El beso de la mujer araña
Drama
En una prisión sudamericana, Luis Molina (William Hurt) y Valentín Arregui (Raúl Julia) son compañeros de celda. Molina es un homosexual encarcelado por seducir a un menor. Valentín es un revolucionario de izquierdas torturado durante los interrogatorios. Para escapar de la realidad, Molina evoca películas antiguas, pero Arregui trata de centrarse en la situación que sufre. (FILMAFFINITY)
27 de abril de 2010
27 de abril de 2010
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Coproducción Americana y Brasileña basada en la novela de Manuel Puig, que se desarrolla en una prisión latinoamericana, cuya historia gira en torno de Molina reencarnado por un glorioso William Hurt que es un homosexual encarcelado por acosar a un menor y que comparte celda con un preso político Valentín notable Raul Julia que logra sobresalir frente a inmenso portento de actuación. Ambos son polos opuestos, Molina ve la belleza de la vida a través de las historias que conoce y Valentín busca la libertad individual de cada hombre mediante la revolución.
Pese a no explotar toda la riqueza de la novela original, encontramos una adaptación donde sobresale la idea clave de esta, la fuerza lírica de la narración y la amplitud de valores retratados en la conmovedora historia de amor y amistad, fidelidad y tolerancia, que revela el rostro de una sociedad tercermundista a través de sus dos personajes, la ideología sexual y política y algo que va más allá, la pureza propia de estos, ¿alguien se imaginaria que un homosexual sintiera afecto por un machista que lo detesta? o ¿un revolucionario conviviendo con un homosexual? y más aún, pese a estar en esas condiciones sabían quienes eran y lo que querían para si mismos pese a saber el destino que les espera, al ser víctimas de su propia sociedad donde los individuos parecen estar destinados a destruir y corromper la armonía de esta y sustituirlos por factores bien marcados y señalados en un sistema de vida como lo es el latinoamericano, basado en la discriminación y la opresión, que cuando ese grupo colectivo es aislado y minimizado a unos cuantos solo se puede encontrar la verdadera identidad de cada sujeto y pasar a formar parte como persona en una verdadera sociedad alejada de prejuicios y donde se rompe el protocolo de lo que hay que ver, querer y hablar. Un filme rico por sus valores e indispensable para todo aquel que cree tener una ideología propia.
A destacar la labor de Babenco, gran dirección de actores y ese merito por no perder la esencia de la novela y proyectarla de esta forma, ambientación correcta y guión efectivo, pero por encima de todo sus actores y en especial Hurt en estado de gracia.
Pese a no explotar toda la riqueza de la novela original, encontramos una adaptación donde sobresale la idea clave de esta, la fuerza lírica de la narración y la amplitud de valores retratados en la conmovedora historia de amor y amistad, fidelidad y tolerancia, que revela el rostro de una sociedad tercermundista a través de sus dos personajes, la ideología sexual y política y algo que va más allá, la pureza propia de estos, ¿alguien se imaginaria que un homosexual sintiera afecto por un machista que lo detesta? o ¿un revolucionario conviviendo con un homosexual? y más aún, pese a estar en esas condiciones sabían quienes eran y lo que querían para si mismos pese a saber el destino que les espera, al ser víctimas de su propia sociedad donde los individuos parecen estar destinados a destruir y corromper la armonía de esta y sustituirlos por factores bien marcados y señalados en un sistema de vida como lo es el latinoamericano, basado en la discriminación y la opresión, que cuando ese grupo colectivo es aislado y minimizado a unos cuantos solo se puede encontrar la verdadera identidad de cada sujeto y pasar a formar parte como persona en una verdadera sociedad alejada de prejuicios y donde se rompe el protocolo de lo que hay que ver, querer y hablar. Un filme rico por sus valores e indispensable para todo aquel que cree tener una ideología propia.
A destacar la labor de Babenco, gran dirección de actores y ese merito por no perder la esencia de la novela y proyectarla de esta forma, ambientación correcta y guión efectivo, pero por encima de todo sus actores y en especial Hurt en estado de gracia.
20 de noviembre de 2008
20 de noviembre de 2008
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pese a parecer cursi o anodina la narración de estos dos presos y la historia de sus vidas está repleta de sentimientos convirtiéndose en un producto digno de un aplauso. El ver como una misma situación une a personas tan diferentes y con sentimientos encontrados llega a sobrecoger a cualquiera. Fue todo un acierto la elección de los intérpretes que demuestran aquí toda su expresividad.
31 de mayo de 2013
31 de mayo de 2013
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película que le valió el Óscar a William Hurt por su actuación, narra la historia de un hombre que es encarcelado por tener relaciones con un menor de edad, y que comparte celda con un preso político.
Ambos vivirán una relación especial con la que intentarán soportar mutuamente el tiempo duro que pasan en la cárcel. Para ello, ambos hablarán de su pasado, y sus historias las mezclarán con una narración irreal que tendrá similitudes con lo real que viven.
La película resulta interesante y cuenta con momentos que funcionan de manera perfecta, con escenas llenas de intensidad y realismo. Pero también existen momentos que no consiguen conectar del todo. Eso provoca que uno tenga la sensación de estar en una especie de montaña rusa, observando momentos que funcionan y otros no.
Uno de los mejores puntos con que cuenta el film es la brillantísima actuación de William Hurt. Él realiza un trabajo soberbio dando vida a este homosexual encerrado en una cárcel por un delito de pederastia. Pero además, se encuentra encerrado su verdadero ser en un cuerpo erróneo. Una personalidad de mujer dentro de un cuerpo masculino. Y además, un persona que exteriormente resulta un cobarde y un conformista; pero en el fondo tiene un ser que quiere luchar por los derechos que el gobierno quita al pueblo.
En fin, película que entretiene pero que no resulta tan buena como uno podría imaginar en un principio. El film turna momentos brillantes como momentos que flaquean. Eso hace que uno no conecte del todo con la historia. No obstante, las actuaciones son buenas y las escenas que funcionan; realmente funcionan.
Ambos vivirán una relación especial con la que intentarán soportar mutuamente el tiempo duro que pasan en la cárcel. Para ello, ambos hablarán de su pasado, y sus historias las mezclarán con una narración irreal que tendrá similitudes con lo real que viven.
La película resulta interesante y cuenta con momentos que funcionan de manera perfecta, con escenas llenas de intensidad y realismo. Pero también existen momentos que no consiguen conectar del todo. Eso provoca que uno tenga la sensación de estar en una especie de montaña rusa, observando momentos que funcionan y otros no.
Uno de los mejores puntos con que cuenta el film es la brillantísima actuación de William Hurt. Él realiza un trabajo soberbio dando vida a este homosexual encerrado en una cárcel por un delito de pederastia. Pero además, se encuentra encerrado su verdadero ser en un cuerpo erróneo. Una personalidad de mujer dentro de un cuerpo masculino. Y además, un persona que exteriormente resulta un cobarde y un conformista; pero en el fondo tiene un ser que quiere luchar por los derechos que el gobierno quita al pueblo.
En fin, película que entretiene pero que no resulta tan buena como uno podría imaginar en un principio. El film turna momentos brillantes como momentos que flaquean. Eso hace que uno no conecte del todo con la historia. No obstante, las actuaciones son buenas y las escenas que funcionan; realmente funcionan.
22 de julio de 2014
22 de julio de 2014
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando me propuse ver esta película estaba 100% convencido de que no me iba a gustar. Los dramas carcelarios me suelen parecer un tostón (en mi defensa diré que me gustó mucho Cadena Perpetua, pero no la pienso ver una segunda vez), la vieja táctica narrativa de juntar a dos personajes opuestos (en este caso, el revolucionario y el travesti) demasiado vista, y nunca le he encontrado la gracia al recurso de «historia dentro de una historia» (la película nazi que cuenta Molina). Sumándole a todo ello el título, más propio de una peli de serie B, y la temática homosexual en la cárcel, esta película tenía todas las papeletas (para mí) de no ser buena. Por suerte me equivoqué de lleno; tanto que puedo afirmar que, de no ser por los últimos quince minutos de metraje, éste hubiera hubiera sido el primer 10 que le pongo a una película en mi vida.
De alguna forma, «El Beso de la Mujer Araña» consigue dar con la alquimia perfecta para convertir todas sus potenciales debilidades en puntos fuertes. Hay que decir que pone toda la carne en el asador desde el principio: no han pasado aún los créditos y ya oímos la voz de Luis Molina (William Hurt) describiendo el aspecto de una bella artista mientras la cámara se pasea a lo largo y ancho de la celda mostrando fotos de mujeres en blanco y negro, dibujos en las paredes, la ropa de colores en el tendedor, y finalmente a Molina imitando a la artista con una toalla roja en la cabeza... hasta que la primera sarcástica frase de Valentín (Raúl Juliá) interrumpe su narración. No han pasado ni cinco minutos y el espectador ya está atrapado en la tela, fascinado por el ambiente onírico evocado por la película. A partir de allí, toda va rodado: el desarrollo de la historia es creíble, natural; simplemente va fluyendo y arrastrando al espectador consigo, pero no a los lugares comunes de siempre. Es digno de mención como, a pesar de que la mayor parte de la película se rueda en una celda, en ningún momento transmite una sensación de claustrofobia. Esto es en parte por la historia de la artista (la «peli dentro de la peli») que sirve como válvula de escape mental. Es curioso cómo de pronto la «peli dentro de una peli» se vuelve un elemento completamente lógico y comprensible: como si ponerse a contar historias fuera la forma más natural para dos personas encerradas de poder aliviar la tensión provocada por la pérdida de libertad.
Las interpretaciones en «El Beso de la Mujer Araña» alcanzan un gran nivel. Los dos actores principales están magníficos: William Hurt capta gran parte de la atención como Molina, esa especie de Scherezade hiperromántica, expresiva, soñadora y sensible, todo sentimiento, que se siente sola porque no ha encontrado a un hombre que la quiera y la proteja*. Pero también Raúl Juliá está magnífico en su papel más comedido del austero, temperamental y algo homófobo revolucionario, que no manifiesta sus sentimientos más que en explosiones de ira o en los pequeños matices: pequeños gestos, inflexiones en su voz. Los dos consiguen hacer un papel muy humano, sin caer en ningún momento en la caricatura. La química entre los dos es espectacular y en hora y media construyen de la nada una relación tierna y sólida. Sonia Braga en su triple papel (Leni/Marta/Mujer Araña) me convence menos, sobre todo en el primero de ellos, aunque su melodramática actuación conviene para dar el toque irónico necesario a la historia de la artista (otra ironía como que el título de esta película parezca de serie B).
*Un detalle que me gustaría comentar es que, aunque se habla de Molina como un hombre homosexual, tal como el personaje habla de sí mismo parece más bien una mujer transexual.
Por último, del devenir del argumento es mejor no hablar: hay que verlo. Destaca un giro muy bien traído alrededor de la primera hora. El único pero que le pongo es el final, demasiado precipitado.
De alguna forma, «El Beso de la Mujer Araña» consigue dar con la alquimia perfecta para convertir todas sus potenciales debilidades en puntos fuertes. Hay que decir que pone toda la carne en el asador desde el principio: no han pasado aún los créditos y ya oímos la voz de Luis Molina (William Hurt) describiendo el aspecto de una bella artista mientras la cámara se pasea a lo largo y ancho de la celda mostrando fotos de mujeres en blanco y negro, dibujos en las paredes, la ropa de colores en el tendedor, y finalmente a Molina imitando a la artista con una toalla roja en la cabeza... hasta que la primera sarcástica frase de Valentín (Raúl Juliá) interrumpe su narración. No han pasado ni cinco minutos y el espectador ya está atrapado en la tela, fascinado por el ambiente onírico evocado por la película. A partir de allí, toda va rodado: el desarrollo de la historia es creíble, natural; simplemente va fluyendo y arrastrando al espectador consigo, pero no a los lugares comunes de siempre. Es digno de mención como, a pesar de que la mayor parte de la película se rueda en una celda, en ningún momento transmite una sensación de claustrofobia. Esto es en parte por la historia de la artista (la «peli dentro de la peli») que sirve como válvula de escape mental. Es curioso cómo de pronto la «peli dentro de una peli» se vuelve un elemento completamente lógico y comprensible: como si ponerse a contar historias fuera la forma más natural para dos personas encerradas de poder aliviar la tensión provocada por la pérdida de libertad.
Las interpretaciones en «El Beso de la Mujer Araña» alcanzan un gran nivel. Los dos actores principales están magníficos: William Hurt capta gran parte de la atención como Molina, esa especie de Scherezade hiperromántica, expresiva, soñadora y sensible, todo sentimiento, que se siente sola porque no ha encontrado a un hombre que la quiera y la proteja*. Pero también Raúl Juliá está magnífico en su papel más comedido del austero, temperamental y algo homófobo revolucionario, que no manifiesta sus sentimientos más que en explosiones de ira o en los pequeños matices: pequeños gestos, inflexiones en su voz. Los dos consiguen hacer un papel muy humano, sin caer en ningún momento en la caricatura. La química entre los dos es espectacular y en hora y media construyen de la nada una relación tierna y sólida. Sonia Braga en su triple papel (Leni/Marta/Mujer Araña) me convence menos, sobre todo en el primero de ellos, aunque su melodramática actuación conviene para dar el toque irónico necesario a la historia de la artista (otra ironía como que el título de esta película parezca de serie B).
*Un detalle que me gustaría comentar es que, aunque se habla de Molina como un hombre homosexual, tal como el personaje habla de sí mismo parece más bien una mujer transexual.
Por último, del devenir del argumento es mejor no hablar: hay que verlo. Destaca un giro muy bien traído alrededor de la primera hora. El único pero que le pongo es el final, demasiado precipitado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
(Respecto a esto último, desde el momento que Molina sale de la cárcel la magia se rompe, con la consiguiente pérdida de nivel de la cinta).
19 de febrero de 2011
19 de febrero de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en la novela “El beso de la mujer araña” (1976) del escritor argentino Manuel Puig (1932-1990). Valentín Arregui (Raúl Juliá) y Luis Molina (William Hurt) son dos reclusos brasileños que comparten la misma celda, el primero es un preso político y el segundo es un homosexual pervertidor de menores. Ambos reclusos entablan una relación amistosa a través de la historia de una película de cine y una fantasía, donde la protagonista, (Sonia Braga), es siempre la misma.
El film cuenta con tres estrellas de primera línea, William Hurt, Raúl Juliá (1940-1994) y la bella y sensual Sonia Braga. El film nos enseña como dos hombres con características sociales, políticas y económicas totalmente opuestas, pueden dar a conocer sus verdades más íntimas.
El boricua Raúl Juliá y la brasileña Sonia Braga actuaron juntos en cuatro películas, "Kiss of the Spider Woman" (1985), "Moon Over Parador" (1988),"The Rookie" (1990) y "The Burning Season" (1994). La química de esta pareja era tan buena que fueron nominados tres veces cada uno para el “Golden Globe” cuanto trabajaban juntos.
La película generó por venta de taquillas la cantidad de $15 millones en EEUU solamente, además recibió 19 nominaciones a diferentes premios en festivales de cine, de los cuales ganó 11 de ellos, incluyendo el Oscar como mejor actor principal para William Hurt.
El film cuenta con tres estrellas de primera línea, William Hurt, Raúl Juliá (1940-1994) y la bella y sensual Sonia Braga. El film nos enseña como dos hombres con características sociales, políticas y económicas totalmente opuestas, pueden dar a conocer sus verdades más íntimas.
El boricua Raúl Juliá y la brasileña Sonia Braga actuaron juntos en cuatro películas, "Kiss of the Spider Woman" (1985), "Moon Over Parador" (1988),"The Rookie" (1990) y "The Burning Season" (1994). La química de esta pareja era tan buena que fueron nominados tres veces cada uno para el “Golden Globe” cuanto trabajaban juntos.
La película generó por venta de taquillas la cantidad de $15 millones en EEUU solamente, además recibió 19 nominaciones a diferentes premios en festivales de cine, de los cuales ganó 11 de ellos, incluyendo el Oscar como mejor actor principal para William Hurt.
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