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Críticas ordenadas por utilidad
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1.5
2,157
1
14 de octubre de 2018
14 de octubre de 2018
40 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bocadillo resuelta ser una maniobra de Wismichu para preparar un documental sobre como "troleo" am público de unos de los mayores festivales internacionales de cine, un insulto al cine que dejó atónitos a público y crítica que no sabe donde meterse.
Un insulto a la gente que ha pagado once euros para que se rían en su cara y con la cuál se pretende lucrar posteriormente, porque solo un cartel antes de la proyección avisaba que serían grabadas sus reacciones y les pedía que no ejercieran sus derechos como espectador a pedir no ser grabado, el insulto hecho película.
Tras esto no sé que pretenderá,pero yo les auguro problemas y muy bueno tendrá que ser el documental para perdonarles lo que han hecho
Un insulto a la gente que ha pagado once euros para que se rían en su cara y con la cuál se pretende lucrar posteriormente, porque solo un cartel antes de la proyección avisaba que serían grabadas sus reacciones y les pedía que no ejercieran sus derechos como espectador a pedir no ser grabado, el insulto hecho película.
Tras esto no sé que pretenderá,pero yo les auguro problemas y muy bueno tendrá que ser el documental para perdonarles lo que han hecho
6 de enero de 2019
6 de enero de 2019
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alain Delon, estrella francesa del cine francés que ha dejado para la posteridad sus actuaciones en Rocco y sus hermanos y en el Gatopardo de Luchino Visconti o las películas que protagonizó con Jean Pierre Melville en la dirección, destacando su mejor película y por la que será recordado, El Silencio de un hombre (Le Samourai) y su papel de Jeff Costello, ese sicario frío y meticuloso que a día de hoy se puede ver su influencia en Drive de Nicolas Winding Refn.
Y con una carrera larga y productiva como está, no era raro que al final se decidiera lanzar a la dirección, siendo este filme su ópera prima en la que además coescribe el guion y produce una película de una carrera directoral que se vería acompañada de dos películas más realizadas en 1982 y 1983, una era El Shock (Le Choc) y la otra Cerco de Muerte (Le Battant), estás dos últimas no fueron dirigidas íntegramente por él, sino que contó con la dirección de Robin Davis (director de La Fille des collines o Hors la loi).
Tras toda esta presentación, vayamos a la película, Por la piel de un policía es un filme detectivesco sobre un ex agente de policía reconvertido en detective, Choucas, quien es contratado para investigar la desaparición de una chica ciega por su madre, Madame Piegot, pero este caso de desaparición se complica y queda como un macguffin de una trama de mafiosos con ecos personajes con un pasado colaboracionista dentro de la Milicia Francesa y giros típicos de una historia de detectives.
Otro elemento clásico es la subraya amorosa con la secretaria, que ya sorprende que siga tal cual en una peli de detectives de los años 40 en 1981, otros puntos son las referencias cinéfilas en boca de la secretaria o gag de la cena.
Porque en esta película Alain Delon no busca homenajear a Melville, sino hacer una película más o menos amena de detectives, simplemente eso, no esperes ver un clásico neo-noir, sino un poso de inspiración en algún director posmoderno.
Y con una carrera larga y productiva como está, no era raro que al final se decidiera lanzar a la dirección, siendo este filme su ópera prima en la que además coescribe el guion y produce una película de una carrera directoral que se vería acompañada de dos películas más realizadas en 1982 y 1983, una era El Shock (Le Choc) y la otra Cerco de Muerte (Le Battant), estás dos últimas no fueron dirigidas íntegramente por él, sino que contó con la dirección de Robin Davis (director de La Fille des collines o Hors la loi).
Tras toda esta presentación, vayamos a la película, Por la piel de un policía es un filme detectivesco sobre un ex agente de policía reconvertido en detective, Choucas, quien es contratado para investigar la desaparición de una chica ciega por su madre, Madame Piegot, pero este caso de desaparición se complica y queda como un macguffin de una trama de mafiosos con ecos personajes con un pasado colaboracionista dentro de la Milicia Francesa y giros típicos de una historia de detectives.
Otro elemento clásico es la subraya amorosa con la secretaria, que ya sorprende que siga tal cual en una peli de detectives de los años 40 en 1981, otros puntos son las referencias cinéfilas en boca de la secretaria o gag de la cena.
Porque en esta película Alain Delon no busca homenajear a Melville, sino hacer una película más o menos amena de detectives, simplemente eso, no esperes ver un clásico neo-noir, sino un poso de inspiración en algún director posmoderno.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El recurso final del Deus Ex Machina del cuarto en el que estaba la chica drogada confirmando la trama del tráfico de drogas, el hecho de que ella era hija de un nazi y si nos ponemos quién le robaba al farmacéutico es de traca.
23 de enero de 2024
23 de enero de 2024
17 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro de la sección de Fanzriller del Festival Fantástico de la Universidad de Málaga, Fancine, se encuentra Red Rooms, un largometraje de suspense psicológico judicial sobre vídeos snuff que consigue remover conciencias sin dejar indiferente a nadie.
Esta historia se centra en el juicio de Ludovic Chevalier, quien está siendo juzgado por asesinar, violar y grabar el asesinato de varias niñas para después distribuirlo en la dark Web, en la sala esta Kelly-Anne, una modelo que está obsesionada con el asesino y sus crímenes. Esta obsesión llevará al límite a la protagonista, en especial su búsqueda del video del asesinato de una de las víctimas de 13 años, de quien guarda un inquietante parecido, que es una pieza clave en el caso que aún no se ha encontrado.
La cinta de suspense de Pascal Plante, que toma su título de cómo se conocen los vídeos de tortura y asesinato de la Dark Web, es una película fría como el invierno del escenario de esta historia, Montreal. Días grises y gélidos como la actitud de su protagonista, Kelly-Anne, interpretada Juliette Gariépy, una modelo y jugadora de póker online, que consigue enganchar desde el principio, sobre todo por su frialdad, que se contrapone a Clementine (Laurie Babin), más emocional, una groupie de Chevalier con la que establece amistad la protagonista. A diferencia de Kelly-Anne, Clementine da la cara ante los medios por el acusado, sin importar si le graban o incluso en un momento dado, llamando a una tertulia en directo para dar su opinión, la muestra del culto a los asesinos en serie que a veces se genera encarnada por una persona obsesionada y enamorada de este monstruo.
Este contraste entre los dos personajes es de lo mas interesante esta historia, y de ver como se desarrolla la amistad entre ellas, y como Kelly-Anne abre su mundo a Clementine, un mundo hermético que una muestra de la psique de la protagonista y que no todos están listos para aguantar, más cuando entran en su lado más oscuro.
El mundo interior del personaje protagonista es una especie de Patrick Bateman moderna, mas pasiva que activa en su parte psicopática pero no menos que macabra, no estamos ante un ejecutivo yupi asesino, sino en una jugadora de póker online, poseedora de grandes conocimientos informáticos, que al igual que Bateman juega a Squash y tiene un nivel alto de vida, aunque el personaje de la novela de Easton Ellis es mil veces mas social que ella, que vive sola en un apartamento con el único acompañamiento de su asistente virtual.
En definitiva, una de las fortalezas de Red Rooms es Kelly-Anne, un personaje complejo que al igual que las capas de una cebolla, vamos conociendo poco a poco a lo largo de la historia, que como su parte oscura sale a la luz y las consecuencias de sus actos, más cuando su estilo provocador cruza las líneas, llegándole a costar su carrera y aumentar su paranoia por ser detenida por la policía, a pesar de haber un tiempo literalmente dormir en la calle para poder ser de las primeras en el juicio.
Y el otro gran punto fuerte de este largometraje de suspense es eso, que tiene elementos de horror que consigue alterarte hasta el extremo con su parte snuff, sin enseñar prácticamente nada, la capacidad de horrorizar al espectador con solo la idea mental de lo que están viendo, solo escuchar gritos y ver la reacción de los personajes, es suficiente para conmocionar igual que una matanza gore. Más tras cruzar el Rubicón que se convierte el visionado, la historia se torna más oscura aún, en especial las acciones de la protagonista, que generan un temor constante por su siguiente acción, en especial contra la madre de una de las víctimas, que se convierte en diana de su provocaciones.
En conclusión, Red Rooms es una de la mejores películas de suspense de este año, con la que uno es seducido y atraído por una historia oscura y macabra con la que no saldrá indiferente, un largometraje único e inquietante que engancha desde el primer plano y es un reflejo de la cara mas oscura de nuestros tiempos.
Esta historia se centra en el juicio de Ludovic Chevalier, quien está siendo juzgado por asesinar, violar y grabar el asesinato de varias niñas para después distribuirlo en la dark Web, en la sala esta Kelly-Anne, una modelo que está obsesionada con el asesino y sus crímenes. Esta obsesión llevará al límite a la protagonista, en especial su búsqueda del video del asesinato de una de las víctimas de 13 años, de quien guarda un inquietante parecido, que es una pieza clave en el caso que aún no se ha encontrado.
La cinta de suspense de Pascal Plante, que toma su título de cómo se conocen los vídeos de tortura y asesinato de la Dark Web, es una película fría como el invierno del escenario de esta historia, Montreal. Días grises y gélidos como la actitud de su protagonista, Kelly-Anne, interpretada Juliette Gariépy, una modelo y jugadora de póker online, que consigue enganchar desde el principio, sobre todo por su frialdad, que se contrapone a Clementine (Laurie Babin), más emocional, una groupie de Chevalier con la que establece amistad la protagonista. A diferencia de Kelly-Anne, Clementine da la cara ante los medios por el acusado, sin importar si le graban o incluso en un momento dado, llamando a una tertulia en directo para dar su opinión, la muestra del culto a los asesinos en serie que a veces se genera encarnada por una persona obsesionada y enamorada de este monstruo.
Este contraste entre los dos personajes es de lo mas interesante esta historia, y de ver como se desarrolla la amistad entre ellas, y como Kelly-Anne abre su mundo a Clementine, un mundo hermético que una muestra de la psique de la protagonista y que no todos están listos para aguantar, más cuando entran en su lado más oscuro.
El mundo interior del personaje protagonista es una especie de Patrick Bateman moderna, mas pasiva que activa en su parte psicopática pero no menos que macabra, no estamos ante un ejecutivo yupi asesino, sino en una jugadora de póker online, poseedora de grandes conocimientos informáticos, que al igual que Bateman juega a Squash y tiene un nivel alto de vida, aunque el personaje de la novela de Easton Ellis es mil veces mas social que ella, que vive sola en un apartamento con el único acompañamiento de su asistente virtual.
En definitiva, una de las fortalezas de Red Rooms es Kelly-Anne, un personaje complejo que al igual que las capas de una cebolla, vamos conociendo poco a poco a lo largo de la historia, que como su parte oscura sale a la luz y las consecuencias de sus actos, más cuando su estilo provocador cruza las líneas, llegándole a costar su carrera y aumentar su paranoia por ser detenida por la policía, a pesar de haber un tiempo literalmente dormir en la calle para poder ser de las primeras en el juicio.
Y el otro gran punto fuerte de este largometraje de suspense es eso, que tiene elementos de horror que consigue alterarte hasta el extremo con su parte snuff, sin enseñar prácticamente nada, la capacidad de horrorizar al espectador con solo la idea mental de lo que están viendo, solo escuchar gritos y ver la reacción de los personajes, es suficiente para conmocionar igual que una matanza gore. Más tras cruzar el Rubicón que se convierte el visionado, la historia se torna más oscura aún, en especial las acciones de la protagonista, que generan un temor constante por su siguiente acción, en especial contra la madre de una de las víctimas, que se convierte en diana de su provocaciones.
En conclusión, Red Rooms es una de la mejores películas de suspense de este año, con la que uno es seducido y atraído por una historia oscura y macabra con la que no saldrá indiferente, un largometraje único e inquietante que engancha desde el primer plano y es un reflejo de la cara mas oscura de nuestros tiempos.

6.4
454
9
11 de febrero de 2023
11 de febrero de 2023
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llega a las salas españolas Oro puro – Rheingold, la nueva película de Fatih Akin, un biopic sobre la vida del productor y rapero kurdo germano Giwar Hajabi, conocido artísticamente como Xatar, un thriller criminal interesante y entretenido sobre al ascenso de este personaje que en España ni nos suena, pero en Alemania es un empresario de éxito y su vida no era raro que se llevara al cine.
Adaptando la autobiografía de Hajabi, Alles oder Nix: Bei uns sagt man, die Welt gehört dir (Todo o nada: decimos que el mundo es tuyo), Akin firma una historia de ascenso y caída típica de este tipo de películas, inspirándose en la vida del rapero tomándose sus licencias. Empezando in medias res en una prisión Siria en 2010, en el régimen de Al Asad previo a la Primavera Árabe, Xatar y dos amigos suyos son encerrados y torturados preguntados por el oro.
De ahí vemos una serie de flashbacks, como la revolución iraní y su brutalidad, representada por un grupo de Guardianes de la Revolución Islámica entrando en un concierto o el nacimiento del protagonista, en una secuencia épica de un ataque a un poblado kurdo en los montes. De estos flashbacks veremos su ascenso, ya sea como adquirió su nombre artístico, sus amigos o el poder, pero también sus altibajos, como arrestos o su exilio a Países Bajos donde se hace un nombre aliándose con jeque iraquí para seguir con su vida criminal mientras estudia producción musical.
Oro puro – Rheingold tiene algunos recursos que son confusos en un principio, como la estructura o el uso de planos congelados, aunque para el final cobra sentido, pero en el caso de la estructura, podría haber sido un poco más lineal seria mejor, que empezar en el punto bajo de la historia sin contexto.
Como todo biopic, encontramos partes ficcionalizadas, ya que desde el principio se dice que esto esta inspirado en hechos reales, por lo que las licencias son variadas, alimentando la leyenda del personaje que para los españoles es desconocido, pero en este caso sirve para generar una película amena.
La búsqueda de El oro del Rin, que da título a la película en alemán y que referencia la ópera de Wagner, es el leitmotiv del protagonista, no el oro de la ópera, sino más bien el éxito, lo que vendría siendo sueño americano pero en tierras germanas. Una búsqueda de que su familia serán victimas colaterales de sus acciones, a pesar de que no tengan contactos entre ellos de hace años.
Este retrato de un antihéroe que su historia es la idealizada por muchos raperos gangsta, que recuerda a la ya mítica de El precio del poder en los suburbios de Bonn, la antigua capital federal alemana. Una historia que transcurre entre refugiados e inmigrantes de diferentes puntos que viven en el gueto, identificándose por la etnia más que por las nacionalidades, en especial cuando las raíces del protagonista son de un pueblo sin patria como los kurdos.
Mencionar en este punto que la conexión entre la música rap y el mundo criminal no es una cosa del pasado, tal como dicen en la película “Música de crimínales para criminales”, pues la música sobre narcos sigue de moda y en Francia, Países Bajos o Alemania son un auténtico subgénero contando sus andanzas de las que la Costa del Sol muchas veces es el escenario.
En otros aspectos, la interpretación y caracterización de Emilio Sakraya como Giwar Hajabi es buena, el parecido entre el actor y el personaje es realista, a diferencia de otros biopics en el que no tienen nada en común, como el cameo de artistas de su sello como Schwesta Ewa haciendo de si mismos son aspectos destacados de este largometraje.
En conclusión, el retorno de Fatih Akin a los bajos fondos de los inmigrantes en los suburbios alemanes, como fuera en su opera prima, Corto y con filo, aunque en este caso inspirándose en un caso real y siendo una superproducción internacional que es un buen largometraje ameno y gris con el que disfrutar de una historia de mafiosos en tierras teutonas.
Adaptando la autobiografía de Hajabi, Alles oder Nix: Bei uns sagt man, die Welt gehört dir (Todo o nada: decimos que el mundo es tuyo), Akin firma una historia de ascenso y caída típica de este tipo de películas, inspirándose en la vida del rapero tomándose sus licencias. Empezando in medias res en una prisión Siria en 2010, en el régimen de Al Asad previo a la Primavera Árabe, Xatar y dos amigos suyos son encerrados y torturados preguntados por el oro.
De ahí vemos una serie de flashbacks, como la revolución iraní y su brutalidad, representada por un grupo de Guardianes de la Revolución Islámica entrando en un concierto o el nacimiento del protagonista, en una secuencia épica de un ataque a un poblado kurdo en los montes. De estos flashbacks veremos su ascenso, ya sea como adquirió su nombre artístico, sus amigos o el poder, pero también sus altibajos, como arrestos o su exilio a Países Bajos donde se hace un nombre aliándose con jeque iraquí para seguir con su vida criminal mientras estudia producción musical.
Oro puro – Rheingold tiene algunos recursos que son confusos en un principio, como la estructura o el uso de planos congelados, aunque para el final cobra sentido, pero en el caso de la estructura, podría haber sido un poco más lineal seria mejor, que empezar en el punto bajo de la historia sin contexto.
Como todo biopic, encontramos partes ficcionalizadas, ya que desde el principio se dice que esto esta inspirado en hechos reales, por lo que las licencias son variadas, alimentando la leyenda del personaje que para los españoles es desconocido, pero en este caso sirve para generar una película amena.
La búsqueda de El oro del Rin, que da título a la película en alemán y que referencia la ópera de Wagner, es el leitmotiv del protagonista, no el oro de la ópera, sino más bien el éxito, lo que vendría siendo sueño americano pero en tierras germanas. Una búsqueda de que su familia serán victimas colaterales de sus acciones, a pesar de que no tengan contactos entre ellos de hace años.
Este retrato de un antihéroe que su historia es la idealizada por muchos raperos gangsta, que recuerda a la ya mítica de El precio del poder en los suburbios de Bonn, la antigua capital federal alemana. Una historia que transcurre entre refugiados e inmigrantes de diferentes puntos que viven en el gueto, identificándose por la etnia más que por las nacionalidades, en especial cuando las raíces del protagonista son de un pueblo sin patria como los kurdos.
Mencionar en este punto que la conexión entre la música rap y el mundo criminal no es una cosa del pasado, tal como dicen en la película “Música de crimínales para criminales”, pues la música sobre narcos sigue de moda y en Francia, Países Bajos o Alemania son un auténtico subgénero contando sus andanzas de las que la Costa del Sol muchas veces es el escenario.
En otros aspectos, la interpretación y caracterización de Emilio Sakraya como Giwar Hajabi es buena, el parecido entre el actor y el personaje es realista, a diferencia de otros biopics en el que no tienen nada en común, como el cameo de artistas de su sello como Schwesta Ewa haciendo de si mismos son aspectos destacados de este largometraje.
En conclusión, el retorno de Fatih Akin a los bajos fondos de los inmigrantes en los suburbios alemanes, como fuera en su opera prima, Corto y con filo, aunque en este caso inspirándose en un caso real y siendo una superproducción internacional que es un buen largometraje ameno y gris con el que disfrutar de una historia de mafiosos en tierras teutonas.
8
14 de marzo de 2023
14 de marzo de 2023
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro de la nueva edición del Festival de Málaga, se ha presentado fuera de concurso Kepler Sexto B, primer largometraje de Alejandro Suárez Lozano, un drama social protagonizado por Karra Elejalde camuflado con una historia de Ciencia Ficción que tiene sus aciertos y defectos, pero al final deja una historia entretenida que es solvente como una ópera prima.
La historia que cuenta su película Alejandro Suárez Lozano se centra la relación que establecen Jonás Martinez, un hombre mayor que vive solo en su casa, que ha convertido en una nave espacial y Zaida, la nueva vecina que vive junto a su padrastro. La amistad entre el anciano y la joven servirá para poder ayudarse ante las inclemencias de la vida y los envites del padrastro de Zaida y el vecino de Jonás, recelosos de la relación.
El punto fuerte de este largometraje es el arte, la forma que han conseguido convertir un piso obrero valenciano en una nave especial es sorprendente, sobre todo con un estilo cutre y castizo que recuerda a las películas de Chema García Ibarra, con un traje espacial que recuerda al de Protopartículas.
Esta ciencia ficción de extrarradio, anclada en los años 90, está salpicada de referencias a películas y novelas del género populares, como La Guerra de la Galaxias, Alien o las obras de Isaac Asimov, Carl Sagan o El Principito, que cobra una relevancia especial en este largometraje como tótem de recuerdo para Zaida.
Esta historia es una versión del Quijote moderno, donde sus molinos son los vecinos y no sale en busca de aventuras, sino mas bien vive encerrado en su nave hablando con su robot “Super” con la sensación de vivir en una estación espacial esperando a volver algún día a la tierra. El filme nos nuestra el contraste, entre las fantasías de Jonás, en un planeta que recuerda a los planetas de No Man’s Sky, a la realidad social de un bloque de pisos obrero.
La parte social languidece la cinta, convirtiéndola en una historia con tiro fijo que el final se anuncia de hace tiempo, y que la parte fantasiosa intenta compensar, con una dinámica de outsiders, del loco y la rarita tanta veces vista que poco aporta. Mientras el ambiente es interesante y bueno, el argumento va en piloto automático en un viaje que se ha hecho tantas veces que ni el mejor vehículo lo compensa.
De los dos protagonistas, quien destaca sobre todo es Jonás, un antiguo bedel del planetario, que soñaba en ir al espacio y las desgracias han hecho que acabe perdiendo la cabeza, y Zaida, una huérfana que vive con su padrastro, quien pasa de ella y la maltrata, pasando todo el día fuera con el único recuerdo de su madre en un juguete que le regalo de pequeña. Dos personajes dolidos que encuentran en esta aventura una forma de apoyarse.
Los personajes secundarios se pueden agrupar entre aliados y enemigos. De los aliados, un mendigo que vive enfrente y se cree un CEO; la camarera del bar de abajo y la vecina mayor; mientras que los enemigos son el padrastro, el vecino de Jonás, y el Banco, que intenta desahuciar del piso por impagos al protagonista.
Sobre las actuaciones, destaca todo Karra interpretando a este solitario anciano, sabiendo hacer realista y no caer en la parodia, mientras que la joven Daniela Pezzotti Moliner como Zaida no esta lejos, siendo su particular Sancho Panza.
Kepler Sexto B es una opera prima con una propuesta estética interesante y única, que podría haber explotado y arriesgado más, en vez de haberse centrado en crear otra drama genérico de los muchos hay.
La historia que cuenta su película Alejandro Suárez Lozano se centra la relación que establecen Jonás Martinez, un hombre mayor que vive solo en su casa, que ha convertido en una nave espacial y Zaida, la nueva vecina que vive junto a su padrastro. La amistad entre el anciano y la joven servirá para poder ayudarse ante las inclemencias de la vida y los envites del padrastro de Zaida y el vecino de Jonás, recelosos de la relación.
El punto fuerte de este largometraje es el arte, la forma que han conseguido convertir un piso obrero valenciano en una nave especial es sorprendente, sobre todo con un estilo cutre y castizo que recuerda a las películas de Chema García Ibarra, con un traje espacial que recuerda al de Protopartículas.
Esta ciencia ficción de extrarradio, anclada en los años 90, está salpicada de referencias a películas y novelas del género populares, como La Guerra de la Galaxias, Alien o las obras de Isaac Asimov, Carl Sagan o El Principito, que cobra una relevancia especial en este largometraje como tótem de recuerdo para Zaida.
Esta historia es una versión del Quijote moderno, donde sus molinos son los vecinos y no sale en busca de aventuras, sino mas bien vive encerrado en su nave hablando con su robot “Super” con la sensación de vivir en una estación espacial esperando a volver algún día a la tierra. El filme nos nuestra el contraste, entre las fantasías de Jonás, en un planeta que recuerda a los planetas de No Man’s Sky, a la realidad social de un bloque de pisos obrero.
La parte social languidece la cinta, convirtiéndola en una historia con tiro fijo que el final se anuncia de hace tiempo, y que la parte fantasiosa intenta compensar, con una dinámica de outsiders, del loco y la rarita tanta veces vista que poco aporta. Mientras el ambiente es interesante y bueno, el argumento va en piloto automático en un viaje que se ha hecho tantas veces que ni el mejor vehículo lo compensa.
De los dos protagonistas, quien destaca sobre todo es Jonás, un antiguo bedel del planetario, que soñaba en ir al espacio y las desgracias han hecho que acabe perdiendo la cabeza, y Zaida, una huérfana que vive con su padrastro, quien pasa de ella y la maltrata, pasando todo el día fuera con el único recuerdo de su madre en un juguete que le regalo de pequeña. Dos personajes dolidos que encuentran en esta aventura una forma de apoyarse.
Los personajes secundarios se pueden agrupar entre aliados y enemigos. De los aliados, un mendigo que vive enfrente y se cree un CEO; la camarera del bar de abajo y la vecina mayor; mientras que los enemigos son el padrastro, el vecino de Jonás, y el Banco, que intenta desahuciar del piso por impagos al protagonista.
Sobre las actuaciones, destaca todo Karra interpretando a este solitario anciano, sabiendo hacer realista y no caer en la parodia, mientras que la joven Daniela Pezzotti Moliner como Zaida no esta lejos, siendo su particular Sancho Panza.
Kepler Sexto B es una opera prima con una propuesta estética interesante y única, que podría haber explotado y arriesgado más, en vez de haberse centrado en crear otra drama genérico de los muchos hay.
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