Una vida a lo grande

Una película demasiado errática y totalmente engañosa si uno se guía por lo que muestra el título en castellano o lo por que se ve en los trailers. Que, por cierto, muestran imágenes que no aparecen en la película, precisamente imágenes que ayudan al despiste.

El principal problema es que la película se toma demasiado tiempo en llevarte a la parte más interesante. Tanto como que tiene que transcurrir más de media película. Demasiado lenta para lo que está contanto. Da la sensación que con media hora menos de esta parte el asunto podría haber ido mucho mejor, pero es precisamente la parte que se vende en las promociones y, quizás, el camino que toma la historia no ha sido del agrado general. La película ha sido un fracaso ya que, hasta ahora, ni siquiera ha cubierto los costes de producción.

A pesar del aburrimiento general del principio, algo hay que se pude salvar. Véase todo el proceso de miniautización que sufre Matt Damon y los demás aspirantes, la forma en que ve todo esto es brillante. Y tiene su aquél si tenemos en cuenta dónde trabaja el protagonista. No diré más, aunque tampoco es que haya mucho más. Incluso hubo un momento en que pensé en cortar la película para terminar de verla en otro momento, pero, es aparecer Hong Chau en escena y la película cambia radicalmente, se me hace mucho más interesante. Y no solo por el giro de la historia, también porque la actriz es, con diferencia, lo mejor de la película.

No esperaba gran cosa de esta peli: pasar el rato ante una idea de ciencia ficción curiosa, y nada más. Pero la película va mucho más allá del cuentecillo de reducir a un ser humano al tamaño de una Barbie, de la estética de la miniatura y de la distopía.

Para mí la película habla de identidades, de idealismo y lavados de conciencia, de postergación y grandes propósitos futuros que sirven de excusa para aplazar la acción individual en el presente. La película habla de detalles, de vidas pequeñas que construyen una cadencia, al margen de grandes logros que vengan a salvarnos de nuestra propia inacción.

Un cuento interesante, con más fondo del que puede parecer al juzgarlo solo por su portada.

Lo bueno de esta película es que tienes tres o cuatro pelis por el precio de una.
Tienes la comedia de ciencia ficción que divierte y entretiene.
Tienes el retrato de la desigualdad social; unos pocos se lo pasan bomba mientras la mayoría lucha por sobrevivir.
Tienes el regreso a la Arcadia, lugar de pureza, felicidad, sencillez y mucho amor. Asistimos a la celebración festiva de dríadas, ninfas, algún sátiro desatado y otros espíritus de la naturaleza.
Tienes el ultimátum apocalíptico: si no reaccionamos pronto, muy pronto, quizás nos hallemos al borde de la extinción.
Míster Payne quería contar muchas cosas y vaya si lo ha hecho. Tal vez sea la película con más mensajes por metro cuadrado de los últimos años.
¡Ay, reconozco que prefiero un mensaje, o medio, o ninguno si puede ser!
¿Dónde la magia de "Nebraska"?

Película admirable, que inicia con una idea atrayente; pero pinta que va a volverse una payasada con el paso de los minutos. Te dan ganas de parar de contemplarla; pero prosigues porque hay Matt Damon en ella; y no puedes creer que trabaje en una película detestable después de su extraordinaria “saga Bourne”. Sin embargo hay un giro inesperado de guión de repente; y otro a continuación, y así todo el tiempo… Se transforma en una especie de aventura o viaje adictivo, que te atrapa hasta el final, con violencia “cero”, y sin villanos; lo cual me parece excelente; y atípico del cine de Hollywood.

Habla de tantas cosas "Una vida a lo grande", y lo hace además de manera tan poco cohesionada entre ellas que, fruto de ello, acaba generando seguramente unas dudas que, de normal, no debería haber generado.
Alexander Payne empieza hablando de la crisis de la mediana edad. Cuando lo exprime lo suficiente, no dando ya para más, pasa a otra cosa completamente diferente. La crisis de la mediana edad también, sí. Pero ahora la del planeta. Y así las casi dos horas de metraje.
Y si a todo eso le añadimos un concepto que, ya de primeras, va a estar por encima de cualquier otra cosa que venga luego, aunque posteriormente lo dejes como mero macguffin, pues imaginen.
Pero vamos. Aun problemática, me ha gustado esta historia que va de "Ant-Man" (Peyton Reed, 2015) a "No mires arriba" (Adam McKay, 2021) pasando por "Midsommar" (Ari Aster, 2019).