Mary Shelley

Centrada exclusivamente en la dramática vida de la escritora (Siglo XIX) y su tormentoso matrimonio. Su enamoramiento, la pelea con su padre tras oponerse a la relación, las infidelidades de su marido, su negación, el extraño vínculo con su hermana y la pérdida de su hija como temas centrales. Un verdadero cóctel explosivo que la inspiró a escribir "Frankenstein o el moderno Prometeo". Un éxito rotundo del que se negó su autoría debido a las nefastas costumbres patriarcales de la época. Está muy bien desarrollada, ambientada y caracterizada. Se torna algo lenta por momentos pero se deja ver.

Cuesta reconocer las virtudes cinematográficas de las que hizo gala la directora saudí en su notable opera prima "La bicicleta verde" (2012) más allá de seguir rompiendo moldes, ahora como primera directora de su país en Hollywood con "Desmelenada" (2018). Y aunque su salto a la industria occidental después de un lustro sigue conservando su impronta feminista, parece que los condicionantes de comercialidad de sus dos últimas entregas lastran bastante su frescura y libertad creativa.

Con este bien presentado (factura británica habitual) sucedáneo de parte de la tormentosa vida de la autora que en torno a sus diecinueve años dio a luz para la historia de la literatura a su"Frankenstein o el moderno Prometeo" (1818), Al-Mansour se mete en un jardín muy complicado del que no sale muy airosa. El guión, carne de cañón para la columna "Reel history" que publica semanalmente en "The Guardiam" la británica de ascendencia alemana Alex von Tunzelmann, se permite las licencias históricas más o menos graves que le interesan para condensar el periodo que va desde que conoce al poeta Percy Shelley con quien acabará casándose hasta la publicación de su obra cumbre. Es cierto que consigue esbozar las lineas maestras de la compleja psicología de la autora hasta esos momentos pero escamotea datos y profundiza poco en ellos. Quizás una serie de televisión con mas horas de metraje hubiera hecho más justicia a ese periodo de la vida de esta jovencita de educación liberal ilustrada, traumatizada por la muerte de su madre durante su parto, una madrastra castradora, mucha imaginación disparada por las nuevas corrientes científicas que abrían un futuro nuevo por explorar y una relación tortuosa con su marido, donde la teoría y las prácticas liberales se ponen a prueba.

Omite el guión en el que participa la propia directora el viaje por Europa de la pareja junto con la hermanastra de Mary, Claire Claimont nada más abandonar su casa paterna y en el que probablemente quedó embarazada, la negativa de su padre a ayudarla ante sus dificultades económicas. No se moja  en cuanto tuvo que ver el rechazo de su padre a su unión con Percy Shelley, en tanto este último dejó de aportarle ingresos como su pupilo y lo que es más grave nada dice de que  el original de Mary no iba más allá de un cuento corto (genial eso sí) y que fue con la colaboración de Percy como coautor que se convirtió en novela. Mary la reescribió entera en 1831, quizás nunca contenta con las aportaciones de Percy. También se da a entender que fue su primera obra publicada. Un año antes ya había publicado junto con Percy el libro de extenso título que narraba sus viajes por diversos países europeos.  Su compleja relación con "mi querido Hogg", en palabras de la autora, (el biógrafo  británico Thomas Jefferson Hogg), se desvirtúa y se reduce prácticamente a la nada. Su segundo hijo, con el que acudió a la reunión en Ginebra con Byron también brilla por su ausencia. Y todo en definitiva se reduce a una compleja decepción Romántica (con mayúsculas) ante su marido con el que se casó con 16 años, dándole el honor de ser el auténtico leitmotiv de su obra capital, cuando en realidad la propia Mary escribió en la introducción a su versión del 31 que fue durante su estancia en Escocia donde: "imaginé este libro". Probablemente antes de conocer a Percy y seguro que antes de tener diferencias con él.

A la postre el gran trabajo de Elle Fanning con apenas 19 años bien secundada por Bel Powley como su hermanastra son suficientes como para hacer interesante este esbozo desdibujado de un personaje muy complejo que merecía y merece otra película. O dos.

cineziete.wordpress.com

‘Mary Shelley’ es una cinta a destacar por muchas cosas: Sus emociones y sentimientos especialmente femeninos, esa riqueza lingüística que poseen los personajes de la película al explicarlos, sus envolventes planos cuajados de nieve y porque nos transporta a la Londres post medieval del siglo XVIII. La obra casi pasa por alto la presencia, prácticamente anecdótica, de la archiconocida Maisie Williams que sirve como preludio a que Mary Wollstonecraft Godwin conociese a su amado poeta Percy Bysshe; durante el metraje ese romanticismo del que ambos hacen gala se contonea y en algunos momentos llega a desfallecer. Ese ‘Aprendizaje vital’ no sólo lo sufrió Mary sino también su hermana Claire, con Lord Byron y algunas otras amantes de Percy Bysshe que se visiona en este magnífico film.

Y digo magnífico, por la habilidad que tiene de ritmo fantástico y plagado de matices (el cementerio donde está enterrada la madre de Mary, las palabras de su padre a cerca de su creatividad), que no llega a cansar. Desde que Mary tiene que irse a Escocia por culpa de su madrasta, a cuando malvive con su hermana y novio, pasando por el concurso de Lord Byron. ‘Mary Shelley’ es muestra además de pérdida íntima y afectiva sentimental de su persona, como consecuencia de la dejadez conyugal de su novio, Percy Bysshe. Más preocupado de pasárselo bien y huir de sus acreedores, que de cuidar de su mujer e hija; todo esto repercutirá en el libro de ‘Frankenstein o el moderno Prometeo’.

Dicho libro está influido por la fascinación de Mary sobre la ciencia, la galvanización y por supuesto, la pérdida de afecto, que se refleja en la película, y ausencia de su madre.

‘Mary Shelley’ se adentra en el mudo de los escritores y editores. En su creatividad, fuentes de inspiración y plagios, tejemanejes que tienen algunos artistas. Lord Byron se atribuyó el éxito más reciente de su obra ‘El Vampiro’ cuando quien en realidad lo escribió fue su médico, Jonh William Polidori, en esos días de zozobra etílica en Suiza con Lord Byron, Bysshe, Mary, su hermana Claire y Polidori. Haifaa Al-Mansour acierta al dirigir este guión y Elle Fanning y Douglas Booth remachan con actuaciones llenas de giros... Un NOTABLE ALTO

Fusionar cine y literatura es el gran objetivo de las adaptaciones literarias, pero pocas veces se consigue y hay tantos ejemplos de obras maestras llevadas a la gran pantalla con éxito como de fracasos tremebundos. Las películas sobre la creación de estos escritos son una variante de este proceso y la conseguida 'Mary Shelley' es el perfecto ejemplo. Pero como suele ocurrir, las espléndidas fotografía, música y dirección artística se sitúan un paso adelante a un guión algo previsible. Hay poesía, y hay arte... pero yo me quedo con 'Remando al viento', de nuestro Gonzalo Suárez, una de las grandes obras maestras del cine español.

Me ha decepcionado bastante porque creía que me encontraría con una dura crítica dirigida a la fe ciega en la ciencia, pero sólo me he encontrado con un feminismo light y conveniente al sistema y una interpretación muy superficial e ""ingenua"" de la obra de Frankenstein (la crítica a la fe en la ciencia, no sé, se supone que Frankenstein va de eso, de dónde están los límites de la ciencia y de los avances tecnológicos, además tengamos en cuenta que Inglaterra se hallaba por aquel entonces inmersa desde hacía décadas en la Revolución Industrial). Esa interpretación ""ingenua"" de la obra la relacionan además con la vida personal de Mary, como para darle credibilidad. Ése hincapié en ese aspecto de su vida personal me ha parecido, ahora que pienso en la impresión que me ha dado la película, tendencioso y hasta impostado. Además creo que esta interpretación sesgada del mensaje que quería dar la autora no ha sido un "despiste" sino que está hecha adrede... Eso sí, la estética, la música que acompaña a las declamaciones de versos y las interpretaciones me han parecido perfectas.