Leviatán
2014 

7.2
7,364
Drama
Kolia vive en un pueblito a orillas del mar de Barents, al norte de Rusia. Tiene un taller de mecánica al lado de su casa, donde vive con su joven esposa y su hijo, fruto de una relación anterior. El alcalde del pueblo está decidido a apropiarse de la casa y del taller de Kolia a toda costa. Primero intenta comprar el terreno, pero Kolia no está dispuesto a vender. (FILMAFFINITY)
20 de marzo de 2020
20 de marzo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leviatán es una película que se puede ver y disfrutar en dos planos: el primero como lo particular y el segundo como lo general.
En el primero se narra cómo Kolya, un mecánico del norte de Rusia, recibe a su hermano abogado procedente de Moscú que le intentará ayudar para que el alcalde del pueblo no le expropie su vivienda.
Por otra parte, la película ofrece la visión personal del Zvyagintsev sobre la Rusia actual, un retrato sociopolítico tan preciso como triste y duro. El conflicto entre Kolya y el alcalde es, en realidad, el conflicto entre el pueblo ruso y una clase política dominada por oligarcas corruptos, mafiosos y que cuentan con la complicidad de la Iglesia. El abogado, que al principio parece "un tío legal", tras un engorroso camino entre los excesos burócratas del país, acabará siendo maniatado, en tierra de nadie, tras tratar de chantajear al alcalde.
Se observa a un padre que abronca a su hijo por beber y fumar, cuando éste no hace sino repetir los comportamientos de su progenitor, envuelto en la cultura de la violencia y el alcohol: todos los personajes masculinos de la película abusan de la bebida, los niños se divierten con fusiles de juguete y son llevados de excursión al lago para practicar tiro.
Leviatán está llena de imágenes muy potentes, como ese niño que encarna la juventud rusa, llorando frente al esqueleto de un cetáceo que evoca lo que un día llegó a ser un país del que ahora sólo quedan los restos, el policía que decide utilizar como blanco de tiro las imágenes de los antiguos líderes ruso-soviéticos (excepto la de Yeltsin porque, como dice, "no estuvo a la altura") o esa excavadora derribando el hogar de Kolya, su vida, para levantar en su lugar una iglesia. También cuenta con otros detalles más sutiles: el crucigrama que resuelve el policía mientras Kolya arregla gratis la avería de su coche cuya solución es 'evolución' o Lilya, al borde de un acantilado observando una ballena libre momentos antes lanzarse al vacío.
El retrato de Zvyagintsev no deja hueco para el optimismo. Si en los años 20 Pudovkin utilizó en su película 'La madre' las imágenes del deshielo de un río para simbolizar la arrolladora acción de las masas durante una primavera revolucionaria, en 'Leviatán' la narración finaliza en invierno, con la tranquilidad de unas aguas que tiempo atrás estuvieron revueltas y hoy sólo son perturbadas levemente por el guijarro lanzado por un joven. El alcalde cómodamente sentado, pide otra botella de vodka, satisfecho porque las cosas siempre terminan bien para él.
En el primero se narra cómo Kolya, un mecánico del norte de Rusia, recibe a su hermano abogado procedente de Moscú que le intentará ayudar para que el alcalde del pueblo no le expropie su vivienda.
Por otra parte, la película ofrece la visión personal del Zvyagintsev sobre la Rusia actual, un retrato sociopolítico tan preciso como triste y duro. El conflicto entre Kolya y el alcalde es, en realidad, el conflicto entre el pueblo ruso y una clase política dominada por oligarcas corruptos, mafiosos y que cuentan con la complicidad de la Iglesia. El abogado, que al principio parece "un tío legal", tras un engorroso camino entre los excesos burócratas del país, acabará siendo maniatado, en tierra de nadie, tras tratar de chantajear al alcalde.
Se observa a un padre que abronca a su hijo por beber y fumar, cuando éste no hace sino repetir los comportamientos de su progenitor, envuelto en la cultura de la violencia y el alcohol: todos los personajes masculinos de la película abusan de la bebida, los niños se divierten con fusiles de juguete y son llevados de excursión al lago para practicar tiro.
Leviatán está llena de imágenes muy potentes, como ese niño que encarna la juventud rusa, llorando frente al esqueleto de un cetáceo que evoca lo que un día llegó a ser un país del que ahora sólo quedan los restos, el policía que decide utilizar como blanco de tiro las imágenes de los antiguos líderes ruso-soviéticos (excepto la de Yeltsin porque, como dice, "no estuvo a la altura") o esa excavadora derribando el hogar de Kolya, su vida, para levantar en su lugar una iglesia. También cuenta con otros detalles más sutiles: el crucigrama que resuelve el policía mientras Kolya arregla gratis la avería de su coche cuya solución es 'evolución' o Lilya, al borde de un acantilado observando una ballena libre momentos antes lanzarse al vacío.
El retrato de Zvyagintsev no deja hueco para el optimismo. Si en los años 20 Pudovkin utilizó en su película 'La madre' las imágenes del deshielo de un río para simbolizar la arrolladora acción de las masas durante una primavera revolucionaria, en 'Leviatán' la narración finaliza en invierno, con la tranquilidad de unas aguas que tiempo atrás estuvieron revueltas y hoy sólo son perturbadas levemente por el guijarro lanzado por un joven. El alcalde cómodamente sentado, pide otra botella de vodka, satisfecho porque las cosas siempre terminan bien para él.
21 de junio de 2021
21 de junio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La soberbia fotografía de Mikhail Krichman se recrea en el durísimo paisaje localizado en las inmediaciones del mar de Barents, al norte de Rusia para contarnos una historia trágica no exenta de tinte negro y sobrios diálogos que me recuerdan el cine de Bergman.
«Homo homini lupus» (el hombre es un lobo para el hombre) decía Hobbes, y Zviáguintsev recrea una sociedad en estado de descomposición dominada por la corrupción y la codicia de las autoridades y el aplastamiento de las clases más desfavorecidas que parecen encontrar solo refugio en el consumo de alcohol para ahogar la impotencia y el tedio. No en vano el título hace alusión a la obra homónima del filósofo inglés.
Una película muy recomendable desde mi punto de vista que produjo controversia desde su estreno, siendo calificado por las autoridades rusas y la iglesia ortodoxa como un compendio de todos los tópicos anti rusos.
«Homo homini lupus» (el hombre es un lobo para el hombre) decía Hobbes, y Zviáguintsev recrea una sociedad en estado de descomposición dominada por la corrupción y la codicia de las autoridades y el aplastamiento de las clases más desfavorecidas que parecen encontrar solo refugio en el consumo de alcohol para ahogar la impotencia y el tedio. No en vano el título hace alusión a la obra homónima del filósofo inglés.
Una película muy recomendable desde mi punto de vista que produjo controversia desde su estreno, siendo calificado por las autoridades rusas y la iglesia ortodoxa como un compendio de todos los tópicos anti rusos.
21 de noviembre de 2014
21 de noviembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos los problemas de la sociedad rusa están invitados a este encuentro de la crítica visual. El dominio los impregna todo, el dominio del poder, el dominio personal, el dominio moral... La radiografía es inquietante: clara, concisa, directa y sin miramientos. El guión, hilvanado hasta el milímetro, fluye con constante paso firme, distribuyendo los puntos de interés en el momento y punto adecuado. Interpretaciones magistrales, creíbles, veristas, realistas al fin y al cabo. La belleza de la fotografía, ayuda a explicar o a aceptar el "totum revolutum" de las luchas del poder, además de impactar por sus aires de grandilocuencia, está directamente relacionada con los momentos de tensión narrativa. Una oda a las ansias del poder, sin dejar aspecto descolgado (iglesia, gobierno, moral, relaciones humanas, ...).
25 de enero de 2015
25 de enero de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La más reciente película del gran director ruso Andrei Zvyagintsev, me ha parecido una Obra Maestra. De lo mejor, sino lo mejor del 2014. El Proceso de Kafka se traslada a Rusia… hay tantos temas que se retratan, desde la política, el poder, hasta la misma familia, la traición y la religión, todos esos elementos, añadidos a una magistral fotografía, dirección y guión, que se funden en una obra potente, devastadora y demoledora. Si bien puede dar la sensación de dispersa, creo que el guión está tan bien estructurado, que cada pieza forma parte importante de un engranaje... Una maquinaría que representa los distintos sistemas de poder y autoridad, desde el estado, hasta los que se presentan en los mismos núcleos familiares y de hermandad entre miembros de una comunidad… Y de cómo el Leviatán, ese temible monstruo mitológico, que representa la maldad o el sistema, en esta ocasión personificado en el mismo hombre, no se detiene ante nada y se encuentra inmerso en todas las instituciones o componentes de la sociedad. Un retrato que no sólo se puede minimizar a la Rusia contemporánea, sino que en muchos aspectos aplicable y parecido a cualquiera de las realidades de los otros países. Aunque en esta ocasión la disección de Zvyagintsev se diluya entre el entorno y sus personajes, no se pierde ápice de tacto para desentrañar las emociones más profundas de sus ricos y complejos personajes, que se mueven en una atmósfera grisácea con apenas colores visibles. Me encantó una pequeña referencia en una iglesia a Alexander Nevsky, y los iconos de Andrei Rublev, pequeños homenajes a Tarkovsky y Eisenstein. Además como siempre, impresiona que a pesar de que en algunas escenas relata algo cotidiano en interiores, cada imagen es una obra de arte. Sus planos y la cámara siempre apuntan a algo específico que quiere decir y trasmitir algo. En fin, una obra para analizar y reflexionar mucho después de verla. Imperdible.
http://www.frasesdepeliculas.com.co/2015/01/frases-pelicula-leviathan.html
http://asbvirtualinfo.blogspot.com/
http://www.frasesdepeliculas.com.co/2015/01/frases-pelicula-leviathan.html
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23 de febrero de 2015
23 de febrero de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corrupción y degradación social en la Rusia Moderna, es lo que de manera atrevida nos muestra Andrei Zvyagintsev en este controversial filme. Tópico polémico es el que se aborda en esta cinta, y es polémico por que, el tema de abuso de poder incomoda al victimario apoderado e intimida y aviva rencores en la victima, y vaya que en Leviatán se muestran varias facetas de este sobrestimado y mal etiquetado "tesoro" que el ser humano llama "poder". Un crítica ferviente y reveladora al sistema político Ruso, que junto a la pervertida Religión con la Iglesia Ortodoxa como representante y las sobrestimadas falsas amistades dan vida a la trama de este drama que bien lejos ha llegado y no fortuitamente.
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