Haz click aquí para copiar la URL

El viaje a ninguna parte

Drama. Comedia Franquismo, años cuarenta. En una compañía de cómicos de la legua medio emparentados entre sí, aunque no recuerdan con precisión cuál es su parentesco, surgen amores y desamores. Hay separaciones dolorosas y encuentros felices; el trabajo se entremezcla con el amor, los problemas económicos con los familiares, y el hambre con el sueño de alcanzar el triunfo. (FILMAFFINITY)
<< 1 7 8 9 10 12 >>
Críticas 56
Críticas ordenadas por utilidad
19 de junio de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El viaje a ninguna parte" es un magnífico homenaje a las compañías de teatro ambulante (los llamados "cómicos de la legua") que, hasta la irrupción del cine y de la televisión (Internet todavía quedaba lejos), fueron el principal entretenimiento ya no solo de las personas que vivían en el rural sino también de las que lo hacían en las ciudades de "provincias".
A su vez, el otro gran tema de la película sería el de la validez de los recuerdos, ya que esta se construye a partir del testimonio, ya de anciano, de uno de los componentes de dicha compañía, interpretado de forma más que correcta por José Sacristán, dándonos a entender, en ocasiones, que lo que se nos muestra en la pantalla puede no corresponderse exactamente con el relato del narrador, debido a que el paso del tiempo y la subjetividad del que narra muchas veces pueden distorsionar lo que se recuerda.
Además cabe señalar las buenas actuaciones de todo el elenco de actores, así como la acertada mezcla de drama y comedia en una película que acaba dejando un poso de tristeza al reflejarnos las desventuras de este grupo de actores, que nunca llegarán a estrellas, y que están viendo cómo el medio que les daba trabajo y sustento toca a su fin a causa de la llegada de la modernidad, es decir, del cine.
Sigo en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Boo Radley
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
12 de mayo de 2010
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En mi humildísima opinión, la mejor película del cine español, magnífico y ácido retrato (a la vez que homenaje) tanto de una época como de una profesión que (como muchas otras) fue barrida en cuatro días por la "modernidad" tras haber durado miles de años, los actores ambulantes, los "cómicos de la legua" (recuerdo que viendo esta peli mi padre me contaba que aún los había en los años 60, recorriendo los pueblos y montando representaciones a cambio de un plato de sopa). No sé si Fernán-Gómez se basó en experiencias propias, o sea, si él lo fue, pero no me extrañaría porque ese era como un hombre del Renacimiento, todo lo hizo, todo lo sabía hacer.
Eso sí, lo mejor por encima de todo son los actores, uno de los mejores repartos jamás reunidos, encabezado por un Sacristán más contenido que de costumbre y un magnífico Gabino Diego. El final deja cierto mal sabor de boca ("nunca has salido en ningún cartel ni programa, nunca has protagonizado nada, nadie te recordará"), seguramente si la peli fuera americana no sería tan patético, pero esa es la realidad; ese fue el mérito del cine español de los 80, ser realista sin ser a la vez aburrido (de ello podrían aprender muchos directores de hoy día). Mucha mi...¡¡¡
Roosevelt
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de enero de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca actores tan mediocres hicieron una peli tan buena. A mí José Sacristán me parece buen tipo. Demasiado solemne como actor y como persona, pero majo. Juan Diego me parece un "echao p'alante". Tira para adelante con lo que sea y como sea, lo cual es admirable, cómo no. No me parece gran actor, aunque algunas de sus actuaciones son admirables, como en la última parte de esta película.

Este "Viaje a ninguna parte" no es sólo la historia de estos actores. Es la historia de una posguerra de hambre y miseria para gran parte de la población española. De comer todos los días lo mismo, si es que no faltaba ese día un plato en la mesa. De comprar ropa nueva una vez al año. De miseria y malvivir. Y para sobrellevar esa vida, sólo quedaba la esperanza y la fantasía, como al protagonista de esta historia.

"Somos vagabundos", le decía su pareja. Esta película es del 1986 pero cuenta historias de tres lustros antes. Ahora, pasados cuarentimuchos años, la historia se repite, con sueldos que apenas dan para vivir dignamente, trabajos esclavos, emigración y, lo peor, esperanzas rotas. Al menos los vagabundos conocían mundo y abrían la mente. Me parece más exacta la frase "somos muertos de hambre".
echulin
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de marzo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La he visto hace un porrón, hace menos porrón, hace muchísimo, mucho y algo menos de mucho. Me impresionó muchísimo y me sigue impresionando la misma cantidad de muchísimo cada vez que la veo.
Una película sobre la España profunda de una época, ciertas reflexiones sobre el oficio de actor (y en general, de todas aquellas profesiones que exigen estar tirados por la carretera, dependientes del aplauso para comer y trabajan mientras los demás se divierten, se me ocurren determinada clase de músico, por poner un ejemplo). Lo que puede significar ser actor, cuando se es un actor que no es "estrella".
Retrato de una época y del paso del teatro al cine en clave de comedia desangelada y triste. Todo eso está encerrado en esta película coral con reflexiones sobre una España y un oficio, hechas desde el desencanto más profundo.
Leí el principio de la novela, en papel. Pero me la había prestado una persona con la que me enfurruñé y me quedé sin novela a la mitad. Lástima!. Quizás lo pueda remediar ahora.
La película la considero personalmente una obra maestra, de esas que dejan un sabor muy amargo en la boca pese a sus momentos jocosos, entre los que destacan los problemas de un actor de teatro para adaptarse a los nuevos requerimientos interpretativos de un incipiente cine, y cómo todas sus tablas jugaban a la contra. Todos sus "trucos del oficio", pasan en el nuevo medio, a ser vicios a erradicar, imposible para aquellos que llevan una vida actuando y pisando carreteras en medio del hambre y el frío.
Escena tremenda en su significado, esa cámara pasando de Gabino Diego expresando su opinión del oficio de actor en una única y demoledora palabra, a la cámara enfocando a los actores en cuestión, componiendo casi una escenificación grotesca y triste de esa opinión. Esa escena no la olvidé más.
Aunque se desarrolle en otro momento histórico, que también retrata muy bien, la recomiendo especialmente para aquellos que crean que ser actor es decir dos frases monas, que te pinten los maquilladores y salir en los periódicos.
La considero de visionado imprescindible. De esas que hacen que tu visión de las cosas crezca.
Choco
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de febrero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
..."Viven desnudos / duermen vestidos / beben la vida a tragos / Son calumniados / son maltratados / como dioses de barro / comicos..."
Este extracto de una poesía define este film sobre una familia humildisima que recorría los teatros de tercera en España, que tan bien conocía el genial F. F. Gómez...
"El viaje a ninguna parte" cuenta la historia de un grupo de actores cómicos: tienen que viajar a pie de pueblo en pueblo buscándose la vida.
La película es un duro retrato de la pobreza española durante el franquismo, y también es un buen retrato de la dura vida de los actores que tienen que actuar como extras en tantas escenas como pueden.
Esta película está dirigida por Fernando Fernan-Gómez, quien también hace un papel; posiblemente sea uno de los genios del arte español en el SIGLO XX.
Ganó los Goya (Premios de la Academia Española) a la mejor película de forma merecida en el año 87.
camegcat
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 7 8 9 10 12 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    Todos los días son fiesta
    1937
    A. Edward Sutherland
    arrow