Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Críticas de reporter
Críticas 629
Críticas ordenadas por utilidad
7
6 de enero de 2008
243 de 281 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al igual que la aclamada novela de Ian McEwan, el filme se divide en tres actos. El primero de ellos es donde el conjunto rinde a su más alto nivel. La ambientación, la banda sonora, la cada vez más experta puesta en escena de Joe Wright y la fotografía cuidadosamente colorista nos sumergen de lleno en un universo, de sentimientos ocultos, donde la verdad puede convertirse en algo de lo más subjetivo. Desde el principio la pareja protagonista se compenetra a la perfección: entre Knightley y McAvoy saltan las chispas. La idea de que la acción esté marcada a ritmo de implacable máquina de escribir, a parte de ser de por sí una idea genial (por respetar la obra original), indica quién es el auténtico personaje central de la trama… quién va a forjar el destino de sus seres más queridos. Desde la ambigua situación en la fuente hasta la explosión erótica en la biblioteca, pasando por los momentos previos a la cena, absolutamente todo en el primer acto roza la perfección. Realmente huele a obra maestra.

La lástima es el segundo acto. Curiosamente no falla el aspecto cinematográfico, sino el novelístico. Me explico: Joe Wright y su equipo al completo llevan a cabo aquí también una gran labor. Los actores siguen a la altura, el acertado cambio de fotografía transmite la desolación de la guerra y de los amantes y hay alguna que otra escena para enmarcar, como la de la playa de Dunkerque, que demuestra el grado de implicación del director londinense con la obra: un larguísimo plano secuencia prodigioso a la par que aterrador. Como ya se ha dicho, lo que flojea es la base. Al igual que el personaje de Robbie y sus compañeros, la historia parece ir sin ningún rumbo (quizás se note demasiado el hecho de que Knightley y McAvoy compartan escasos momentos en este tramo). Si a ello le sumamos la exagerada duración del acto, es inevitable mirar el reloj de vez en cuando, lo cual es una lástima, porqué -repito- la factura técnica es impecable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
19 de julio de 2010
233 de 275 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Y si me lo permiten, me gustaría quedarme a ver la película con ustedes, ya que aún no estoy del todo seguro de haber entendido el final.” Así terminó Jaco Van Dormael la presentación de su último trabajo en la última edición del Festival de cine de Sitges. Un Auditori abarrotado hasta los topes le rió la broma, pero a los pocos minutos de proyección las sonrisas fueron borrándose paulatinamente de nuestras caras, pues lo que había dicho unos minutos antes nuestro maestro de ceremonias quizás iba más en serio de lo que en un principio parecía. En efecto, cualquier sinopsis que lean del filme podrá ser considerada tan válida como incorrecta, puesto que después de haber visto la película, queda claro que hay incontables maneras de acercarse a ella.

Es más, recuerdo que al salir de la sala de cine mis principales dudas giraban entorno a si ‘Las vidas posibles de Mr. Nobody’ era una película que me había hablado largo y tendido sobre la familia, la memoria, el amor, el azar (lo que va siendo la vida... casi nada) o que simplemente me había tomado el pelo de la forma más espectacular imaginable. Sea como fuere, y poniéndonos en la peor de las situaciones, hay que admitir que es una auténtica gozada el que a uno le enreden como lo hace este gran director belga. Para ello, coge pizcas de sus anteriores filmes (la sensibilidad de ‘El octavo día’ con algunos fragmentos concretos, especialmente los concernientes a la infancia del protagonista, que parecen directamente importados de su brillante ópera prima, ‘Totó el héroe’) para construir un nuevo monstruo, completamente autónomo y fascinante en casi todos los sentidos.

Sin entrar en desencriptaciones del mensaje de Van Dormael (quizás por miedo a aventurarnos por terrenos demasiado empantanados), si por algo se caracteriza a primera vista esta formidable película es por el bombardeo sensorial al que somete al público durante más de dos horas. Excelente recopilación musical y un dominio magistral de todos los recursos visuales concebibles. Es como si se nos quisiera sorprender con cada pieza del puzzle, lo cual es ideal para que no aparezca la frustración en el más que probable caso de que éste no nos acabe encajando del todo. Todo parece calculado al milímetro para que el espectador se quede boquiabierto. Ya se nos puede hablar del mágico mundo de donde procedemos todos nosotros con la partitura de Hans Zimmer sonando de fondo, o mezclar uno de los momentos más acaramelados de la temporada con los Pixies (hasta esta combinación imposible sienta bien), o contarnos los deseos caprichosos del destino, mientras la dulce de voz de Buddy Holly acompaña una ilustración del efecto mariposa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
14 de marzo de 2010
212 de 253 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquellas propuestas que muy a menudo ponen sobre la mesa determinados festivales, y que parece que estén allí simplemente para saciar aquellos paladares que adoran lo exótico por el mero hecho de serlo, a veces justifican su presencia en dichas citas. Es el caso de ‘Canino’, un filme que en Cannes ya empezó a desatar pasiones en la sección “Una cierta mirada” y que ha dejado huella en todos los certámenes en los que ha sido presentado. No es para menos, con su tercer largometraje Giorgos Lanthimos nos trae desde Grecia una de las sorpresas más agradables del año. Una de estas cintas que nos demuestran que en tiempos de escasez creativa generalizada, todavía quedan autores dispuestos a ofrecernos algo nuevo.

Y que conste que ni mucho menos es la primera vez que una película nos habla sobre reclusiones más o menos voluntarias. Ahí está el enésimo dardo envenenado de Buñuel a la burguesía en ‘El ángel exterminador’, o el tratado hedonista de Ferreri en ‘La gran comilona’, o la adaptación del Marqués de Sade por parte de Passolini en ‘Saló o 120 días de Sodoma’, para dejar constancia de ello. Pero quizás el antecedente más parecido es la cinta mexicana de la década de los setenta dirigida por Arturo Ripstein titulada ‘El casillo de la pureza’, en la que el desmesurado miedo al mundo exterior impulsaba a un padre (interpretado por el mítico Claudio Brook) a ejercer de tirano implacable y encerrar a toda su familia, mientras él era el único autorizado a salir del hogar para perpetuar aquel falso oasis de la pureza.

Un esquema muy similar sigue ahora Lanthimos, sólo que le da la vuelta al dramatismo de Ripstein, configurando una comedia negra inclasificable. O clase magistral sobre cómo “simplemente” cambiando el enfoque sobre una película ya existente se puede concebir un producto rompedor e igualmente estimulante. Con una frialdad casi hanekiana, el director nos sitúa en un micro-universo delirante que coge siempre por sorpresa al espectador (la reacción que cabía esperar al ver ejercer a Frank Sinatra de abuelo, o al confundirse los aviones que sobrevuelan el jardín por inertes juguetes... la lista es interminable) y que por eso mismo posee un potentísimo poder de atracción. En efecto, ‘Canino’ es uno de estos casos en los que es preferible un primer acercamiento sin apenas información previa. Cuanto mayor sea el desconocimiento, más placentero y divertido será el golpe.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
12 de enero de 2009
198 de 233 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y aquí está Stephen Daldry para demostrar por qué se ha ganado el respeto tanto por parte de la crítica como del público. Con ‘Billy Elliot’ emocionó, con ‘Las horas’ mostró sus dotes para el drama, y con ‘El lector’ está dispuesto a remover conciencias. El filme se divide en dos partes claramente diferenciadas. Tanto que hasta que no llegamos al final cuesta creer que formen parte del mismo discurso. La primera mitad nos presenta la relación amorosa de los protagonistas. Me gustaron sus primeros pasos, con la historia planteada a modo de flashback, con escenas rebosantes de sensualidad, con un aire enrarecido e intrigante... No me gustó por el contrario su ritmo, irregular y a veces demasiado lento. Pero por suerte allí está siempre Kate Winslet, una actoraza en toda regla que se come la pantalla entera -y a todo el que se encuentra en ella- en cada escena en la que aparece.

En la segunda mitad ya no se deja ver tanto, pero es cuando la película se pone las pilas. Y de qué manera. Es aquí cuando todo cobra sentido. Es aquí donde otros muchos filmes hubieran fracasado estrepitosamente. Pero lejos de ello, ‘El lector’ se crece ante la adversidad y consigue construir una acertadísima metáfora sobre la relación del pueblo alemán con el nazismo, un tema extremadamente complicado pero tratado con gran delicadeza. En este aspecto es fácil pensar en la recientemente estrenada ‘La ola’. Casi sin quererlo Stephen Daldry ha dejado latentes las carencias del sobrevalorado trabajo de Dennis Gansel. Entre tanta grandilocuencia y un descarado espíritu didáctico, la cinta se quedaba en una tesis plana, previsible y que poco nos aportaba. Se quedaba tan sólo con la punta del iceberg.

La aparente sencillez de ‘El Lector’ es una excelente arma de combate y da libertad al autor para desarrollar con total libertad un sólido discurso que habla del amor, la culpa y la memoria y responsabilidad histórica. Muchas pruebas de fuego solventadas con una nota excelente. Es, como ya se ha dicho antes, la recta final la que da sentido a todo lo visto hasta entonces. Hasta consigue que se revaloricen los que a primera vista parecían cabos sueltos en la primera parte. Con todo ello Daldry nos brinda un producto inteligente, que da que pensar, que se aleja de las odiosas tendencias maniqueístas (tan abundantes en estas películas) y que ofrece una infinidad de lecturas. Un drama de trabajadísimo que deja huella y que efectivamente tiene muchos números para optar a los grandes premios de la Academia.
reporter
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
16 de octubre de 2006
202 de 251 usuarios han encontrado esta crítica útil
A este paso, lo más sensato que podría hacer es montar un club de fans de directores mexicanos contemporáneos. Justamente una semana después que Guillermo del Toro me robara el corazón con su ‘Laberinto del Fauno’, llega Alfonso Cuarón y me clava una soberana bofetada con ‘Hijos de los hombres’. Pero eso sí, es una de esas bofetadas que uno recibe con sumo gusto y que después de haberla encajado, vuelve a por más. Pues no hay que engañarse, el nuevo filme del director mexicano más que ser una película de ciencia-ficción -que lo es- es un ensayo sobre el comportamiento social, en este caso, su principal objetivo es retratar la peor cara del ser humano. Y lo consigue poniéndole en una situación extrema: un mundo en el que las mujeres han perdido su capacidad de procrear y en el que la persona más joven del planeta acaba de morir a sus dieciocho años… un punto de partida tan original como aterrador. Es aquí cuando vemos cómo actuamos realmente, donde intentamos encontrar las respuestas… o a los posibles culpables de todos nuestros males, todo ello envuelto de la más pura irracionalidad y violencia, es decir, el caos absoluto. Y es que cuanto más desesperada es una situación, más desesperados son nuestros actos. Son situaciones en las que la gente se aferra desesperadamente a sistemas de gobierno totalitarios intentando hallar soluciones a problemas que no cesan de agravarse. Cuarón nos introduce en este desalentador y agobiante marco futurista apoyándose en un reparto de ensueño, donde destacan un Clive Owen fantástico -como siempre- y un divertidísimo Michael Caine. También cuenta con un prodigioso guión basado en la novela de P. D. James y firmado en parte por el propio director, repleto de ingeniosos diálogos y que sabe mantener en todo momento un perfecto equilibrio entre terror, acción, suspense (genial la escena de la aparatosa huida de la granja) y comedia. Y por último, el filme cuenta con el propio talento de Alfonso Cuarón… qué delicia de encuadres, y la escena de la guerra en el gueto, con la cámara en el hombro es simplemente una maravilla. Creo que ‘Hijos de los hombres’ puede considerarse con toda justicia una de las mejores películas del año y un nuevo clásico dentro del género.
reporter
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow