Leviatán
2014 

7.2
7,366
Drama
Kolia vive en un pueblito a orillas del mar de Barents, al norte de Rusia. Tiene un taller de mecánica al lado de su casa, donde vive con su joven esposa y su hijo, fruto de una relación anterior. El alcalde del pueblo está decidido a apropiarse de la casa y del taller de Kolia a toda costa. Primero intenta comprar el terreno, pero Kolia no está dispuesto a vender. (FILMAFFINITY)
4 de abril de 2015
4 de abril de 2015
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El término “Leviatán” se utiliza generalmente para hacer referencia a una criatura monstruosa y diabólica. La decadencia de un sistema corrupto que representa un Estado “monstruoso” al cual no puedes hacer frente ya que tienes todas las de perder y donde tu único consuelo es la justicia divina, es la alegoría perfecta para el título de esta película rusa.
Sabemos que vivimos en un mundo corrompido y la denuncia social a través del arte cinematográfico cuando se toca de manera preciosista como en este caso, siempre emociona a la crítica especializada. De hecho, este film ha sido nominado a cuanto premio existe en el mundo (Oscars, Globos de Oro, Cannes…). Sin embargo, a mi la película no me provocó esa sensación trágica y de tensión que se supone que debes sentir al ver un drama trágico como éste.
Así que por más denuncia social que dispare, por más que muestre paisajes rusos con un buen trabajo de fotografía, por más que presente algunas escenas interesantes; si la película no logra que sientas la empatía necesaria para interesarte por el desenlace, la experiencia será muy insatisfactoria. Lamentablemente este fue mi caso.
https://cineblogleo.wordpress.com/
Sabemos que vivimos en un mundo corrompido y la denuncia social a través del arte cinematográfico cuando se toca de manera preciosista como en este caso, siempre emociona a la crítica especializada. De hecho, este film ha sido nominado a cuanto premio existe en el mundo (Oscars, Globos de Oro, Cannes…). Sin embargo, a mi la película no me provocó esa sensación trágica y de tensión que se supone que debes sentir al ver un drama trágico como éste.
Así que por más denuncia social que dispare, por más que muestre paisajes rusos con un buen trabajo de fotografía, por más que presente algunas escenas interesantes; si la película no logra que sientas la empatía necesaria para interesarte por el desenlace, la experiencia será muy insatisfactoria. Lamentablemente este fue mi caso.
https://cineblogleo.wordpress.com/
20 de abril de 2015
20 de abril de 2015
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leviatán es un monstruo marino de origen bíblico, estrechamente vinculado con Satanás el Diablo. Se trata de una serpiente gigantesca que el mismo Dios creó al quinto día.
Leviatán es también un film ruso, participante en el Festival de Cannes y reconocido por varios premios y críticos de todo el mundo. Se trata del cuadro de una familia rusa, que vive en un precioso pueblo pesquero, y que debe lidiar con un suceso que trastoca sus vida para siempre: El alcalde del pueblo está empeñado en expropiarlos. Kolia, mecánico y enamorado de ese lugar, luchará con la Ley en la mano para evitar que le arrebaten sus sueños. Sin embargo, los tentáculos de la corrupción son infinitos y muy numerosos. El pez grande (como Leviatán) devora, sin piedad, al más pequeño.
Un fuerte retrato de denuncia social con muchos matices. Reflejo fiel y crudo de la realidad corrupta de una hermosa rusia desolada y abandonada a las malas intenciones. La figurada calma del mar, el ladrido de los perros, el cielo azulado, serán el paisaje de fondo para inmiscuir al espectador en una rabiosa trama que avanza a pasos lentos, torpes y un tanto soporíferos.
Si bien es cierto que las interpretaciones no están del todo mal, y el guión tiene momentos exultantes de desafío y lucidez, es importante que el director, los actores y la sucesión de los hechos, consigas una armonía, una simbiosis en la que se una calidad, entretenimiento y sentimientos. Por mal que pese, el film es lento, lento hasta la saciedad. Y es frío, toma distancia del espectador al que no le deja entrar, por lo que vivimos muchos sucesos, pero desde la lejanía. Vemos una película que dura dos horas y pico, pero no llega a acariciarnos el corazón.
Sólo recomendable para los amantes del cine ruso, o para aquellos que quieran documentarse sobre su situación.
Leviatán es también un film ruso, participante en el Festival de Cannes y reconocido por varios premios y críticos de todo el mundo. Se trata del cuadro de una familia rusa, que vive en un precioso pueblo pesquero, y que debe lidiar con un suceso que trastoca sus vida para siempre: El alcalde del pueblo está empeñado en expropiarlos. Kolia, mecánico y enamorado de ese lugar, luchará con la Ley en la mano para evitar que le arrebaten sus sueños. Sin embargo, los tentáculos de la corrupción son infinitos y muy numerosos. El pez grande (como Leviatán) devora, sin piedad, al más pequeño.
Un fuerte retrato de denuncia social con muchos matices. Reflejo fiel y crudo de la realidad corrupta de una hermosa rusia desolada y abandonada a las malas intenciones. La figurada calma del mar, el ladrido de los perros, el cielo azulado, serán el paisaje de fondo para inmiscuir al espectador en una rabiosa trama que avanza a pasos lentos, torpes y un tanto soporíferos.
Si bien es cierto que las interpretaciones no están del todo mal, y el guión tiene momentos exultantes de desafío y lucidez, es importante que el director, los actores y la sucesión de los hechos, consigas una armonía, una simbiosis en la que se una calidad, entretenimiento y sentimientos. Por mal que pese, el film es lento, lento hasta la saciedad. Y es frío, toma distancia del espectador al que no le deja entrar, por lo que vivimos muchos sucesos, pero desde la lejanía. Vemos una película que dura dos horas y pico, pero no llega a acariciarnos el corazón.
Sólo recomendable para los amantes del cine ruso, o para aquellos que quieran documentarse sobre su situación.
30 de enero de 2015
30 de enero de 2015
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Leviatán" (2014) es una película muy rusa; larga, triste y oscura. Por dos horas y media su tenor cancino refleja mucho sentimiento pero también una desazón desconsoladora, desesperanzada y todos los profundos sentimentalismos de un drama de parajes alejados del norte de Rusia.
Si bien hay muchas críticas al sentido político de la ex Unión Soviética, pocas obras se toman el tiempo para describir con tal crudeza el perjuicio social y la magnitud de daño a nivel humano que sufren por el deterioro de los poderes del Estado, por ejemplo en localidades aisladas.
Los hechos en cuestión no son más que una nueva ley de la selva, donde no sólo el pez más grande devora al más chico, sino donde -como el leviatán, ese mítico animal vinculado a Satán- el cielo, el perdón o el infierno, está entre nosotros más terrenal de lo que muchas veces lo podemos percibir.
El mérito de "Leviatán" -que está muy bien hecha- es provocar este estilo de reflexiones, pero como trama oriunda de la madre Rusia, todo el resentimiento reflejado en pantalla puede ser demasiado espeso o denso para algunos públicos, por lo que la historia puede descolocar a muchos, principalmente por ser poco habitual ver estas piezas en la cartelera tradicional y estar habituados a otro tipo de relatos.
No por lo anterior, este film se vuelve indeseable, estamos ante una película interesante, donde el idioma es lo de menos y las criaturas salvajes andan en dos pies, pero no es de públicos masivos. Más vinculada al cine arte, con sus largos silencios, cuadros fijos y saltos en la trama, que cercana a las taquillas. Así que si tiene el tiempo vea una mirada de cine ruso, si quiere algo más liviano, busque otras opciones.
Recomendación:
Interesante a buena. Un drama muy a la rusa. Una dura crítica social.
=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com
Si bien hay muchas críticas al sentido político de la ex Unión Soviética, pocas obras se toman el tiempo para describir con tal crudeza el perjuicio social y la magnitud de daño a nivel humano que sufren por el deterioro de los poderes del Estado, por ejemplo en localidades aisladas.
Los hechos en cuestión no son más que una nueva ley de la selva, donde no sólo el pez más grande devora al más chico, sino donde -como el leviatán, ese mítico animal vinculado a Satán- el cielo, el perdón o el infierno, está entre nosotros más terrenal de lo que muchas veces lo podemos percibir.
El mérito de "Leviatán" -que está muy bien hecha- es provocar este estilo de reflexiones, pero como trama oriunda de la madre Rusia, todo el resentimiento reflejado en pantalla puede ser demasiado espeso o denso para algunos públicos, por lo que la historia puede descolocar a muchos, principalmente por ser poco habitual ver estas piezas en la cartelera tradicional y estar habituados a otro tipo de relatos.
No por lo anterior, este film se vuelve indeseable, estamos ante una película interesante, donde el idioma es lo de menos y las criaturas salvajes andan en dos pies, pero no es de públicos masivos. Más vinculada al cine arte, con sus largos silencios, cuadros fijos y saltos en la trama, que cercana a las taquillas. Así que si tiene el tiempo vea una mirada de cine ruso, si quiere algo más liviano, busque otras opciones.
Recomendación:
Interesante a buena. Un drama muy a la rusa. Una dura crítica social.
=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com
3 de febrero de 2015
3 de febrero de 2015
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Resígnate a tu suerte", consejo de Job quien vivió feliz y conforme hasta los 140 años de edad después de aceptar los designios de Dios, nuestro Señor.
Leviatán, fabuloso monstruo marino descrito en el libro de Job, la Biblia, inhumano y destructivo, creado por Dios como representación del mal y el demonio.
La he visto, entendido, razonado y digerido y sigo sin emocionarme; observo su fantástica fotografía, sus cautivantes tonos grises azulados, su lento y pausado caminar, la profundidad de lo descrito pero, no la fuerza y carácter que se derivan de todo ello; canalizo la rabia de la impotencia, la desesperación de poseer la razón y dar igual, la frustración de no importarle a la justica, el martirio de la deslealtad, la tortura y pesadumbre de la felonía, la incógnita del por qué, la duda de la inocencia, la ironía de la culpa pero, aunque la mirada sigue atenta y el cerebro aspira su información, la piel sigue cómodamente relajada y no hay forma de encontrar la pasión ni su fascinación.
Película rusa de intriga paralizante, thriller de bochorno inquietante, de sinceridad aplastante y desvergüenza no hallada ante una ley que no tiene los ojos vendados y que no es igual para todos, sociedad sucia y apestada donde se práctica la excelente isegoría e isonomía sólo como panfleto institucional ya que, las cartas, muy por adelantado, ya fueron repartidas y la partida hace tiempo jugada, donde todos tienen precio y la verdad hace tiempo fue vendida al mejor postor, mafia que compra jueces, policías al servicio de la mejor oferta, alcade sheriff/amo de su ciudad, políticos recauda dinero al uso del mejor licitador y un hombre, orgulloso de su linaje, amante de su tierra, constructor de su casa, artesano de su hogar, marido frío, padre poco comunicativo, trabajador incansable expuesto a la vorágine de una (in)justicia que sirve al capricho personal del mandatario de turno, con matones a su disposición las 24 horas para cumplir todas sus esperpénticas y provechosas ordenes, y la puñalada inesperada de quien más ama y en quien más confía, herida de dolor mortífero para un desquiciado David que tiene demasiados Goliats contra los que luchar, que le atacan por todos los frentes sin espera ni descanso y, un tercer componente común en uno y en el otro, el ferviente, abusivo e incansable consumo de vodka, bebida etiqueta de identidad de inocentes/culpables, falsos/verdaderos, mentirosos/honestos y de quienes se mueven a ambos lados de la línea según convenga, se tercie y sea oportuno.
La localización es fascinante, cada escena en exterior es bella postal hipnótica que deslumbra los ojos, paraliza el sonido y asombra al alma pero, tal encanto soberbio no se ve reflejado ni en el sentimiento ni en la tensión ni en la inquietud que despierta, reflexión espléndida de toda la magnificencia vertida y declarada que ni acelera el pulso ni inmuta al corazón, interpretaciones gélidas y profundas, de perspicacia escalofriante por todo lo que dicen sin hablar, sin necesidad de un excesivo diálogo aquí rechazado por ineficiente, innecesario y estar de más que, sutilmente, entra por los oídos, se inhala en su relajada respiración pero resulta bocanada escasa y limitada para mantener el ritmo sensible de la circulación.
Tu intelecto absorbe pero tu espíritu no siente, tu mente lee pero la esencia de su traducción se evapora por el camino que va de la pantalla al espectador, distancia que entorpece su exquisita degustación y resta puntos a su espléndido recuerdo merecido, el cual, se queda en aplauso cognitivo de ausencia emocional, si tu cuerpo no se cautiva ante el esplendor subliminal de un cuadro de Van Gogh, de poco o nada sirve que conozcas o te informes de la grandeza de dicho autor, se convence y persuade a la razón/la piel va por otro camino y, ese, es el pero de tan loable y matizado argumento, su guión ofrece una retórica magnífica que deja gran ausencia en su práctica.
Quien no recuerda los versos de ese fabuloso Jesucristo Superstar de Getsemani "...,yo tenía fe cuando comencé, ahora estoy triste y cansado...,¿y que más puede un hombre hacer?..., mi camino de tres años...,ya son miles ¿por qué entonces tengo miedo de que ya todo termine?..., Dios, yo no empecé, fue tu voluntad, dame el cáliz de amargura, clava, azota, rompe, mata pero hazlo pronto o yo, me voy a arrepentir...,; tres cruces, de navaja como las de Mecano pero no sólo por una mujer, soporta este nunca santificado mártir, una en la frente contra la que luchó y no ganó, otra en el pecho la que le hirió a traición sin ser vista ni anticipada, otra en la glorificación de la mentira que se convierte en sentencia firme de verdad dicha y bendecida por vida, ¡ni la cruz de Jesucristo pesaba tanto al subir al calvario!
"Dios no mora en fuerza sino en verdad..., la verdad es el legado de Dios", devastación humillante de agónica sentencia en la que Dios, esta vez, tomó partido y se olvidó del libre albedrío.
lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
Leviatán, fabuloso monstruo marino descrito en el libro de Job, la Biblia, inhumano y destructivo, creado por Dios como representación del mal y el demonio.
La he visto, entendido, razonado y digerido y sigo sin emocionarme; observo su fantástica fotografía, sus cautivantes tonos grises azulados, su lento y pausado caminar, la profundidad de lo descrito pero, no la fuerza y carácter que se derivan de todo ello; canalizo la rabia de la impotencia, la desesperación de poseer la razón y dar igual, la frustración de no importarle a la justica, el martirio de la deslealtad, la tortura y pesadumbre de la felonía, la incógnita del por qué, la duda de la inocencia, la ironía de la culpa pero, aunque la mirada sigue atenta y el cerebro aspira su información, la piel sigue cómodamente relajada y no hay forma de encontrar la pasión ni su fascinación.
Película rusa de intriga paralizante, thriller de bochorno inquietante, de sinceridad aplastante y desvergüenza no hallada ante una ley que no tiene los ojos vendados y que no es igual para todos, sociedad sucia y apestada donde se práctica la excelente isegoría e isonomía sólo como panfleto institucional ya que, las cartas, muy por adelantado, ya fueron repartidas y la partida hace tiempo jugada, donde todos tienen precio y la verdad hace tiempo fue vendida al mejor postor, mafia que compra jueces, policías al servicio de la mejor oferta, alcade sheriff/amo de su ciudad, políticos recauda dinero al uso del mejor licitador y un hombre, orgulloso de su linaje, amante de su tierra, constructor de su casa, artesano de su hogar, marido frío, padre poco comunicativo, trabajador incansable expuesto a la vorágine de una (in)justicia que sirve al capricho personal del mandatario de turno, con matones a su disposición las 24 horas para cumplir todas sus esperpénticas y provechosas ordenes, y la puñalada inesperada de quien más ama y en quien más confía, herida de dolor mortífero para un desquiciado David que tiene demasiados Goliats contra los que luchar, que le atacan por todos los frentes sin espera ni descanso y, un tercer componente común en uno y en el otro, el ferviente, abusivo e incansable consumo de vodka, bebida etiqueta de identidad de inocentes/culpables, falsos/verdaderos, mentirosos/honestos y de quienes se mueven a ambos lados de la línea según convenga, se tercie y sea oportuno.
La localización es fascinante, cada escena en exterior es bella postal hipnótica que deslumbra los ojos, paraliza el sonido y asombra al alma pero, tal encanto soberbio no se ve reflejado ni en el sentimiento ni en la tensión ni en la inquietud que despierta, reflexión espléndida de toda la magnificencia vertida y declarada que ni acelera el pulso ni inmuta al corazón, interpretaciones gélidas y profundas, de perspicacia escalofriante por todo lo que dicen sin hablar, sin necesidad de un excesivo diálogo aquí rechazado por ineficiente, innecesario y estar de más que, sutilmente, entra por los oídos, se inhala en su relajada respiración pero resulta bocanada escasa y limitada para mantener el ritmo sensible de la circulación.
Tu intelecto absorbe pero tu espíritu no siente, tu mente lee pero la esencia de su traducción se evapora por el camino que va de la pantalla al espectador, distancia que entorpece su exquisita degustación y resta puntos a su espléndido recuerdo merecido, el cual, se queda en aplauso cognitivo de ausencia emocional, si tu cuerpo no se cautiva ante el esplendor subliminal de un cuadro de Van Gogh, de poco o nada sirve que conozcas o te informes de la grandeza de dicho autor, se convence y persuade a la razón/la piel va por otro camino y, ese, es el pero de tan loable y matizado argumento, su guión ofrece una retórica magnífica que deja gran ausencia en su práctica.
Quien no recuerda los versos de ese fabuloso Jesucristo Superstar de Getsemani "...,yo tenía fe cuando comencé, ahora estoy triste y cansado...,¿y que más puede un hombre hacer?..., mi camino de tres años...,ya son miles ¿por qué entonces tengo miedo de que ya todo termine?..., Dios, yo no empecé, fue tu voluntad, dame el cáliz de amargura, clava, azota, rompe, mata pero hazlo pronto o yo, me voy a arrepentir...,; tres cruces, de navaja como las de Mecano pero no sólo por una mujer, soporta este nunca santificado mártir, una en la frente contra la que luchó y no ganó, otra en el pecho la que le hirió a traición sin ser vista ni anticipada, otra en la glorificación de la mentira que se convierte en sentencia firme de verdad dicha y bendecida por vida, ¡ni la cruz de Jesucristo pesaba tanto al subir al calvario!
"Dios no mora en fuerza sino en verdad..., la verdad es el legado de Dios", devastación humillante de agónica sentencia en la que Dios, esta vez, tomó partido y se olvidó del libre albedrío.
lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
26 de agosto de 2016
26 de agosto de 2016
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lineal, demasiado lineal, me pareció esta producción que parece querer ofrecer la nueva realidad rusa, marcada por la corrupción, la injusticia, la violencia y el alcoholismo. Y el caso es que el argumento se prestaba al thriller, pero no, todo transcurre según lo esperado.
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