La cinta blanca

LO MEJOR: Ritmo muy agradable. Entorno bucólico. Un B&N muy bonito. Bien rodada. Grandes escenas. Conversaciones de altísimo nivel. Sutiles hachazos. Turbia y elegante al mismo tiempo, con un subtexto que deja volar el lado más macabro de tu imaginación.

LO PEOR: Se podría contar sin voz en off.

PUNTUACIÓN: 9.1

Un pequeño lugar del mundo nos muestra la miseria humana en su máximo esplendor con maestría impecable.

La crueldad como reflejo de una sociedad profundamente enferma.

Monstruos creados por aquellos que a su vez son víctimas de otras víctimas.

Una historia de terror contada con dosis de sutileza y brutalidad a partes iguales.

¡Absolutamente brillante.!

Es una magnífica película. Una obra maestra. La película del siglo. La mejor vista desde que los hermanos Lumier inventaron el cine.

Será un clásico para generaciones venideras. No tiene desperdicio,...etc...etc

Esto es lo que dicen entender de cine, ja ja y por supuesto los que no tienen personalidad suficiente para decir lo que piensan de este bodrio.

Esto no es cine ni nada que se le parezca, es un engaño, es una broma, es una burla, es una pérdida de tiempo,...es de todo, menos cine.

Una ¿Película? que cuando llevas 25 minutos y ya no puedes con ella, para nada puede ser buena, ni siquiera normal. Me hubiera gustado saber si esto lo rueda un director de un pueblo de Badajoz o de Ciudad Real, por decir algún sitio, le hubiera caído la del pulpo, pero como es el Sr Haneke tiene que ser una maravilla.

Lo dicho al principio, es un perfecto test de detector de "entendidos" de cine, de snobb, de Giles y en general de gente sin personalidad ninguna.

Mientras escribo esto la tengo de fondo para coger el sueño, que es para lo único que puede servir esta ¡cosa!.

No le pongo un cero porque no se puede, pero sin duda es la peor película (el trozo que he aguantado) que he visto en tiempo.

Vivan los críticos y vivan los mamarrachos

Descubro que esta película que en su día me impactó la tengo sin valorar ni criticar. Imperdonable. El tiempo es finito y conseguir un rato para dedicarnos a este trabajo tan placentero de escribir sobre películas resulta complicado, no obstante intentaré ponerme al día.

Haneke es un maestro que se estudiará, si no se hace ya, en las escuelas de cinematografía de todo el mundo. Y esta es, quizás, su mejor película, lo cual es mucho decir hablando del autor de LA PIANISTA o AMOR o FUNNY GAMES, cualquiera de las dos versiones que nos regaló.

Dicen que Haneke nos muestra el germen de lo que sería el nazismo en esta monumental obra, fotografiada en un blanco y negro excelso. Formalmente es toda una obra maestra, con unas gran puesta en escena, un reparto perfectamente escogido y un montaje que deberían revisar muchos directores (qué importancia tiene montar bien una película).

En esta película, el maestro austriaco nos muestra un mundo que pertenece al primer tercio del pasado siglo, repleto de personajes mezquinos y despreciables, envueltos en un ambiente asfixiante, malsano, en el que la bajeza moral está extendida.

Visualmente es un film potentísimo pero es también devastador, al tiempo que deja al espectador con una sensación terrible ante lo que fue y ante lo que puede volver a ser, el mal en estado latente, las convenciones malignas como parte inherente del ser humano.

Haneken es irrepetible y su cine, necesario.

Cine de autor, muy personal y peculiar, tanto como interesante. Haneke disecciona a la sociedad humana con frialdad y pesimismo, con una mirada neutral, cansada, de quien ve el mundo por lo que realmente es. Un sadismo sutil escondido tras una capa exterior de civilización aparentada. Cada generación refina la maldad de la anterior, la hace suya y la toma como verdad. Las ideologías crean monstruos en un ciclo de horror sin fin. Siempre ha sido así, y siempre lo será, independientemente de cual sea. El horror de una sociedad en continua podredumbre se tapa con apariencias, la educada congregación, habladurías y mentiras que convertimos en verdades para poder dormir mejor. Eventualmente llegan las guerras, inevitables consecuencias del extremismo, tapando el origen de la maldad y reiniciando el ciclo, una vez más. La sociedad humana es un bucle de perversión más terrorífico que cualquier cinta de terror.

La película es cine desnudo. No hay banda sonora, no hay efectos especiales, está basado en las interpretaciones, que son inquietantes, asépticas, para nada emocionales, pero esa es precisamente la idea (somos monstruos desalmados). Tiene abundantes planos fijos y una fotografía en blanco y negro agobiante. No es cine para todo el mundo, pero si piensas que perteneces al grupo de quien disfruta algo así, casi seguro que lo harás, porque es una gran obra, aunque con el cine de autor nunca se sabe. A mí me ha resultado excelente, y nada críptica a pesar de sus incontables detalles que van de lo explícito a lo sugerido, no faltos de simbolismo. También me ha parecido perfecta la puesta en la escena, dando en todo momento la sensación de estar viendo un pueblo alemán real de principios del siglo XX.

Su mirada neutral y un tanto ambigua, así como la vaguedad de los hechos, también deja abierta la puerta a la interpretación personal de cada espectador.