Nuevo orden

Os propongo que tengáis el atrevimiento de ver "Nuevo orden", la nueva película del director mexicano Michel Franco, yo todavía recuerdo el impacto que me produjo el visionado de "Después de Lucía", película del 2012 que recomendé en su día, y que contiene las líneas maestras de dirección del denominado enfant terrible del cine mexicano.

El estreno de "Nuevo orden", le ha valido además de para recibir el Gran premio del jurado en el Festival de Venecia, crear una gran polémica en su país de origen, ya que a pesar de que la película es una distopía, muestra una imagen bastante penosa del sistema político mexicano. A su vez, fuera de sus fronteras, la película ha sido tachada de superficial y artificiosa, y que busca epatar al espectador con golpes de efecto llenos de violencia.

A mi modo de entender, "Nuevo orden" tiene muchísimas lecturas según el espectador que la vea, y si bien es cierto que el director busca crear un shock en el espectador (ejercicio habitual en el cine de Michel Franco, lo cual no debería sorprender a nadie), también es muy cierto que nos muestra una situación desde un punto de vista poco habitual en el cine, el de la clase pudiente, y se suceden situaciones en las que el espectador tiene bastante que reflexionar. Así que a los críticos que tachan de superficial a la película les recomendaría que la volviesen a ver y rascasen un poco en la superficie porque van a encontrarse con un alegato bastante serio contra los sistemas políticos que imperan en este mundo, el resurgimiento del fascismo, la diferencia cada vez más abismal entre clases sociales, y el poder del ejército, entre otros aspectos que bien pueden resumir la situación de este globalizado mundo en las últimas décadas.

"Nuevo orden" nos cuenta la celebración de una boda de alta alcurnia, la de la familia Novello, en su mansión los invitados disfrutan del evento obviando que a muy pocas calles del lugar, se viven violentas protestas de las clases desfavorecidas que están a punto de originar un golpe de estado, que va a derrumbar al poder establecido y crear un nuevo orden. El director nos muestra la historia fundamentalmente a través de Marianne la joven novia, y de Cristian y Marta dos de sus innumerables sirvientes.

Desde el comienzo el caos y la violencia se adueñarán de la película, y nos mostrarán como en una situación crítica, casi de guerra civil, se manejan los poderes fácticos y las clases privilegiadas y hasta que punto les afecta una situación tan al límite. Por supuesto a pesar de que no sean los protagonistas, también podremos comprobar cómo actúan los desfavorecidos cuando estalla la revolución en lo que se ha convertido esta brutal distopía que nos retrata un México corrupto, podrido por dentro, muy acorde con las noticias que nos llegan desde allí repletas de desapariciones y muertes por la guerra del narcotráfico, y muy alejadas de las que el Gobierno mexicano quiere proyectar al exterior de país moderno y paraíso turístico, así que no es de extrañar que la película haya sido vilipendiada en su país de origen.

Espero que no te ocurra con esta película, que los árboles no te dejen ver el bosque a pesar de no contar con apenas información previa de los hechos, aparte de los golpes de violencia, el caos y el desorden, a través del humo de los cócteles molotov, se puede vislumbrar el estado de un sistema político, económico, militar y social en un país que aunque sea México bien podría ser en un futuro no muy lejano otros muchos.

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Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura

Disparar a los ricos tiene premio. Como en las tómbolas. Que en un gran festival se premie un film como este, solo significa que los grandes festivales son poco más que tómbolas.

Si a "Joker" le quitan al joker psicótico y a de Niro queda, más o menos, "Nuevo orden". Si aquella era mala, por plana y demagógica, pueden imaginar lo que es esto.

El argumento es simple (o, peor, simplón).

No sé porque ciertos directores no van más allá de lo que su historia pretende contarnos, nos ponen limitaciones que ni siquiera tienen que ver con el presupuesto o presiones externas, sobre todo para la película que vamos a ver en Nuevo Orden, se necesita un orden más lógico y una razón específica a lo que esta sucediendo, ya que trata un tema muy tratado con pinzas sobre todo en latinoamerica, me refiero al clasismo, yo como parte de esta sociedad lo puedo afirmar, en nuestros países casi no se habla de racismo sino de división de clases.

Nuevo orden va a eso, un caos en un México distópico que razones no dan ninguna por eso mi nota, que va hacia un ataque exacerbado a la clase élite y las diferencias "raciales" que eso lleva, así como en mi país en México la diferencia de clases esta entre la élite que siempre va a ser el mestizo más blanco con descendencia española o europea por así decirlo, y la clase trabajadora o servidumbre en general el mestizo que va más hacia el lado indígena, los rasgos son muy marcados así como su cultura, la película nos muestra una rebeldía hacia la discriminación de ambos lados a sus distintas maneras, para sacar provecho por un lado o por otro para esclavizar y humillar, eso y más esconde Nuevo Orden que para mi debía ser explotado de mejor manera su guión, ya que trata un tema digno de debate y que en cine no esta mal.

La nueva y aparente normalidad estable de brotes puntualmente controlados y vida social anecdótica se está viendo acompañado de un panorama cinematográfico desolador, con escasísimas novedades de interés cada semana en plataformas y unas salas de cine destinadas a reestrenos, homenajes y restauraciones de clásicos. Los estrenos de miga aterrizan a cuentagotas, y en su mayoría siguen siendo rezagadas del curso 2019-2020. No resultará complicado imaginar para los lectores habituales de esta web que el que suscribe estas líneas arde en deseos de desentrañar lo que tengan que ofrecer los grandes títulos del circuito festivalero del verano y otoño pasado. En la entrada de hoy se hará lo mejor posible para analizar cómo se merece al primer gran estreno del 2020, la película merecedora del Gran Premio del Jurado en la pasada edición del Festival de Venecia. Es Nuevo orden, la nueva película del realizador mexicano Michel Franco. Una película de temáticas candentes recibida de manera dispar por la crítica e incluso hostil por el público, siendo ya un trabajo polémico antes siquiera de haber sido vista por la mayoría de la población. No negaré que ansiaba disfrutar de este trabajo, ofreciendo unas características tonales que habitualmente me suelen convencer y habiendo disfrutado de una obra previa de Franco, Chronic. El filme es realmente duro, y sin duda no es para todo el mundo, pero merece realmente la pena. Un drama quizás simple en sus implicaciones temáticas y morboso en sus estrategias expositivas, pero muy eficaz a la hora de suscitar conversaciones y provocar reacciones fuertes, algo que servidor valora mucho en una película.

Luce un día soleado en México D.F., y Marian y Alan celebran plenos de entusiasmo su boda, rodeados de algarabía y festejo en la opulenta casa de sus padres, donde acuden todo tipo de invitados de la flor y nata de la sociedad. Mientras tanto, se respira un ambiente tenso y enrarecido en la ciudad, donde están teniendo lugar unas envalentonadas manifestaciones. Muy pronto, la calma chicha y tensión gangrenada del ambiente de la boda se verá contaminada por unos acontecimientos de consecuencias irrevocables. Un drama cargado de acción y conflicto sobre la cara más oscura del hombre. Una alegoría sobre esa salvaje faceta animal de nuestra raza como condición inalienable llamada a destruir toda estabilidad social desde dentro. El hombre como peor enemigo del hombre, un mosaico de grises sin culpables ni víctimas claras donde el poder no es sino la potestad o legitimidad para usar indiscriminadamente la violencia. La violencia, arrollo y intimidación por el placer intrínseco de los mismos. Un relato tan distópico como netamente realista y prácticamente vigente en el que la vida humana es dispuesta con suma ligereza y es más frágil que nunca. Un trabajo que destaca por el contundente impacto de su ejecución. Encomiable trabajo de producción, que consigue transmitir cierto realismo a los hechos recreados (aún sin tratarse de un filme realista) en un puñado de estampas memorables. Funciona mejor en su faceta de olla a presión, de laberinto estrecho de tensión lacerante en aumento constante, palpable en particular en las excelentes secuencias de la boda. Un largometraje, en suma, de atractiva realización y descarnada violencia que te apela como espectador, situándote en una incómoda situación de vulnerabilidad y desconcierto.

Es una postura razonable la de aquel espectador que sólo está dispuesto a tolerar el sufrimiento en una sala de cine si es por un bien mayor, o si la recompensa final que reserva el argumento compensará todo martirio. Y en el caso de Nuevo orden esta reserva presenta sumo sentido, pues es una propuesta de violencia por violencia, en la que la crueldad característica del estilo de Franco es el propio tema de estudio. No en vano, es un filme que nos nos da respiro ni certezas, y desafía en todo momento cualquier expectativa que nos pudiéramos construir por el camino sobre su trama. Es un filme planteado como un tortazo, y por consiguiente abrupta. Excesivamente abrupto es su final, ya que acaba de repente más que concluye sin acabar de desarrollar con suficiente cuerpo sus temas planteados. Aunque siendo honestos, quizás esta nunca fuera su intención.

Revulsiva, feroz y cortante, Nuevo orden no da las respuestas que esperábamos, pero nos sacude con una fuerte experiencia cinematográfica que nos desafía a la hora de posicionarnos.

La película es muy interesante por la historia que plantea, no tanto por su realización, a mi juicio. Soy de la opinión de que el caos ya nos alcanza en este siglo XXI, aunque se mantiene en equilibrio sobre la cuerda floja del bienestar de algunos a costa de otros; del lujo de pocos a costa de muchos. A pesar de todo, pienso también que el sano juicio y la honestidad de la mayoría social sostiene el edificio de la convivencia, si se quiere viciada de aluminosis grave.
Esta película no acaba de posicionarse planteando la tragedia -quién sale ganando aquí-, premeditadamente según su director, y me parece muy bien que así lo haga. Nos muestra el caos total, no se detiene en insignificantes revoluciones. Nos lanza a ese caos que, en ocasiones, disfrazado de bonanza, acecha a la vuelta de la esquina.