Mapa de los sonidos de Tokio
2009 

5.4
7,985
Drama. Romance. Thriller
Ambientada en Tokio, narra la historia de una asesina a sueldo (Rinko Kikuchi), que oficialmente trabaja como empleada de un mercado. Kikuchi (nominada al Óscar por su papel de joven sorda en "Babel") interpreta a la criminal, mientras que Sergi López encarna al propietario de una tienda de vinos en Tokio. (FILMAFFINITY)
4 de octubre de 2009
4 de octubre de 2009
180 de 211 usuarios han encontrado esta crítica útil
Personalmente opino que hacer llorar en cine es lo más fácil que hay. Para llegar a emocionar al espectador existen varios caminos en función del talento del que el director disponga. Si lo tienes, puedes apoyarte en una frase oportuna, un gesto, una mirada, un pequeño detalle… si eres Isabel Coixet pones a alguien muriéndose y acabas primero.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me interesaba ver una obra suya en la que sobre el papel no hay nadie que deba morir de una larga enfermedad. Me interesaba ver a Sergi López en una película donde no maltrate y/o asesine y/o grite y/o descuartice a nadie. Cuando el personaje de Sergi López y su “asesina” hacen el amor por decimoséptima vez en el vagón-habitación me empecé a preguntar porqué no aprendo nunca.
La directora nos pone a una asesina sin escrúpulos que debe cargarse a un tipo, trabajo que ya ha realizado en numerosas ocasiones con gran diligencia. Cuando llega al lugar donde debe cometer el crimen, es sorprendida por la cautivadora conversación del hombre:
-Qué quiere?
-No sé, qué hay?
-Vino.
-Y por qué iba a querer vino?
-Porque esto es una vinoteca
-Y por qué sabe el vino que quiero?
-Porque soy vendedor.
-Y qué vino quiero?
-Pues uno de los que hay aquí.
-Y por qué tiene tantos vinos?
-Porque esto es una vinoteca.
Tras esta conversación, la despiadada sicaria cae rendida en brazos de aquel al que debía eliminar… si éste la conquistó con tan poco no me quiero imaginar a qué anormales mataba esta mujer antes. Normal su amargura.
Durante la hora de metraje que sigue la protagonista realiza tres actividades fundamentales sin las cuales no se puede entender el resto de la historia: hace el amor 158 veces en un vagón-habitación, mira por la ventana a los de la autoescuela aparcando y come nubes de fresa (Universo Coixet en estado puro).
Luego ya pasamos al final de la proyección donde tiene lugar la escena cumbre. El malo de la película dispara a Sergi López y ella se interpone en la trayectoria de la bala, cayendo encima de las merluzas y las parrochas y poniéndolo todo perdido. El malo, en ese momento y a cámara lenta, deja caer su revólver asustado y huye corriendo horrorizado por lo que acaba de presenciar. El pobre hombre no sabía que al disparar un arma es posible que mates a alguien. Pobrecillo.
El final de la película, sin embargo, es abierto. No te llega a decir si el chico de la autoescuela aprobó el examen a la primera… eso lo deja para el espectador, para que piense…
La directora nos pone a una asesina sin escrúpulos que debe cargarse a un tipo, trabajo que ya ha realizado en numerosas ocasiones con gran diligencia. Cuando llega al lugar donde debe cometer el crimen, es sorprendida por la cautivadora conversación del hombre:
-Qué quiere?
-No sé, qué hay?
-Vino.
-Y por qué iba a querer vino?
-Porque esto es una vinoteca
-Y por qué sabe el vino que quiero?
-Porque soy vendedor.
-Y qué vino quiero?
-Pues uno de los que hay aquí.
-Y por qué tiene tantos vinos?
-Porque esto es una vinoteca.
Tras esta conversación, la despiadada sicaria cae rendida en brazos de aquel al que debía eliminar… si éste la conquistó con tan poco no me quiero imaginar a qué anormales mataba esta mujer antes. Normal su amargura.
Durante la hora de metraje que sigue la protagonista realiza tres actividades fundamentales sin las cuales no se puede entender el resto de la historia: hace el amor 158 veces en un vagón-habitación, mira por la ventana a los de la autoescuela aparcando y come nubes de fresa (Universo Coixet en estado puro).
Luego ya pasamos al final de la proyección donde tiene lugar la escena cumbre. El malo de la película dispara a Sergi López y ella se interpone en la trayectoria de la bala, cayendo encima de las merluzas y las parrochas y poniéndolo todo perdido. El malo, en ese momento y a cámara lenta, deja caer su revólver asustado y huye corriendo horrorizado por lo que acaba de presenciar. El pobre hombre no sabía que al disparar un arma es posible que mates a alguien. Pobrecillo.
El final de la película, sin embargo, es abierto. No te llega a decir si el chico de la autoescuela aprobó el examen a la primera… eso lo deja para el espectador, para que piense…
29 de agosto de 2009
29 de agosto de 2009
126 de 180 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pero, vamos a ver, ¿cómo puede ser que esta película sea “LA BAZOFIA DEL SIGLO”? Es que no me entra en la cabeza. Y, claro, voy ya con esa idea al cine y salgo pensando: “Pues, oye, no sé, ¿qué quieres que te diga? A mí me ha gustado, no está tan mal. No es la película de mi vida, pero bueno, que está bien. La música es buena, las interpretaciones, la historia, la fotografía, las imágenes made by Coixet... ¿Que no es la alegría de la huerta? Pues no, oye, no es Cosas que nunca te dije tampoco, pero vamos, que comparada con las 20 pelis que ponen en los multicines de al lado de mi casa... pues tiene calidad. Y esas no tienen tan malas críticas”. Y, lo peor, de repente se me ocurre compararla con otra película española de alto presupuesto rodada en España en plan guachi, y... ¿Qué cuál? Alatriste, cómo no. Eso sí que es LA COLZA, admitámoslo; no se salva ni el Tato ahí, ni guión ni leches, para qué, si tenían pasta para construirse un barco de mentira que sale en 5 minutos de metraje ya lo tenían todo, ¿no?. Bueno, pues resulta que tiene unas pedazo críticas que, oye, me llevan a pensar que lo mismo vi otra peli y no ese “CLASICAZO INSTANTÁNEO” que realmente es. Total, que termino más perdida todavía de lo que ya estaba. Señores críticos, que yo entiendo que Coixet sea una sabihondilla (por otra parte, no lo oculta, precisamente ésa es la pinta que tiene) y que les caiga mal, pero, vamos, no me toquen ustedes las narices diciendo que este film es THE WORST SHIT IN THE WORLD, que tampoco es eso. ¿No me creo nada? ¿Me parece una tontería? Señor Boyero, si ni siquiera se preocupó en aprenderse el nombre de Park Chan-Wook (Pan Chan Wong o no sé qué para usted, ése tan publicitado por los modernos), no me venga con esas ahora, hombre, que ya sabemos que todos los chinos (japoneses, chinos, qué más dará, ¿no?) se le parecen... En serio, ¿qué nos pasa con nuestro cine? O es la leche o es una mierda auténtica, los términos medios se extinguieron.
Conclusión: es una película bonita de ver, algunas escenas es cierto que tienen un ritmo lento (pero a mí, personalmente, eso es algo que me gusta), a lo mejor no deja huella, ni se convierte en la película del año, ni desde luego es lo mejor de Coixet, pero, vamos, que tampoco hace daño, no es la Gripe A.
¡ACHTUNG! Hay que verla en versión original, para ésta no hay excusa, POR FAVOR.
Conclusión: es una película bonita de ver, algunas escenas es cierto que tienen un ritmo lento (pero a mí, personalmente, eso es algo que me gusta), a lo mejor no deja huella, ni se convierte en la película del año, ni desde luego es lo mejor de Coixet, pero, vamos, que tampoco hace daño, no es la Gripe A.
¡ACHTUNG! Hay que verla en versión original, para ésta no hay excusa, POR FAVOR.
7 de agosto de 2009
7 de agosto de 2009
87 de 117 usuarios han encontrado esta crítica útil
Isabel coixet tiene una gran capacidad para conmover. Pero se ha relajado en este último trabajo que se ha quedado en una pelicula pretenciosa.Vayamos por partes.
Lo mejor:
-Una fotografía preciosista y de calidad.
-Genial banda sonora que acompaña la acción.
-Buen trabajo por parte de los protagonistas(Sergi López, Rinko Kikuchi).
-Algunas escenas de característica belleza visual.
Lo peor:
-El argumento no atrae ni entretiene lo suficiente.
-La directora se pasa con lo que se ve, descuidando el contenido.
-Todo es predecible y en ocasiones piensas que te la estan jugando.
En resumen, decepcionante. Aunque tiene cierto encanto
Lo mejor:
-Una fotografía preciosista y de calidad.
-Genial banda sonora que acompaña la acción.
-Buen trabajo por parte de los protagonistas(Sergi López, Rinko Kikuchi).
-Algunas escenas de característica belleza visual.
Lo peor:
-El argumento no atrae ni entretiene lo suficiente.
-La directora se pasa con lo que se ve, descuidando el contenido.
-Todo es predecible y en ocasiones piensas que te la estan jugando.
En resumen, decepcionante. Aunque tiene cierto encanto
27 de agosto de 2009
27 de agosto de 2009
75 de 101 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo dos teorías. La primera es que Coixet sabe hacer buen cine pero no le da la gana hacerlo. La segunda teoría es que Isabel Coixet es una mala directora que en su momento escribió guiones frescos y buenos que tapaban las demás carencias que ahora son imposibles de tapar. No sé cuál de las dos teorías es la correcta, pero después de hacer turismo por Tokio, la primera parece descabellada.
Durante los primeros cinco minutos de película la cámara jamás está quieta. No usa ni un puñetero plano fijo: que si zooms por aquí, que si travelling por allá, que si cámara en mano por el otro lado y chinitos caminando.
El guión no es que sea enrevesado, es que es predecible, aburrido y carente de emoción. La fotografía, cuando la cámara esta quieta es bonita, y aquí se nota la mano de Almodóvar, que durante mucho tiempo estuvo a su lado. No tengo dudas de que es la película que peor ha dirigido buscando planos modernetes y carentes de significado y moviendo la cámara como no recuerdo que la moviera antes.
Como parte de “Españoles en el mundo”, da el do de pecho. Te enseña costumbres molongas y extravagancias más molongas, pero como película cinematográfica no tiene enteros ni mitades. Se salva las buenas actuaciones y una cuidada ambientación pero Isabel Coixet debería aprender a leer los mapas.
Durante los primeros cinco minutos de película la cámara jamás está quieta. No usa ni un puñetero plano fijo: que si zooms por aquí, que si travelling por allá, que si cámara en mano por el otro lado y chinitos caminando.
El guión no es que sea enrevesado, es que es predecible, aburrido y carente de emoción. La fotografía, cuando la cámara esta quieta es bonita, y aquí se nota la mano de Almodóvar, que durante mucho tiempo estuvo a su lado. No tengo dudas de que es la película que peor ha dirigido buscando planos modernetes y carentes de significado y moviendo la cámara como no recuerdo que la moviera antes.
Como parte de “Españoles en el mundo”, da el do de pecho. Te enseña costumbres molongas y extravagancias más molongas, pero como película cinematográfica no tiene enteros ni mitades. Se salva las buenas actuaciones y una cuidada ambientación pero Isabel Coixet debería aprender a leer los mapas.
28 de agosto de 2009
28 de agosto de 2009
52 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco dos prejuicios: no me gustan las películas con narrador ni con sexo explicito de forma recurrente. A veces son recursos justificados, pero en general expresan la incapacidad de explicar la historia sólo con imágenes o la necesidad de algo para atraer al público. Y eso que esperaba lo mejor de Coixet, especialmente al tratarse de mi querido Tokyo, que ella prometía retratar de una manera diferente a lo antes visto. Gran decepción.
Paseos en taxi del protagonista mostrando los distritos con más lucecitas de colores de la ciudad, transeúntes con vestimentas raras adictos al móvil, pintorescos locales de karaoke, panorámicas aéreas nocturnas, música extemporánea,... Eso ya lo hemos visto y además parece un recurso fácil para alargar el metraje. ¿Qué es lo original? ¿Los cementerios o los Love Hotels y el sexo exótico? Más que mostrar la ciudad, parece que Coixet se ha fijado en cuatro curiosidades de turista y las ha querido meter de cualquier manera. Es cierto que el ruido que se hace el sorber los fideos y esa separación de uno o dos palmos entre los edificios japoneses no sale en otras películas, pero para aparecer metida con calzador y usarlos para hacer referencia al periodo Edo...
La historia, aunque previsible, es bonita. Pero no da para más que un corto. Entonces claro, era necesario alargarla con un narrador explicando todo sobre la protagonista. Puede que en la novela que la autora ha editado tenga sentido, pero aquí...
Aunque me molestó más esa imagen frívolamente tópica de lo japonés. Me parece irresponsable usar el “nihonjinron”, el concepto de la exclusividad cultural japonesa que alimenta la mentalidad de la extrema derecha nipona. Que Tanaka y su ayudante hablen en esos términos tiene sentido para hacer avanzar la historia, pero la opinión de los consejeros de la empresa sólo viene a cuento si se pretende que esa idea anti-occidental es común en Japón. El empleado de la tienda dice en confesión intima que él no cree que los japoneses sean diferentes al resto de los humanos. ¿Ergo la versión oficial es que sí lo son? Más aún, en la sonrojante versión doblada (siempre las evito, pero tenía una invitación para el preestreno) se añade el sufijo respetuoso "–san" a todos los nombres japoneses...¡masculinos! Así el empleado le habla a su jefe sobre su mujer con el nombre de pila y sin formula de cortesía. No todos podemos ser expertos en protocolo japonés, pero tratándose de una mujer la principal responsable de este producto, y una mujer por lo general combativa en estos temas...
Aún así la película tiene sus virtudes y puede que tenga algunos merecidos Goya. La fotografía es bonita y dota a la ciudad de una atmósfera perezosa y extraña que me ha gustado. Y la interpretación de Kikuchi consigue emerger, soberbia, incluso desde el lastre de ese ridículo doblaje que consigue por ejemplo hacer parecer al monstruo Sergi López un actor mediocre. Pero Isabel sabe hacerlo mejor y hay que exigírselo.
Paseos en taxi del protagonista mostrando los distritos con más lucecitas de colores de la ciudad, transeúntes con vestimentas raras adictos al móvil, pintorescos locales de karaoke, panorámicas aéreas nocturnas, música extemporánea,... Eso ya lo hemos visto y además parece un recurso fácil para alargar el metraje. ¿Qué es lo original? ¿Los cementerios o los Love Hotels y el sexo exótico? Más que mostrar la ciudad, parece que Coixet se ha fijado en cuatro curiosidades de turista y las ha querido meter de cualquier manera. Es cierto que el ruido que se hace el sorber los fideos y esa separación de uno o dos palmos entre los edificios japoneses no sale en otras películas, pero para aparecer metida con calzador y usarlos para hacer referencia al periodo Edo...
La historia, aunque previsible, es bonita. Pero no da para más que un corto. Entonces claro, era necesario alargarla con un narrador explicando todo sobre la protagonista. Puede que en la novela que la autora ha editado tenga sentido, pero aquí...
Aunque me molestó más esa imagen frívolamente tópica de lo japonés. Me parece irresponsable usar el “nihonjinron”, el concepto de la exclusividad cultural japonesa que alimenta la mentalidad de la extrema derecha nipona. Que Tanaka y su ayudante hablen en esos términos tiene sentido para hacer avanzar la historia, pero la opinión de los consejeros de la empresa sólo viene a cuento si se pretende que esa idea anti-occidental es común en Japón. El empleado de la tienda dice en confesión intima que él no cree que los japoneses sean diferentes al resto de los humanos. ¿Ergo la versión oficial es que sí lo son? Más aún, en la sonrojante versión doblada (siempre las evito, pero tenía una invitación para el preestreno) se añade el sufijo respetuoso "–san" a todos los nombres japoneses...¡masculinos! Así el empleado le habla a su jefe sobre su mujer con el nombre de pila y sin formula de cortesía. No todos podemos ser expertos en protocolo japonés, pero tratándose de una mujer la principal responsable de este producto, y una mujer por lo general combativa en estos temas...
Aún así la película tiene sus virtudes y puede que tenga algunos merecidos Goya. La fotografía es bonita y dota a la ciudad de una atmósfera perezosa y extraña que me ha gustado. Y la interpretación de Kikuchi consigue emerger, soberbia, incluso desde el lastre de ese ridículo doblaje que consigue por ejemplo hacer parecer al monstruo Sergi López un actor mediocre. Pero Isabel sabe hacerlo mejor y hay que exigírselo.
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