Perder la razón

Nos encontramos con un drama europeo puro, con todas sus características. Entre estas destaca la interpretación de sus tres protagonistas, destacando Emilie Dequenne. Su actuación pasa de la alegría a la tristeza, de la racionalidad a la locura, todo en un breve periodo de tiempo. En todos los registros la actriz, habitual de las películas de los hermanos Dardenne, lo borda, haciendo creíble lo que le ocurre.
El personaje más anárquico y enigmático es " Andre ", con una gran actuación del veterano actor francés Niels Arestrup. Hay muchas cosas de este personaje que quedan sin definirse y aunque parece que sus movimientos están calculados, en muchos casos no sabemos los motivos por los que actúa de esa manera.
Tahar Rahim está superado por su compañera de reparto, su relación es poco creíble y le falta intensidad cuando su actuación lo requiere. Una pena que no repita el nivel de " El profeta " su anterior película, donde estaba muy bien.
Desde mitad de la película hay un cambio en la película, según aumenta la intensidad dramática la historia decae, aunque parezca contradictorio. La película se vuelve más anárquica y todo deambula sin orden hasta la llegada de ese final tan bueno, como previsible.
Aparte de la interpretación de la protagonista el otro aspecto destacado es su excelente montaje. También es destacado esa mezcla de culturas cuando tienen que viajar a Marruecos, entre la familia de Mounir y su vida en Europa.