Suzume

La emotividad que transmite este director es de otro planeta junto con las canciones que me parecen perfectas, desde los sonidos hasta los silencios en esa impecable ciudad de Tokio roja. Los diseños de escenario son preciosos y los gatos súper tiernos, pero claro, también tengo algunas quejas.

La animación me pareció que en algunos puntos decaía, la historia es un poco forzada a la par que vacía. Buscan transmitir un mensaje, conseguido, pero se dejan miles de cabos sueltos y parece que solo quiere generar un puente para poder llegar a su objetivo sin interesarle lo anteriormente desarrollado. En este aspecto me recuerda un poco a Ghost in the Shell, es decir, película con un mensaje interesante, pero muy directo abandonando toda la esencia de una película.

Es una película para ver, emocionarte, sentir que tus pelos se encrespan cuando nunca antes te había pasado, gozar la música e irte a dormir feliz y emocionado. Todo esto desde una visión española, que si eres japonés vas a flipar por toda la culturización.

Ya Shinkai me impresionó con No Name. Esta vez repite con este maravilloso espectáculo visual que mezcla el misterio, el miedo al pasado y a un peligro inminente, frente a la magia de lo desconocido y el valor de los afectos.
La historia trascurre en medio de un viaje en parte hacia el interior y en parte al futuro. Como buen anime japonés posee ingredientes humorísticos típicos del género, como animales o cosas con una capacidad de oratoria simpática.
Es una película que no te deja pestañear y con la cual no es difícil empatizar.

"Your name"(2016), tercera película de anime (nombre con el que en occidente denominamos a la animación japonesa) más taquillera de la historia, alzó a su creador, Makoto Shinkai, a lo más alto del podium de los mejores animadores del mundo. Y ahora vuelve con otro gran trabajo: "Suzume", una colorida y dramática historia protagonizada por Suzume, una huérfana adolescente de 17 años que, junto a su amigo Souta, van cerrando puertas que ayudarán a evitar catástrofes naturales tan propias de Japón.
De gran belleza visual y con potentes y brillantes colores "Suzume" se inspira en una antigua leyenda nipona en la que un monstruo con forma de pez se agita haciendo que la tierra se estremezca. Un guion marcado por la fantasía que se rinde al amor y a la esperanza "algo imprescindible para los japoneses que saben que la catástrofe un día será inevitable", afirma Shinkai.

El cine de animación japonés nos tiene acostumbrados a unos niveles de calidad bastante elevados. Aun así, algunos filmes dejan su impronta más profundamente que otros, como es el caso de “Suzume”.

Con un estilo de animación muy clásico, “Suzume” deja las retinas del espectador saturadas de colorido, con una belleza plástica y escenográfica memorables. Pero no es sólo un decorado bonito; tiene unos personajes muy bien desarrollados, con una historia bien cohesionada a pesar de su complejidad, y, como es habitual en el cine nipón, con un toque moralista y unas enseñanzas bien arraigadas en los intersticios del guion.

No se trata sólo de una historia de fantasía, también es un viaje por todo Japón en un descapotable, pero a la misma vez es un viaje hacia el conocimiento de uno mismo, una “road movie” iniciática, la unión entre el yo presente y el yo pasado que sólo están separados por el tiempo, como un uróboros que se muerde la cola. En este aspecto, el filme en su tramo final derrocha sensibilidad y emotividad como sólo sabe hacerlo Shinkai.

“Suzume” no se puede contar ni resumir, porque pierde parte de su esencia. Hay que disfrutarla, descubrirla, empaparse de su riqueza visual y argumental, y quedarse con su emotivo mensaje. Una delicia.

Una bella obra de arte.
Espléndida película, imaginación al poder, grandísima dirección y guión.
Un film que toca el amor, la amistad, el pasado y el futuro.
Nos deja muchas enseñanzas y con un poco de magia nos hace pasar un muy buen rato.
Genial.