Palabras encadenadas

La verdad es que esta temática no es de las que más me agradan y estuve a punto de no pasar del principio.

Buena interpretación (sobre todo oral) de Darío Grandinetti al representar su personaje aunque no le dió una mayor variedad a su registro actoral, floja la de Goya Toledo con algunos matices (spoiler). Estupendos el comisario y su ayudante.

La película pierde un poco de fuelle al final por tantos giros que hace el protagonista Ramón Díaz, pero el principio estuvo sorprendente, sobre todo la parte en la que se entrecruzan las escenas del sótano y las de comisaria.

Creo que Laura Mañá hizo un buen trabajo.

Buena interpretación de Darío Grandinetti, hace creíble en gran parte de la película su papel. Interesante thriller e incluso creíble en buena parte de la historia. El guion está bastante bien estructurado aunque desde mi punto de vista todo es demasiado previsible y no llega a sorprender casi en ningún momento. También hay que mencionar a Goya Toledo que encaja bastante bien en el papel, existe un gran parecido solo en esta película con Penélope Cruz, tanto físicamente como a la hora de interpretar, pero vuelvo a insistir solo en esta película. Nos hace pasar un buen rato la directora y eso ya es bueno ,así que me inclino por recomendarla.

Se agradece una película así, desde el inicio te atrapa ver qué puede pasar con un personaje tan frio, con una psiquis tan perturbadora como para reconocer un asesinato, sentirse impune y no sentir el más mínimo remordimiento.
Igualmente ves a la indefensa víctima, y quieres pensar que va a poder escapar de la situación en la que se encuentra, y de qué manera lo puede hacer.

La reto psicológico al que Ramón somete a Laura, se desarrolla en un marco frio, insonorizado, como el propio personaje de Ramón al que parece que la vida le importa muy poco tanto la suya como la de los demás. Da miedo pensar que el azar te puede llevar a cruzarte a un personaje así por la calle.
Laura aporta lo contrario, calidez vital, ganas de vivir, hasta el color de la ropa que lleva trata de dar esa sensación. En este duelo a vida o muerte, tan pronto parece que la victoria puede caer de un lado como de otro.

Casi toda la acción se desarrolla en un frío sótano, en el que los dos personajes principales mantienen el diálogo, uno tratando de explicar porqué se encuentran en esa situación, la otra tratando de disuadir de cualquier acción que ponga en peligro su vida y poder escapar del sótano.
La otra gran parte de la acción se desarrolla en un cuarto interrogatorio de la policía, en la que la disputa psicológica es lo que más flota en el ambiente. Policía y acusado juegan al gato y al ratón, ¿quién caerá en la trampa del otro?

Empieza apareciendo una pantalla de televisión en la que se está visionando un video de un hombre, Ramón (Darío Grandinetti) que está haciendo una breve descripción de su vida.
Cuenta cómo ha cometido un asesinato.
Y luego se ve a la persona que lo está visionando,Laura (Goya Toledo), atada y amordazada en una silla. (La escena puede evocar al inicio de Saw). Ramón le cuenta los planes que tiene hacia ella.
Gana en emoción cuando se descubre que Laura y Ramón han estado casados y han tenido una disputada separación. Ramón ha esperado 4 años para realizar su plan.
Para conseguir salvarse, Laura acepta jugar a las palabras encadenadas, pero si pierde tiene unas escabrosas consecuencias. Durante las conversaciones entre ambos, la verdad pierde credibilidad para dar paso una mentira que se viste de certeza, a unos hechos oscuros y a una resolución del conflicto imprevisible.
Por otro lado en la sala de interrogatorio de la policía, nadie puede cometer un error, las frases prácticamente se analizan, para descubrir si el interrogado es el culpable que ellos creen.

La interpretación de Darío es soberbia, consigue dar al personaje un psiquis muy creíble. Goya Toledo está un peldaño por debajo en la interpretación, pero sale airosa con su capacidad para embellecer las escenas en las que aparece.