La edad de la inocencia
1993 

7.0
17,332
Romance. Drama
Nueva York, año 1870. Newland Archer (Daniel Day-Lewis), un caballero de la alta sociedad neoyorquina, está prometido con May Welland (Winona Ryder), una joven de su misma clase social. Pero sus sentimientos cambian cuando conoce a la poco convencional prima de May, la condesa Olenska (Michelle Pfeiffer). Desde el principio, defenderá la difícil posición de la condesa, cuya separación de un marido autoritario la ha convertido en una ... [+]
12 de septiembre de 2011
12 de septiembre de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una ambientación excelente y una recreación de siglo XIX sorprendente. No me imaginé al verla que este film fuera obra de un director tan pegado a la acción como Scorcese. Cuando lo vi en los títulos de crédito tuve que cerciorarme de que el responsable principal de esta película fuera el mismo director de "Taxi Driver" (la cual me decepcionó un poco).
Los actores son de primer nivel entre los que destaca un sensible Day-Lewis y una virginal Ryder (quien se podría imaginar que esta chica con cara de no haber roto nunca un plato fuera una cleptómana). No sé si este drama repleto de amor obsesivo está inspirado en una novela anterior, pero podría porque el guión es muy bueno. Cuenta una historia que se ve con agrado e interes. Una gran película. Ni de lejos llega a ser una obra maestra, pero es bastante buena.
Una relación de amor que persiste en el tiempo por parte de los personajes interpretados por Pfeiffer y Day-Lewis sin que nunca se suceda sexo de por medio y que lo más que llegan es a puro amor platónico o poquito más..Besos esquivos y furtivos.
El personaje que da vida Ryder, esa virginal e inocente Mei, llama la atención. Ya no quedan mujeres con esos buenos sentimientos. Me encantó. Y eso que Winona nunca fue santo de mi devoción desde que le dió por robar en el "Zara", jajajajajaj (Conociendo lo que le pagaban no se para que se puso a hacer eso...Enferma)
Los actores son de primer nivel entre los que destaca un sensible Day-Lewis y una virginal Ryder (quien se podría imaginar que esta chica con cara de no haber roto nunca un plato fuera una cleptómana). No sé si este drama repleto de amor obsesivo está inspirado en una novela anterior, pero podría porque el guión es muy bueno. Cuenta una historia que se ve con agrado e interes. Una gran película. Ni de lejos llega a ser una obra maestra, pero es bastante buena.
Una relación de amor que persiste en el tiempo por parte de los personajes interpretados por Pfeiffer y Day-Lewis sin que nunca se suceda sexo de por medio y que lo más que llegan es a puro amor platónico o poquito más..Besos esquivos y furtivos.
El personaje que da vida Ryder, esa virginal e inocente Mei, llama la atención. Ya no quedan mujeres con esos buenos sentimientos. Me encantó. Y eso que Winona nunca fue santo de mi devoción desde que le dió por robar en el "Zara", jajajajajaj (Conociendo lo que le pagaban no se para que se puso a hacer eso...Enferma)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena en la cual él baja por el jardín a la playa y decide si ir a por ella si está mira hacia él antes de que el barco cruze el faro es muy linda..Luego se vuelve a repetir, la última vez que ve a su amada, cuando el carruaje parte para no no verla más.
19 de julio de 2020
19 de julio de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Scorsese peca de exceso; exceso de suntuosidad, de afectación... Sin embargo, su exacerbada pretenciosidad de dramatismo motiva que la historia parezca irreal e inverosímil y los actantes que participan en ella, de cartón piedra. A ello se suma un torpe desarrollo de la acción; lento, plagado de elipsis y lastrado en exceso por la novela en la que se inspira. Resulta paradójico que, pese a contar con unos núcleos temáticos tan proclives al desarrollo del dramatismo y el enredo como son los amores prohibidos y las relaciones extramatrimoniales, Scorsese no sea capaz de crear ni un solo momento de tensión o intriga. Las escenas se van deslizando lánguidamente, al igual que sus criaturas, que más que partícipes, parecen simplemente espectadores de su propia tragedia, sumidos en un eterno sopor que traspasa la pantalla y que termina por extinguir cualquier asomo de interés por leer la obra en la que se inspira. .
14 de septiembre de 2016
14 de septiembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si algo le faltaba a Martin Scorsese retratar sobre la historia de su queridísima Nueva York era en el aspecto de la cronica de la alta sociedad de una ciudad que empezaba crecer a un ritmo alarmante en los últimos años del siglo XIX; cuando la burguesía fuertemente arraigada y entrelazada empezaba a dominar los cimientos de una ciudad que siempre dormía pero permanecía en construcción aunque nada que ver con la que sería otra de sus visiones más épicas como salvajes sobre los primeros años de vida de la metrópoli estadounidense: “Gangs of New York”.
En ese halo de buenos quehaceres, formalidades, apariencias y nuevas tradiciones desquitadas de las viejos ritos heredados de la lejana y vieja Europa, se centra éste drama romántico donde los miembros de las más poderosas familias de la ciudad que se congenian entre si, reciben en sus brazos la presencia de la condesa Ellen Olenska (Michelle Pfeiffer). Sus familiares están representados por la señora Welland (Geraldine Chaplin) y su hija May (Winona Ryder) prometida con el ambicioso abogado Newland Archer (Daniel Day-Lewis), obsesionado por la presencia de la condesa. Prendado por ella intentará mantneer correspondencia y algún que otro encuentro en privado evitando alterar los valores impuestos por unos círculos sociales que incluso la condesa creía distintos a los de su dramàtica estancia en Europa con un divorcio en camino y que a su regreso en América verá su situación peligrosamente amenazada.
Historia de amores imposibles y apariencias morales fruto de la sincera negación al amor verdadero. Martin Scorsese dejó a un lado sus principales temas, aunque no escenarios, adaptando la novela romántica de la escritora neoyorquina Edith Warton escrita en los años veinte. Gran actuación de un reparto acomodado en sus papeles, especialmente Winona Ryder caracterizando su buen, demasiado en exceso, corazón.
En ese halo de buenos quehaceres, formalidades, apariencias y nuevas tradiciones desquitadas de las viejos ritos heredados de la lejana y vieja Europa, se centra éste drama romántico donde los miembros de las más poderosas familias de la ciudad que se congenian entre si, reciben en sus brazos la presencia de la condesa Ellen Olenska (Michelle Pfeiffer). Sus familiares están representados por la señora Welland (Geraldine Chaplin) y su hija May (Winona Ryder) prometida con el ambicioso abogado Newland Archer (Daniel Day-Lewis), obsesionado por la presencia de la condesa. Prendado por ella intentará mantneer correspondencia y algún que otro encuentro en privado evitando alterar los valores impuestos por unos círculos sociales que incluso la condesa creía distintos a los de su dramàtica estancia en Europa con un divorcio en camino y que a su regreso en América verá su situación peligrosamente amenazada.
Historia de amores imposibles y apariencias morales fruto de la sincera negación al amor verdadero. Martin Scorsese dejó a un lado sus principales temas, aunque no escenarios, adaptando la novela romántica de la escritora neoyorquina Edith Warton escrita en los años veinte. Gran actuación de un reparto acomodado en sus papeles, especialmente Winona Ryder caracterizando su buen, demasiado en exceso, corazón.
16 de julio de 2020
16 de julio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los mejores momentos son en los que comparten escena Olenska y él, aunque opino que ella no presenta un look que la saque todo el partido a su atractivo natural, y que este es uno de los roles menos interesantes que le he visto hacer a Daniel. El final me ha parecido especialmente doloroso, pero la película larga y pesada, con unos tramos más interesantes que otros, pero en general, de ritmo poco fluido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
"¿Existe algún país, lugar, en el que uno pueda ser feliz a espaldas de sus amigos?"
La principal virtud de esta película es la reflexión acerca de la libertad, necesaria en cualquier situación y etapa de la vida para la felicidad. Su privación conlleva al sufrimiento, soterrado y olvidado, pero que tarde o temprano halla válvula de escape, haciéndose notar con un dolor insoportable (podía verla y ya era libre, "¡tenía solo 57 años!", pero se sentía anulado, por el tiempo perdido, por su cobardía y falta de carácter, y por el entorno, que lo hizo ser así).
Winona en realidad no lo amaba, solo lo quería hacer permanecer a su lado, atarlo, manipularlo, privarle de su libertad, es decir, identidad. Justificaciones como que lo hizo por 'un bien superior' no sirven, las vidas y los sentimientos ajenos no pueden ser dispensados como fichas de ajedrez.
En verdad pienso que ellos tampoco hicieron lo posible por sacar su amor adelante, disponiendo de medios como es el caso. El temor, obviamente omnipresente ("¡Te fuiste para estar a salvo de amarme!", le recrimina a Pfeiffer en un momento del filme, aunque él tampoco hizo nada por liberarse).
La sensación de que el sentimiento fuera tan intenso solo porque era un amor utópico es alimentado por el simple hecho de que desgraciadamente así es la naturaleza del ser humano, que acostumbra a desear algo exactamente hasta el momento en el que lo obtiene. Vayan ustedes a saber cómo habrían acabado en el caso de casarse, ¿quién puede asegurar que no se acabasen tirándose los trastos a la cabeza? Se me viene a la memoria la brillante y cruel 'Lunas de hiel'.
Analizando esta película desde la postura de una persona creyente, ¿qué conclusiones se pueden sacar? ¿Para qué y por qué es todo esto? ¿Él pecó de cobarde y ahora estará el resto de su vida pagando por ello, sufriendo hasta el fin de sus días? ¿No es acaso un castigo desmedido, permitir que un hombre se arrastre por la vida, de la misma manera y con el mismo dolor que un ser lisiado por el asfalto en medio del desierto? ¿O esta historia acaso no es tan realista y la dramatización en la vida no llega a esos niveles, o soy yo el que encuentra esta historia más dramática de lo que realmente es, y a lo mejor para la vida de una persona tan solo representa un trago amargo más, que tarde o temprano se digiere?
O si vemos el planteamiento desde otro punto de vista. Y es que el ser humano siempre se ha caracterizado por llorar cada vez que no consigue algo, del mismo modo que un niño cuando le privan de un juguete o capricho. Quizá sea un síntoma de inmadurez, que no le termina de abandonar a uno mientras este sea prisionero de sus propios deseos. Entonces, como estos crean cierto grado de dependencia, que tiende a aumentar (pues desear algo 'solo un poco' no es posible), quizá sea mejor no desear nada.
* La experiencia ganada en el campo de la vida me pide hacer una pequeña actualización, a fecha de 30 de noviembre de 2021, acerca de mi interpretación de la escena final. No borro lo que he escrito porque a su manera, tampoco son reflexiones totalmente desacertadas. Pero el hecho es que a día de hoy ya entiendo perfectamente si eligió no subir a verla, no es tanto por cobardía o falta de coraje, sino porque no quería volver a sufrir.
La principal virtud de esta película es la reflexión acerca de la libertad, necesaria en cualquier situación y etapa de la vida para la felicidad. Su privación conlleva al sufrimiento, soterrado y olvidado, pero que tarde o temprano halla válvula de escape, haciéndose notar con un dolor insoportable (podía verla y ya era libre, "¡tenía solo 57 años!", pero se sentía anulado, por el tiempo perdido, por su cobardía y falta de carácter, y por el entorno, que lo hizo ser así).
Winona en realidad no lo amaba, solo lo quería hacer permanecer a su lado, atarlo, manipularlo, privarle de su libertad, es decir, identidad. Justificaciones como que lo hizo por 'un bien superior' no sirven, las vidas y los sentimientos ajenos no pueden ser dispensados como fichas de ajedrez.
En verdad pienso que ellos tampoco hicieron lo posible por sacar su amor adelante, disponiendo de medios como es el caso. El temor, obviamente omnipresente ("¡Te fuiste para estar a salvo de amarme!", le recrimina a Pfeiffer en un momento del filme, aunque él tampoco hizo nada por liberarse).
La sensación de que el sentimiento fuera tan intenso solo porque era un amor utópico es alimentado por el simple hecho de que desgraciadamente así es la naturaleza del ser humano, que acostumbra a desear algo exactamente hasta el momento en el que lo obtiene. Vayan ustedes a saber cómo habrían acabado en el caso de casarse, ¿quién puede asegurar que no se acabasen tirándose los trastos a la cabeza? Se me viene a la memoria la brillante y cruel 'Lunas de hiel'.
Analizando esta película desde la postura de una persona creyente, ¿qué conclusiones se pueden sacar? ¿Para qué y por qué es todo esto? ¿Él pecó de cobarde y ahora estará el resto de su vida pagando por ello, sufriendo hasta el fin de sus días? ¿No es acaso un castigo desmedido, permitir que un hombre se arrastre por la vida, de la misma manera y con el mismo dolor que un ser lisiado por el asfalto en medio del desierto? ¿O esta historia acaso no es tan realista y la dramatización en la vida no llega a esos niveles, o soy yo el que encuentra esta historia más dramática de lo que realmente es, y a lo mejor para la vida de una persona tan solo representa un trago amargo más, que tarde o temprano se digiere?
O si vemos el planteamiento desde otro punto de vista. Y es que el ser humano siempre se ha caracterizado por llorar cada vez que no consigue algo, del mismo modo que un niño cuando le privan de un juguete o capricho. Quizá sea un síntoma de inmadurez, que no le termina de abandonar a uno mientras este sea prisionero de sus propios deseos. Entonces, como estos crean cierto grado de dependencia, que tiende a aumentar (pues desear algo 'solo un poco' no es posible), quizá sea mejor no desear nada.
* La experiencia ganada en el campo de la vida me pide hacer una pequeña actualización, a fecha de 30 de noviembre de 2021, acerca de mi interpretación de la escena final. No borro lo que he escrito porque a su manera, tampoco son reflexiones totalmente desacertadas. Pero el hecho es que a día de hoy ya entiendo perfectamente si eligió no subir a verla, no es tanto por cobardía o falta de coraje, sino porque no quería volver a sufrir.
5 de junio de 2021
5 de junio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una ambientación preciosista distinguida por su porte suntuoso y una bellísima fotografía sirven como marco de referencia para una historia interesante.
Es cierto que a veces le falta capacidad de síntesis pero hay que admirar su lirismo, su intimismo cálido, su fino sentido de la psicología, su perspectiva social, su romanticismo distinguido y su envidiable sentido de la oportunidad para escribir sobre el celuloide un verdadero tratado sobre la teoría de la huida.
Pero también hay que valorar la relevancia de una cámara sigilosa capaz de captar siempre el detalle idóneo.
La factura cinematográfica es de verdadera altura y la selección musical resulta muy afortunada.
Como también lo es la interpretación del elenco.
Es cierto que a veces le falta capacidad de síntesis pero hay que admirar su lirismo, su intimismo cálido, su fino sentido de la psicología, su perspectiva social, su romanticismo distinguido y su envidiable sentido de la oportunidad para escribir sobre el celuloide un verdadero tratado sobre la teoría de la huida.
Pero también hay que valorar la relevancia de una cámara sigilosa capaz de captar siempre el detalle idóneo.
La factura cinematográfica es de verdadera altura y la selección musical resulta muy afortunada.
Como también lo es la interpretación del elenco.
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