Death Note
3.5
9,946
Thriller. Intriga. Fantástico
Un día, cuando Light termina las clases, encuentra un cuaderno negro tendido en el suelo, llamado «Death Note», un cuaderno sobrenatural que es capaz de matar personas si se escriben los nombres en él y si el portador visualiza mentalmente la cara de quien quiere asesinar. Nueva adaptación de la famosa serie (y manga) "Death Note" esta vez con actores reales. (FILMAFFINITY)
25 de agosto de 2017
25 de agosto de 2017
22 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una manera cruel de destrozar un anime ,,personajes insípidos , historia sumamente vulgar, la banda sonora sseria para otra película,,, este director no debería hacer mas películas y menos adaptaciones de cualquier serie o comic
25 de agosto de 2017
25 de agosto de 2017
19 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca escribo críticas de películas pero hoy va a ser una excepción. Creo que es la peor adaptación de un comic y anime nunca visto. Los personajes no se creen lo que están haciendo y a cada minuto que pasa la película es menos creíble. Por favor no la veáis.
25 de agosto de 2017
25 de agosto de 2017
14 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es como si a mi novia que no le gustan los Anime le cuento por encima de que trata Death Note y ella con lo que escucha hace una película...
Si me vendieran la película como "una parodia de la serie de animación Death Note" lo entendería todo...hay momentos en la película que son realmente cómicos...porque no tienen sentido ninguno.
Han tranformado una obra de arte con personajes profundos y una guerra mental entre los protagonistas....a la típica película americana llena de cliches de adolescentes:
-Light es el típico pringado antisocial que se enamora de la guapa y rebelde animadora...ni siquiera es inteligente o al menos no hay un solo momento en la película que te lo demuestre, si prácticamente la novia le toma el pelo...y se da cuenta al final...pasa de ser en el Anime un estudiante modelo ejemplar, ligón y con las ideas de justicia claras a ser un pringado que no tiene casi ni idea de lo que hace...
Os resumo en pocas palabras NO PERDÁIS EL TIEMPO EN VERLA no merece la pena es otro DRAGON BALL EVOLUTION que se marcan los americanos...
Si me vendieran la película como "una parodia de la serie de animación Death Note" lo entendería todo...hay momentos en la película que son realmente cómicos...porque no tienen sentido ninguno.
Han tranformado una obra de arte con personajes profundos y una guerra mental entre los protagonistas....a la típica película americana llena de cliches de adolescentes:
-Light es el típico pringado antisocial que se enamora de la guapa y rebelde animadora...ni siquiera es inteligente o al menos no hay un solo momento en la película que te lo demuestre, si prácticamente la novia le toma el pelo...y se da cuenta al final...pasa de ser en el Anime un estudiante modelo ejemplar, ligón y con las ideas de justicia claras a ser un pringado que no tiene casi ni idea de lo que hace...
Os resumo en pocas palabras NO PERDÁIS EL TIEMPO EN VERLA no merece la pena es otro DRAGON BALL EVOLUTION que se marcan los americanos...
2 de septiembre de 2017
2 de septiembre de 2017
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando anunciaron una nueva adaptación de mi amado manga Death Note tenía una incertidumbre peculiar, un desasosiego temeroso de otra decepcionante versión americana de una obra de culto. A pesar de que era producción de Netflix y conocemos que, por lo general, están haciendo las cosas bien. El tráiler sólo sirvió para cebar ese temor. Pero había que darle una oportunidad, ya que Adam Wingard (The Guest, VHS, Tú eres el siguiente), el director, era fan consumado del cómic de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata y podría haber un resquicio de esperanza. Nada más lejos de la realidad, un film que no funciona de forma independiente al manga pero mucho menos como adaptación.
El guión es un absurdo, atropellado, sin coherencia, ni un atisbo del componente original ni del mensaje de justicia que imploraba o la crítica social del mismo. Complicada tarea el presentar una obra con un cariz tan profundo y condensarla en la duración de una película comercial, pero para eso tenían prevista más secuelas. La coctelera donde han metido todos los géneros posibles y esperar a que salga algo potable se fue por el retrete. Realmente, no sé en qué género encuadrar esta apática y bochornosa Death Note de Wingard, ni él mismo ha sabido embadurnarla de un género concreto.
Aún más lamentable es el trato a los personajes, si nos dijeran que son una auto parodia nos lo creeríamos. Light se convierte en un 'loser' afeminado y carente de todo lo que tenía el Light Yagami del manga, al igual que la chica que hace de Misa, con matices totalmente distintos y un L que intenta imitar los peculiares movimientos del original sin alma ni razón. Lo único salvable es Ryuk, con un tono más siniestro, oscuro y muy poco de fiar, con la voz de Willen Dafoe en su versión original. Muy parecido a Destino Final, que parece que es lo que triunfa entre la juventud americana, segmento al que va destinado el film que nos ocupa.
"Americanizar" las obras maestras europeas y, sobre todo, orientales no suele salir bien (¿quién no recuerda la atroz Dragonball Evolution?) pero al menos le pedimos un trato menos despreciable, valorar más el contexto de la creación original, no basarla en un cambio radical sin sentido y colmado de tópicos por doquier. Como adaptación es malísima, pero como película independiente tampoco funciona. No queda más que apuntar a Netflix en nuestro cuaderno de muerte.
El guión es un absurdo, atropellado, sin coherencia, ni un atisbo del componente original ni del mensaje de justicia que imploraba o la crítica social del mismo. Complicada tarea el presentar una obra con un cariz tan profundo y condensarla en la duración de una película comercial, pero para eso tenían prevista más secuelas. La coctelera donde han metido todos los géneros posibles y esperar a que salga algo potable se fue por el retrete. Realmente, no sé en qué género encuadrar esta apática y bochornosa Death Note de Wingard, ni él mismo ha sabido embadurnarla de un género concreto.
Aún más lamentable es el trato a los personajes, si nos dijeran que son una auto parodia nos lo creeríamos. Light se convierte en un 'loser' afeminado y carente de todo lo que tenía el Light Yagami del manga, al igual que la chica que hace de Misa, con matices totalmente distintos y un L que intenta imitar los peculiares movimientos del original sin alma ni razón. Lo único salvable es Ryuk, con un tono más siniestro, oscuro y muy poco de fiar, con la voz de Willen Dafoe en su versión original. Muy parecido a Destino Final, que parece que es lo que triunfa entre la juventud americana, segmento al que va destinado el film que nos ocupa.
"Americanizar" las obras maestras europeas y, sobre todo, orientales no suele salir bien (¿quién no recuerda la atroz Dragonball Evolution?) pero al menos le pedimos un trato menos despreciable, valorar más el contexto de la creación original, no basarla en un cambio radical sin sentido y colmado de tópicos por doquier. Como adaptación es malísima, pero como película independiente tampoco funciona. No queda más que apuntar a Netflix en nuestro cuaderno de muerte.
29 de agosto de 2017
29 de agosto de 2017
11 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una gran mayoría de opiniones sobre esta versión van dirigidas a criticar aspectos de un original que, por deslocalización geográfica, se nota que ni los propios responsables han tenido en cuenta.
Ojo a lo absurdo que supone cabrearse por quitar cosas que no iban a estar en primer lugar (del absurdo de querer que todas las versiones de un mismo tema sean iguales para poder ver siempre lo mismo podríamos hablar otro día)
No he leído ni visto nada relativo a 'Death Note', pero la conversación debería girar alrededor de si la película se sostiene por si misma y, más allá de ser otra válida versión de un material original, lo hace.
Light es otro pobre adolescente de instituto suspirando por la enésima animadora inalcanzable, hasta que un día cae en sus manos un misterioso cuaderno con el poder de matar a quien sea escrito en sus páginas.
Una vez más, parece que todas las críticas van encaminadas a señalar que el personaje no es fucker como en su versión original, pero hay espacio para los matices: Light es capaz de defender a otro adolescente objetivo de bullying a riesgo de llevarse un puñetazo, mientras que su chica deseada, Mia, es lo suficientemente independiente como para decir alto y claro que no necesita depender de nadie.
Se trata de dos típicos tópicos a los cuales se les ha dado la vuelta lo justo y necesario como para no tener que aborrecerlos, al igual que sucede con una dirección escenográfica y acompañamiento musical incómodo, casi de coña, que pinta el instituto como una suerte de asumida condena y los alumnos que por allí pululan como imbéciles sin remedio.
Entre esa marea, solo Light y Mia se han sobresalido mutuamente, pero nada va a cambiar mientras su mundo siga como está.
Entonces entra en escena el gran elemento democratizador, el Death Note, plagado de reglas a seguir pero con un atractivo insuperable como para no prestarles suficiente atención: ese cuaderno que mata con sólo escribir nombre y recordar cara podría ser el inicio de un nuevo orden, reconfigurando el mundo a imagen y semejanza de un Dios de la Muerte cuya máxima a seguir será portarse bien, como un padre perverso que da la justa libertad a sus descarriados hijos.
Parece una intención siniestra pero noble, y hasta se podría decir que justa dentro de este loco mundo... pero ese Dios de la Muerte rebautizado Kira es Light, un adolescente cuya máxima preocupación hasta ayer era dejar de ser invisible y conseguir importarle a una chica. La imposible correspondencia entre esas dos identidades se hace insostenible a poco que hayamos prestado atención al principio, y así el resto de la historia no tiene problema en convertirse en una broma enloquecida y macabra, que se va retorciendo más a medida que pasa, fruto del cerco policial que se estrecha alrededor de Kira y de la malévola influencia que le presta Ryuk, un tenebroso demonio al que Willem Dafoe presta todo el mal rollo que es capaz de generar con su risa agrietada.
Pero es que además está Mia: cambiado el mundo Light consigue su objeto de deseo, pero todo viene con un precio, porque su enfermiza relación surgió de la posibilidad de ser dioses y reyes, algo que Mia no se toma a la ligera y Light se ve obligado a corresponder aunque sea por no perderla.
Para complicar las cosas, aparece L, un perfecto antagonista para el improbable héroe, ambos socialmente incómodos y tremendamente brillantes, que se buscan las vueltas en cada recodo del camino y pasan poco tiempo hasta que se lo toman como algo personal, prescindiendo de las causas a las que sirven: a Light le encantaría matar al molesto metomentodo, pero sin una cara y un nombre lo tiene jodido para hacer justicia, e igualmente ya no sería LA justicia, sino SU justicia... las líneas se marcan en la partida, y cruzarlas puede suponer llegar más lejos de lo que este Dios de la Muerte se ha jurado llegar.
¿Por qué dónde está la diferencia entre una persona que ha matado por causa justificada y una que tiene las manos limpias, pero el alma negra como boca del lobo?
'Death Note' se atreve a plantear que los grises existen, y los aplasta contra una conciencia adolescente que solo ha buscado sexo y ser respetado, dibujando la terrible (y macabramente divertida) idea de que la responsabilidad de la muerte puede estar en una mente demasiado centrada en su ombligo como para entenderla.
Light llega todo lo lejos que puede, autoengañándose de que todo esto lo hace por un bien mayor... y al final se da cuenta de que no, de que ha seguido adelante a hostias forzadas, aprendiendo mucho del camino, pero incapaz de tomar en algún momento decisiones que no fueran una mierda.
Crecer también es esto, con Death Note o sin ello.
Valga este gigantesco chascarrillo a costa de la naturaleza humana como demostración de que nos pierde el poder, y la posibilidad de arreglar nuestro mundo con él (que no el mundo en general).
Y por si no hemos pillado la ironía, suena "The Power of Love" para dejárnoslo claro.
Ojo a lo absurdo que supone cabrearse por quitar cosas que no iban a estar en primer lugar (del absurdo de querer que todas las versiones de un mismo tema sean iguales para poder ver siempre lo mismo podríamos hablar otro día)
No he leído ni visto nada relativo a 'Death Note', pero la conversación debería girar alrededor de si la película se sostiene por si misma y, más allá de ser otra válida versión de un material original, lo hace.
Light es otro pobre adolescente de instituto suspirando por la enésima animadora inalcanzable, hasta que un día cae en sus manos un misterioso cuaderno con el poder de matar a quien sea escrito en sus páginas.
Una vez más, parece que todas las críticas van encaminadas a señalar que el personaje no es fucker como en su versión original, pero hay espacio para los matices: Light es capaz de defender a otro adolescente objetivo de bullying a riesgo de llevarse un puñetazo, mientras que su chica deseada, Mia, es lo suficientemente independiente como para decir alto y claro que no necesita depender de nadie.
Se trata de dos típicos tópicos a los cuales se les ha dado la vuelta lo justo y necesario como para no tener que aborrecerlos, al igual que sucede con una dirección escenográfica y acompañamiento musical incómodo, casi de coña, que pinta el instituto como una suerte de asumida condena y los alumnos que por allí pululan como imbéciles sin remedio.
Entre esa marea, solo Light y Mia se han sobresalido mutuamente, pero nada va a cambiar mientras su mundo siga como está.
Entonces entra en escena el gran elemento democratizador, el Death Note, plagado de reglas a seguir pero con un atractivo insuperable como para no prestarles suficiente atención: ese cuaderno que mata con sólo escribir nombre y recordar cara podría ser el inicio de un nuevo orden, reconfigurando el mundo a imagen y semejanza de un Dios de la Muerte cuya máxima a seguir será portarse bien, como un padre perverso que da la justa libertad a sus descarriados hijos.
Parece una intención siniestra pero noble, y hasta se podría decir que justa dentro de este loco mundo... pero ese Dios de la Muerte rebautizado Kira es Light, un adolescente cuya máxima preocupación hasta ayer era dejar de ser invisible y conseguir importarle a una chica. La imposible correspondencia entre esas dos identidades se hace insostenible a poco que hayamos prestado atención al principio, y así el resto de la historia no tiene problema en convertirse en una broma enloquecida y macabra, que se va retorciendo más a medida que pasa, fruto del cerco policial que se estrecha alrededor de Kira y de la malévola influencia que le presta Ryuk, un tenebroso demonio al que Willem Dafoe presta todo el mal rollo que es capaz de generar con su risa agrietada.
Pero es que además está Mia: cambiado el mundo Light consigue su objeto de deseo, pero todo viene con un precio, porque su enfermiza relación surgió de la posibilidad de ser dioses y reyes, algo que Mia no se toma a la ligera y Light se ve obligado a corresponder aunque sea por no perderla.
Para complicar las cosas, aparece L, un perfecto antagonista para el improbable héroe, ambos socialmente incómodos y tremendamente brillantes, que se buscan las vueltas en cada recodo del camino y pasan poco tiempo hasta que se lo toman como algo personal, prescindiendo de las causas a las que sirven: a Light le encantaría matar al molesto metomentodo, pero sin una cara y un nombre lo tiene jodido para hacer justicia, e igualmente ya no sería LA justicia, sino SU justicia... las líneas se marcan en la partida, y cruzarlas puede suponer llegar más lejos de lo que este Dios de la Muerte se ha jurado llegar.
¿Por qué dónde está la diferencia entre una persona que ha matado por causa justificada y una que tiene las manos limpias, pero el alma negra como boca del lobo?
'Death Note' se atreve a plantear que los grises existen, y los aplasta contra una conciencia adolescente que solo ha buscado sexo y ser respetado, dibujando la terrible (y macabramente divertida) idea de que la responsabilidad de la muerte puede estar en una mente demasiado centrada en su ombligo como para entenderla.
Light llega todo lo lejos que puede, autoengañándose de que todo esto lo hace por un bien mayor... y al final se da cuenta de que no, de que ha seguido adelante a hostias forzadas, aprendiendo mucho del camino, pero incapaz de tomar en algún momento decisiones que no fueran una mierda.
Crecer también es esto, con Death Note o sin ello.
Valga este gigantesco chascarrillo a costa de la naturaleza humana como demostración de que nos pierde el poder, y la posibilidad de arreglar nuestro mundo con él (que no el mundo en general).
Y por si no hemos pillado la ironía, suena "The Power of Love" para dejárnoslo claro.
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