Caché (Escondido)
6.6
21,004
Intriga. Drama
Georges es el típico burgués: presenta un programa literario en televisión y lleva una vida acomodada con su mujer y su hijo adolescente. Pero, de repente, empieza a recibir unos paquetes anónimos que contienen cintas de vídeo, grabadas desde la calle, y unos dibujos inquietantes cuyo significado es un misterio. No sabe quién se los envía; pero las secuencias que aparecen en las cintas son cada vez más personales, lo que parece indicar ... [+]
19 de enero de 2006
19 de enero de 2006
335 de 437 usuarios han encontrado esta crítica útil
Haneke redondea con Caché esa especie de nuevo género de terror que ya venía desarrollando en las anteriores Funny games, El video de Benny. Se trata de un terror invisible, sugerente, nada obvio, un cine de los que obliga a implicarse al espectador. Haneke da mucho juego y nos invita a participar, a sacar nuestras propias conclusiones sobre la marcha.
Por descontado, Auteuil demuestra que es el mejor actor francés del momento, y la Binoche ofrece con solvencia uno más de sus mútliples registros.
Por descontado, Auteuil demuestra que es el mejor actor francés del momento, y la Binoche ofrece con solvencia uno más de sus mútliples registros.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me gusta el final de la película porque da lugar a mil y una interpretaciones: la más obvia, si uno se da cuenta de que en ese plano secuencia final están hablando el hijo de Auteuil y el hijo árabe, que sea uno de ellos, o los dos hijos a la vez, los autores de las misteriosas cintas.
Pero yo tengo mi propioa teoría. Puede ser que Haneke haya llegado a un punto en el que le dé por completo la vuelta al lenguaje cinematográfico y haya decicido ir más allá de los planteamientos clásicos. Es decir, que sea el propio Haneke el autor de esas cintas. El hecho solo de pensar que puede ser el propio Haneke el que mande las cintas, sin que lo sepan ni Auteuil ni Binoche, sólo el hecho de pensarlo, me pone los pelos de punta. Haneke parece que diga "sé lo vuestro, yo os mando, sois mis marionetas, y vais a actuar sin que sepais quién demonios es el autor de las cintas ni que estáis participando en una película". En ese sentido sería como un dios (Zeus) haciendo la puñeta a los mortales que somos nosotros. Totalmente sobrenatural, ¡¡¡¡una nueva forma de terror sin duda!!!! Es un poco como la historia de Niebla, el libro de Unamuno, en el cual el personaje de Augusto se le revela al autor Unamuno, pero aquí sería al revés, es el director quien se revela al personaje.
Porque en Funny games, Haneke ya jugaba con la realidad y la ficción cuando uno de los secuestradores se dirige al espectador mirando a la cámara y acto seguido ¡¡¡rebobina la película!!! para matar a los dos secuestrados y salvar al otro secuestrador que había sido asesinado antes de rebobinar.
Es una teoría sólo, pero si fuera la real, chapeau al señor Haneke, quien se convertiría de esta manera en un absoluto genio del cine moderno. De todas formas, o lo es ya, o está haciendo oposiciones para el título.
Pero yo tengo mi propioa teoría. Puede ser que Haneke haya llegado a un punto en el que le dé por completo la vuelta al lenguaje cinematográfico y haya decicido ir más allá de los planteamientos clásicos. Es decir, que sea el propio Haneke el autor de esas cintas. El hecho solo de pensar que puede ser el propio Haneke el que mande las cintas, sin que lo sepan ni Auteuil ni Binoche, sólo el hecho de pensarlo, me pone los pelos de punta. Haneke parece que diga "sé lo vuestro, yo os mando, sois mis marionetas, y vais a actuar sin que sepais quién demonios es el autor de las cintas ni que estáis participando en una película". En ese sentido sería como un dios (Zeus) haciendo la puñeta a los mortales que somos nosotros. Totalmente sobrenatural, ¡¡¡¡una nueva forma de terror sin duda!!!! Es un poco como la historia de Niebla, el libro de Unamuno, en el cual el personaje de Augusto se le revela al autor Unamuno, pero aquí sería al revés, es el director quien se revela al personaje.
Porque en Funny games, Haneke ya jugaba con la realidad y la ficción cuando uno de los secuestradores se dirige al espectador mirando a la cámara y acto seguido ¡¡¡rebobina la película!!! para matar a los dos secuestrados y salvar al otro secuestrador que había sido asesinado antes de rebobinar.
Es una teoría sólo, pero si fuera la real, chapeau al señor Haneke, quien se convertiría de esta manera en un absoluto genio del cine moderno. De todas formas, o lo es ya, o está haciendo oposiciones para el título.
13 de enero de 2009
13 de enero de 2009
292 de 358 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece un thriller pero no es un thriller, oiga, que el Haneke es un postmoderno que coge las estructuras de los géneros viejos y las retuerce para lanzar mensajes nuevos... mensajes pedantorros, eso sí, pero que no dejan de tener su gracia.
Y con la excusa de que no es un thriller voy a contar alegremente unos cuantos spoilers, ya aviso para que no se enfade la gente como cuando conté el final de Lost.
Y es que me apetece explicarles quién es "el malo" porque tras ver la peli ni yo ni mis amigotes teníamos la más remota idea (y mis amigotes son gente sagaz, uno de ellos entendió Mulhogand Drive a la primera), pero he realizado una agotadora labor de investigación por internet y ahora ya entiendo la peli y estoy muy orgulloso y me apetece contarlo para que el próximo espectador desconcertado que busque respuestas pueda encontrarlas aquí.
Y con la excusa de que no es un thriller voy a contar alegremente unos cuantos spoilers, ya aviso para que no se enfade la gente como cuando conté el final de Lost.
Y es que me apetece explicarles quién es "el malo" porque tras ver la peli ni yo ni mis amigotes teníamos la más remota idea (y mis amigotes son gente sagaz, uno de ellos entendió Mulhogand Drive a la primera), pero he realizado una agotadora labor de investigación por internet y ahora ya entiendo la peli y estoy muy orgulloso y me apetece contarlo para que el próximo espectador desconcertado que busque respuestas pueda encontrarlas aquí.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Resulta que alguien está acosando al prota (Daniel Auteuil, el del Corazón en invierno) y le manda cintas de video con largos planos secuencia fijos de la fachada de su casa, en los que se puede ver poca cosa a parte de sus idas y venidas, las de su señora (Juliette Binoche), las del hijo y las de algún vecino que pasa de vez en cuando.
Nada más empezar ya están él y su señora mirando una de las cintas y diciendo cosas como "¿Quién habrá sido? ¿Por qué? ¿Y cómo es posible que yo pasase justo al lado de donde parece estar la cámara y no la viese? ¿Cómo no me di cuenta? Nunca lo sabremos..."
Luego recibe videos de otras cosas y dibujos chungos y empieza a sospechar que le está acosando un pobre argelino al que puteó años ha, cuando ambos eran críos. Lo busca y se enfrenta a él, pero el argelino pone cara de sorprendido y dice que él no mandó las cintas.
Pero las cintas siguen llegando. En una de ellas se ve pasar un coche, que llega desde detrás de la cámara, y las fugaces sombras que se proyectan son las de un equipo de filmación profesional, no la de un pequeño psicópata con una cámara del Mediamarket. Si la película fuese de un director normal, esto podría considerarse una pequeña pifia, pero tratandose del zumbao del Haneke, quizá tenga alguna lectura profunda.
Porque luego el prota empieza a sospechar del hijo del argelino al que puteó de crío, pero también se enfrenta a él y también nos da a entender que no, que él no está para ir gravando cintas.
Y todos los espectadores, acostumbrados a los thrillers convencionales nos pasamos la peli intentando adivinar quién coño manda las cintas. ¿El argelino padre? ¿El argelino hijo? ¿El hijo del prota? ¿El hijo del prota compinchado con el hijo del argelino? (Estas dos hipotesis no tienen tampoco ni pies ni cabeza, pero bueno).
Pero el equipo de filmación que se intuye en las sombras es un equipo profesional, como si estuviesen rodando una peli. A ver si va a resultar que Haneke nos está diciendo que el malo es él, el cineasta, que quiere putear a sus personajes y al espectador para tejer una densa metáfora sobre la culpa particular y la culpa colectiva y le suda la polla la argumentación clásica.
¿Y cómo puede ser que los personajes no se den cuenta de que los están filmando?
Pues eso nunca lo sabremos, ya lo avisa el prota en la primera escena, no vale la pena estresarse con el tema.
Nota: notable.
Nada más empezar ya están él y su señora mirando una de las cintas y diciendo cosas como "¿Quién habrá sido? ¿Por qué? ¿Y cómo es posible que yo pasase justo al lado de donde parece estar la cámara y no la viese? ¿Cómo no me di cuenta? Nunca lo sabremos..."
Luego recibe videos de otras cosas y dibujos chungos y empieza a sospechar que le está acosando un pobre argelino al que puteó años ha, cuando ambos eran críos. Lo busca y se enfrenta a él, pero el argelino pone cara de sorprendido y dice que él no mandó las cintas.
Pero las cintas siguen llegando. En una de ellas se ve pasar un coche, que llega desde detrás de la cámara, y las fugaces sombras que se proyectan son las de un equipo de filmación profesional, no la de un pequeño psicópata con una cámara del Mediamarket. Si la película fuese de un director normal, esto podría considerarse una pequeña pifia, pero tratandose del zumbao del Haneke, quizá tenga alguna lectura profunda.
Porque luego el prota empieza a sospechar del hijo del argelino al que puteó de crío, pero también se enfrenta a él y también nos da a entender que no, que él no está para ir gravando cintas.
Y todos los espectadores, acostumbrados a los thrillers convencionales nos pasamos la peli intentando adivinar quién coño manda las cintas. ¿El argelino padre? ¿El argelino hijo? ¿El hijo del prota? ¿El hijo del prota compinchado con el hijo del argelino? (Estas dos hipotesis no tienen tampoco ni pies ni cabeza, pero bueno).
Pero el equipo de filmación que se intuye en las sombras es un equipo profesional, como si estuviesen rodando una peli. A ver si va a resultar que Haneke nos está diciendo que el malo es él, el cineasta, que quiere putear a sus personajes y al espectador para tejer una densa metáfora sobre la culpa particular y la culpa colectiva y le suda la polla la argumentación clásica.
¿Y cómo puede ser que los personajes no se den cuenta de que los están filmando?
Pues eso nunca lo sabremos, ya lo avisa el prota en la primera escena, no vale la pena estresarse con el tema.
Nota: notable.
28 de mayo de 2006
28 de mayo de 2006
199 de 224 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien en un primer momento, al finalizar la película, quedé con la sensación de no haber entendido nada, con el correr de los minutos empecé a encontrar un grupo de simbolismos que me permitieron armar una explicación histórica del argumento de la película y me abrió los ojos a una realidad subyacente que a primera vista no había percibido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Al finalizar la película me quedé con la sensación de no haber entendido nada. Sin embargo con el correr de los minutos, se me aparecieron montones de simbolismos con los que fui armando una interpretación histórica de la película. Sin embargo noto que quienes aquí la comentan no hacen referencia a lo que yo vi. Para mí, todo lo que sucede en la familia y en la sociedad es una gran metáfora sobre la problemática de los inmigrantes por la que están pasando en Europa desde hace años. La derrota del sueño sesentista de un mundo más justo en manos del primer mundo hace que después de 40 años, lo países que sufrieron la desigualdad vuelvan para reclamar aquello de los que se los privó. De la misma manera que el protagonista no acepta que el presente de quién le envía los videos es responsabilidad de su actitud de hace 40 años, los países desarrollados no aceptan que la miseria de los países más pobres del mundo está directamente relacionada con el sistema que ellos impusieron. Hoy se encuentran con que los más pobres les llegan de todos lados a pedir lo que de forma directa o indirecta les quitaron en el pasado cercano. No me parece casual el gallo muerto, tratándose de una película francesa, ni el niño que vomita sangre tratándose de inmigrantes africanos. Me parece mucho más que simples ejemplos. Por otro lado hay dos hechos que no me pasaron desapercibidos: la discusión con el negro que casi lo atropella con la bicicleta, en la que Juliette Binoche, interviene para decir algo así como: los dos tienen razón, ¿Por qué no discuten el problema para solucionarlo? y el hecho de culpar a los inmigrantes de la desaparición del hijo, sin aceptar que el problema está en el seno de la propia familia (¿o deberíamos decir sociedad?) Bueno, más allá de mostrar el problema de la desintegración social y familiar que en estos momentos está sufriendo la sociedad europea (al menos esto es lo que muestran todas las películas que vi en los últimos tiempos) me parece que Caché utiliza la familia como metáfora de la realidad social del país. Por último entiendo la última escena, como una metáfora de que los siguen observando, y si no se cambia la actitud probablemente en unos años vuelva a aparecer alguien para reclamarles lo que hoy les están quitando. Pero bueno, esta es una interpretación desde la Argentina, sobre una realidad que todavía no nos toca vivir, y vaya a saber si es realmente esto lo que se intentó mostrar en la película. Muchas gracias por compartir sus comentarios. Coke.
21 de septiembre de 2008
21 de septiembre de 2008
117 de 134 usuarios han encontrado esta crítica útil
1. Para provocar al espectador, cambiarle de sitio y en cierto modo interpelarlo, Haneke procede al enfriamiento glacial de la acción.
Durante los largos ratos de cámara quieta no sucede nada visible, pero se fragua tensamente una amenaza.
A la triunfante vida del protagonista llegan dibujos sangrientos y videos, cada vez más alusivos a comprometedores episodios de esa vida. Episodios pertenecientes a un pasado oculto, escondido.
El desarrollo del argumento es muy escueto, sin música y con pocas palabras. Los abundantes silencios crean un abismo, a llenar de suposiciones.
La información se dosifica con astucia; los acontecimientos se presentan con cálculo.
Algunos de los acontecimientos consisten en cintas de video, que el espectador conoce directamente e intenta encajar en alguna parte, lanzando hipótesis en busca de un sentido plausible.
Cuando en una escena que ni de lejos parece la del “The End” aparecen los rótulos, una mínima expresión de créditos, pequeñas letras blancas que descienden despacio y anuncian que el final ha llegado, el espectador se vuelca en un vértigo de mil conjeturas, intentando cerrar tantas incógnitas.
Hasta ahí, todo podía ser: apertura e intriga totales. A partir de ahí, comienzan las cábalas nerviosas, especulativas.
2. El relato funde lo individual y lo colectivo al trenzar un pasado personal culpable, sobrevenido como un callado maremoto, con una herida abierta en la sociedad europea: la tensión con el mundo árabe, la conflictiva integración de inmigrantes, campo de violencia latente en el tejido de la vida cotidiana.
Se nota en el tenso incidente con el ciclista negro; se recuerda con el prolongado noticiario sobre Palestina en armas que emite un televisor al fondo.
[Punto 3, sobre lo enigmático, en el spoiler]
Durante los largos ratos de cámara quieta no sucede nada visible, pero se fragua tensamente una amenaza.
A la triunfante vida del protagonista llegan dibujos sangrientos y videos, cada vez más alusivos a comprometedores episodios de esa vida. Episodios pertenecientes a un pasado oculto, escondido.
El desarrollo del argumento es muy escueto, sin música y con pocas palabras. Los abundantes silencios crean un abismo, a llenar de suposiciones.
La información se dosifica con astucia; los acontecimientos se presentan con cálculo.
Algunos de los acontecimientos consisten en cintas de video, que el espectador conoce directamente e intenta encajar en alguna parte, lanzando hipótesis en busca de un sentido plausible.
Cuando en una escena que ni de lejos parece la del “The End” aparecen los rótulos, una mínima expresión de créditos, pequeñas letras blancas que descienden despacio y anuncian que el final ha llegado, el espectador se vuelca en un vértigo de mil conjeturas, intentando cerrar tantas incógnitas.
Hasta ahí, todo podía ser: apertura e intriga totales. A partir de ahí, comienzan las cábalas nerviosas, especulativas.
2. El relato funde lo individual y lo colectivo al trenzar un pasado personal culpable, sobrevenido como un callado maremoto, con una herida abierta en la sociedad europea: la tensión con el mundo árabe, la conflictiva integración de inmigrantes, campo de violencia latente en el tejido de la vida cotidiana.
Se nota en el tenso incidente con el ciclista negro; se recuerda con el prolongado noticiario sobre Palestina en armas que emite un televisor al fondo.
[Punto 3, sobre lo enigmático, en el spoiler]
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
3. Hay un escondite virtual desde el que se observa, quieta y frontalmente, en largos planos, la casa del protagonista. También la cruel escena ocurrida en la infancia.
El escondite, desde el que se graban inquietantes videos de autoría misteriosa, es un punto de vista emboscado e inmóvil, próximo a la posición del espectador, quien se supone en el exterior de la película, viéndola desde fuera.
Haneke no parece de acuerdo con que esa posición sea tan exterior. De hecho, la integra en el film.
La enfoca en la culpa del protagonista y la ceba en sus remordimientos incontrolables.
¿No eres tú, que ves la película, quien está en el escondite?
¿No eres tú quien decide que probablemente el plan lo esté ejecutando el hijo árabe, sirviéndose de Pierrot, el hijo del protagonista?
¿No eres tú quien escoge entre las numerosas posibilidades que caben?
El escondite, desde el que se graban inquietantes videos de autoría misteriosa, es un punto de vista emboscado e inmóvil, próximo a la posición del espectador, quien se supone en el exterior de la película, viéndola desde fuera.
Haneke no parece de acuerdo con que esa posición sea tan exterior. De hecho, la integra en el film.
La enfoca en la culpa del protagonista y la ceba en sus remordimientos incontrolables.
¿No eres tú, que ves la película, quien está en el escondite?
¿No eres tú quien decide que probablemente el plan lo esté ejecutando el hijo árabe, sirviéndose de Pierrot, el hijo del protagonista?
¿No eres tú quien escoge entre las numerosas posibilidades que caben?
1 de mayo de 2006
1 de mayo de 2006
183 de 290 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me sorprende la poca o nula objetividad de la crítica a la hora de valorar las distintas películas vanguardistas y de autor en los últimos tiempos: Dogville, Hierro 3, Memento, 21 gramos, Old boy, Crash, El arca rusa, Pi, Elephant, El sexto sentido, etc. Soy de la opinión que aunque todas sean originales en mayor o menor medida, esa esencia no les otorga la puntuación de excelentes por innovadoras. Las hay muy buenas, peores y malas, pero para cierto sector de la crítica la innovación supone el aplauso obligado. Se haga lo que se haga. Y no puedo estar de acuerdo jamás. Y la crítica que se realiza de este tipo de films suele moverse por esos derroteros. La loa está constreñida por la característica creativa del film. Y una gran parte de los críticos que van de intelectualoides se afanan por ser los más cool garabateando chorradas. Pues bueno, pero yo no paso por ese aro.
Sólo apuntar un dato. Nuestro amigo "amor perro" (no se trata de un ataque personal) expone su queja por la frialdad con la que el respetable acogió el estreno del fim en el certamen de Valladolid ante la ausencia de aplausos (incluso abucheándola). ¿Y? ¿Los equivocados son ellos o qué? ¿Los críticos remunerados están por encima de las opiniones de los mortales? ¿De aquellos que sentenciaran a Gertrud en su momento y que sólo ellos en su empecinamiento continúaron su absurda guerra intelectual contra la plebe? Sólo imaginarme las críticas que sobre Caché firmarían en estas páginas aquellos compungidos sufridores... ¿Es qué alguno no ve razonable que la peña se queje porque no le han contado nada? ¿Excepto la de observar una realización notable que a mí personalmente me encanta aunque me siga preguntando... y no lo lapidaron por las calles pucelanas?
Resumiendo, la película me parece interesante fílmicamente hablando, pero su resolución me parece un insulto. Michael Haneke no es Jim Jarmusch. Y lo digo sin coñas. Técnicamente me pone, pero no se debe vacilar así al personal y luego sorprenderse por la respuesta violenta. El cine siempre ha sido y será como el fútbol: el socio siempre tiene razón, y la directiva, aunque patalee... jamás...
Sólo apuntar un dato. Nuestro amigo "amor perro" (no se trata de un ataque personal) expone su queja por la frialdad con la que el respetable acogió el estreno del fim en el certamen de Valladolid ante la ausencia de aplausos (incluso abucheándola). ¿Y? ¿Los equivocados son ellos o qué? ¿Los críticos remunerados están por encima de las opiniones de los mortales? ¿De aquellos que sentenciaran a Gertrud en su momento y que sólo ellos en su empecinamiento continúaron su absurda guerra intelectual contra la plebe? Sólo imaginarme las críticas que sobre Caché firmarían en estas páginas aquellos compungidos sufridores... ¿Es qué alguno no ve razonable que la peña se queje porque no le han contado nada? ¿Excepto la de observar una realización notable que a mí personalmente me encanta aunque me siga preguntando... y no lo lapidaron por las calles pucelanas?
Resumiendo, la película me parece interesante fílmicamente hablando, pero su resolución me parece un insulto. Michael Haneke no es Jim Jarmusch. Y lo digo sin coñas. Técnicamente me pone, pero no se debe vacilar así al personal y luego sorprenderse por la respuesta violenta. El cine siempre ha sido y será como el fútbol: el socio siempre tiene razón, y la directiva, aunque patalee... jamás...
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