Celda 211
7.7
123,018
Thriller. Drama
El día en que Juan (Alberto Ammann) empieza a trabajar en su nuevo destino como funcionario de prisiones, se ve atrapado en un motín carcelario. Decide entonces hacerse pasar por un preso más para salvar su vida y para poner fin a la revuelta, encabezada por el temible Malamadre (Luis Tosar). Lo que ignora es que el destino le ha preparado una encerrona. (FILMAFFINITY)
27 de diciembre de 2009
27 de diciembre de 2009
14 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mi gusto, no hay por dónde cogerla.Salvo la interpretación de Tosar, lo demás no se asemeja en nada a la situación cacelaria actual, es de chiste.Es cienciaficción vendida como drama.No cuidan los detalles y se cae en el estereotipo de película carcelaria de bajo interés, me ha parecido de un patetismo alarmante.Si crees que algo te va a sorprender al siguiente fotograma,por lo absurdo, en efecto te sorprende .Riza el rizo constantemente.
9 de noviembre de 2009
9 de noviembre de 2009
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas que versan sobre el mundo de las cárceles y la delincuencia, bien podrían considerarse un subgénero en si mismas. Si nos centramos en las realizadas en España, las dirigidas a principio de los ochenta por Eloy de la Iglesia, constituyen un buen ejemplo de la forma en que reflejaban esta temática los directores de aquella época. En ellas, el realismo sucio constituía el común denominador de unas tramas que hacían especial hicanpié en las sórdidas relaciones entre los reclusos y su dependencia demoledora de un elemento como la droga.
Celda 211 no toma este camino para mostrarnos la realidad de un centro penitenciario. Daniel Monzón opta por una vía que podríamos denominar "mas americana", para confeccionar este thriller trepidante sobre el motín de unos presos en una cárcel de Zamora. Lo hace dando una prioridad absoluta a la acción por encima de los aspectos más descriptivos. Su cárcel es una cárcel amotinada, pero de factura limpia, nítida. Y aunque este punto pueda restar una cierta credibilidad a la propuesta, no afecta ni un ápice al resultado final del film. No se puede decir lo mismo del guión, que aunque en líneas generales se muestra sólido, presenta ciertas lagunas.
Pero si hay algo que da sentido a toda la película, es la presencia de Luis Tosar. El actor gallego se apodera del film (y del espectador, con su papel de malo simpático) desde el primer fotograma y lo hace suyo. Borda los diálogos con un peculiar tono de voz y, aunque es cierto que en algunos momentos roza la sobreactuación, consigue que el personaje de Malamadre sea de aquellos que permanecen en la retina durante muchos años.
No se trata de una película excepcional, pero logra sus objetivos con dignidad. Consigue mantenerte aferrado a la butaca durante todos los minutos de metraje y no decae en ningún momento. En este sentido, promete lo que da, y esa honestidad en sus principios acaba revelándose como uno de sus principales valores.
Celda 211 no toma este camino para mostrarnos la realidad de un centro penitenciario. Daniel Monzón opta por una vía que podríamos denominar "mas americana", para confeccionar este thriller trepidante sobre el motín de unos presos en una cárcel de Zamora. Lo hace dando una prioridad absoluta a la acción por encima de los aspectos más descriptivos. Su cárcel es una cárcel amotinada, pero de factura limpia, nítida. Y aunque este punto pueda restar una cierta credibilidad a la propuesta, no afecta ni un ápice al resultado final del film. No se puede decir lo mismo del guión, que aunque en líneas generales se muestra sólido, presenta ciertas lagunas.
Pero si hay algo que da sentido a toda la película, es la presencia de Luis Tosar. El actor gallego se apodera del film (y del espectador, con su papel de malo simpático) desde el primer fotograma y lo hace suyo. Borda los diálogos con un peculiar tono de voz y, aunque es cierto que en algunos momentos roza la sobreactuación, consigue que el personaje de Malamadre sea de aquellos que permanecen en la retina durante muchos años.
No se trata de una película excepcional, pero logra sus objetivos con dignidad. Consigue mantenerte aferrado a la butaca durante todos los minutos de metraje y no decae en ningún momento. En este sentido, promete lo que da, y esa honestidad en sus principios acaba revelándose como uno de sus principales valores.
13 de noviembre de 2009
13 de noviembre de 2009
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vasile ha vuelto a dar en la diana. Mientras los éxitos en su canal televisivo se empiezan a contar con los dedos de una mano, los aciertos de la filial Telecinco Cinema aumentan con cada nuevo proyecto. El último en demostrar el buen ojo de los responsables de esta productora es, sin duda, Celda 211. A diferencia de Ágora, la fastuosa apuesta económica de la empresa, la película de Daniel Monzón sí supera las expectativas de una gran campaña publicitaria. Visto el excelente resultado, puede considerarse esta cinta, sin miedo a exagerar, como una de las mejores propuestas que ha dado el cine español en los últimos años.
El problema es que no estamos ante un drama histórico ambientado en la Guerra Civil o ante la enésima obra de uno de los directores sagrados y consagrados de nuestro cine. En esta ocasión se nos presenta un filme de acción trepidante, de realización impecable, con un excelente casting y un sentido del ritmo al que sólo nos tienen acostumbrados las superproducciones hollywoodienses. Motivos más que suficientes para atraer al gran público con la misma intensidad con la que críticos y académicos de elevado intelecto saldrán huyendo. Y es que, aunque cueste entenderlo, es más que probable que Celda 211 no se encuentre entre las cuatro nominadas al Goya, y mucho más impensable resulta aún que se erija en la gran triunfadora de la noche.
Desde luego, el trabajo más destacado y destacable es el de Luis Tosar en la piel de Malamadre, el único de todo el equipo al que podemos augurarle la más que merecida estatuilla goyesca. Muy difícil lo tendrían este año los académicos a la hora de encontrarle un rival a la altura. Pero las interpretaciones del resto de actores no se quedan atrás, configurando un reparto en el que ni siquiera chirrían los figurantes, algo bastante inaudito en las producciones de nuestro país. Pisando los talones de Tosar se encuentra un secundario memorable, el Releches al que da forma de manera magistral Luis Zahera. Sus esputos y su voz sedada por la droga serán difíciles de olvidar. Tampoco se queda atrás el desconocido Alberto Ammann, que asume el papel protagonista de forma muy eficaz.
El mérito de Monzón es incuestionable. Ha logrado equilibrar de forma efectiva los diferentes clímax del filme sin adormecer ni aturdir al espectador, si bien a la película le sobrarían treinta minutos de reiterada tensión. Pero sobre todo ha conseguido orquestar una cinta de acción sin que se le convierta en un motín como el que nos ha querido plasmar. La sobreactuación y la estridencia que tanto suelen aparecer en el cine de acción made in Spain, aquí jamás hacen acto de presencia. Solo falta saber si una producción efectiva, como en su día lo fue también REC en el ámbito del terror, logra salvar los prejuicios del menospreciado género de acción al que pertenece.
El problema es que no estamos ante un drama histórico ambientado en la Guerra Civil o ante la enésima obra de uno de los directores sagrados y consagrados de nuestro cine. En esta ocasión se nos presenta un filme de acción trepidante, de realización impecable, con un excelente casting y un sentido del ritmo al que sólo nos tienen acostumbrados las superproducciones hollywoodienses. Motivos más que suficientes para atraer al gran público con la misma intensidad con la que críticos y académicos de elevado intelecto saldrán huyendo. Y es que, aunque cueste entenderlo, es más que probable que Celda 211 no se encuentre entre las cuatro nominadas al Goya, y mucho más impensable resulta aún que se erija en la gran triunfadora de la noche.
Desde luego, el trabajo más destacado y destacable es el de Luis Tosar en la piel de Malamadre, el único de todo el equipo al que podemos augurarle la más que merecida estatuilla goyesca. Muy difícil lo tendrían este año los académicos a la hora de encontrarle un rival a la altura. Pero las interpretaciones del resto de actores no se quedan atrás, configurando un reparto en el que ni siquiera chirrían los figurantes, algo bastante inaudito en las producciones de nuestro país. Pisando los talones de Tosar se encuentra un secundario memorable, el Releches al que da forma de manera magistral Luis Zahera. Sus esputos y su voz sedada por la droga serán difíciles de olvidar. Tampoco se queda atrás el desconocido Alberto Ammann, que asume el papel protagonista de forma muy eficaz.
El mérito de Monzón es incuestionable. Ha logrado equilibrar de forma efectiva los diferentes clímax del filme sin adormecer ni aturdir al espectador, si bien a la película le sobrarían treinta minutos de reiterada tensión. Pero sobre todo ha conseguido orquestar una cinta de acción sin que se le convierta en un motín como el que nos ha querido plasmar. La sobreactuación y la estridencia que tanto suelen aparecer en el cine de acción made in Spain, aquí jamás hacen acto de presencia. Solo falta saber si una producción efectiva, como en su día lo fue también REC en el ámbito del terror, logra salvar los prejuicios del menospreciado género de acción al que pertenece.
9 de marzo de 2010
9 de marzo de 2010
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esperaba mucho de "Celda 211" por lo prometedora que era, siendo una película atípica dentro de nuestro cine y por las buenísimas críticas. Pero tras verla claro queda que todo el mundo se cegó de lo lindo con la película: "Buenísima, una de las mejores películas españolas en años", "la mejor película española del año", "una de las mejores del año", etc. son opiniones que me parecen cuanto menos exageradísimas.
No cabe duda que Daniel Monzón tiene cada vez más experiencia en la dirección, mejorando en ese aspecto con cada nueva película que filma, pero con "Celda 211" lo que le falla y mucho es el guión, al igual que al co-guionista Jorge Guerricaechevarría (buen guionista, por otra parte, pero que aquí ha metido la pata). No digo que "Celda 211" sea mala: las interpretaciones de Tosar, Resines y Ammann y del reparto en general son excelentes; las escenas violentas son efectivas en su mayoría y técnicamente hablando (montaje, efectos, fotografía...) es más que notable.
Sin embargo todos estos buenos aspectos no pueden tapar un guión lleno de reacciones y escenas incoherentes e incongruentes que llegan a resultar ridículas, forzadas, inverosímiles y algunas rozando la más absoluta estupidez (ver spoiler). Por eso me parece totalmente incomprensible que premiaran con un Goya tal guión y que luego además Monzón y Guerricaechevarría dijeran que habían trabajado bien en él y que se habían informado sobre el tema de las prisiones (o mintieron a la hora de decirlo o de lo que se informaron se lo pasaron por el forro, además de no revisar el guión).
Entretenida, violenta, con sus momentos de tensión pero con un final algo decepcionante y un guión que roza lo lamentable. La nota que le pongo se la lleva por el aspecto técnico y artístico, de ser por el guión y la historia la hubiera suspendido.
No cabe duda que Daniel Monzón tiene cada vez más experiencia en la dirección, mejorando en ese aspecto con cada nueva película que filma, pero con "Celda 211" lo que le falla y mucho es el guión, al igual que al co-guionista Jorge Guerricaechevarría (buen guionista, por otra parte, pero que aquí ha metido la pata). No digo que "Celda 211" sea mala: las interpretaciones de Tosar, Resines y Ammann y del reparto en general son excelentes; las escenas violentas son efectivas en su mayoría y técnicamente hablando (montaje, efectos, fotografía...) es más que notable.
Sin embargo todos estos buenos aspectos no pueden tapar un guión lleno de reacciones y escenas incoherentes e incongruentes que llegan a resultar ridículas, forzadas, inverosímiles y algunas rozando la más absoluta estupidez (ver spoiler). Por eso me parece totalmente incomprensible que premiaran con un Goya tal guión y que luego además Monzón y Guerricaechevarría dijeran que habían trabajado bien en él y que se habían informado sobre el tema de las prisiones (o mintieron a la hora de decirlo o de lo que se informaron se lo pasaron por el forro, además de no revisar el guión).
Entretenida, violenta, con sus momentos de tensión pero con un final algo decepcionante y un guión que roza lo lamentable. La nota que le pongo se la lleva por el aspecto técnico y artístico, de ser por el guión y la historia la hubiera suspendido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No es que sea muy importante, pero es una tontería que al funcionario le pongan la tarjeta de "visitante" cuando va a empezar a trabajar allí al día siguiente.
El personaje de la mujer (una muy discretita Marta Etura, y eso que es una actriz que me gusta y que tiene verdadero talento) está metido con calzador, para justificar la trama: es de estúpidos que, en su estado de embarazo, se meta entre toda la multitud que hay fuera de la prisión. Más peligroso no puede ser.
Es una auténtica patochada que los propios funcionarios se armen con el equipo antidisturbios a apalear a los familiares de los presos. ¿Desde cuándo los funcionarios de prisiones hacen eso? Desde nunca.
El personaje de Resines es un bestia de cuidado, pero por eso no tiene que ser un idiota absoluto: ¿Por qué pega a la mujer del funcionario si ve que está embarazada y que lo único que quiere hacer es salir de toda la multitud? Además la pega 2 o 3 veces, y con eso no es que se muera el bebé (que es bastante posible) sino que directamente se muere ella. Más forzado imposible.
Luego, al personaje de Resines le cesan por su actitud y cuando se está yendo le llaman para que vuelva al interior porque lo han pedido los presos... ¡y va y vuelve! entrando y poniéndose cara a cara con Tosar. ¿Es tonto perdido o qué? Sabiendo todo el mundo lo bruto que es, las ganas que tienen de ponerle las manos encima y va y vuelve, metiéndose en la boca del lobo (y como ya se esperaba, le matan).
Más descomunales errores como éstos hay, pero estos son los más destacables. Lo dicho, si apruebo el film no es gracias a su guión.
El personaje de la mujer (una muy discretita Marta Etura, y eso que es una actriz que me gusta y que tiene verdadero talento) está metido con calzador, para justificar la trama: es de estúpidos que, en su estado de embarazo, se meta entre toda la multitud que hay fuera de la prisión. Más peligroso no puede ser.
Es una auténtica patochada que los propios funcionarios se armen con el equipo antidisturbios a apalear a los familiares de los presos. ¿Desde cuándo los funcionarios de prisiones hacen eso? Desde nunca.
El personaje de Resines es un bestia de cuidado, pero por eso no tiene que ser un idiota absoluto: ¿Por qué pega a la mujer del funcionario si ve que está embarazada y que lo único que quiere hacer es salir de toda la multitud? Además la pega 2 o 3 veces, y con eso no es que se muera el bebé (que es bastante posible) sino que directamente se muere ella. Más forzado imposible.
Luego, al personaje de Resines le cesan por su actitud y cuando se está yendo le llaman para que vuelva al interior porque lo han pedido los presos... ¡y va y vuelve! entrando y poniéndose cara a cara con Tosar. ¿Es tonto perdido o qué? Sabiendo todo el mundo lo bruto que es, las ganas que tienen de ponerle las manos encima y va y vuelve, metiéndose en la boca del lobo (y como ya se esperaba, le matan).
Más descomunales errores como éstos hay, pero estos son los más destacables. Lo dicho, si apruebo el film no es gracias a su guión.
13 de octubre de 2010
13 de octubre de 2010
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puedo hacer otra cosa más que aguantar la risa e intentar salir de mi asombro cuando leo adjetivos como "obra maestra" o "espectáculo trepidante" usados para referirse a esta correcta película que de no ser española, o mas bien, de ser americana, no pasaría de estar considerada como lo que es: un decente thriller sin más. No me malinterpreten, en cierta medida me alegro de que "Celda 211" fuese la película nacional de más éxito tanto de crítica como de público en el año de su estreno. Me alegro porque viene bien de vez en cuando premiar lo diferente, y esta obra constituye un soplo de aire fresco para un país en el que parece que toda película debe hablar sobre la soledad, la prostitución, el maltrato, la pobreza o cualquier otro tema de contenido social para ser valorada por la crítica. Está muy bien que el cine sea una herramienta para mostrar y denunciar los problemas que nos atañen, siempre y cuando no se renuncie a su principal misión: entretener al público. Está muy bien en su justa medida pero en exceso, como todo, acaba hartando y aburriendo, y eso es lo que en España, a veces, parece que se olvida.
"Celda 211" es entretenida, tiene ritmo, intriga y buenas actuaciones (tampoco me parece la de Luis Tosar tan buena como la pintan). Pero de ahí a ser un peliculón hay un trecho. En mi opinión, la película tiene bastantes carencias, como por ejemplo un cierto aire televisivo que noto en su puesta en escena y que perjudica más que beneficia. En ocasiones sentía que estaba viendo un capítulo de "El comisario" o algo parecido. También me parece muy poco creíble -y me meto ya en el argumento- la manera tan fácil y simplona con la que comienza el motín, teniendo en cuenta que la historia se centra en una penitenciaría de máxima seguridad, llena de criminales peligrosos y, supuestamente muy vigilados. Podría decir algunas cosas más que no me convencen del argumento pero estaría destripando la intriga así que paro aquí.
Pues eso, una buena opción para pasar un par de horas agradables y ya está.
"Celda 211" es entretenida, tiene ritmo, intriga y buenas actuaciones (tampoco me parece la de Luis Tosar tan buena como la pintan). Pero de ahí a ser un peliculón hay un trecho. En mi opinión, la película tiene bastantes carencias, como por ejemplo un cierto aire televisivo que noto en su puesta en escena y que perjudica más que beneficia. En ocasiones sentía que estaba viendo un capítulo de "El comisario" o algo parecido. También me parece muy poco creíble -y me meto ya en el argumento- la manera tan fácil y simplona con la que comienza el motín, teniendo en cuenta que la historia se centra en una penitenciaría de máxima seguridad, llena de criminales peligrosos y, supuestamente muy vigilados. Podría decir algunas cosas más que no me convencen del argumento pero estaría destripando la intriga así que paro aquí.
Pues eso, una buena opción para pasar un par de horas agradables y ya está.
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