La edad de la inocencia
1993 

7.0
17,333
Romance. Drama
Nueva York, año 1870. Newland Archer (Daniel Day-Lewis), un caballero de la alta sociedad neoyorquina, está prometido con May Welland (Winona Ryder), una joven de su misma clase social. Pero sus sentimientos cambian cuando conoce a la poco convencional prima de May, la condesa Olenska (Michelle Pfeiffer). Desde el principio, defenderá la difícil posición de la condesa, cuya separación de un marido autoritario la ha convertido en una ... [+]
31 de marzo de 2013
31 de marzo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un drama social-romántico donde el principal objetivo es la exposición de la convencionalidad y el costumbrismo de la alta sociedad norteamericana de época, a través de una historia no demasiado original pero por lo detalladamente narrado y lo cuidadoso de su guión envuelve de una forma amena y sin sobresaltos. El ritmo es parejo y sin muchos momentos intensos, el nivel de drama se va construyendo poco a poco gracias a los conflictos en que los personajes se involucran. Las actuaciones cumplen bastante bien especialmente la de Daniel Day-Lewis quien da mucha naturalidad a su papel. El rebuscado lenguaje utilizado es lo que más resalta así como la excelente dirección de cámaras, los movimientos y puntos de colocación de las tomas aportan belleza y aprovechan los elementos visuales. El final es lógico y sin estridencia, quizá poco agradable pero cumple bien y da conclusión a la historia. En general se recomienda sin demasiadas expectativas.
1 de octubre de 2013
1 de octubre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La edad de la inocencia de Martin Scorsese, es un drama romántico de época del siglo XIX. Dirigida con un ritmo lento y apropiado para la trama, es eficiente y correcta, y desde luego singular y fuera de los cánones y los géneros más realizados por el director.
La fotografía es espléndida y llamativa, además de sugestiva y encantadora, bien elaborada estéticamente y con un resultado admirable y lúcido. Acompañada magistralmente por una música bella y majestuosa, que es sugerente, melódica y confortante. Y destacando también unos planos y movimientos de cámara de reconocimiento, detalles, rotación y acercamiento asombrosos y perspicaces.
Las actuaciones, son sentidas y naturales, con Daniel Day-Lewis correcto, elegante e intachable, Michelle Pfeiffer, realizando una gran tarea sensible y cumplidora, y Winona Ryder inocente y sincera. Con vestuarios, caracterizaciones y decorados evocadores, distinguidos y refinados, bien cuidados y elaborados según la época que representen.
El guion, escrito por el mismo director junto con Jay Cocks de la novela de Edith Wharton, es provocador y atractivo, argumentado entre amor y desamor en un trío sentimental. Que usa una narrativa afable y explicativa de principio a fin, con una voz en off, clásica y académica, insinuante de la época, apropiándose del film de forma impecable y perfecta.
En definitiva, la considero un digno y sentimental drama amoroso de época, lejos de los géneros y argumentos más usados por el director, con algunos detalles cinematográficos de gran talla. Recomendable para aquellos que buscan obras de tríos amorosos incitadores y acertados, con un gran trabajo de cámara, narrativa, fotografía e interpretaciones.
La fotografía es espléndida y llamativa, además de sugestiva y encantadora, bien elaborada estéticamente y con un resultado admirable y lúcido. Acompañada magistralmente por una música bella y majestuosa, que es sugerente, melódica y confortante. Y destacando también unos planos y movimientos de cámara de reconocimiento, detalles, rotación y acercamiento asombrosos y perspicaces.
Las actuaciones, son sentidas y naturales, con Daniel Day-Lewis correcto, elegante e intachable, Michelle Pfeiffer, realizando una gran tarea sensible y cumplidora, y Winona Ryder inocente y sincera. Con vestuarios, caracterizaciones y decorados evocadores, distinguidos y refinados, bien cuidados y elaborados según la época que representen.
El guion, escrito por el mismo director junto con Jay Cocks de la novela de Edith Wharton, es provocador y atractivo, argumentado entre amor y desamor en un trío sentimental. Que usa una narrativa afable y explicativa de principio a fin, con una voz en off, clásica y académica, insinuante de la época, apropiándose del film de forma impecable y perfecta.
En definitiva, la considero un digno y sentimental drama amoroso de época, lejos de los géneros y argumentos más usados por el director, con algunos detalles cinematográficos de gran talla. Recomendable para aquellos que buscan obras de tríos amorosos incitadores y acertados, con un gran trabajo de cámara, narrativa, fotografía e interpretaciones.
4 de enero de 2015
4 de enero de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No estamos acostumbrados a ver a Scorsese en un registro tan delicado, y sin embargo “La edad de la inocencia” no desentona dentro de su filmografía. Formalmente, la película es reposada, con una voz en off que acompaña los acompasados y dulces movimientos de cámara. Acompañan a todo el conjunto una ambientación perfecta, una fotografía espléndida y un ritmo pausado. Eso sí, cabe reprochar el uso de determinados recursos formales que a día de hoy resultan desfasados: ralentización de cámara, súbitos juegos de iluminación, etc. Para mí, es el verdadero inconveniente de una película que, de otro modo, desprendería mucha más magia. El argumento se centra en una historia de amor imposible, con la típica estructura de un triángulo amoroso en cuyos vértices vemos tres personajes claramente definidos y extraordinariamente encarnados por unos actores en estado de gracia. Daniel Day-Lewis, Michelle Pfeiffer y Winona Ryder hacen una demostración de contención y veracidad en cada momento en que aparecen en pantalla.
Y, tras esta elegante puesta en escena, Scorsese nos ofrece una durísima crítica social, más audaz y actual de lo que puede parecer. El Nueva York de la segunda mitad del siglo XIX se revela como un submundo marcado por leyes no escritas, por códigos severísimos que nadie puede quebrantar, porque las consecuencias serían peores que cualquier sanción impuesta por un tribunal. Lo que marca el protocolo es más importante que la propia ley. Scorsese hace una cruel y tristísima disección de la naturaleza humana: el hombre es un ser social que asume vivir ahogado por unas reglas que no obedecen a ningún criterio racional, que nacen de la sociedad misma. El lujo y el reconocimiento social se convierten, cuando se consiguen, en un pesado lastre. Con todo ello, el mensaje final es demoledor: no hay nada más humano que la hipocresía misma.
Y, tras esta elegante puesta en escena, Scorsese nos ofrece una durísima crítica social, más audaz y actual de lo que puede parecer. El Nueva York de la segunda mitad del siglo XIX se revela como un submundo marcado por leyes no escritas, por códigos severísimos que nadie puede quebrantar, porque las consecuencias serían peores que cualquier sanción impuesta por un tribunal. Lo que marca el protocolo es más importante que la propia ley. Scorsese hace una cruel y tristísima disección de la naturaleza humana: el hombre es un ser social que asume vivir ahogado por unas reglas que no obedecen a ningún criterio racional, que nacen de la sociedad misma. El lujo y el reconocimiento social se convierten, cuando se consiguen, en un pesado lastre. Con todo ello, el mensaje final es demoledor: no hay nada más humano que la hipocresía misma.
9 de marzo de 2016
9 de marzo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
He visto varias veces esta película, y reconozco que cada vez que la veo me gusta mucho más. Una película en la que en cada visionado uno puede extraer una información que antes no había visto.
La historia es lenta, pero llena de intensidad y dramatismo. Una historia que habla de una época en la que mantener su puesto en la altas clases sociales era muy complejo. Un lucha por mantenerse en lo más alto, que hoy en día se sigue viviendo; ya que independientemente la época ese deseo por encontrarse en lo más selecto de un estatus es algo que ha existido, existe y existirá. Y ello es porque todo el mundo quiere ser un privilegiado, y los que están ahí son capaces de hacer cualquier cosa por mantenerse dentro del círculo.
Martin Scorsese es un grandísimo director, y en esta película demuestra sutileza al presentarnos una trama donde lo que se oculta es más importante que lo se ofrece.
Su ojo de cámara nos presenta una vida enfocada en cada detalle y en cada rincón. Uno pasea por esas mansiones fijándose en cada objeto. Uno se sienta en la mesa a cenar siendo testigo de cada plato. Y uno es capaz de apreciar cada textura del vestuario al poner la mirada en cada joya y en cada traje. Ese modo de dirigir llama la atención, ya que hace que el espectador también le de importancia a los detalles, al igual que le daban en esa época.
Una historia narrada en voz en off nos va presentando a las familias más selectas de Nueva York, y nos va exponiendo las leyes internas de protocolo que había que tener en cuenta para poder ser una persona correcta dentro del círculo decente.
Interpretaciones brillantes hacen que uno se introduzca muy fácilmente en la trama del trío amoroso que puede destruir a una de las familias con más renombre de Nueva York. Daniel Day-Lewis y Michelle Pfeiffer están impresionantes en sus trabajos, y nos regalan unas actuaciones memorables.
En fin, "La edad de la inocencia" es una joya del cine de Scorsese que muchas no se la coloca en el puesto que debería, ya que cuando uno piensa en alguna película de este director, nunca se piensa en ella. Pero sin lugar a dudas es una gran obra del señor Scorsese que nos relata una historia complicada más allá de la parafernalia que ofrece ese tipo de sociedad.
La historia es lenta, pero llena de intensidad y dramatismo. Una historia que habla de una época en la que mantener su puesto en la altas clases sociales era muy complejo. Un lucha por mantenerse en lo más alto, que hoy en día se sigue viviendo; ya que independientemente la época ese deseo por encontrarse en lo más selecto de un estatus es algo que ha existido, existe y existirá. Y ello es porque todo el mundo quiere ser un privilegiado, y los que están ahí son capaces de hacer cualquier cosa por mantenerse dentro del círculo.
Martin Scorsese es un grandísimo director, y en esta película demuestra sutileza al presentarnos una trama donde lo que se oculta es más importante que lo se ofrece.
Su ojo de cámara nos presenta una vida enfocada en cada detalle y en cada rincón. Uno pasea por esas mansiones fijándose en cada objeto. Uno se sienta en la mesa a cenar siendo testigo de cada plato. Y uno es capaz de apreciar cada textura del vestuario al poner la mirada en cada joya y en cada traje. Ese modo de dirigir llama la atención, ya que hace que el espectador también le de importancia a los detalles, al igual que le daban en esa época.
Una historia narrada en voz en off nos va presentando a las familias más selectas de Nueva York, y nos va exponiendo las leyes internas de protocolo que había que tener en cuenta para poder ser una persona correcta dentro del círculo decente.
Interpretaciones brillantes hacen que uno se introduzca muy fácilmente en la trama del trío amoroso que puede destruir a una de las familias con más renombre de Nueva York. Daniel Day-Lewis y Michelle Pfeiffer están impresionantes en sus trabajos, y nos regalan unas actuaciones memorables.
En fin, "La edad de la inocencia" es una joya del cine de Scorsese que muchas no se la coloca en el puesto que debería, ya que cuando uno piensa en alguna película de este director, nunca se piensa en ella. Pero sin lugar a dudas es una gran obra del señor Scorsese que nos relata una historia complicada más allá de la parafernalia que ofrece ese tipo de sociedad.
21 de diciembre de 2017
21 de diciembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente adaptación de Martin Scorsese de la fantástica novela de Edith Wharton.
Elegancia cinematográfica por doquier en este drama de sociedad con triángulo amoroso que reflexiona sobre el ostracismo social impuesto a los que son diferentes y se salen de las normas sociales. Maravilloso trabajo de Day-Lewis, Pfeiffer y Ryder como trío protagonista, y maravilloso trabajo también de Scorsese y su equipo técnico.
Quizás es demasiado larga, pero funciona perfectamente como ejemplo de cine elegante y de buena adaptación literaria.
Lo mejor: Su reparto
Lo peor: Podría haber sido un pelín más corta y no habría pasado nada
Elegancia cinematográfica por doquier en este drama de sociedad con triángulo amoroso que reflexiona sobre el ostracismo social impuesto a los que son diferentes y se salen de las normas sociales. Maravilloso trabajo de Day-Lewis, Pfeiffer y Ryder como trío protagonista, y maravilloso trabajo también de Scorsese y su equipo técnico.
Quizás es demasiado larga, pero funciona perfectamente como ejemplo de cine elegante y de buena adaptación literaria.
Lo mejor: Su reparto
Lo peor: Podría haber sido un pelín más corta y no habría pasado nada
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here