entonces... he ahí el mérito de Don Luis. Hasta ver esta película, solo me sonaba el nombre de Viridiana por la canción de Sabina. Ahora ya entiendo mejor esa canción, homenaje de Sabina al maestro Buñuel.
Coincido en que hay que verla un par de veces para advertir tanta información en tan pocos minutos. Me encanta el papel de Paco Rabal, un actor muy bueno. Y es de esas películas que, a pesar de la época en que se filmó, no han perdido ni un gramo de riqueza. Todo lo contrario, han ganado con el tiempo.
Muchas moralejas se pueden sacar de esta peli, pero una de ellas es muy importante... "NUNCA SIENTAS PENA POR NADIE".
26 de abril de 2023
26 de abril de 2023
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Esta película te hace cuestionarte todas tus creencias. Desaprender, como diría Eduard Punset.
La bondad, la crueldad, los pobres pueden ser tan crueles como los ricos, la religión, la mojigatería, la línea filosófica que separa el bien del mal, etc. Puede parecer una simplona historia rural, por la sencillez, pero tiene mucho trasfondo, el guión es muy bueno.
Una de las mejores películas que he visto.
La bondad, la crueldad, los pobres pueden ser tan crueles como los ricos, la religión, la mojigatería, la línea filosófica que separa el bien del mal, etc. Puede parecer una simplona historia rural, por la sencillez, pero tiene mucho trasfondo, el guión es muy bueno.
Una de las mejores películas que he visto.
21 de julio de 2024
21 de julio de 2024
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Nota: 7,5
Una película tan sutil como irreverente, nada inocente, nada complaciente, que retrata al ser humano y sus verdaderas pulsiones más primarias, retorcidas y compulsivas. La claridad expositiva, la condensación de conceptos, la fina ironía y la capacidad de narrar a través de simbolos (véase la cuerda) de Buñuel hacen que necesite mucho menos tiempo que otros directores para contar (mejor) lo mismo.
Desde el principio hay una tensión malsana en el ambiente, una sensación de inseguridad, de que algo malo se avecina. Y la película sabrá jugar sus cartas para sorprender y desdoblarse en dos mitades con entidad y propósitos genuinos.
La mirada masculina se traslada a la cámara de dos modos complementarios: por un lado refleja el fetichismo, el amor por el detalle y los objetos de deseo de Don Jaime (planos detalle de pies actuando como metonimia de su verdadero anhelo) y por otra parte el desencanto y la frustración sin concesiones, a través de Jaime y su relación con lo social y las injusticias, con secuencias como la de la adopción de un perro seguida del recuerdo de que ninguna pequeña acción aislada es suficiente ante todo un sistema corrupto. La caridad católica y pretendidamente redentora de Viridiana es inútil. Igualmente fundamental es la inocente mirada de la niña, que nos advierte del terror y la verdadera dimensión de lo acontecido. La puesta en escena es certera, precisa, elegante, nada superflua.
Un film que rompe con las expectativas del espectador, que se atrevió con muchos tabúes burlando la censura oficial de su tiempo para obtener el reconocimiento internacional, que aguanta el paso de los años haciendo frente a la, esta vez, auto impuesta censura en nuestra capacidad de mirar.
@laquimeracultural
Una película tan sutil como irreverente, nada inocente, nada complaciente, que retrata al ser humano y sus verdaderas pulsiones más primarias, retorcidas y compulsivas. La claridad expositiva, la condensación de conceptos, la fina ironía y la capacidad de narrar a través de simbolos (véase la cuerda) de Buñuel hacen que necesite mucho menos tiempo que otros directores para contar (mejor) lo mismo.
Desde el principio hay una tensión malsana en el ambiente, una sensación de inseguridad, de que algo malo se avecina. Y la película sabrá jugar sus cartas para sorprender y desdoblarse en dos mitades con entidad y propósitos genuinos.
La mirada masculina se traslada a la cámara de dos modos complementarios: por un lado refleja el fetichismo, el amor por el detalle y los objetos de deseo de Don Jaime (planos detalle de pies actuando como metonimia de su verdadero anhelo) y por otra parte el desencanto y la frustración sin concesiones, a través de Jaime y su relación con lo social y las injusticias, con secuencias como la de la adopción de un perro seguida del recuerdo de que ninguna pequeña acción aislada es suficiente ante todo un sistema corrupto. La caridad católica y pretendidamente redentora de Viridiana es inútil. Igualmente fundamental es la inocente mirada de la niña, que nos advierte del terror y la verdadera dimensión de lo acontecido. La puesta en escena es certera, precisa, elegante, nada superflua.
Un film que rompe con las expectativas del espectador, que se atrevió con muchos tabúes burlando la censura oficial de su tiempo para obtener el reconocimiento internacional, que aguanta el paso de los años haciendo frente a la, esta vez, auto impuesta censura en nuestra capacidad de mirar.
@laquimeracultural
16 de agosto de 2024
16 de agosto de 2024
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Escrita y dirigida por Luis Buñuel. Presenta a una mujer pura y buena rodeada de personajes de múltiples extracciones que son distintas versiones de su opuesto.
Por Nicolás Bianchi
Viridiana es por momentos una comedia negra y una historia de terror. La protagonista, una monja joven y bella, prácticamente no tiene paz. Tampoco encuentra alivio en los demás personajes. La maldad y las miserias humanas la rodean. De alguna manera, también moldean su vida. Entre ricos perversos y pobres desaforados, la muchacha interpretada por Silvia Pinal es atacada constantemente.
En el punto de partida, Viridiana está por consagrarse a una vida de reclusión. En términos religiosos va a contraer matrimonio con Dios. Quien sostiene materialmente todo esto es su tío Jaime (Fernando Rey), un hombre rico y viudo que no ha podido superar del todo la muerte de su mujer que se parecía físicamente a Viridiana. Esto es una condena para esta joven que es presentada como alguien sumamente bella y atractiva.
Puntualmente, Jaime se revela como una persona abyecta. Su intención es que su mansión sea una nueva prisión, no elegida, para Viridiana. Pero sus planes no prosperan. Ahora bien, los de Viridiana tampoco. Sin necesidad de contar toda la trama, es posible decir que la joven hereda esta gran mansión y la debe compartir con Jorge (Francisco Rabal), el hijo de Jaime.
Ambos tienen planes opuestos. Mientras Jorge es un capitalista que busca explotar las tierras que forman parte de este dominio, Viridiana desea construir un refugio para pobres y desvalidos. Esto introduce en la historia una troupe de personajes que presentan distintas caras de la indigencia: un cojo, una mujer embarazada que no sabe quién es el padre de su hijo, un viejo desdentado, un loco y varios otros más.
En principio, todos se muestran agradecidos con su protectora. Aunque todo cambia cuando se quedan solos por una noche en la mansión. Buñuel filma una verdadera orgía de comida, bebida y barbarie. Es literalmente una última cena, con parodia cristiana incluida, que termina por detonar a Viridiana. A propósito de esto, el director español no comulga con la imagen de los pobres como integrantes nobles de la sociedad. En películas como esta, y Los olvidados (1950) entre otras, muestra que la pobreza deforma y pervierte a la condición humana. En otras palabras, ser pobre no es digno, sino más bien una sucesión de horrores cotidianos.
En definitiva, Viridiana es una película singular y compleja. Cada escena cuenta con múltiples detalles y capas. Incluso hay más personajes que merecen un análisis detallado y que aquí no han sido mencionados, como la criada Ramona (Margarita Lozano), una mujer obediente y sumisa que luce conflictuada. En alguna medida, cada elemento que introduce Buñuel parece indicar algún rasgo perverso de la sociedad (o puede leerse de esa manera). Se trata de una película que no puede faltar en una colección o lista de las mejores de la historia del cine.
Está online. Contacto: [email protected]
Por Nicolás Bianchi
Viridiana es por momentos una comedia negra y una historia de terror. La protagonista, una monja joven y bella, prácticamente no tiene paz. Tampoco encuentra alivio en los demás personajes. La maldad y las miserias humanas la rodean. De alguna manera, también moldean su vida. Entre ricos perversos y pobres desaforados, la muchacha interpretada por Silvia Pinal es atacada constantemente.
En el punto de partida, Viridiana está por consagrarse a una vida de reclusión. En términos religiosos va a contraer matrimonio con Dios. Quien sostiene materialmente todo esto es su tío Jaime (Fernando Rey), un hombre rico y viudo que no ha podido superar del todo la muerte de su mujer que se parecía físicamente a Viridiana. Esto es una condena para esta joven que es presentada como alguien sumamente bella y atractiva.
Puntualmente, Jaime se revela como una persona abyecta. Su intención es que su mansión sea una nueva prisión, no elegida, para Viridiana. Pero sus planes no prosperan. Ahora bien, los de Viridiana tampoco. Sin necesidad de contar toda la trama, es posible decir que la joven hereda esta gran mansión y la debe compartir con Jorge (Francisco Rabal), el hijo de Jaime.
Ambos tienen planes opuestos. Mientras Jorge es un capitalista que busca explotar las tierras que forman parte de este dominio, Viridiana desea construir un refugio para pobres y desvalidos. Esto introduce en la historia una troupe de personajes que presentan distintas caras de la indigencia: un cojo, una mujer embarazada que no sabe quién es el padre de su hijo, un viejo desdentado, un loco y varios otros más.
En principio, todos se muestran agradecidos con su protectora. Aunque todo cambia cuando se quedan solos por una noche en la mansión. Buñuel filma una verdadera orgía de comida, bebida y barbarie. Es literalmente una última cena, con parodia cristiana incluida, que termina por detonar a Viridiana. A propósito de esto, el director español no comulga con la imagen de los pobres como integrantes nobles de la sociedad. En películas como esta, y Los olvidados (1950) entre otras, muestra que la pobreza deforma y pervierte a la condición humana. En otras palabras, ser pobre no es digno, sino más bien una sucesión de horrores cotidianos.
En definitiva, Viridiana es una película singular y compleja. Cada escena cuenta con múltiples detalles y capas. Incluso hay más personajes que merecen un análisis detallado y que aquí no han sido mencionados, como la criada Ramona (Margarita Lozano), una mujer obediente y sumisa que luce conflictuada. En alguna medida, cada elemento que introduce Buñuel parece indicar algún rasgo perverso de la sociedad (o puede leerse de esa manera). Se trata de una película que no puede faltar en una colección o lista de las mejores de la historia del cine.
Está online. Contacto: [email protected]
9 de octubre de 2024
9 de octubre de 2024
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Parte del encanto de Viridiana es saber que su director, Luis Buñuel , tuvo que ser exiliado a México durante veinte años por esta película. El Vaticano la calificó como “blasfema” y automáticamente se prohibió su reproducción e incluso se impidió de hablar de ella, de hecho, en España no se pudo conocer que se alzó con la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Basada en la novela Perez Galdós, trata sobre el español que recibe la visita de su sobrina, una novicia a punto de convertirse en monja, se enamora de ella y la desea.
La censura vino esencialmente porque se hace una parodia de la Última Cena de Cristo por parte de un grupo de mendigos.
Basada en la novela Perez Galdós, trata sobre el español que recibe la visita de su sobrina, una novicia a punto de convertirse en monja, se enamora de ella y la desea.
La censura vino esencialmente porque se hace una parodia de la Última Cena de Cristo por parte de un grupo de mendigos.
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