Mi semana con Marilyn

Marilyn Monroe tenía un secreto. Todos creían conocerla, pero nadie podía siquiera vislumbrar un ápice de su alma. Con Mi semana con Marilyn podemos comprender un poco mejor a aquella enigmática mujer que enamoró al mundo entero con su inimitable mezcla de sexualidad y vulnerabilidad. Marilyn era un ángel. Pero un ángel herido por el mundo.
Michelle Williams lo ha conseguido. Ha conseguido sumergirse en el alma de esta extraordinaria mujer y hacernos comprender su tormentosa existencia. Lo hace tan bien que ahora no sé si estoy enamorado de Marilyn o de Michelle. El caso es que no puedo imaginar a ninguna otra actriz encarnándola mejor que ella.
Dentro de las limitaciones del biopic, Mi semana con Marilyn engancha porque los personajes están muy bien construidos y no se dan rodeos para ponernos en situación. Los 100 minutos de la película están bien aprovechados. Además de Michelle Williams, el resto de actores están espléndidos: Eddie Redmayne (cómo progresa este chico, habrá que verlo en Los miserables), Kenneth Branagh, Judi Dench, Toby Jones, Julia Ormond, Dougray Scott...
El biopic no es mi género favorito, pero solo por Michelle Williams merece la pena ver esta película. Todo lo que la rodea es espléndido, pero ella es puro ángel. El alma de Marilyn está en ella, y cualquiera que vea esta película caerá rendido a sus pies. Quien quiera entender a Marilyn debe ver esta película; su triunfo es que no es un biopic al uso, sino el retrato de un momento concreto (y delicado) en la carrera de la actriz. El momento perfecto para descubrirla... y amarla.

He de confesar que la película de Simon Curtis me ha sorprendido agradablemente, la ambientación, el tono elegante y romántico a la hora de reflejar en imágenes los entresijos de la comedia “El príncipe y la corista”, la encuentro muy acertada por cuanto plantea unas experiencias humanas inolvidables vividas por las personas que participaron en aquel mítico rodaje. Basadas en las memorias de Colin Clark, uno de los ayudantes del director Laurence Olivier. Pocas estrellas del cine como Marilyn, han provocado tanta literatura, desde Norman Mailer hasta Truman Capote, entre otros, han publicado ensayos, biografías o aproximaciones a su personalidad.

Lo que el film cuenta es una experiencia emocional hacia una estrella con un don natural de seducción para la pantalla, la cámara la adoraba, insegura e inestable, indisciplinada y caprichosa, el público amaba el mito, pero ignoró a la mujer que había detrás de su físico, su miedo a la soledad por los hombres que la abandonaron. Y sin embargo, esta figura patética que fue Marilyn continúa despertando en cada película, su fotogenia que es una irresistible mezcla de ternura, deseo y fascinación. El erotismo surgía por todos sus poros, su sonrisa fue la extraversión misma del deseo. Ya se atisbaba el conflicto entre Marilyn y Arthur Miller, era el tercer matrimonio de Norma Jean Mortenson, una mujer que nunca se sintió estimada como un ser humano.

En 1956 la diva y el intelectual marido se plantaron en Londres, a la llamada de Larry, el actor y director shakesperiano, había decidido coquetear con la comedia y el glamour de Hollywood, en los estudios Pinewood. Larry buscaba el estrellato del gran actor, mientras que la estrella buscaba su confirmación de gran actriz. Michelle Williams realiza un trabajo memorable, su encanto natural, sus movimientos, su forma de comportarse, su mimetismo es asombroso. Kenneth Branagh está muy bien imitando al gran Laurence Olivier. Simon Curtis en lugar de centrarse en los aspectos de la creación cinematográfica, decide centrarse más en los aspectos humanos, en las relaciones de los personajes dentro de la producción. En un romance inocente ilustrado por el "Autum leaves" de Nat King Cole.

Más allá de lo que los cinéfilos conocemos de Marilyn, y que está reflejado estupendamente en el film, creo que hay cosas íntimas que Colin se debió guardar, por lo que significó para él, o así al menos lo parece, y sobre todo para la actriz, quien encontró en el jovenzuelo Clark, a alguien que podía contemplarla como una persona normal y frágil, antes que una estrella. En mi opinión, Clark vulnera el recuerdo convirtiéndolo en un romance de dominio público.

Más que un biopic al uso o uno de esos desgarradores dramas basados en personajes de la vida real, "My Week With Marilyn" parece arrancada de un libro de fábulas, es como un cuento de hadas, tiene tanto encanto y es tan rosa que hasta cierto punto empalaga y llega un momento en el que no sabes si estás viendo una película de Marilyn Monroe o una película de las princesas Disney, pues este filme podría pasar como uno más de esta productora o como un spinn-off de "El Diario de la princesa" (bueno, quizás esto último fue exagerado)

No es un filme perfecto, pero está a años luz de ser malo, es un fime muy correcto y con mucho carísma y sobretodo, tiene muy buen ritmo, pues en casi ningún momento decae el interés y todo lo que pasa en pantalla capta la atención del público.

El problema es que la película en si es bastante superficial y a pesar de que el retrato de Michelle Williams es muy similar a lo que Marilyn Monroe fue en la realidad, la película no nos ofrece una perceptiva de lo trágica que fue la vida de esta diva, se acerca muy sutilmente a eso, sino que nos narra únicamente un pequeño episodio de la vida de Marilyn, que si bien es hasta cierto punto interesante, no creo que haya sido un episodio que haya marcado la vida de la actriz de manera contundente, con otro enfoque pudo haber sido un filme digno de ser recordado.

En fin, la película trata de ser simpática ante todo y no hacer un lado su buena vibra que los momentos dramáticos los sentí bastante falsos y fríos, no lograron despertar nada en mí y creo que es vergonzoso que filmes menos ambiciosos como "The Help" o "Extremly Loud and Incredibly Close" hayan logrado construír mejor a personajes más sencillos y que este filme se haya quedado en el intento de trazar bien a la Monroe.

No aburre, entretiene, más no encanta ni impresiona, esperemos que más adelante se filme un biopic más elaborado de la Monroe, ya que se lo merece, lo que si es que no me molestaría que la fantástica Michelle Williams repita en el papel, ya que a pesar de que no es santa de mi devoción, en este filme confirma su talento y entrega una interpretación digna de Oscar, aunque hay que decir que perdió justamente con la mejor actriz del mundo Meryl Streep

Buena labor de Eddie Reymand, Emma Watson, Judi Dench (haciendo lo mismo de siempre) y Julia Ormond, pero de los secundarios se destaca un sobrio Kenneth Branagh como Sir Oliver, correcta dirección de Simon Curtis y me quedo con un par de momentos, ojo con los últimos diálogos de Kenneth

Mi semana con Marilyn no trata de explicar la compleja personalidad de la famosa actriz, tampoco indaga en su problemática vida personal o en su exitosa carrera. Si bien, todos estos temas tienen cabida en este trabajo, el cual se centra en lo complicado que fue el rodaje de El príncipe y la corista (The Prince and the Showgirl).

Michelle Williams brilla, y demuestra de paso que es una de las actrices más interesantes y versátiles de su generación (su mimetismo, tanto físico como psicológico, es asombroso), interpretando al mito erótico por antonomasia. Kenneth Branagh, por su parte, también está perfecto dando vida a Laurence Olivier, quien dirigió y protagonizó junto a Monroe la película antes mencionada. Eddie Redmayne es el tercero en discordia y el verdadero protagonista, ya que se encarga de dar vida a Colin Clark, cuyo libro de memorias sobre tan complicado rodaje es el que sirve de base para la cinta que nos ocupa.

Quien espere encontrarse con un biopic convencional se sentirá decepcionado, ya que lo que aquí se nos ofrece es más una anécdota que una biografía detallada. Pero no importa, la película es buena y gana muchos enteros gracias a las portentosas interpretaciones de su elenco.

Estamos mal acostumbrados a trabajos fílmicos grasosos, gigantescos, pesados, masivos, atiborrados, hipercondimentados. De ahí que hallamos PERDIDO LA SENSIBILIDAD ante platillos altamente alimenticios pero más SUTILES, que requieren un mayor trabajo interno y personal para su procesamiento y asimilación como lo es esta película.
En la proyección NO vas a ver: explosiones, rayos láser, persecuciones, espías, robots, animaciones 2D ni 3D, ni dimensiones paralelas.
Es la típica película que tu novia te llevaría a ver arrastrando.
Y sin embargo...