Mapa de los sonidos de Tokio
2009 

5.4
7,988
Drama. Romance. Thriller
Ambientada en Tokio, narra la historia de una asesina a sueldo (Rinko Kikuchi), que oficialmente trabaja como empleada de un mercado. Kikuchi (nominada al Óscar por su papel de joven sorda en "Babel") interpreta a la criminal, mientras que Sergi López encarna al propietario de una tienda de vinos en Tokio. (FILMAFFINITY)
5 de agosto de 2011
5 de agosto de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconocible en su estilo y consecuente con sus ideas, Isabel Coixet no deja de filmar la búsqueda de la efímera felicidad dentro de la inexorable fatalidad. En esta oportunidad lo hace nuevamente con mucho esteticismo y brillantez visual, recurriendo a logrados apuntes de postal turística, pero con una historia remendada entre la inspiración de la directora catalana y otras películas como “Babel” y “Perdidos en Tokio” y con el agregado de un narrador en off que no le agrega ningún valor a la propuesta.
La cinta se ve con interés, no tanto por lo que se nos cuenta sino por los momentos en que se logran expresar sutilmente los sentimientos de los protagonistas y por la expectativa de descubrir en qué momento aparecen los temas recurrentes y preferidos de Coixet. Independientemente de esta consideración, es decir si no se conoce su filmografía, el espectador promedio puede sentirse decepcionado por un falso thriller policial pero también podría entusiasmarse por el giro dramático de la historia que la aleja de lo convencional aunque tendría que reconocer objetivamente que la mayoría de personajes secundarios están mal delineados. Pero este detalle no es nuevo en Coixet, es ya distintivo de ella su preocupación por los principales y el descuido de los secundarios y de sus historias paralelas. No le interesa mucho el realismo como objetivo cinematográfico en cuanto opaque la presentación estética del interior de sus personajes. Esta aseveración se puede constatar en “Mi vida sin mí” y en “Elegy” sobre todo. El problema adicional en esta entrega es de guión porque Rinko Kikuchi, quien interpreta a una asesina a sueldo con oscuro pasado y espíritu tormentoso, no puede redondear ninguna de las dos facetas, es decir no puede ser “Nikita” y tampoco Sarah Polley debido a la inclusión fallida del narrador, papel que le quita vuelo y amplitud a su personaje pretendiéndose, a cambio, un registro de sus “sonidos” cuya ejecución, en vez de hacerlo más profundo y misterioso, lo hace más banal y secundario. En cambio a Sergi Lopez se le siente más libre, auténtico, menos presionado y termina llevando la acción como si fuera el director delante de cámaras. Y aunque las escenas amorosas no defraudan, las referencias al cine de Nagisa Oshima parecen algo desproporcionadas. Indudablemente que Coixet pretendió superar la valla de su propio récord de calidad pero no logró hacerlo.
La cinta se ve con interés, no tanto por lo que se nos cuenta sino por los momentos en que se logran expresar sutilmente los sentimientos de los protagonistas y por la expectativa de descubrir en qué momento aparecen los temas recurrentes y preferidos de Coixet. Independientemente de esta consideración, es decir si no se conoce su filmografía, el espectador promedio puede sentirse decepcionado por un falso thriller policial pero también podría entusiasmarse por el giro dramático de la historia que la aleja de lo convencional aunque tendría que reconocer objetivamente que la mayoría de personajes secundarios están mal delineados. Pero este detalle no es nuevo en Coixet, es ya distintivo de ella su preocupación por los principales y el descuido de los secundarios y de sus historias paralelas. No le interesa mucho el realismo como objetivo cinematográfico en cuanto opaque la presentación estética del interior de sus personajes. Esta aseveración se puede constatar en “Mi vida sin mí” y en “Elegy” sobre todo. El problema adicional en esta entrega es de guión porque Rinko Kikuchi, quien interpreta a una asesina a sueldo con oscuro pasado y espíritu tormentoso, no puede redondear ninguna de las dos facetas, es decir no puede ser “Nikita” y tampoco Sarah Polley debido a la inclusión fallida del narrador, papel que le quita vuelo y amplitud a su personaje pretendiéndose, a cambio, un registro de sus “sonidos” cuya ejecución, en vez de hacerlo más profundo y misterioso, lo hace más banal y secundario. En cambio a Sergi Lopez se le siente más libre, auténtico, menos presionado y termina llevando la acción como si fuera el director delante de cámaras. Y aunque las escenas amorosas no defraudan, las referencias al cine de Nagisa Oshima parecen algo desproporcionadas. Indudablemente que Coixet pretendió superar la valla de su propio récord de calidad pero no logró hacerlo.
12 de abril de 2012
12 de abril de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha gustado la historia. No me ha gustado el inglés nivel experto en gramática, nivel idiota en pronunciación del protagonista. La banda sonora es resultona y la fotografía y la dirección espectaculares.
Vi la película con tres amigas (yo soy hombre) y a las tres, el protagonista, les pareció un cerdo. A mi me parece que hay que ir más allá de si es un cerdo o no. Me parece que la genialidad estriba en que nos adentramos en su intimidad, en sus armas para luchar con el dolor más profundo que es el de perder al ser amado. Si esas armas son reprobables o no, eso es otra historia.
Vi la película con tres amigas (yo soy hombre) y a las tres, el protagonista, les pareció un cerdo. A mi me parece que hay que ir más allá de si es un cerdo o no. Me parece que la genialidad estriba en que nos adentramos en su intimidad, en sus armas para luchar con el dolor más profundo que es el de perder al ser amado. Si esas armas son reprobables o no, eso es otra historia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ocurre algo parecido con ella. La protagonista se enamora de quien no va a tratarla bien. Pero su vida de asesina, vacía, toma sentido cuando lo conoce a él. Creo que quedarse en "ese tío es repugnante" es igual que no ver la película, pero habiendo (mal)gastado casi dos horas de tu vida.
22 de julio de 2013
22 de julio de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alguien debería decirle a Sergi López (o a Isabel) que no sirve como actor de doblaje...
El argumento es bastante insulso.
Y a pesar de estas dos cosas, la película es bonita, y está rodada con una precisión milimétrica.
El protagonista masculino se carga lo poco que puede valer el film.
El argumento es bastante insulso.
Y a pesar de estas dos cosas, la película es bonita, y está rodada con una precisión milimétrica.
El protagonista masculino se carga lo poco que puede valer el film.
15 de enero de 2019
15 de enero de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Isabel Coixet es una directora de la que hasta hoy no había visto ninguna peli suya más allá del corto de Marea Blanca y aquel documental sobre la publicidad de antes y lo machista que era.
De su cine solo sabía que era internacional y una de las mas grandes representantes del cine español pero por otro lado ella es un símbolo del cine independiente soporífero europeo de manual y esta película se acerca más lo segundo que a lo primero.
Porque esa historia de sicaria que se enamora de su víctima resuena quemada y sin ganas. Pero que esa supuesta víctima se dedique a contarle intimidades de su ex a una desconocida que acaba de conocer es absurdo, aunque bueno, la siguiente escenas es de ellos folgando en un hotel del amor, e igual de absurdo son algunas escenas surrealistas que no tienen nada que ver con la historia como ese tío en pelotas y siendo un arbusto en medio del túnel del metro por ejemplo.
Otros puntos son el uso de la voz en off en exceso del anciano que supuestamente es el amigo de la prota, las conversaciones vacías y el ritmo lento que hacen a uno que 15 minutos le parezcan 45 y termine a duras penas de llegar a la hora de filme.
En definitiva un tostón de película que no deseo a nadie de ver y con esperanzas que otras pelis suyas sean mejores que ésta.
De su cine solo sabía que era internacional y una de las mas grandes representantes del cine español pero por otro lado ella es un símbolo del cine independiente soporífero europeo de manual y esta película se acerca más lo segundo que a lo primero.
Porque esa historia de sicaria que se enamora de su víctima resuena quemada y sin ganas. Pero que esa supuesta víctima se dedique a contarle intimidades de su ex a una desconocida que acaba de conocer es absurdo, aunque bueno, la siguiente escenas es de ellos folgando en un hotel del amor, e igual de absurdo son algunas escenas surrealistas que no tienen nada que ver con la historia como ese tío en pelotas y siendo un arbusto en medio del túnel del metro por ejemplo.
Otros puntos son el uso de la voz en off en exceso del anciano que supuestamente es el amigo de la prota, las conversaciones vacías y el ritmo lento que hacen a uno que 15 minutos le parezcan 45 y termine a duras penas de llegar a la hora de filme.
En definitiva un tostón de película que no deseo a nadie de ver y con esperanzas que otras pelis suyas sean mejores que ésta.
6 de septiembre de 2009
6 de septiembre de 2009
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de Isabel Coixet se ha venido caracterizando por el retrato de personajes inmersos en la más absoluta soledad. Buscadores de almas gemelas que intentan, al mismo tiempo, encontrarse a sí mismos. Seres sentimentalmente desamparados con una irremediable tendencia a los amores imposibles. Mapa de los sonidos de Tokio no es ningúna excepción. En la nueva película de la directora catalana, el propietario de una vinacoteca vivirá su particular romance con una asesina a sueldo contratada para acabar con él.
A pesar de las enormes posibilidades que a priori podía ofrecer la historia, el tiro ha salido errático. La película está rodada con una frialdad, con una distancia tan grande respecto a los sentimientos de los personajes, que es muy difícil implicarse en la misma. El buen hacer de un espléndido actor como es Sergi López se ve oscurecido por la nula química existente entre él y Rinko Kikuchi. Su pretendida historia de amor resulta demasiado increíble, demasiado artificial para que consiga emocionar. Ni el presumible gancho de sus escenas eróticas consigue mantener el interés, en un film con muy poco ritmo narrativo y muchas lagunas argumentales.
Isabel Coixet ha plasmado en esta película su fascinación reconocida por la ciudad de Tokio y por la cultura nipona en general. Lo ha hecho priorizando sus elementos más exóticos, sus sonidos más peculiares y a través de una fotografía oscura y de colores fríos. Lástima que los aspectos más pasionales de la historia hayan quedado en el tintero. Un poco menos de estilo y una pizca más de visceralidad hubieran beneficiado enórmemente a este film.
A pesar de las enormes posibilidades que a priori podía ofrecer la historia, el tiro ha salido errático. La película está rodada con una frialdad, con una distancia tan grande respecto a los sentimientos de los personajes, que es muy difícil implicarse en la misma. El buen hacer de un espléndido actor como es Sergi López se ve oscurecido por la nula química existente entre él y Rinko Kikuchi. Su pretendida historia de amor resulta demasiado increíble, demasiado artificial para que consiga emocionar. Ni el presumible gancho de sus escenas eróticas consigue mantener el interés, en un film con muy poco ritmo narrativo y muchas lagunas argumentales.
Isabel Coixet ha plasmado en esta película su fascinación reconocida por la ciudad de Tokio y por la cultura nipona en general. Lo ha hecho priorizando sus elementos más exóticos, sus sonidos más peculiares y a través de una fotografía oscura y de colores fríos. Lástima que los aspectos más pasionales de la historia hayan quedado en el tintero. Un poco menos de estilo y una pizca más de visceralidad hubieran beneficiado enórmemente a este film.
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