El baño del Papa

Es la primera película uruguaya que veo en mi vida y estoy gratamente sorprendida de su alta calidad narrativa, visual e inmensa sencillez. A través de la cual vemos retratados los sueños fallidos de los pobres así como la grandeza de su espíritu, capaz de soportar el más grande temporal, porque tienen una fortaleza construida con base al amor familiar. Siempre había pensado que amor con hambre no dura... pero esta pequeña joya cinematográfica me ha hecho dudar de esta premisa y a la vez reflexionar que la vida no puede centrarse únicamente en lo material.

Con la pobreza no terminan los sueños, lo que hace falta es más educación y fuentes de trabajo para que puedan cristalizarse.

Una realidad que se repite en mi querido, gris, chato y sufrido paisito de tierra adentro, bien lejos de Montevideo. Tiempo después la vuelvo a ver y encuentro situaciones que son recurrentes. La familia con carencias y bajo nivel educativo que ve en una simple idea una salida, una alternativa a su vida, la promesa del cambio.
La actuación de Cesar Troncoso es excelente, un actor que hace del personaje parte de su persona, que lleva adelante un guión simple pero muy profundo, que te arrastra en esa mezcla de risa y pena.
Una trompada a la mandíbula cuando mirás la escena del padre tomado por la televisión, corriendo por las calles y siendo observado por su hija.

Recuerda mucho a "Bienvenido Mr. Marshall" pero sin el humor que aporta Berlanga. Porque, ironías aparte, esta no es una comedia como lo era aquella.
La pobreza de estos uruguayos (que nada tiene que envidiar a la pobreza de los protagonistas de "Bienvenido"), sus duras condiciones de vida, la forma como se ganan la vida en un trabajo ingrato con unos medios rudimentarios no invitan para nada a la risa sino más bien a la tristeza.
Película social, muy creíble, con una interpretación adecuada y ajustada a ese ambiente, en definitiva un interesante drama, original, con un buen guión y aceptable desarrollo.
No es negativa, lleva un mensaje solidario dentro, me gustó.

Real, emotiva hasta las lagrimas, con momentos de sonrisas cómplices de las clases sociales, en un país sudamericano donde el contrabando de esos tiempos era parte del diario vivir. Esas películas que no defraudan, para ver en familia, reflexionar en familia, unas actuaciones tan reales como verídicas. Muy buena pelicula.

Lo que me entusiasmó de la película fue el hecho de que era uruguaya, con ambientes conocidos y ese toque de comedia. Y la verdad es que tiene ese tipo de humor al que nos hemos acostumbrado por el uso los uruguayos. Es tan irónica que por momentos no sabes se reír o llorar, y terminas haciendo las dos cosas. La trama por momentos se hace un poco lenta porque sus realizadores se ven atrapados en tomas de paisajes y lugares. Pero los diálogos son simples, cálidos, insinuantes y monótonos.
Buena película, entretenida, bien contada.
Hay que verla