Tokarev

Con todos mis respetos a su director el señor Paco Cabezas que sabe que lo sigo y admiro muchísimo, no podía esperar más y le hincado el diente a su último trabajo "Tokarev", intentaré no hacer espoilers ni desvelar el contenido de la cinta para que la gente se anime a verla pues aun con sus cagadas, que las tiene, es una buena película.
¿Por donde comienzo?, pues por lo fundamental, lo que todo el mundo quiere saber, ¿de que va?, bien la historia que se ofrece es la de un grupo de amiguetes-mafiosillos retirados del cual Nicolas Cage, es el cabecilla. Todos parecen llevar una vida feliz y maravillosa lejos del crimen hasta que un día Cage llega a casa con su mujer y se encuentra que su hija adolescente la cual se había quedado con unos amiguetes de fiesta en casa ha sido secuestrada.
La policía comienza a investigar y Cage hace lo mismo por su cuenta, reúne a los colegas y comienza a repartir estopa intentando averiguar quien tiene a su hija y donde la tiene, todo apunta a un antiguo ajuste de cuentas.
La investigación parece que no avanza, nadie consigue averiguar nada ni Cage y sus compinches ni la policía hasta que la hija aparece muerta víctima de una bala disparada por una pistola Tokarev.
Y hasta aquí puedo contar... Desvelar más sería destrozar quizás lo único que tiene de genuino y diferente este films de otros tantos.
La dirección por parte de Paco es bastante discreta e incluso hay una escena que diría yo que la copia de Desperado (1995) pues la ejecución es la misma, al igual que la posición de cámara y lo que se transmite, sin embargo el trabajo de Paco pese a ser discreto en cuanto a planos y escenas se distingue por la soberbia labor a la hora de mostrar el guión, la historia, es distinta al resto, AVISO, esta no es la típica peli de acción resuelta con cuatro tiroteos, tres peleas y dos persecuciones, que las tiene y precisamente no son el plato fuerte, este es un trabajo más profundo, más oscuro, tiene muchísima carga dramática y todo se muestra tan tan serio y duro que el espectador pronto empatiza con la historia y con el protagonista.
El guión y la historia esconden muchos secretos, envuelven al espectador y lo atrapan, esconde un final del carajo que te deja perplejo y por si no terminas de creértelo te dan más y más motivos para que te lo creas según avanzan los créditos finales.
Paso al reparto por el que comienzo mencionando lo malo, pues actores como Danny Glover no pintan una mierda en el film, son totalmente reemplazables y están puestos como puro reclamo comercial, Max Ryan y Michael McGrady son los acompañantes de Cage, molan y en conjunto parecen algo así como Los Tres Mosqueteros, Rachel Nichols está guapísima y su interpretación es más que aceptable, tiene una escena brillante donde la veremos al 100% exprimiendo el dolor de su personaje, los malos gustan porque infunden respeto, destacan Patrice Cols, Brent Nevison, Tom Waite o Pasha D. Lychnikoff, una mafia muy lograda, convincente muy al estilo Promesas del este (2007), ¿y Nic?, ¿como está Nicolas Cage?, pues gusta y mucho, desempeña su papel como el gran profesional que es y pasa por distintos niveles interpretativos a los largo del metraje, mostrando, alegría, tristeza, dolor, mucho dolor, ira, rabia, pena..., está fantástico y carga todo el peso del film a sus espaldas, también reparte leña como el que más y pelea con su cuchillo de forma brutal e impresionante, se puede decir con total libertad que "es lo mejor de la película" y si merece mucho la pena verla es por el, OJO, también tiene su momento bochornoso y con esto me refiero a una carrera, una persecución, no es que esté mal filmada pero o los planos no son los correctos o el montaje es muy malo Cage no vale para que lo filmen corriendo tiene una imagen realmente patética y esa secuencia, esa escena debería haber sido filmada o mostrada de otra forma pues es un gran cagancho dentro del producto que resta valor al personaje, pelea como un bestia, se mueve de forma ágil y a la hora de correr no tiene coordinación ninguna.... Ahí amigo Paco la has CAGADO.
Del apartado técnico ¿que decir?, pues que se ha hecho lo que se ha podido sin embargo es innegable que se ha quedado muy pero que muy corto, el montaje deja mucho que desear, la fotografía se puede dar por válida aunque no encaja con la historia, los escenarios y decorados donde se desarrollan las escenas de acción son verdaderamente muy cutres y similares a los de una Serie B, los efectos especiales a la hora de los disparos idem, las explosiones muy controladas y simplonas, en apariencia nada llamativo ni espectacular hasta que se llegan a las escenas de lucha, de peleas, las cuales son brutales y merecen muchísimo la pena, al igual que la persecución en coche pues aunque es muy simplona está muy bien filmada.
En conjunto es una buena película, con muchas sorpresas, hecha con ganas cosa que es de agradecer, entretiene pese a ser un producto lento con chispazos violentos, divierte y engaña pues nada es lo que parece así que si tienes la oportunidad no dejes de verla, si te gusta el cine de los 80 esta película va a llamar mucho tu atención pues si algo no le falta es originalidad para definir y rematar.

Es este calor... este maldito calor, que lo impregna todo de sudor. La frente, las extremidades, el tórax, el cerebro... incluso las paredes. Todo apesta; todo está pegajoso... y no hay nada que pueda hacerse al respecto. Es insoportable. Es como si la única salida racional a tal calvario fuera liarse a tiros con el mundo entero, o en su defecto, coger un buen cargamento de C4 y empezar una reacción en cadena que lo mande todo a tomar por saco. Porque el imperio que has ido labrando a lo largo de los últimos años se viene abajo a marchas forzadas, porque tu -despampanante- mujer ya no te mira con deseo... porque tu hija está muerta. Porque la han asesinado, a sangre fría, y nada va a cambiar esto. Porque... porque este calor, este maldito calor no permite pensar en cualquier otra cosa que no sea la fundición irremediable del mundo que te rodea. Pues que así sea, va. Y rápido. Y violento, por favor, que la ocasión y circunstancias bien lo merecen.

Hay muchas razones que pueden explicar el que tantas películas protagonizadas por Nicolas Cage hayan sido concebidas / rodadas en el Sur de Estados Unidos. Exenciones fiscales (podría ser... ejem, ejem), mano de obra barata, legislación permisiva con los excesos hollywoodienses (¿por qué no?), proximidad con alguna de las chozas de río que todavía conserva en propiedad... pero por encima de cualquiera de éstas, está el calor. Ese maldito calor y su sudor, que proporcionan un agarre inquebrantable a cualquier peluquín que tenga el honor de posarse sobre la legendaria calvicie de Mr. Cage. Ese maldito calor y la psicosis que lleva consigo, inmejorables catalizadores del actor más psicótico de todos. Somos malas personas, esto nadie lo discute, y a estas alturas si vamos a ver una peli de ''Nic'' es porque sabemos que el tipo va a estallar a la más mínima y primerísima ocasión que se le plantee. Tocarle los santos cojones (para ver qué pasa... aunque ya sepamos qué pasará) se ha convertido con todo merecimiento en uno de los pasatiempos preferidos de la comunidad cinéfila. El resultado es siempre desternillante. Nunca falla.

De lo que se trata es pues de tensar la cuerda; de hinchar la vena hasta que explote. A partir de ahí, balbuceos desquiciados, tartamudeos nerviosos, gritos desternillantemente desgarradores... además de otras rabietas que no hacen más que ensalzar (más si cabe) el mito. Con el calor sureño en la ecuación, todo se dilata. La cuerda, la vena de la sien y, por supuesto, los cataplines. Lo mismo sucede con la intensidad de la pataleta. La secuencia completa, repetida hasta la saciedad, es la siguiente: el mundo putea a Nicolas, y Nicolas, que se muere de calor, putea al mundo por triplicado. Reacción muy humana, cabe añadir, porque al sagrado derecho de la venganza se le suma un exceso de Celsius, Fahrenheit o Kelvin (al gusto del consumidor) que le añaden todavía más gravedad al asunto. Cosas del viejo y decadente ambiente sureño... solo que en estos tiempos tan indecentes, el panorama únicamente permite que nos bañemos en las aguas fecales de la residencia de Tennessee Williams. Y no más menciones. Qué asco.

Tanto tiempo lleva Nicolas Cage navegando estos cauces que ha acabado convirtiéndose en lo que el destino se había empeñado en marcarle: un chiste grosero. Una broma de dudoso gusto que no obstante se resiste a perder la gracia. Somos terribles personas, sí, pero afortunadamente en este mundo todavía hay lugar para la bondad humana. Por lo visto, todavía queda un hueco para aquellos dispuestos a no ceder ante la risa fácil y cruel. ''Nuestro'' Paco Cabezas, quien venía de cachondearse del mundo del hampa en la muy recomendable 'Carne de Neón' (antecedida ésta por la arriesgadísima e igualmente estimable 'Aparecidos'), emigra a los Estados Unidos (por gusto y necesidad) y se la juega en su apuesta por dotar de algo de dignidad a este chiste tan cruelmente desnudado. Sí, en la poco más de hora y media que va a durar la función, podrán rescatarse dos o tres momentos estelares que ayudarán a ensanchar la deliciosa compilación de ''Nicolas Cage Losing His Shit'' (youtubeen y prosigan con las carcajadas, so monstruos), pero aparte de estas licencias que suenan más a requisitos sine qua non que a cualquier otra cosa, se impone un seriedad (toda la que permite la ocasión) que paradójicamente deja al producto en cueros.

Porque sin la ración habitual de bufonerías de la marca Cage, reina algo cercano a la calma, y al lado de ésta, las carencias quedan más expuestas. 'Tokarev', rodada en Alabama es, sobre el papel, la desgarradora historia del pasado llamando inmisericorde y violentamente a la puerta. A la hora de verdad, es un thriller de venganzas mafiosas al que le cuesta horrores no ahogarse en su naturaleza tarde-dominguera. Incapaz de explotar del todo (para su propio beneficio, se entiende) su mala leche, Cabezas se ve avocado a tirar de una casquería que funciona pero sólo mientras el cañón de su ''Tokarev'' se mantiene caliente, lo cual, a pesar de las elevadas temperaturas sureñas, no dura demasiado. Y es que a pesar del entorno, se impone con demasiada facilidad un enfriamiento muy propicio al bostezo. Así, los tocamientos a las partes nobles de Nicolas, que no se llevan a cabo buscando comicidad alguna, sino con ánimos dramáticos (incluso con resonancias de -sucia- tragedia griega), no aportan sino la engorrosa sensación de que los huevos sobados son en realidad los nuestros. Porque las concesiones ''badass'' no cunden como debieran, porque el desarrollo de la historia, que aburre, no calibra nada bien un impacto emocional que se queda igualmente en chiste... porque somos mala gente, cierto, y la entrepierna de Nic no está lo suficientemente inflada.

Paco Cabezas siempre me ha gustado como cineasta. Hace cine de género comercial y no se avergüenza de ello. Ademas es un friky y lo que hace resulta siempre divertido. Una peli de terror, una de lumpen con deudas a Guy Ritchie, las dos bastante buenas, y para su debut en Hollywood una de Nicolas Cage, que sin ser nada del otro mundo es de lo mejor que ha hecho el actor en los últimos años. Recuerda bastante a sus desquicies interpretativos de Corazón Salvaje y lo vemos más duro y vengativo de lo normal. Está rodada con muy buen gusto por Cabezas y lo peor de ella es su flojo guión. A pesar de ello estamos ante un buen film que por desgracia será valorado solo por el tinte negro azabache de Cage.

Hace tiempo que Nicolas Cage dejó de ser un actor interesante, si es que alguna vez fue algo más que el sobrino de Coppola, Oscar incluido, pero sus películas son cada vez más malas y más divertidas, y su colección de pelucones obra siempre el milagro de empujarme a ver su nuevo engendro.
En el caso que nos ocupa, Paco Cabezas se tira de cabeza a la piscina con esta violentísima nueva entrega del subgénero "rusos malvadísimos", que me depara inagotables alegrías. En Tokarev (nombre de la pistola clave en la intriga), Cage es un respetable hombre de negocios, de pasado oscuro, tan oscuro que le secuestran a la hija, y no sólo eso, sino que la matan. Los rusos son así, ya se sabe. Eso le saca de sus casillas, evidentemente, y con ayuda de un par de amigos se pone a matar a troche y moche, pero resulta que hay un equívoco en el meollo del asunto, lo cual le costará más caro de lo que imaginaba. Sí, es un film descerebrado y salido de madre, pero va bien para aliviar la adrenalina y no pensar, por ejemplo, en la que están liando el gordinflón coreano y el deficiente mental neoyorkino. Cabezas demuestra que se ha integrado a la perfección en el cine USA del pimpampum, como otros colegas y compatriotas, y entrega un desmesurado carnaval de tiroteos, asesinatos y barrabasadas varias.
Sólo apta para momentos de desmadre, con una caja de cervezas a mano.

Tokarev es una grata sorpresa para los que están sólo acostumbrados a ver a Nicholas Cage en registros de acción. La película nos brinda escenas trepidantes y nos mantiene enganchados a la silla hasta el final, pero lo mejor está en la interpretación dramática de los actores, magistralmente dirigidos por Paco Cabezas, que nos transmiten sus sentimientos como si los conociéramos de toda la vida . Maravillosa mezcla de acción y drama en un guión que nos lleva de los diálogos más íntimos a las secuencias más efectistas y dinámicas, con algún que otro giro que nos arranca una sonrisa de complacencia. Nadie debería perdérsela