Fantasmas de Marte
Ciencia ficción. Terror. Fantástico. Acción
Marte, año 2176. Debido a la superpoblación de la Tierra, el Planeta Rojo se ha convertido en una zona habitada, pero sigue siendo un lugar peligroso. Para colmo, durante una exploración se descubre que una civilización marciana que ha permanecido dormida mucho tiempo, ahora está despierta. En tal circunstancia, un pequeño grupo de policías es enviado a una lejana población minera con la misión de escoltar a un peligroso criminal. (FILMAFFINITY) [+]
4 de junio de 2020
4 de junio de 2020
1 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde la mitad de la década de los '90 en adelante el subgénero conocido como "space horror" volvía a contar con el beneplácito del público gracias a títulos como "Horizonte Final" o las siguientes y muy mediocres secuelas de la saga "Alien", extendiéndose este fenómeno a producciones con aires comerciales nada disimulados.
"Pitch Black", el desastre fílmico "Supernova", "Misión a Marte" o "Planeta Rojo" fueron sólo algunas de las aventuras situadas en el Espacio y con retazos de terror y suspense directamente heredados de la obra maestra de Ridley Scott (nunca superada). En este panorama de gran afición por la evasión (o invasión) espacial, incluso el bueno de John Carpenter formó parte de él. Hablar de este director es sin duda hablar de uno de los artesanos con más imaginación y audacia que jamás hayan pisado la industria cinematográfica americana.
Sin embargo los continuos fracasos de crítica y taquilla duelen y desmoralizan a cualquiera, aunque uno haga por seguir su propio camino lejos de las obligaciones del éxito comercial...pero no sólo era eso. A Carpenter se le estaba marchitando el talento, y demasiado pronto. De aceptar pobres encargos ("El Pueblo de los Malditos") a volver sobre sus pasos y facturar cosas horribles como "2.013: Rescate en L.A.", una de sus peores obras, si no la peor. Tres años después de estrenar su desvergonzada y entretenida epopeya vampírica de aires "westerns", se propondría escribir un guión junto a Larry Sulkis situando la acción en ese lugar que siempre le llamó la atención desde que comenzó su carrera con "Dark Star": en el Espacio exterior.
Esta aventura se inicia en el siglo XXII y en las llanuras rojas del planeta ídem cuando un tren se dirige sin control a la ciudad de Chryse con la teniente Melanie inconsciente en su interior. A veces un comienzo prometedor asegura el éxito a lo largo del metraje y hasta el final; ese no es el caso de "Fantasmas de Marte", cuya historia arranca cuando la protagonista, rescatada y sometida a juicio, se presta a relatarnos los hechos que la han llevado a esa situación...y así durante el resto de la película. Ella y sus compañeros Bashira, Michael, la comandante Helena y Jericho, quien sólo piensa en cazarla por banda, fueron enviados a una remota ciudad minera para llevarse a un peligroso criminal llamado "Desolation" Williams.
Pero una serie de cadáveres mutilados y el paraje desértico torció sus planes radicalmente. Ya está expuesto el planteamiento y el escenario único, ¿y a qué nos remite esto?...pues ni más ni menos que a un homenaje claro y directo al "western" que tanto ama el director, pero cambiando las montañas del Oeste americano por las de Marte y a los indios por unos individuos que han sido poseídos por una extraña fuerza infernal surgida de las profundidades del planeta (hay que introducir elementos fantásticos...).
De hecho la aparición de éstos, y además presentados como la tribu de guerreros de "Mad Max II", elimina por completo la sensación de auténtico misterio y sitúa al film en unos esquemas mucho más previsibles y ordinarios. Carpenter prepara entonces el terreno para un duelo a la antigua usanza recordando su mítico "Asalto a la Comisaría del Distrito 13", aunque lo que hace es plagiarlo sin vergüenza, con el asedio y el personaje de Williams como trasunto de "Napoleon" Wilson incluidos. Es preciso comprender las intenciones del veterano artesano: las de rendir tributo a ese olvidado cine de aventuras y acción de serie "B" sin exceso de trucos visuales, rudo y vigoroso.
Y cruzando sus géneros favoritos: la ciencia-ficción y el "western" (el escenario futurista es meramente decorativo)...pero ese sentido homenaje que hace a sus propios gustos está ejecutado sin imaginación, sin gracia y sobre todo sin talento, algo de lo que éste nunca ha adolecido. Y es que nada bueno se puede extraer de unas situaciones absurdas y previsibles, diálogos escandalosamente idiotas y personajes maniqueos y extremadamente planos (más que una tabla de planchar), destacando por encima de todos el casanova Jericho, quien incluso en mitad de una situación tan peligrosa como la que están viviendo sigue tirándole los trastos a la teniente (y ésta, tras haberse presentado como una mujer fuerte y enérgica, sucumbe a las lisonjas de aquél como si nada, yéndose a pique el personaje).
Para rematar, unas escenas de acción rodadas a cámara lenta, cuyo efecto es terrible, y una sucesión de "flashbacks" y "flashforwards" que no hacen sino sacarnos una y otra vez de la trama. ¡Y es que todos los personajes tendrán su pequeña historia que contarnos! Dejando al margen la funesta edición de Paul Warschilka, la gran banda sonora y el buen trabajo de efectos especiales, diseño de producción y fotografía, quizá lo único que se pueda adular, hemos de soportar a un plantel tan carismático como desquiciante (que no es culpa de ellos, sino del guión).
Plantel que encabezada la bella y fría Natasha Henstridge a la cabeza seguida del rapero O'Shea "Ice Cube" Jackson y un Jason Statham previo al estrellato, compitiendo en chulería e diotez, las veteranas Pam Grier y Joanna Cassidy, ambas desaprovechadísimas, y esa Clea DuVall sin sangre a la que dan ganas de partirle la cara cada vez que aparece en pantalla. Pasado el ecuador del metraje llega un punto en que no interesa lo que le ocurra a los protagonistas ni lo que está pasando, porque todo decae en un más que tedioso espectáculo de acción sin pies ni cabeza.
Carpenter puso empeño y Sandy King casi 30 millones de dólares en este "western" espacial con toques de terror, fantasía, misterio y humor grueso que, como era de esperar, se rasbaló y estampó en taquilla.
Parecía mentira, pero el talento de un auténtico maestro ahora era pura ceniza, quien tras este batacazo se juró dejar la industria del cine (a la que no volvería hasta pasados nueve años) para acomodarse en la televisiva. Sólo destaco una escena realmente graciosa: cuando Tres se corta el dedo.
"Pitch Black", el desastre fílmico "Supernova", "Misión a Marte" o "Planeta Rojo" fueron sólo algunas de las aventuras situadas en el Espacio y con retazos de terror y suspense directamente heredados de la obra maestra de Ridley Scott (nunca superada). En este panorama de gran afición por la evasión (o invasión) espacial, incluso el bueno de John Carpenter formó parte de él. Hablar de este director es sin duda hablar de uno de los artesanos con más imaginación y audacia que jamás hayan pisado la industria cinematográfica americana.
Sin embargo los continuos fracasos de crítica y taquilla duelen y desmoralizan a cualquiera, aunque uno haga por seguir su propio camino lejos de las obligaciones del éxito comercial...pero no sólo era eso. A Carpenter se le estaba marchitando el talento, y demasiado pronto. De aceptar pobres encargos ("El Pueblo de los Malditos") a volver sobre sus pasos y facturar cosas horribles como "2.013: Rescate en L.A.", una de sus peores obras, si no la peor. Tres años después de estrenar su desvergonzada y entretenida epopeya vampírica de aires "westerns", se propondría escribir un guión junto a Larry Sulkis situando la acción en ese lugar que siempre le llamó la atención desde que comenzó su carrera con "Dark Star": en el Espacio exterior.
Esta aventura se inicia en el siglo XXII y en las llanuras rojas del planeta ídem cuando un tren se dirige sin control a la ciudad de Chryse con la teniente Melanie inconsciente en su interior. A veces un comienzo prometedor asegura el éxito a lo largo del metraje y hasta el final; ese no es el caso de "Fantasmas de Marte", cuya historia arranca cuando la protagonista, rescatada y sometida a juicio, se presta a relatarnos los hechos que la han llevado a esa situación...y así durante el resto de la película. Ella y sus compañeros Bashira, Michael, la comandante Helena y Jericho, quien sólo piensa en cazarla por banda, fueron enviados a una remota ciudad minera para llevarse a un peligroso criminal llamado "Desolation" Williams.
Pero una serie de cadáveres mutilados y el paraje desértico torció sus planes radicalmente. Ya está expuesto el planteamiento y el escenario único, ¿y a qué nos remite esto?...pues ni más ni menos que a un homenaje claro y directo al "western" que tanto ama el director, pero cambiando las montañas del Oeste americano por las de Marte y a los indios por unos individuos que han sido poseídos por una extraña fuerza infernal surgida de las profundidades del planeta (hay que introducir elementos fantásticos...).
De hecho la aparición de éstos, y además presentados como la tribu de guerreros de "Mad Max II", elimina por completo la sensación de auténtico misterio y sitúa al film en unos esquemas mucho más previsibles y ordinarios. Carpenter prepara entonces el terreno para un duelo a la antigua usanza recordando su mítico "Asalto a la Comisaría del Distrito 13", aunque lo que hace es plagiarlo sin vergüenza, con el asedio y el personaje de Williams como trasunto de "Napoleon" Wilson incluidos. Es preciso comprender las intenciones del veterano artesano: las de rendir tributo a ese olvidado cine de aventuras y acción de serie "B" sin exceso de trucos visuales, rudo y vigoroso.
Y cruzando sus géneros favoritos: la ciencia-ficción y el "western" (el escenario futurista es meramente decorativo)...pero ese sentido homenaje que hace a sus propios gustos está ejecutado sin imaginación, sin gracia y sobre todo sin talento, algo de lo que éste nunca ha adolecido. Y es que nada bueno se puede extraer de unas situaciones absurdas y previsibles, diálogos escandalosamente idiotas y personajes maniqueos y extremadamente planos (más que una tabla de planchar), destacando por encima de todos el casanova Jericho, quien incluso en mitad de una situación tan peligrosa como la que están viviendo sigue tirándole los trastos a la teniente (y ésta, tras haberse presentado como una mujer fuerte y enérgica, sucumbe a las lisonjas de aquél como si nada, yéndose a pique el personaje).
Para rematar, unas escenas de acción rodadas a cámara lenta, cuyo efecto es terrible, y una sucesión de "flashbacks" y "flashforwards" que no hacen sino sacarnos una y otra vez de la trama. ¡Y es que todos los personajes tendrán su pequeña historia que contarnos! Dejando al margen la funesta edición de Paul Warschilka, la gran banda sonora y el buen trabajo de efectos especiales, diseño de producción y fotografía, quizá lo único que se pueda adular, hemos de soportar a un plantel tan carismático como desquiciante (que no es culpa de ellos, sino del guión).
Plantel que encabezada la bella y fría Natasha Henstridge a la cabeza seguida del rapero O'Shea "Ice Cube" Jackson y un Jason Statham previo al estrellato, compitiendo en chulería e diotez, las veteranas Pam Grier y Joanna Cassidy, ambas desaprovechadísimas, y esa Clea DuVall sin sangre a la que dan ganas de partirle la cara cada vez que aparece en pantalla. Pasado el ecuador del metraje llega un punto en que no interesa lo que le ocurra a los protagonistas ni lo que está pasando, porque todo decae en un más que tedioso espectáculo de acción sin pies ni cabeza.
Carpenter puso empeño y Sandy King casi 30 millones de dólares en este "western" espacial con toques de terror, fantasía, misterio y humor grueso que, como era de esperar, se rasbaló y estampó en taquilla.
Parecía mentira, pero el talento de un auténtico maestro ahora era pura ceniza, quien tras este batacazo se juró dejar la industria del cine (a la que no volvería hasta pasados nueve años) para acomodarse en la televisiva. Sólo destaco una escena realmente graciosa: cuando Tres se corta el dedo.
20 de noviembre de 2006
20 de noviembre de 2006
9 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
M I E R D O S A 100%. Parece mentira lo de este hombre, habiendo dirigido con brillantez peliculones como "La Cosa" y "Golpe en la pequeña China" entre otras...
Y aún tenemos que leer afirmaciones como "Narrativamente compleja". Joder lo que tiene uno que ver a estas alturas de la vida...
Y aún tenemos que leer afirmaciones como "Narrativamente compleja". Joder lo que tiene uno que ver a estas alturas de la vida...
20 de noviembre de 2006
20 de noviembre de 2006
5 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantasmas de marte, es un filme al que le falta ingenio. John Carpenter es un cinesta que te da una de cal y una de arena. Solo he visto dos películas suyas, La cosa y fantasmas de marte, y solo por eso, reitero lo dicho antes. Los marcianos- cuan hordas de zombies se trataran- no llegan a inquietar en ningún momento. Da la sensación de que el filme está rodado con mucha prisa y si como dicen sus incondicionales, las películas de este director, son bajas en presupuesto, entonces la creatividad, tiene que estar al servicio de la trama. En definitiva---La cosa, gran guión, gran película--Fantasmas de marte, mal guión, mala película--
Lo mejor de la peli, lo buenorra que está Natasha Henstridge
Lo mejor de la peli, lo buenorra que está Natasha Henstridge
4 de agosto de 2008
4 de agosto de 2008
6 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pero por el amor de Dios, un poquito de imaginación a la hora de hacer pelis hostias que esto es lamentable..... es que es para echarse a llorar....
Nunca he sido un fan seguidor de John Carpenter, lo única que me gustó fue la de....... espera, no hay una puta peli de este hombre que me haya gustado, y encima es un director reconocidísimo... La verdad es que a mi me parece un director nefasto y penoso, he visto "La cosa", "2013:rescate...", una de vampiros con ¡¡¿¿BON JOVI??!! (que coño pinta Bon Jovi) y poco más, todas ellas de un nivel próximo a lo más patético del cine del siglo XX.
"Fantasmas de Marte" es un bodrio como una casa donde aparecen unos seres que más que extraterrestres parecen seguidores del grupo KISS. La ambientación, la fotografía, las interpretaciones, el guión, el argumento.....TODO, absolutamente todo es nefasto, patético, lamentable, indignante, horroroso y ridículo.
¡¡Qué asco de director joder!!
Nunca he sido un fan seguidor de John Carpenter, lo única que me gustó fue la de....... espera, no hay una puta peli de este hombre que me haya gustado, y encima es un director reconocidísimo... La verdad es que a mi me parece un director nefasto y penoso, he visto "La cosa", "2013:rescate...", una de vampiros con ¡¡¿¿BON JOVI??!! (que coño pinta Bon Jovi) y poco más, todas ellas de un nivel próximo a lo más patético del cine del siglo XX.
"Fantasmas de Marte" es un bodrio como una casa donde aparecen unos seres que más que extraterrestres parecen seguidores del grupo KISS. La ambientación, la fotografía, las interpretaciones, el guión, el argumento.....TODO, absolutamente todo es nefasto, patético, lamentable, indignante, horroroso y ridículo.
¡¡Qué asco de director joder!!
29 de septiembre de 2006
29 de septiembre de 2006
8 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Peliculilla magnífica para la siesta dominical ante la tele, sin guión y con un raquítico argumento inverosimil. Las actuaciones están a la altura de los resultados, yendo los niveles desde el penosillo al patético. Otra cagada más del señor Carpenter, maestro del terror casposo que alguna vez, muy pocas, ha llegado a realizar películas de interes (distrito 13, la cosa y halloween), en su extensa filmografía abundante de productos mediocres o, como en este caso, del todo prescindibles.
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