Constantine

"Impresionantes efectos visuales, desde un comiezo tornado algo aburrido hasta un descenlace totalmente inesperado. La obra perfecta para aquellos que gusten de films realmente hasta un punto locas e inentendibles"

Constantine es una película difícil de catalogar. Un exorcista, (Keanu Reeves) con poderes sobrenaturales que ha visto la muerte muy de cerca, lucha con toda su sabiduría contra los demonios de los infiernos que atacan y poseen a los mortales indefensos, para ganarse el perdón divino y poder ingresar en el cielo.
Constantine no es un film fácil de entender ni de digerir, es confuso y enrevesado, con un guión complicado que pone al espectador caminando por encima del delgado filo de la comprensión. Pese a todo también es brillante, de una gran riqueza visual y de una estética vanguardista que no dejará a nadie indiferente. Keanu Reeves interpreta un personaje atormentado y solitario de manera impecable, donde la Rachel Weisz tampoco se queda a la zaga.
Conclusión, hay que verla para juzgarla con justicia.

La eterna lucha del bien y el mal, el arcángel Gabriel de por medio una vez más, y predecible hasta la saciedad. A ratos pensaba que estaba viendo un episodio de 'Embrujadas' pero con efectos digitales en lugar de máscaras de goma y maquillaje barato.

Constantine se arma con agua bendita, cruces, cajas de cerillas con grillos, armas y munición caseras y sale a la calle a matar demonios. Si le das una capa de betún sería el mismísimo Blade en persona. Sus compañeros uno a uno... bueno, no voy a contar nada de ellos, pero también está muy visto.

De un tiempo a esta parte, las películas de temática religiosa me fastidian cada vez más. No soporto el halo místico y las mismas patrañas de siempre. Debe ser que soy un pecador (de la pradera, añadirían algunos).

Creo que he soportado la película hasta el final porque los protagonistas se encuentran entre mis favoritos, pero hace méritos para dejar de verla desde que se encuentra con Gabriel por primera vez.

Sin duda, merece la pena verla. Trata un tema que en buenas manos resulta cuanto menos interesante, y en esta película está más alla de tal adjetivo; un film capaz de engancharte con sólo ver el trailer.
El protagonista (Keanu Reeves) da un completo realismo al personaje, y el resto del reparto es aceptable, lo que permite meterse en la historia y disfrutarla; pero no todo es positivo, a pesar de lo atractivo del argumento no es capaz de llenar, como un vaso de agua que no te quita la sed, y la verdad es una lástima porque es de un buen manantial.

'Constantine' no va a pasar a la Historia. Pertenece a la era visual post-Matrix, y en su argumento subyacen matices ya vistos con anterioridad, ya sea por su tratamiento informal de lo religioso, por sus lagunas metafísicas, o por el simple hecho de que fuerza el romanticismo en un final edulcorado made in Hollywood. Pero su aire por momentos siniestro y por momentos ridículo merece al menos 2 horas de nuestra atención. Ya no por su capacidad para entretener, sino porque hasta sus defectos pertenecen al atrevimiento y la desinhibición, y el Cine, hoy por hoy, necesita proyectos valientes y desinhibidos.