Almas de metal

Mítica cinta de ciencia ficción que no parece haber envejecido nada mal. Un mundo idílico al servicio de las vacaciones de los más pudientes: ir de vacaciones al salvaje Oeste. Una idea en sí misma delirante, pero que da muchísimo juego al guión y al discurso cinematográfico.
Es una auténtica vacilada de cinta, con una imaginación prodigiosa y anticipándose muchos años a Matrix y otras cintas futuristas como "Cuando es destino nos alcance", de Fleischer.
Es un entretenimiento más que divertido, que además permite reflexionar sobre algunas cosas: la realidad que nos vende el mundo consumista, los límites de la realidad y del entretenimiento y la diferencia entre el bien y el mal, que es, probablemente, el tema de nuestro tiempo.
Me ha gustado Yul Brynner, en un papel difícil para todo un vaquero, para un hombre de raza siempre especializado en papeles de hombre viril, duro y con un marcado carácter. A Richard Benjamin no lo tengo por un actor conocido, aunque sí tiene una buena cantidad de cintas y no le ha faltado trabajo. Mejor James Brolin, con una apostura y una guapura 'reventona' descomunal. Tenía que ser un hombre muy guapo, muy apuesto.

Obra maestra con letras mayúsculas. Michael Crichton, basado en la novela homónima escrita por él mismo, nos deleita con uno de las mejores películas de ciencia ficción jamás creadas y sobretodo demuestra que no se necesita de gran tecnología ni efectos visuales ni sonoros para hacer una película de este tipo.

Sin lugar a duda es una crítica al ser humano como creador, que desafía la naturaleza y desea crear vida, de alguna u otra manera. Somos partícipes de unas aparentes vacaciones en un centro de diversiones que simula tres etapas de la historia: El viejo oeste, la Roma pagana y el Medioevo. ¿A quién no le gustaría vivir una experiencia inolvidable? ¿A quién no le gustaría vivir en carne propia cosas que hemos visto en televisión, cine o hemos leído en libros? Parece una idea maravillosa e imposible de rechazar, ¿pero qué tal si todo se sale del control?, ¿qué tal si estos robots empiezan a pensar y seguir sus instintos? ¿Las vacaciones se volverían un infierno? ¿Te lamentarías o lucharías por tu vida?

El guión fue impecable y original. La fotografía y los escenarios estuvieron muy decentes. En cuanto al elenco, todos actuaron muy bien, en especial Yul Brynner (Gunslinger), un verdadero villano que temer.

Adaptación al cine, por parte del afamado Michael Crichton, de una de sus propias novelas. Crichton dirige y escribe "Almas de metal" (al igual que hizo después con "El gran asalto al tren), una original historia de ciencia ficción ambientada en lo que podríamos denominar el mejor parque temático del mundo. Se trata de un lugar que acoge tres escenarios, el Salvaje Oeste, el Imperio Romano y la época Medieval, de forma que los clientes viven aventuras completamente reales, rodeados por robots que hacen las veces de personajes de época. El citado parque es tan perfecto que tiene gran repercusión y supone un gran negocio para sus creadores, hasta que llega un momento en que las máquinas se revelan. Actualmente el argumento puede parecer un tanto trillado, pero hay que tener en cuenta que la película es de 1973 y ha servido como inspiración a numerosos films posteriores dentro del mismo género. Es una película entretenida, con buenos efectos especiales para su época y el encanto especial de la visión futurista que se tenía en los años 70. Recomendable para nostálgicos del séptimo arte.

'Almas de metal' es una peli de culto, y eso siempre hace que se infle su puntuación. A mí me ha gustado, pero me hubiese gustado más si no me la hubiesen destripado en un episodio de los Simpsons, cuando van a Rascapiquilandia.

Teniendo en cuenta que la película es de 1973, la tecnología punta que se muestra es la de aquella época: ordenadores grandes como armarios y que usan cintas magnéticas para almacenar la información. Lo mejor: la calidad de imagen de los robots, con píxeles como puños. Difícil creer que con esa resolución puedan acertar al disparar. Los "efectos especiales" cuando reparan los robots podría hacerlos yo mismo, porque juegan con la posición de la cámara, mayormente.

Entretiene, y Yul Brynner está genial en su papel de robot malvado, pero para el siglo XXI, se queda cortita.

Her. La invasión de los ladrones de cuerpos. Terminator. Gamer. La casa de cera.

La tesis podría ser que el hombre es tirano y vanidoso por naturaleza. Busca la violencia y mujeres (en su defecto lo más que se le parezca) que lo complazcan sexualmente.

Michael Crichton entiende bien los deseos soterrados de una especie que al ser forzada a vivir en una sociedad relativamente civilizada se ha visto privada de la libertad, de dejarse llevar por sus impulsos más básicos (ejercer la violencia, el sexo y el deseo de 'entonarse' para de este modo acercarse con mayor naturalidad a ese estado primitivo, censurado a la fuerza por el gobierno, más primario) y plantea una premisa en la que tengan la posibilidad de darles rienda suelta sin ningún tipo de consecuencias en un microcosmos artificial. Es, efectivamente, el parque temático perfecto para adultos, raro me parece que no exista algo parecido en la realidad, algo tan realista pero que a la vez sea 'inofensivo', pienso que clientes no faltarían.

Hasta ahí los elogios, la presentación está bien, al principio tiene su atmósfera, pero el desarrollo lo encuentro abrupto, falto de sustancia. De intriga psicológica deriva en una aventura de acción pero sin la tensión adecuada, como apuntan por ahí (yo pensé exactamente lo mismo), es como si se les hubieran acabado los medios a la mitad. No es mala pero tampoco buena, como curiosidad vale pero poco más.