Death Note
3.5
9,946
Thriller. Intriga. Fantástico
Un día, cuando Light termina las clases, encuentra un cuaderno negro tendido en el suelo, llamado «Death Note», un cuaderno sobrenatural que es capaz de matar personas si se escriben los nombres en él y si el portador visualiza mentalmente la cara de quien quiere asesinar. Nueva adaptación de la famosa serie (y manga) "Death Note" esta vez con actores reales. (FILMAFFINITY)
26 de agosto de 2017
26 de agosto de 2017
35 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Una adaptación debe juzgarse absolutamente por su nivel de fidelidad al material original? Si ese es el caso entonces por qué hoy en día El Resplandor es considerada una obra maestra del cine de horror y su nota media supera el 8, si es sabido que toma distintos caminos que la novela de King. O El Exorcista, en la que se comprimen y se suprimen elementos deliciosos del libro, como por ejemplo la investigación del detective Kinderman, o que los personajes de los mayordomos fueron reducidos a meros adornos. Aun así, ambas son grandes películas, que no necesariamente respetan textualmente cada detalle de su origen. Adam Wingard no es un realizador cualquiera. Tiene su estilo y aquí se nota. Hay toques de sus otras películas en esta, sobre todo de The Guest.
Death note es la "americanización" del manga de Tsugumi Ōba y Takeshi Obata. Pero también es una película que trata sobre Light, un joven estudiante que una tarde se topa con un cuaderno con el que tiene el poder de causar la muerte de quien quiera tan solo escribiendo su nombre en él, mientras piensa en su rostro. Así de fantástica es la premisa. Díganme si no suena a una de esas películas extrañas de los 80 que uno vio alguna vez en el cable. Y ese es el gran acierto del director, tratarla como tal. Tiene momentos graciosos, momentos de muertes exageradas y sangrientas, y una estética que hace rememorar aquellos films. Es que, por ejemplo, el planteo inicial de la película es similar al de Christine de John Carpenter, y no leo críticas de aquella quejándose de no haber desarrollado más el perfil psicológico del protagonista, o de no haber indagado en el pasado de tal personaje. Son películas que se disfrutan. Pueden dejarte algún planteo moral al terminar, pero a fin de cuentas no es lo que los realizadores buscaban principalmente. Death note es simple y llanamente entretenida. No hay mucho que rascar.
Continúo abajo sin spoilers.
Death note es la "americanización" del manga de Tsugumi Ōba y Takeshi Obata. Pero también es una película que trata sobre Light, un joven estudiante que una tarde se topa con un cuaderno con el que tiene el poder de causar la muerte de quien quiera tan solo escribiendo su nombre en él, mientras piensa en su rostro. Así de fantástica es la premisa. Díganme si no suena a una de esas películas extrañas de los 80 que uno vio alguna vez en el cable. Y ese es el gran acierto del director, tratarla como tal. Tiene momentos graciosos, momentos de muertes exageradas y sangrientas, y una estética que hace rememorar aquellos films. Es que, por ejemplo, el planteo inicial de la película es similar al de Christine de John Carpenter, y no leo críticas de aquella quejándose de no haber desarrollado más el perfil psicológico del protagonista, o de no haber indagado en el pasado de tal personaje. Son películas que se disfrutan. Pueden dejarte algún planteo moral al terminar, pero a fin de cuentas no es lo que los realizadores buscaban principalmente. Death note es simple y llanamente entretenida. No hay mucho que rascar.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tal vez en el manga o el anime sí se cree un duelo psicológico entre los personajes, sí se desarrollen sus pasados, pero ahí están, esto es solo una adaptación. No "arruina" lo original, como suelen decir con algunas adaptaciones. Esas son obras que siempre quedarán en la historia y uno puede recurrir a ellas cuantas veces quiera y pasar de ésta. Pero si no se desea ver una adaptación más, o una con cierto cambio que uno sabe que le va a molestar, no hay obligación de verla. De hecho, sería mejor no hacerlo, porque la objetividad quedaría por los suelos.
En fin, la nueva Death note me pareció una forma entretenida de pasar una hora y cuarenta minutos. Wingard acertó con la forma de encararla, conociendo la premisa con la que trabajaba, y sabiendo que no podría incluir tanto material en tan escasos minutos.
En fin, la nueva Death note me pareció una forma entretenida de pasar una hora y cuarenta minutos. Wingard acertó con la forma de encararla, conociendo la premisa con la que trabajaba, y sabiendo que no podría incluir tanto material en tan escasos minutos.
25 de agosto de 2017
25 de agosto de 2017
24 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Horrible. Horrible. Horrible.
Un despropósito absoluto. He valorado muchísimas películas en esta web, y esta vez me siento obligado a dejar mi primera reseña. Sólo para advertiros, para que escapéis de esta porquería.
Como comenta otro usuario, el único parecido con el manga original es la existencia de un cuaderno de muerte y el nombre de cuatro personajes. El resto es un delirio sin sentido, una cacofonía de canciones que parecen buscar en el espectador el mismo efecto que escribir su nombre en un cuaderno de muerte: mi novia y yo queríamos tirarnos por el balcón de pura vergüenza ajena.
Hemos pasado un rato indescriptible: miradas de incredulidad, exabruptos de indignación, removernos constantemente en el sofá. Adam Wingard, cuya existencia hasta ahora desconocía, va a ser un director a evitar. Qué manera de destruir una historia con gancho, mensaje, trama fascinante y buena música.
De veras, huid. Es la mayor basura que he visto en este 2017.
Un despropósito absoluto. He valorado muchísimas películas en esta web, y esta vez me siento obligado a dejar mi primera reseña. Sólo para advertiros, para que escapéis de esta porquería.
Como comenta otro usuario, el único parecido con el manga original es la existencia de un cuaderno de muerte y el nombre de cuatro personajes. El resto es un delirio sin sentido, una cacofonía de canciones que parecen buscar en el espectador el mismo efecto que escribir su nombre en un cuaderno de muerte: mi novia y yo queríamos tirarnos por el balcón de pura vergüenza ajena.
Hemos pasado un rato indescriptible: miradas de incredulidad, exabruptos de indignación, removernos constantemente en el sofá. Adam Wingard, cuya existencia hasta ahora desconocía, va a ser un director a evitar. Qué manera de destruir una historia con gancho, mensaje, trama fascinante y buena música.
De veras, huid. Es la mayor basura que he visto en este 2017.
25 de agosto de 2017
25 de agosto de 2017
25 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me repongo del shock de Death Note. Encima leo algunas críticas en los extractos de Filmaffinity y pienso que o son lamebotas sin dignidad o padecen algún tipo de retraso mental. La película no "respeta el espíritu" del anime, es más, escupe y defeca en el espíritu al arrancarle todo dilema moral, al traicionar hasta la infamia a los personajes y sus personalidades, al hacer del personaje femenino una hollywoodización en su forma más deplorable y al ofender a la inteligencia con sus argumentos absurdos y ridículamente forzados. La banda sonora es una mentada de madre que no funciona ni como humor involuntario y la secuencia de créditos final es una burla a quien perdió su tiempo mirando ese tremendo pedazo de porquería. El director con su misoginia y absoluta cobardía para meter algún mínimo de controversia al convertir a Light en un mocoso enamorado confundido y víctima de las circunstancias, debería ser enviado a estudiar la primaria para ver si aprende clichés menos infames; y el de la fotografía con sus planos inclinados que no transmiten una mierda debería trabajar -cuando mucho- como peinador de los pelos escrotales de Eugenio Derbez; el guionista hace del propio guión una Death Note porque todo lo que escribe hace que cualquiera se quiera matar de la forma más rápida posible. Esto es, junto con alguna película de Adam Sandler y alguna otra de La Risa En Vacaciones, lo peor que jamás vi y veré, espero.
27 de agosto de 2017
27 de agosto de 2017
23 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de decir que me extrañaba que un director como Adam Wingard hiciese un bodrio del nivel que crítica y público nos han querido vender, motivo por el cual decidí darle una oportunidad a la adaptación de Death Note. ¿Resultado? Otro de esos casos en que la nota media de FA (un 3,7) no refleja la calidad del producto en cuestión, y todo ello motivado porque hay gente que no sabe realizar una crítica constructiva y valorar un producto cinematográfico por lo que es, no por el material en que se basa.
Ya os adelanto una cosa: Dearh Note como adaptación es algo así como un sacrilegio. No se parece en nada a la original, y de hecho sus protagonistas no pueden diferir más de aquellos, siendo los de la nueva Death Note unos niñatos que actúan de forma impulsiva e irreflexiva, cometiendo multitud de errores a causa de ello.
¿Puedes vivir con esto? Seguramente si no has visto la Death Note original sí puedas, y también si tienes un mínimo de madurez pese a haberlo visto. Ahora bien, si eres un talibán que no acepta que las adaptaciones no tienen porque parecerse al material original, considerarás este producto una blasfemia y llenarás Filmaffinity de bilis dándole puntuaciones de 1 y de 2 por un simple motivo: la pataleta de un hater al que han tocado algo que le gusta mucho para hacer un producto inferior.
Hablando de la película ya en cuestión, yo la definiría como una gamberrada teen frenética y con el toque audiovisual que Adam Wingard le da a sus películas (los que hayáis visto The Guest me entendéis), aunque en mi opinión la selección musical no es muy acertada y Death Note se queda muy lejos de The Guest en lo que a apartado audiovisual se refiere. Pese a esto último, el diseño de Ryu es inesperadamente bueno.
Death note es una vuelta de tuerca al material original: En vez de un duelo de ajedrez y estrategia entre dos grandes mentes, tenemos un duelo entre dos jóvenes viscerales y emocionales, que hacen que los acontecimientos se disparen en una espiral de caos, muerte y pasiones desatadas. ¿Es eso malo? Para nada. ¿Merece ser lapidada la película por ello? Bueno, si nos vamos a poner a lapidar blockbusters porque sus personajes no tienen una gran profundidad psicológica o los diálogos son superficiales, empecemos a hacerlo con todos, no solo cuando nos conviene. Ahí tenemos bodrios como Alien Covenant para empezar, que no parecen haber sido masacrados con tanta inquina por parte de la crítica ni de los usuarios de esta web, siendo una adaptación igual de mala y como película aún peor. También podemos seguir con muchas películas de Marvel, o acudir a lo que hizo Disney con el episodio VII de Star Wars...
En definitiva, menos modas, haterismo, fanboyismo y alabanzas a films que apelan a la nostalgia y al fanservice, y más valorar a las películas por lo que son. Death Note es un entretenimiento frenético que no aburre en ningún momento, con una estética y apartado audiovisual bastante solventes teniendo en cuenta que adapta un anime, y que no profundiza en sus personajes ni en sus diálogos porque, simple y llanamente, no tiene duración para hacerlo como si de una serie de tv o anime se tratase. La Death Note original tuvo una primera parte que fue magistral, a años luz de esta adaptación, pero algunos parecen olvidar a conciencia que los dos tercios restantes fueron un bodrio sin paliativos, así que seamos menos exquisitos a conveniencia, señores, y no le pidamos a una película como ésta que nos aporte lo que, como dice otra crítica, solo está en la lista de deseos de nuestra cabeza.
Ya os adelanto una cosa: Dearh Note como adaptación es algo así como un sacrilegio. No se parece en nada a la original, y de hecho sus protagonistas no pueden diferir más de aquellos, siendo los de la nueva Death Note unos niñatos que actúan de forma impulsiva e irreflexiva, cometiendo multitud de errores a causa de ello.
¿Puedes vivir con esto? Seguramente si no has visto la Death Note original sí puedas, y también si tienes un mínimo de madurez pese a haberlo visto. Ahora bien, si eres un talibán que no acepta que las adaptaciones no tienen porque parecerse al material original, considerarás este producto una blasfemia y llenarás Filmaffinity de bilis dándole puntuaciones de 1 y de 2 por un simple motivo: la pataleta de un hater al que han tocado algo que le gusta mucho para hacer un producto inferior.
Hablando de la película ya en cuestión, yo la definiría como una gamberrada teen frenética y con el toque audiovisual que Adam Wingard le da a sus películas (los que hayáis visto The Guest me entendéis), aunque en mi opinión la selección musical no es muy acertada y Death Note se queda muy lejos de The Guest en lo que a apartado audiovisual se refiere. Pese a esto último, el diseño de Ryu es inesperadamente bueno.
Death note es una vuelta de tuerca al material original: En vez de un duelo de ajedrez y estrategia entre dos grandes mentes, tenemos un duelo entre dos jóvenes viscerales y emocionales, que hacen que los acontecimientos se disparen en una espiral de caos, muerte y pasiones desatadas. ¿Es eso malo? Para nada. ¿Merece ser lapidada la película por ello? Bueno, si nos vamos a poner a lapidar blockbusters porque sus personajes no tienen una gran profundidad psicológica o los diálogos son superficiales, empecemos a hacerlo con todos, no solo cuando nos conviene. Ahí tenemos bodrios como Alien Covenant para empezar, que no parecen haber sido masacrados con tanta inquina por parte de la crítica ni de los usuarios de esta web, siendo una adaptación igual de mala y como película aún peor. También podemos seguir con muchas películas de Marvel, o acudir a lo que hizo Disney con el episodio VII de Star Wars...
En definitiva, menos modas, haterismo, fanboyismo y alabanzas a films que apelan a la nostalgia y al fanservice, y más valorar a las películas por lo que son. Death Note es un entretenimiento frenético que no aburre en ningún momento, con una estética y apartado audiovisual bastante solventes teniendo en cuenta que adapta un anime, y que no profundiza en sus personajes ni en sus diálogos porque, simple y llanamente, no tiene duración para hacerlo como si de una serie de tv o anime se tratase. La Death Note original tuvo una primera parte que fue magistral, a años luz de esta adaptación, pero algunos parecen olvidar a conciencia que los dos tercios restantes fueron un bodrio sin paliativos, así que seamos menos exquisitos a conveniencia, señores, y no le pidamos a una película como ésta que nos aporte lo que, como dice otra crítica, solo está en la lista de deseos de nuestra cabeza.
27 de agosto de 2017
27 de agosto de 2017
15 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es que Death Note sea una adaptación terrible, es que además es una película tremendamente mala desde el punto de vista cinematográfico, palomitero y si me apuráis del sentido común. Esperaba que Adam Wingard no consiguiera plasmar Death Note en su película, pero como mínimo esperaba que tuviera un ritmo más adecuado que las pesadísimas adaptaciones de Shusuke Kaneko.
Esta Death note es casi un insulto. Os puedo garantizar que no se puede ir con la mente más abierta que la mía a la hora de verla. De hecho, lo único que puedo aplaudir de esta película es la valentía de la adaptación, que cogía las bases de la historia original y las trasladaba a algo distinto. No tardé demasiado en comprobar que aquello olía a algo muy cutre, y que lo trascendental de la obra original no se vería en ningún momento.
La película de Adam Wingard acaba convirtiéndose en una especie de Destino Final en versión telefilm donde el director le da especial importancia a lo morboso y absurdo de las muertes. Lo que en el manga original y en su excelente serie de animación se recoge como un verdadero don que conlleva una enorme responsabilidad, aquí se presenta como un juguete tonto que se deja revoloteando como si nada por casa, se saca en medio de la escuela o se habla de él a viva voz por los pasillos del instituto donde ocurre una buena parte de la película.
Light se humaniza, pero tanto que acaba convirtiéndose en un niño estúpido a más no poder que comete tal cantidad de errores que parece difícil hacerlo peor. Todo el carisma del Light Yagami que conocíamos se tira por el retrete en pos de un Light Turner con el que es imposible empatizar, y que acaba siendo más un pardillo insulso común que el soberbio Yagami que Adam Wingard debió mantener. L de alguna manera consigue mantener su excentricidad, pero acaba todavía peor, siendo un pelele en manos de todas las fuerzas que juegan en la película y que explota de una manera que no solo uno no espera sino que no desea. El choque intelectual de ambos protagonistas, principal motivo de la obra original, aquí se convierte en una estúpida pelea de patio de colegio. "Es una adaptación libre". No, el problema está en que en ese aspecto Adam Wingard sí que quería mantener esa confrontación y le acaba saliendo una trama ridícula hasta el absoluto.
Su baja puntuación no es casualidad, y no se debe a una legión de seguidores obtusos de Death Note que querían una recreación cuadro a cuadro del original. Intrascendente y capaz de convertir una verdadera genialidad en algo vacuo y prescindible.
Esta Death note es casi un insulto. Os puedo garantizar que no se puede ir con la mente más abierta que la mía a la hora de verla. De hecho, lo único que puedo aplaudir de esta película es la valentía de la adaptación, que cogía las bases de la historia original y las trasladaba a algo distinto. No tardé demasiado en comprobar que aquello olía a algo muy cutre, y que lo trascendental de la obra original no se vería en ningún momento.
La película de Adam Wingard acaba convirtiéndose en una especie de Destino Final en versión telefilm donde el director le da especial importancia a lo morboso y absurdo de las muertes. Lo que en el manga original y en su excelente serie de animación se recoge como un verdadero don que conlleva una enorme responsabilidad, aquí se presenta como un juguete tonto que se deja revoloteando como si nada por casa, se saca en medio de la escuela o se habla de él a viva voz por los pasillos del instituto donde ocurre una buena parte de la película.
Light se humaniza, pero tanto que acaba convirtiéndose en un niño estúpido a más no poder que comete tal cantidad de errores que parece difícil hacerlo peor. Todo el carisma del Light Yagami que conocíamos se tira por el retrete en pos de un Light Turner con el que es imposible empatizar, y que acaba siendo más un pardillo insulso común que el soberbio Yagami que Adam Wingard debió mantener. L de alguna manera consigue mantener su excentricidad, pero acaba todavía peor, siendo un pelele en manos de todas las fuerzas que juegan en la película y que explota de una manera que no solo uno no espera sino que no desea. El choque intelectual de ambos protagonistas, principal motivo de la obra original, aquí se convierte en una estúpida pelea de patio de colegio. "Es una adaptación libre". No, el problema está en que en ese aspecto Adam Wingard sí que quería mantener esa confrontación y le acaba saliendo una trama ridícula hasta el absoluto.
Su baja puntuación no es casualidad, y no se debe a una legión de seguidores obtusos de Death Note que querían una recreación cuadro a cuadro del original. Intrascendente y capaz de convertir una verdadera genialidad en algo vacuo y prescindible.
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