La leyenda del caballero verde
6.0
10,449
Fantástico. Drama. Thriller
El obstinado sobrino del rey Arturo (Dev Patel), se embarca en una temeraria misión para enfrentarse a "el caballero verde", un misterioso gigante que aparece un día en Camelot. Aunque pone en riesgo su cabeza, emprende una aventura épica para demostrar su valía ante su familia y la corte.
30 de octubre de 2023
30 de octubre de 2023
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Revisitación de las leyendas artúricas, en lo que parece ser otro cuento anexo a "aquel que sacó la espada de la piedra" como se menciona en el film, pero sin llegar a nombrarlo nunca tácitamente. Y es que aquí el protagonista es otro, aunque ésto es lo que menos me importa, y lo que más, como siempre, la representación arquetípica, en la que una vez más observamos el planteamiento mitológico del viaje del héroe, eso sí esta vez bajo el peculiar prisma del director Lowery que hace mella, y mucha, en las dificultades existenciales del protagonista encarnando a un caballero que ha de cumplir con su honor, pero que en la práctica torna en otros resultados. Es sorprendente cómo se han resuelto determinadas lecturas de la historia original, la cual desconozco, pero a buen seguro se ha realizado una interpretación personalísima, dando lugar a escenas bastante crípticas y con un simbolismo que seguramente necesitará de un segundo visionado para esclarecer o al menos poder concluir algún aprendizaje. Ye he extraído el mío que es bastante menos caballeresco y más mundano, y es que estamos sujetos a tendencias no tan magnificentes las cuales nos juegan pasadas que habremos de asumir. Advierto que se abstengan los que esperan un espectáculo palomitero de acción, pues si bien la historia está estupendamente ambientada y cuenta con una producción elevada, los derroteros de esta particular visión son más que nada contemplativos, historias que invitan a la reflexión cargadas de simbolismo, diálogos dados a la personal interpretación, eso sí todo ello revestido con una gran elegancia y belleza, con planos extremadamente visuales. Una historia con mucho jugo, con un sorpresivo final como punto álgido.
13 de diciembre de 2023
13 de diciembre de 2023
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Desde que me enteré de su existencia la tenía apuntada porque es una temática que me atrae. Visualmente me ha parecido brutal, hipnótica y apabullante en algunos momentos. En el apartado de la historia en si igual es algo lenta y en ocasiones confusa, con un lenguaje metafórico que a veces cuesta pillar pero que luego te deja pensando en el significado de lo que has visto e intrigado por cómo se resolverá mientras la ves. En pantalla grande debe de ser la hostia. Tampoco me ha acabado de convencer el actor principal, me ha costado creérmelo. Aún con ese desequilibrio entre lo visual y lo narrativo e interpretativo me ha gustado bastante. En mi caso, agradezco este tipo de propuestas arriesgadas. Me dejó poso.
22 de marzo de 2024
22 de marzo de 2024
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Hace años vi la primera adaptación que se hizo de esta película, la cual prometía una buena dosis de fantasía épica y se quedó en un quiero y no puedo continuo, dejando muy mala sensación en el cuerpo.
Ahora le ha tocado el turno a esta nueva versión (me niego a llamarlo remake, cuando lo que hace es adaptar nuevamente una novela, ignorando la versión anterior).
La peli empieza prácticamente igual, con el curioso encuentro entre Sir Gawain y el Caballero Verde, y con esa especie de juego que acuerdan. Pero cual es mi sorpresa cuando, después de eso, las dos películas son totalmente distintas.
Esta peli se puede dividir en dos formas muy distintas de “disfrutarla“: por una parte está el apartado visual, que es magnífico, con esos preciosos bosques y esa fotografía tan currada y a la vez tan tétrica y oscura, con esa iluminación, donde las escenas prácticamente a oscuras son continuas. Me gustó mucho visualmente, sí señor.
El problema es la otra parte, la trama, el guion, la historia de la película. Tengo que reconocer que no me enteré de nada. Donde la versión clásica tenía montones de momentos heroicos, batallas, magia, etc, en esta son todo momentos filosóficos raros, donde pasa entre poco y nada, que pretenden ser muy profundos, y acaban siendo de lo más soso posible.
En definitiva, una película curiosa, distinta, pero que aporta poco al espectador (igual que la antigua), aunque al menos visualmente, mola.
Ahora le ha tocado el turno a esta nueva versión (me niego a llamarlo remake, cuando lo que hace es adaptar nuevamente una novela, ignorando la versión anterior).
La peli empieza prácticamente igual, con el curioso encuentro entre Sir Gawain y el Caballero Verde, y con esa especie de juego que acuerdan. Pero cual es mi sorpresa cuando, después de eso, las dos películas son totalmente distintas.
Esta peli se puede dividir en dos formas muy distintas de “disfrutarla“: por una parte está el apartado visual, que es magnífico, con esos preciosos bosques y esa fotografía tan currada y a la vez tan tétrica y oscura, con esa iluminación, donde las escenas prácticamente a oscuras son continuas. Me gustó mucho visualmente, sí señor.
El problema es la otra parte, la trama, el guion, la historia de la película. Tengo que reconocer que no me enteré de nada. Donde la versión clásica tenía montones de momentos heroicos, batallas, magia, etc, en esta son todo momentos filosóficos raros, donde pasa entre poco y nada, que pretenden ser muy profundos, y acaban siendo de lo más soso posible.
En definitiva, una película curiosa, distinta, pero que aporta poco al espectador (igual que la antigua), aunque al menos visualmente, mola.
13 de julio de 2024
13 de julio de 2024
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Fantasía oscura, plagada de simbolismos, con una estupenda e inquietante atmósfera, donde un joven caballero de la realeza, deberá poner su valía y espíritu, a merced de un ser sobrenatural, y que, luego de un tiempo, deberá cumplir su promesa, e ir a su reencuentro, para terminar con este duelo... pero todo se le terminará haciendo cuesta arriba...debiendo atravesar fangosos y accidentados caminos, donde deambulan enigmáticos personajes, tan ambiguos como desafiantes!
Una puesta en escena visualmente hipnótica, jugando en varios tonos y saturación de colores, donde contemplará, lugares lúgubres, desoladores, en donde el polvo, la podredumbre y la desidia, mostrarán la crudeza de un mundo dañado y pereciente.
Con una música incidental con trova, violines y voces, que adornan a esta poesía arturica, plagada de sutilezas y narrada a través de sus imágenes, que se desenvuelve en un ritmo pausado, hacia un tercer acto extraordinario y solvente, más un montaje, que te tuerce el relato, y el cuál terminó, dejándome asombrado!
Twitter: @alucard8791
Youtube: retrofilms 2018
Una puesta en escena visualmente hipnótica, jugando en varios tonos y saturación de colores, donde contemplará, lugares lúgubres, desoladores, en donde el polvo, la podredumbre y la desidia, mostrarán la crudeza de un mundo dañado y pereciente.
Con una música incidental con trova, violines y voces, que adornan a esta poesía arturica, plagada de sutilezas y narrada a través de sus imágenes, que se desenvuelve en un ritmo pausado, hacia un tercer acto extraordinario y solvente, más un montaje, que te tuerce el relato, y el cuál terminó, dejándome asombrado!
Twitter: @alucard8791
Youtube: retrofilms 2018
30 de septiembre de 2024
30 de septiembre de 2024
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Aquí comienza a vérsele un poco el plumero a A24, la Marvel para hipsters. Con una estética pretendidamente autoral pero un tanto prefabricada, insistente en sus “coming of age” rarunos y en esa predilección por lo esotérico, ritualístico, etc. con lo que dudas de si te quieren vender una experiencia audiovisual inmersiva y acojonante o simple humo de colorines. Hasta la conclusión feliz-pero-chunga con cancioncita folk se repite.
Dicho lo cual, entiendo que esto es una búsqueda de las raíces donde se fundan las leyendas y la moral caballeresca, en qué consiste ese “ser un caballero” que nos pilla un poco lejos a los no anglosajones, y de hecho fue nuestro Cervantes quien se cachondeó de ello. Valentía, honor, generosidad, galantería y demás virtudes configuran esta tipología humana frente al miedo a la muerte, no cumplir con la palabra dada ni asumir las consecuencias de los actos, vivir sin más, sin aspirar a la grandeza.
La prueba, que es más bien una prueba de fe, el juego perverso para entretener a carcamales pollaviejas que no es tan juego, contiene en sí una sucesión de lances que son lo importante de verdad, lo que define esa condición noble del héroe que debe ser demostrada siempre y no tanto con ese acto único y definitivo de la decapitación… sólo al entenderlo viene la difícil aceptación del sacrificio, el acto realmente “heroico”, al contrario que esa ejecución fría que sirve de detonante. Se trata de reciprocidad, de ofrecer lo que se recibió, con todas sus implicaciones y aunque el resultado pueda ser cruel e injusto, tal es la ética, próxima a la de los samuráis, que sostiene y justifica la existencia de este reino legendario y artúrico del que no nos dan nombres, pero nos hacemos una idea de quién es quién.
Se habla mucho del apartado visual, pero me ha parecido bastante creíble la parte intimista y más romántica con la muchacha, que a veces en el género histórico-fantástico queda un poco acartonada en favor del puro espectáculo. En cuanto a lo demás, pues un festín técnico y visual, con un uso lisérgico de las fuentes de luz, con planos sostenidos y muy compuestos, movimientos de cámara circulares y grandilocuentes, vastos espacios con niebla, árboles, etc. entre el cuento de hadas y lo pesadillesco… y cómo no, una fijación en simbologías numéricas y geométricas (hasta sale por ahí el triangulito de las narices), de los colores (el rojo, el verde... que hasta nos lo explican en un monólogo), abundancia de rituales mágicos y religiosos, y mil pijaditas (el teatro de marionetas, pinturas, libros, cartelitos en ampulosa tipografía) y detalles crípticos; la imagen invertida y especular, la vieja ciega, las gigantas, el doble rol femenino… a descifrar para quien le interese y quien tenga ganas.
Me falla algún punto un poco cutre, como ese zorrito parlanchín y digitaloide que parece un homenaje a Lars Von Trier. En cambio...
Dicho lo cual, entiendo que esto es una búsqueda de las raíces donde se fundan las leyendas y la moral caballeresca, en qué consiste ese “ser un caballero” que nos pilla un poco lejos a los no anglosajones, y de hecho fue nuestro Cervantes quien se cachondeó de ello. Valentía, honor, generosidad, galantería y demás virtudes configuran esta tipología humana frente al miedo a la muerte, no cumplir con la palabra dada ni asumir las consecuencias de los actos, vivir sin más, sin aspirar a la grandeza.
La prueba, que es más bien una prueba de fe, el juego perverso para entretener a carcamales pollaviejas que no es tan juego, contiene en sí una sucesión de lances que son lo importante de verdad, lo que define esa condición noble del héroe que debe ser demostrada siempre y no tanto con ese acto único y definitivo de la decapitación… sólo al entenderlo viene la difícil aceptación del sacrificio, el acto realmente “heroico”, al contrario que esa ejecución fría que sirve de detonante. Se trata de reciprocidad, de ofrecer lo que se recibió, con todas sus implicaciones y aunque el resultado pueda ser cruel e injusto, tal es la ética, próxima a la de los samuráis, que sostiene y justifica la existencia de este reino legendario y artúrico del que no nos dan nombres, pero nos hacemos una idea de quién es quién.
Se habla mucho del apartado visual, pero me ha parecido bastante creíble la parte intimista y más romántica con la muchacha, que a veces en el género histórico-fantástico queda un poco acartonada en favor del puro espectáculo. En cuanto a lo demás, pues un festín técnico y visual, con un uso lisérgico de las fuentes de luz, con planos sostenidos y muy compuestos, movimientos de cámara circulares y grandilocuentes, vastos espacios con niebla, árboles, etc. entre el cuento de hadas y lo pesadillesco… y cómo no, una fijación en simbologías numéricas y geométricas (hasta sale por ahí el triangulito de las narices), de los colores (el rojo, el verde... que hasta nos lo explican en un monólogo), abundancia de rituales mágicos y religiosos, y mil pijaditas (el teatro de marionetas, pinturas, libros, cartelitos en ampulosa tipografía) y detalles crípticos; la imagen invertida y especular, la vieja ciega, las gigantas, el doble rol femenino… a descifrar para quien le interese y quien tenga ganas.
Me falla algún punto un poco cutre, como ese zorrito parlanchín y digitaloide que parece un homenaje a Lars Von Trier. En cambio...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
...el segmento final que nos cuenta años de una vida sin que medien las palabras me ha parecido genial y revelador de qué va esto, una pena que a estas alturas nos pille con la guardia un poco baja.
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