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Rep. Dominicana En el centro de la tormenta
3.928
Intriga
Dave Robicheaux (Tommy Lee Jones), un detective del estado de Louisiana, sigue la pista de un asesino en serie responsable de la muerte de varias jóvenes. Tras el brutal asesinato de la última víctima, Robicheaux se desplaza a la escena del crimen. Allí coincide con el popular actor Elrod T. Sykes, que está rodando una película en el lugar de los hechos. Elrod le confiesa que ha visto un cadáver enterrado en el desierto. Ese hallazgo ... [+]
2 de octubre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mi sorpresa, este film me ha decepcionado. Es un largometraje bastante flojo, que, tratando de enlazar varios temas -el cine dentro del cine; el Sur de los Estados Unidos; la vida de un duro policía ex-alcohólico, interpretado por Tommy Lee Jones; una serie de asesinatos no resueltos; y el pasado- se convierte en un batiburrillo mil veces visto, sin personalidad y sin originalidad. Tanto es así, que ni siquiera la presencia de un buen plantel de actores y actrices, como Tommy Lee Jones, Mary Steenburgen, John Goodman o el veterano Ned Beatty, consiguen dar a la historia mayor interés del que tiene, que es más bien escaso.
La dirección de Tavernier tampoco no consigue trascender las debilidades del guión, y el conjunto queda como algo bastante artificial, pese a los virtuosismos de las escenas en las que aparecen los soldados confederados, tal vez lo mejor de este film malogrado. Un film que, por decir algo positivo, es interesante y útil para reflexionar sobre el mismo, y preguntarse por qué un buen reparto y un buen director no consiguen crear una historia realmente interesante. Quiero decir que a veces se aprende más de una mala película que de una buena. Al menos, desde el campo de la crítica de cine.
La dirección de Tavernier tampoco no consigue trascender las debilidades del guión, y el conjunto queda como algo bastante artificial, pese a los virtuosismos de las escenas en las que aparecen los soldados confederados, tal vez lo mejor de este film malogrado. Un film que, por decir algo positivo, es interesante y útil para reflexionar sobre el mismo, y preguntarse por qué un buen reparto y un buen director no consiguen crear una historia realmente interesante. Quiero decir que a veces se aprende más de una mala película que de una buena. Al menos, desde el campo de la crítica de cine.
9 de noviembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo buen thriller debe tener un buen comienzo, es el método para enganchar al espectador desde el primer momento, sino, ya pierdes el hilo argumental y te costará seguir la línea marcada.
Esas historias que comienzan con el hecho a tratar de forma directa, son las que más me apasionan. Al grano, no me cuentes cuentos, no me des fuegos artificiales, muéstrame el asunto y ya. Y en este sentido Bertrand Tavernier cumple lo pactado con el espectador, pero en esta ocasión en particular, creo que se equivoca al "intentar" llevar dos historias de forma paralela, por un lado Dave como investigador principal y por otro el actor lleno de vicios Elrod. Reconozco que el actor Tommy Lee Jones me parece una bestia de la pantalla, y en este personaje es quien lleva el peso de la película, en plan Harry Bosch, el famoso personaje del escritor Michael Connelly. Siempre al margen de la ley, de sus superiores y haciendo cosas no muy legales en ocasiones, si el resultado es descubrir al causante del mal.
Chica asesinada, con vínculos directos con la prostitución, gente con poder involucrada, un asesinato visto en directo y recuerdos, muchos recuerdos del pasado, son los ingredientes de este interesante, aunque no grandioso thriller.
Ojo, interesante la historia ubicada en un pequeño pueblo, si esto se hubiese desarrollado en una ciudad cualquiera, madre mía, me ahorro el comentario.
Esas historias que comienzan con el hecho a tratar de forma directa, son las que más me apasionan. Al grano, no me cuentes cuentos, no me des fuegos artificiales, muéstrame el asunto y ya. Y en este sentido Bertrand Tavernier cumple lo pactado con el espectador, pero en esta ocasión en particular, creo que se equivoca al "intentar" llevar dos historias de forma paralela, por un lado Dave como investigador principal y por otro el actor lleno de vicios Elrod. Reconozco que el actor Tommy Lee Jones me parece una bestia de la pantalla, y en este personaje es quien lleva el peso de la película, en plan Harry Bosch, el famoso personaje del escritor Michael Connelly. Siempre al margen de la ley, de sus superiores y haciendo cosas no muy legales en ocasiones, si el resultado es descubrir al causante del mal.
Chica asesinada, con vínculos directos con la prostitución, gente con poder involucrada, un asesinato visto en directo y recuerdos, muchos recuerdos del pasado, son los ingredientes de este interesante, aunque no grandioso thriller.
Ojo, interesante la historia ubicada en un pequeño pueblo, si esto se hubiese desarrollado en una ciudad cualquiera, madre mía, me ahorro el comentario.
Migración. Un viaje patas arriba
10 de marzo de 2011
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El destino, la casualidad o la voluntad de su distribuidor. O una combinación de todas ellas. Sea como fuere la primera experiencia al frente de una producción norteamericana del veterano cineasta francés Bertrand Tavernier es (casi) la única esperanza de un fin de semana predominado por la ya no tan oronda ni atractiva figura del ex policía José Luis Torrente, alías Torrente a secas. Dos formas de ver y entender lo que una lente de una cámara de cine puede llegar a enfocar totalmente opuestas, enfrentadas e irreconciliables, pero visto lo visto complementarias en una cartelera de cine... porque de todo tiene que haber.
Dejando al margen la nueva producción de Santiago Segura, a la que llamarle "película" igual le queda algo grande, supongo, que aun no me he recuperado del trauma causado por la tercera como para estar psicológicamente preparado para ver una cuarta (si es que algún día lo estoy), Tavernier nos propone un retorno al género negro más puro con esta adaptación de la novela de James Lee Burke, un sencillo y correcto thriller tan típico y básico como apreciable y honesto de claro aroma clásico, con una sobria narrativa y puesta en escena que deja vía libre a sus actores para hacerse con el relato, pero del que diríamos que no es más que un buen telefilme si no fuera por la presencia de un notable Tommy Lee Jones o del propio Tavernier.
'En el centro de la tormenta' se estrena en nuestro país con cierto retraso y algún que otro baile en su fecha de estreno, previsto inicialmente para el pasado mes de Diciembre, lo que ya de por sí puede darnos una idea sobre un film que no es nada del otro mundo, y que pasará por nuestra cartelera y la filmografía de sus responsables sin armar mucho revuelo y como una más. No, no es que sea una mala película o que no merezca la pena, en absoluto. Simplemente es un film tan correcto en líneas generales que puede ser tan oportunible como prescindible, tan clásico como impersonal, tan deudor y condescendiente en intenciones y maneras para con su modelo que no aporta nada relevante más allá del mismo, y por tanto, de resultados potencialmente satisfactorios pero inequívocamente irrelevantes, y cuya ambientación post-Katrina remite al 'Teniente corrupto' de Werner Herzog, cinta con la que comparte no pocos parecidos en cuanto a maneras y resultados.
Dejando al margen la nueva producción de Santiago Segura, a la que llamarle "película" igual le queda algo grande, supongo, que aun no me he recuperado del trauma causado por la tercera como para estar psicológicamente preparado para ver una cuarta (si es que algún día lo estoy), Tavernier nos propone un retorno al género negro más puro con esta adaptación de la novela de James Lee Burke, un sencillo y correcto thriller tan típico y básico como apreciable y honesto de claro aroma clásico, con una sobria narrativa y puesta en escena que deja vía libre a sus actores para hacerse con el relato, pero del que diríamos que no es más que un buen telefilme si no fuera por la presencia de un notable Tommy Lee Jones o del propio Tavernier.
'En el centro de la tormenta' se estrena en nuestro país con cierto retraso y algún que otro baile en su fecha de estreno, previsto inicialmente para el pasado mes de Diciembre, lo que ya de por sí puede darnos una idea sobre un film que no es nada del otro mundo, y que pasará por nuestra cartelera y la filmografía de sus responsables sin armar mucho revuelo y como una más. No, no es que sea una mala película o que no merezca la pena, en absoluto. Simplemente es un film tan correcto en líneas generales que puede ser tan oportunible como prescindible, tan clásico como impersonal, tan deudor y condescendiente en intenciones y maneras para con su modelo que no aporta nada relevante más allá del mismo, y por tanto, de resultados potencialmente satisfactorios pero inequívocamente irrelevantes, y cuya ambientación post-Katrina remite al 'Teniente corrupto' de Werner Herzog, cinta con la que comparte no pocos parecidos en cuanto a maneras y resultados.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
9 de mayo de 2012
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy me desperté pronto, no tenía nada mejor que hacer así que empecé a ver esta película. Tommy Lee Jones a la cabeza, Peter Saasgard de secundario y John Goodman dando guerra por los camerinos la convirtieron en apetecible, eso y que la estaban dando en la tele y no ponían nada mejor.
La premisa inicial tenía buena pinta. Una joven prostituta aparece muerta en Nueva Orleans unos años después del Huracán Katrina y un policía entrado en años es el encargado de resolver el misterio. Los pensamientos interiores del protagonista, la ambientación en los pantanos y una banda sonora que te sumerge en los más hondo de Nueva Orleans hicieron que tuviera ganas de saber qué sucedía a continuación.
Sin embargo, no sé si es que no estaba preparada para la interpretación de Tommy Lee Jones, no sé si la atmósfera de Nueva Orleans me llevó a un lugar muy muy lejano o me picó algún mosquito de los pantanos pero no entendí nada.
Pronto toda la magia se acabó y, en su lugar, quedó un Tommy Lee Jones excesivo y sobreactuado que pretende hacer de poli malísimo a la vez que intenta que se vean sus sentimientos, unos pantanos en los que hasta la cámara se hundiría y una banda sonora aburrida y repetitiva.
No quiero hablar de la historia porque, en ciertas partes, no hay por donde cogerla y, desde mi punto de vista, no tiene ni pies ni cabeza... ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Si alguien me lo pudiera explicar se lo agradecería.
Lo mejor: El principio te atrapa.
Lo peor: Tras veinte minutos de película, todo se va al traste y deja de tener sentido.
La premisa inicial tenía buena pinta. Una joven prostituta aparece muerta en Nueva Orleans unos años después del Huracán Katrina y un policía entrado en años es el encargado de resolver el misterio. Los pensamientos interiores del protagonista, la ambientación en los pantanos y una banda sonora que te sumerge en los más hondo de Nueva Orleans hicieron que tuviera ganas de saber qué sucedía a continuación.
Sin embargo, no sé si es que no estaba preparada para la interpretación de Tommy Lee Jones, no sé si la atmósfera de Nueva Orleans me llevó a un lugar muy muy lejano o me picó algún mosquito de los pantanos pero no entendí nada.
Pronto toda la magia se acabó y, en su lugar, quedó un Tommy Lee Jones excesivo y sobreactuado que pretende hacer de poli malísimo a la vez que intenta que se vean sus sentimientos, unos pantanos en los que hasta la cámara se hundiría y una banda sonora aburrida y repetitiva.
No quiero hablar de la historia porque, en ciertas partes, no hay por donde cogerla y, desde mi punto de vista, no tiene ni pies ni cabeza... ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Si alguien me lo pudiera explicar se lo agradecería.
Lo mejor: El principio te atrapa.
Lo peor: Tras veinte minutos de película, todo se va al traste y deja de tener sentido.
15 de noviembre de 2011
Sé el primero en valorar esta crítica
He leído algunas críticas después de haber visto la película y se me ha grabado en la mente una frase que resume la sensación que tuve al terminarla: "Los lectores ya no aceptan detectives que sólo investiguen". Si cambiamos lectores por espectadores, es un buen resumen.
Nos estamos acostumbrando a investigadores activos, que no solo observan, sino que pelean y se ensucian como cualquier oficial de servicio. Y Dave, nuestro protagonista, lo es. Atormentado por la guerra de Vietnam, regresó con la idea de hacer Justicia costara lo que costara, y en eso está aunque se juegue el cuello. Poco le importa molestar con ello a las personas más influyetes del pueblo porque es un tipo firme y recto. Así que cuando se destapan ciertos fantasmas del pasado, no duda en actuar.
La película transcurre en la Louisiana post Katrina, lugar idóneo para ambientar una historia de cine negro. La lucha racial vivida hace siglos está presente no solo en la trama como algo patente, sino como referente cultural. El contrapunto lo ofrece un rodaje totalmente actual que contrasta con el aroma antiguo que rezuma el producto. Como en cualquier cinta del género, son casi más importantes las conversaciones secundarias que la historia central, y es ahí donde se certifica la lucha de clases.
Por lo demás, se trata de un film sencillo y rodado con mimo que avanza de forma lenta pero firme, algo que se echa de menos de vez en cuando entre tantas películas con efectos especiales. Sin duda Tavernier sabía lo que se hacía, y esa seguridad se trasmite en la pantalla haciendo una película totalmente eficaz.
Nos estamos acostumbrando a investigadores activos, que no solo observan, sino que pelean y se ensucian como cualquier oficial de servicio. Y Dave, nuestro protagonista, lo es. Atormentado por la guerra de Vietnam, regresó con la idea de hacer Justicia costara lo que costara, y en eso está aunque se juegue el cuello. Poco le importa molestar con ello a las personas más influyetes del pueblo porque es un tipo firme y recto. Así que cuando se destapan ciertos fantasmas del pasado, no duda en actuar.
La película transcurre en la Louisiana post Katrina, lugar idóneo para ambientar una historia de cine negro. La lucha racial vivida hace siglos está presente no solo en la trama como algo patente, sino como referente cultural. El contrapunto lo ofrece un rodaje totalmente actual que contrasta con el aroma antiguo que rezuma el producto. Como en cualquier cinta del género, son casi más importantes las conversaciones secundarias que la historia central, y es ahí donde se certifica la lucha de clases.
Por lo demás, se trata de un film sencillo y rodado con mimo que avanza de forma lenta pero firme, algo que se echa de menos de vez en cuando entre tantas películas con efectos especiales. Sin duda Tavernier sabía lo que se hacía, y esa seguridad se trasmite en la pantalla haciendo una película totalmente eficaz.
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