Vacaciones en Roma
7.9
35,039
Comedia. Romance
Durante una visita a Roma, Ana, la joven princesa de un pequeño país centroeuropeo, trata de eludir el protocolo y las obligaciones que implica, escapándose de palacio para visitar la ciudad de incógnito. Así conoce a Joe, un periodista americano que busca una exclusiva y finge desconocer la identidad de la princesa. La pareja vivirá unas jornadas inolvidables recorriendo la ciudad. (FILMAFFINITY)
16 de agosto de 2015
16 de agosto de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque pueda parecer extraño, nunca había visto esta película, siendo tan conocida, aunque muchas veces la había tenido in mente. Ha sido preparando un viaje a Roma cuando me he puesto por fin frente a la pantalla. No me ha decepcionado en absoluto esta historia de la Cenicienta al revés, sino al contrario me ha fascinado más aún de lo que esperaba. Y eso que no era yo hasta el momento un admirador de la legendaria elegancia, serenidad y clase de Audrey. Me había gustado en "My fair lady", pero no me había llegado a creer nunca su personaje en "Desayuno con diamantes". La consideraba una actriz fría y hasta un poco estirada. Pero el hecho es que en esta ocasión he caído sin remisión en la redes de su encanto. La historia de esa princesa encerrada en su jaula de oro y sus correrías por esa Roma de posguerra -tan parecida en algunos aspectos a la España de los años 60- está contada con tal delicadeza y sentido del ritmo, que no deja al espectador ni un momento de respiro y menos aún de aburrimiento. La expresividad de esa chiquilla, de aspecto más aniñado aún que los pocos años que tenía, es impresionante. El contrapunto lo da el siempre seguro Gregory Peck, con esa sobriedad de gestos y el poderío físico de sus anchos hombros. Hay de todo en esta cinta. Primero ese paseo por Roma que se anuncia ya en el título, lo que en la época no dejaba de ser novedad, pues hasta entonces se rodaba todo en estudio. Hay luego comedia romántica, hay sentido del humor, hay cierto grado de suspense y no falta la persecución policial y hasta una pelea a puñetazos. El producto lo tiene todo para entretener a una familia en un cine de domingo. Y sin más escenas de cama que un traslado de la bella durmiente en brazos del hombretón, vestidos ambos y él con traje y corbata, que tiene más erotismo que las 9 semanas y media y las 50 sombras juntas. Y es que este cine está hecho de sugerencias, y pensando en un público cómplice.
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spoiler:
Muy bonita la escena en que ambos protagonistas introducen la mano en la boca de la verdad. Ella se asusta con la broma de él y eso da pie a un grado más de acercamiento entre ambos. Parece ser que la broma ocurrió realmente, fuera de rodaje, y el director decidió incluirla en la película.
La escena final, con esa sonrisa que la princesa dedica a su amor, con un montón de gente presente, es impresionante.
La escena final, con esa sonrisa que la princesa dedica a su amor, con un montón de gente presente, es impresionante.
23 de abril de 2016
23 de abril de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Roman Holiday es una película que trasciende el tiempo y el espacio. De lejos es una de las mejores comedias románticas de todos los tiempos: la química entre la pareja conformada por la bellísima Audrey Hepburn y Gregory Peck es increíble.
La fotografía a blanco y negro no opaca las calles de Roma y las hace más bellas y elegantes. La inexistente banda sonora resaltó la belleza del silencio y la sonrisa de Audrey. Los diálogos no fueron clichés en absoluto, si no las palabras más sinceras que se pueden decir y escuchar.
La inocencia de los personajes es imposible de verla en estos tiempos. A pesar de eso, su visionado no resulta anticuado ni ridículo, ni ahora, ni dentro de cien años más. Las obras maestras nunca envejecen y siempre son comprendidas dentro del contexto que fueron creadas.
Ann, princesa de un país europeo, viaja a Roma como parte de su protocolo. Cansada de la vida estricta y llena de reglas que lleva, decide escaparse y recorrer la ciudad. Por cosas de la vida, se encuentra en la calle con un tipo, llamado Joe, el cual al principio desconoce su identidad. Ambos se enrumbarán en una serie de locas y divertidas situaciones que nunca olvidarán.
La fotografía a blanco y negro no opaca las calles de Roma y las hace más bellas y elegantes. La inexistente banda sonora resaltó la belleza del silencio y la sonrisa de Audrey. Los diálogos no fueron clichés en absoluto, si no las palabras más sinceras que se pueden decir y escuchar.
La inocencia de los personajes es imposible de verla en estos tiempos. A pesar de eso, su visionado no resulta anticuado ni ridículo, ni ahora, ni dentro de cien años más. Las obras maestras nunca envejecen y siempre son comprendidas dentro del contexto que fueron creadas.
Ann, princesa de un país europeo, viaja a Roma como parte de su protocolo. Cansada de la vida estricta y llena de reglas que lleva, decide escaparse y recorrer la ciudad. Por cosas de la vida, se encuentra en la calle con un tipo, llamado Joe, el cual al principio desconoce su identidad. Ambos se enrumbarán en una serie de locas y divertidas situaciones que nunca olvidarán.
5 de diciembre de 2018
5 de diciembre de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar de Vacaciones en Roma, es hablar de un clásico pendiente que tenía que ver.
Sabía la historia y sabía que era un clásico que ves por las calles de Roma, ves la famosa foto de Gregory Peck y de Audrey Hepburn por Roma en moto, unas escenas memorables en la historia del cine.
Qué se puede decir de esta película para la que ya han pasado tantos años, simplemente es maravillosa, no se busca el toque de una obra maestra, es una película bonita, bella, positiva y eterna, es una comedia romántica de los años cincuenta que marcaron una época y donde los actores actuaban, algo que no se ve en las comedias románticas de hoy en día.
Al verla se me pasa la tarde y pone una sonrisa agradable y sincera en mi cara y es porque estas películas de aquella época son sinceras y eternas, por eso han sobrevivido hasta hoy en día.
Vacaciones en Roma es maravillosa y positiva, es sincera y por eso sigue siendo eterna.
Sabía la historia y sabía que era un clásico que ves por las calles de Roma, ves la famosa foto de Gregory Peck y de Audrey Hepburn por Roma en moto, unas escenas memorables en la historia del cine.
Qué se puede decir de esta película para la que ya han pasado tantos años, simplemente es maravillosa, no se busca el toque de una obra maestra, es una película bonita, bella, positiva y eterna, es una comedia romántica de los años cincuenta que marcaron una época y donde los actores actuaban, algo que no se ve en las comedias románticas de hoy en día.
Al verla se me pasa la tarde y pone una sonrisa agradable y sincera en mi cara y es porque estas películas de aquella época son sinceras y eternas, por eso han sobrevivido hasta hoy en día.
Vacaciones en Roma es maravillosa y positiva, es sincera y por eso sigue siendo eterna.
7 de diciembre de 2020
7 de diciembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Historia de una princesa, Annia, que pasa sus días largamente previstos en su agenda. Presa de una melancolía y un agobio que crece día tras día por sus ansias de ver mundo en su más tierna juventud, la princesa decidirá olvidarse de los analgésicos que su médico le da para su tranquilidad y se marchará de casa durante una día.
Audrey Hepburn llena la diadema de princesa siendo aún más hermosa que Grace Kelly e igual de principesca, pero en ella hay una vida de la que Kelly carecía en la gran pantalla en su preciosa película "El Cisne", y es la fuerza de voluntad, un corazón demasiado lleno de fuerza como para permitir que la aplaste el frío protocolo.
En su huida Annia conocerá a Joe, un apuesto periodista protagonizado por Gregory Peck. Debo decir que Peck se ha desenvuelto fabulosamente en un personaje que hubiera sido idea para Cary Grant.
Juntos vivirán momentos icónicos en el cine como el paseo en moto alrededor de las calles anexas del Coliseo y demás aventuras.
Joe, camuflado con otra identidad para no espantar a la princesa será una excelente mezcla de buenos sentimientos y secretos, igual que ella.
Pareja inolvidable en unos escenarios aún más inolvidables.
Película de cine clásico icónica e inolvidable, llena de romance.
Ideal para los amantes del buen cine clásico, pero no para los que quieran viajar a Italia y no puedan, porque se morirán de pena, Roma es expuesta como nunca en otra película a pesar de ser en blanco y negro.
Audrey Hepburn llena la diadema de princesa siendo aún más hermosa que Grace Kelly e igual de principesca, pero en ella hay una vida de la que Kelly carecía en la gran pantalla en su preciosa película "El Cisne", y es la fuerza de voluntad, un corazón demasiado lleno de fuerza como para permitir que la aplaste el frío protocolo.
En su huida Annia conocerá a Joe, un apuesto periodista protagonizado por Gregory Peck. Debo decir que Peck se ha desenvuelto fabulosamente en un personaje que hubiera sido idea para Cary Grant.
Juntos vivirán momentos icónicos en el cine como el paseo en moto alrededor de las calles anexas del Coliseo y demás aventuras.
Joe, camuflado con otra identidad para no espantar a la princesa será una excelente mezcla de buenos sentimientos y secretos, igual que ella.
Pareja inolvidable en unos escenarios aún más inolvidables.
Película de cine clásico icónica e inolvidable, llena de romance.
Ideal para los amantes del buen cine clásico, pero no para los que quieran viajar a Italia y no puedan, porque se morirán de pena, Roma es expuesta como nunca en otra película a pesar de ser en blanco y negro.
10 de mayo de 2021
10 de mayo de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Evidentemente nos hallamos ante uno de los mitos del cine, ante una comedia romántica donde las haya, ante un tierno cuento de hadas pero a la vez ante un entretenido y gracioso retrato costumbrista con ese encanto del cine norteamericano de postguerra, optimista y esperanzado, ingenuo, si quieren; pero delicioso.
En Casablanca siempre nos quedará París y en Roma unas hermosas vacaciones, donde siempre recordaremos, entre sus calles, un viaje en Vespa con Gregory Peck a la grupa y Audrey Hepbum, resplandeciente, a las riendas.
“Vacaciones en Roma” es una película que me enamoró quizá porque la visioné por primera vez; en el momento, justo, y oportuno. Ya sé que debería hablar de su excelente fotografía, tal vez debería achacarle cierta falta de rigor narrativo, o destacar una buena dirección, o criticar un guión algo pazguato pero hoy sólo quiero recordar el angelical rostro de Hepbum, quiero recordarlo cortándose el pelo, quiero verlo sonreír mientras come un helado. Hoy no quiero hablar de cine, hoy quiero ir a bailar en una barcaza sobre el Tíber, hoy quiero arrojar una moneda en La Fontana de Trevi, hoy quiero… soñar con Roma.
En Casablanca siempre nos quedará París y en Roma unas hermosas vacaciones, donde siempre recordaremos, entre sus calles, un viaje en Vespa con Gregory Peck a la grupa y Audrey Hepbum, resplandeciente, a las riendas.
“Vacaciones en Roma” es una película que me enamoró quizá porque la visioné por primera vez; en el momento, justo, y oportuno. Ya sé que debería hablar de su excelente fotografía, tal vez debería achacarle cierta falta de rigor narrativo, o destacar una buena dirección, o criticar un guión algo pazguato pero hoy sólo quiero recordar el angelical rostro de Hepbum, quiero recordarlo cortándose el pelo, quiero verlo sonreír mientras come un helado. Hoy no quiero hablar de cine, hoy quiero ir a bailar en una barcaza sobre el Tíber, hoy quiero arrojar una moneda en La Fontana de Trevi, hoy quiero… soñar con Roma.
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