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Voto de echulin:
7
7,7
12.628
Drama. Comedia
Franquismo, años cuarenta. En una compañía de cómicos de la legua medio emparentados entre sí, aunque no recuerdan con precisión cuál es su parentesco, surgen amores y desamores. Hay separaciones dolorosas y encuentros felices; el trabajo se entremezcla con el amor, los problemas económicos con los familiares, y el hambre con el sueño de alcanzar el triunfo. (FILMAFFINITY)
5 de enero de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca actores tan mediocres hicieron una peli tan buena. A mí José Sacristán me parece buen tipo. Demasiado solemne como actor y como persona, pero majo. Juan Diego me parece un "echao p'alante". Tira para adelante con lo que sea y como sea, lo cual es admirable, cómo no. No me parece gran actor, aunque algunas de sus actuaciones son admirables, como en la última parte de esta película.
Este "Viaje a ninguna parte" no es sólo la historia de estos actores. Es la historia de una posguerra de hambre y miseria para gran parte de la población española. De comer todos los días lo mismo, si es que no faltaba ese día un plato en la mesa. De comprar ropa nueva una vez al año. De miseria y malvivir. Y para sobrellevar esa vida, sólo quedaba la esperanza y la fantasía, como al protagonista de esta historia.
"Somos vagabundos", le decía su pareja. Esta película es del 1986 pero cuenta historias de tres lustros antes. Ahora, pasados cuarentimuchos años, la historia se repite, con sueldos que apenas dan para vivir dignamente, trabajos esclavos, emigración y, lo peor, esperanzas rotas. Al menos los vagabundos conocían mundo y abrían la mente. Me parece más exacta la frase "somos muertos de hambre".
Este "Viaje a ninguna parte" no es sólo la historia de estos actores. Es la historia de una posguerra de hambre y miseria para gran parte de la población española. De comer todos los días lo mismo, si es que no faltaba ese día un plato en la mesa. De comprar ropa nueva una vez al año. De miseria y malvivir. Y para sobrellevar esa vida, sólo quedaba la esperanza y la fantasía, como al protagonista de esta historia.
"Somos vagabundos", le decía su pareja. Esta película es del 1986 pero cuenta historias de tres lustros antes. Ahora, pasados cuarentimuchos años, la historia se repite, con sueldos que apenas dan para vivir dignamente, trabajos esclavos, emigración y, lo peor, esperanzas rotas. Al menos los vagabundos conocían mundo y abrían la mente. Me parece más exacta la frase "somos muertos de hambre".